1 de febrero de 2008

Un bonita historia entre muchas feas.

Aunque realmente no me gusta reseñar noticias en este blog, no porque considere que es malo, o algo por el estilo, sino todo lo contrario, el Hombre Santo es aquel que es capaz de tener sus ojos fijos al cielo y los pies bien plantados sobre la tierra, pero este blog no fue diseñado para eso, me refiero para reseña de noticias de actualidad, pero en navegando en la red encontré una vieja (dijo “vieja” porque el hecho ocurrió en diciembre de 2007, hace ya más de un mes) y me pareció muy bueno para reseñarlo y sacar enseñanzas de esta, aunque encontré discrepancias de datos entre las fuentes (en español). Nuevamente no es mi intención trasladar de los foros que se encuentran en la red, las discusiones, infértiles en muchos casos, pero como siempre lo hago “te pido que si quieres dejar tu comentario hazlo, me encantaría”.

El hecho del cual les hablo ocurrió en diciembre cuando Walter Adler, 23 años, su novia (algunos medios dicen “esposa”) y dos amigos (todos ellos judíos) tomaron un tren subterráneo para viajar desde Manhattan hasta Brooklyn.

Cuando ingresaron al vagón, un grupo de turistas italianos (algunos de los medios les añaden el término “cristianos”) le gritaron “Feliz Navidad” y ellos le respondieron con un “Feliz Jánuca”.

La respuesta de los jóvenes alteró especialmente a uno de los pasajeros que, mostrando un tatuaje de Jesús en su cuerpo, se levantó y vociferó: “¡Jánuca fue cuando los judíos mataron a Jesucristo!”.

El grito encendió al resto del grupo y comenzaron a golpearlo violentamente.

Nadie de los viajeros en el tren hizo algo excepto un joven de 20 años musulmán de Bangladesh llamado Jasan Akri (otros le apellidan Askari) que defendió a la pareja judía y liberó el paso para que los judíos pudieran accionar el botón de emergencia, y llamar a la Policía. La policía detuvo (según una fuente 10 hombres) a los atacantes que fueron liberados poco tiempo después.

Un musulmán evitó una agresión en el metro de Nueva York. El estudiante defendió a cuatro judíos de una golpiza antisemita a manos de un grupo de “desadaptados”.

La hazaña del estudiante fue considerada heroica por el grupo salvado, que opinó que era un “milagro” que un musulmán ayude a unos jóvenes judíos, sin embargo, indicó que actuó de acuerdo con lo que sentía que debía hacer en ese momento y con lo que le habían enseñado en su familia.

A estas personas las llamo “desadaptadas”, porque un “cristiano” verdadero (que sigue radicalmente y no “fundamentalistamente” perdonen si no existe esta palabra) jamás atacaría violentamente a otro, Jesús no favoreció la violencia. Por el contrario, en el conocido "Sermón de la Montaña" de las Escrituras Cristianas, planteó con enorme vigor y radicalidad la alternativa opuesta, Los discípulos directos de Jesús y los de las generaciones inmediatamente posteriores entendieron su mensaje en su forma más original, evitando hacerse cómplices de toda violencia, con el pasar del tiempo los autodenominados “Cristianos” se alejaron de esta óptica, cometiendo barbaries y matanzas, de las cuales no es mi intención hablar aquí, ni polemizar, no lo permita D’os.

La ética o moral enseñada y practicada por Jesús no elude el conflicto, él no huyó del mismo, sino que le salió al encuentro y hasta en más de una ocasión lo provocó. Y además, estaba plenamente consciente de que todo su mensaje le creaba problemas al “orden establecido” de su tiempo. No obstante, persistió hasta las últimas consecuencias en el cumplimiento de lo que Él considero su deber, pero jamás ordeno a sus seguidores pelearse, ni mucho menos mostrar el pecho con un tatuaje de Él, y golpear a OTRO.

Son siempre los fundamentalistas tanto Judíos, Cristianos y Musulmanes los que causan problemas. Se escuchan historias horribles, de todos los lados, pero entre tanto horror aquí se ve claramente que “las buenas acciones” sobrepasan la religión.

En muchos países Judíos y Cristianos y Musulmanes conviven entre sí, y prosperan juntos.

Que halla Shalom en el Mundo.

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