26 de febrero de 2012

Tzimtzum


El objetivo de la Luz Infinita Or Ein-Sof es beneficiar y darle plenitud a todo lo creado. Para llevar a la práctica dicho objetivo se deben atravesar inexorablemente varias etapas:

Tzimtzum.

Esta compleja teoría es tratada en forma detallada por vez primera por Rabí Itzjak Luria, aunque podemos encontrar sus orígenes en el Zohar. Los trabajos básicos de su sistema comienzan, todos, con una exposición del Tzimtzum. Luego Rabí Shneur Zalman lo trata parcialmente en la Primera Parte del Tania, más extensamente en Shaar HaIjud VeHaEmuná, y sobre todo en Torá Or y en Likutéi Torá.

La palabra Tzimtzum tiene dos significados: contracción y Ocultamiento. Aunque ambos se aplican en nuestro contexto, el segundo probablemente lo hace más que el primero. Pues la doctrina de Tzimtzum se refiere a una refracción y ocultamiento de la irradiante emanación desde su cabecera, Di-s, en una serie de etapas y en un desarrollo progresivo de grados, hasta que se tornan posibles las substancias finitas y físicas. 

Decimos que es contracción, porque el Tzimtzum es la contracción del deseo de recibir a fin de crear un espacio vacío de Luz donde se desarrollará la Creación. El espacio vacío es necesario, de lo contrario la Luz Infinita "llenaría toda la realidad" (Etz Jaím). De ser así no habría espacio alguno donde la voluntad se manifieste en forma independiente, bien y mal, anulando así el libre albedrío otorgado al hombre. Más aún, sin este espacio vacío no existiría la Creación y continuaría siendo todo Infinito sin posibilidad de toma de conciencia por parte del deseo de la Neshamá.

24 de febrero de 2012

Tikune Zohar



El profeta Eliyahu, de bendita memoria, comenzó y dijo: señor del universo, Tú eres el Dios Uno y Único, más allá de todo cálculo. Tú eres exaltado por encima de todo ser elevado, misterioso más allá de todo misterio, y a Ti ningún pensamiento humano te puede comprender. Tú fuiste quien hiciste surgir diez fuerzas cósmicas denominadas las diez sefirót, con las cuales guías tanto a los mundos supraterrenales que no son revelados como los mundos que sí están revelados, tras de los cuales Tú Te ocultas de los seres humanos. Tú eres quien los enlaza y los unifica. Y puesto que ellas emanan de Ti, todo aquel que separe entre sí estas diez fuerzas cósmicas (a causa de sus pecados) es considerado como si atentara  contra Tú Unidad. Estas diez sefirót se manifiestan cada una conforme a su orden, un atributo de bondad seguido por un atributo de justicia rigurosa, y luego un atributo de misericordia (que las armoniza). Tú eres quien las gobierna y no existe nada que afecte Tú Voluntad, ni en los ámbitos superiores ni en los ámbitos inferiores, ni en cualquier lado. Has establecido “ropajes” para estas fuerzas, de las cuales afloran las almas de los seres humanos. Numerosas entidades corporales les estableciste, las cuales son denominadas “entidades corporales” con respecto de los ropajes que los cubren.  
La fuerza de Jésed (bondad) constituye el brazo derecho;
La fuerza de Gueburá (rigor) constituye el brazo izquierdo;
La fuerza de Tiferet (esplendor) constituye el tronco;
La fuerza de Nétzaj (victoria) y de Hod (gloria) constituyen las dos piernas (derecha e izquierda respectivamente);
La fuerza de Yesod (fundamento) constituye la culminación del cuerpo, que es el signo del pacto sagrado (la circuncisión).
La boca es el maljut (soberanía) y es denominada la Torah oral.
La Jojmá (sabiduría) reside en el cerebro y es el pensamiento conceptual.
La Biná (entendimiento) reside en el corazón y por medio de ella el corazón comprende. Y acerca de estas dos (fuerzas cósmicas) está escrito: “los misterios ocultos pertenecen al eterno, nuestro Dios” (Devarim 29:28).
El Keter (corona) superior es el ápice de la soberanía y acerca de ella está escrito: “declara el final desde el principio” (Yeshayahu 46:10) y ésta es la cabeza de los Tefilín. Al interior se halla la letra yod, la letra he, la letra vav y la letra he (que forman el nombre inefable), el cual es el sendero del mundo superior de atzilut. Esta es la savia que riega el árbol (de las sefirót en el mundo de Yetzirah) en su simiente y en sus ramas, como el agua que riega el árbol, el cual crece gracias a ella.
Señor del universo: Tú eres el origen de todos los orígenes y la causa de todas las causas, y Tú riegas el árbol en esa fuente. Esa fuente es como el alma al cuerpo, pues es la vida misma del cuerpo. En Ti no hay semejanza ni imagen tangible, tanto en lo interior como en lo exterior. Tú creaste los cielos y la tierra, y de ellos hiciste surgir el sol, la luna, las estrellas y las constelaciones. y en la tierra hay árboles y plantas, el jardín del edén, hierbas, animales salvajes, aves, bestias domésticas y seres humanos, para que a través de ellos las entidades superiores sean reconocidas, y se conduzcan conforme a ellas tanto los seres superiores como los inferiores. De Ti mismo no hay conocimiento posible; nadie aparte de Ti es uno, ni en los seres superiores ni en los seres inferiores, y Tú eres quien se manifiesta como el amo de todo ello. Cada una de las sefirot posee un nombre cognoscible, y por medio de ellas son llamadas las fuerzas angélicas. Pero Tú no posees nombre cognoscible, pues Tú eres quien llena todos los nombres y tú constituyes la plenitud de todo lo que existe. Y cuando Tú te alejas de ellos, cada uno de esos nombres permanece como un cuerpo sin alma.
Tú posees sabiduría, más no una sabiduría cognoscible;
Tú posees entendimiento, más no un entendimiento cognoscible;
(nuestra comprensión de los mundos superiores y de las sefirot es sólo para conocer) la manifestación de Tu poder y Tu fuerza a los seres humanos, para mostrarles cómo debe conducirse el mundo con Din (justicia rigurosa) y Rajamim (misericordia), los cuales son Tzedek (rectitud) y Mishpat (ley de justicia), conforme a los actos de los seres humanos. El din es la Gueburá (rigor). El Mishpat (ley) es el pilar central. El Tzédek es el reino de santidad. Las dos balanzas del Tzédek sustentan la verdad. El Tzédek es el signo del pacto. Todo ello para mostrar cómo ha de gobernarse el mundo. Pero no es que Tú poseas tzédek cognoscible; ni mishpat, ni ninguno de los demás atributos (pues el creador es infinito y el ser humano no es capaz de alcanzar su comprensión). levántate, Rabí Shimón, y que de ti surjan ideas novedosas. Pues tienes el permiso para revelar secretos ocultos que a ningún ser humano se le había concedido revelar hasta ahora.
Rabí Shimón se levantó e inició su discurso, diciendo: “Tuyas, Oh Eterno son la Grandeza, la Fuerza, el Esplendor, la Victoria y la Gloria” (Dibré hayamin i, 29:11). Escuchen ustedes que están sepultados en jebron (los tres Patriarcas), y tú, pastor fiel (Moshé), despierta de tu sueño. “despierten y entonen cantos, ustedes que moran en el polvo” (yeshayahu 26:19) esos son los justos que pertenecen a aquella de quien fue dicho: “duermo yo, más mi corazón está despierto” (shir hasharim 5:2). y ellos no están muertos, y por ello se ha dicho de ellos: “despierten y entonen cantos, ustedes que moran en el polvo”. Pastor fiel: que tú y los patriarcas despierten y entonen cantos para conmover a la presencia divina, la cual duerme en el exilio. Pues hasta ahora todos los justos duermen en sus sepulturas. Pero en el tiempo de la redención los tres Patriarcas dirán: ¡levántate, Pastor fiel! pues de ti ha sido dicho: “la voz de mi amado llama”. Con las cuatro letras del nombre divino. Y dirá “ábreme, mi hermana, mi amiga, mi paloma, mi pura”. Pues he aquí que “ya ha terminado tu tiempo, hija de Tziyón; él ya no volverá a exiliarte” (ejá 4) pues mi cabeza se ha llenado de rocío” ¿qué significa “se ha llenado de rocío”? así dijo el santo, bendito es: tú (Yerushaláyim) pensaste que desde el día en que fue destruido el santo templo celestial (yo te abandonaría). no es así, pues no te abandonaré mientras estés en el exilio. y he aquí un signo para ti: “pues mi cabeza se ha llenado de rocío”. Esto se refiere a la Presencia Divina que está en el exilio (junto con el pueblo de Israel). La paz y la vida de ellos son el rocío (tal). y estas son las letras yod, he y vav que forman el valor numérico de la palabra “tal” pues la otra he (del Nombre Divino) simboliza la presencia divina, y le emana de las fuentes espirituales superiores. De inmediato se levantaron el Pastor fiel y los Patriarcas. Hasta aquí el secreto de la Unidad. 

23 de febrero de 2012

Escritos del Baal HaSulam



Baal HaSulam dedicó toda su vida a las interpretaciones e innovaciones de la sabiduría de la Kabalah, difundiéndola en Israel y alrededor del mundo. Fue él quien desarrolló un método único para el estudio de la Kabalah, por medio del cual toda persona puede penetrar en una dimensión más profunda de la realidad para descubrir sus raíces y el sentido de su existencia.


Las dos grandes obras de Baal HaSulam, como resultado de muchos años de trabajo son el Talmud Esser Sefirot (El Estudio de las Diez Sefirot), y Perush HaSulam (El Comentario Sulam).

La publicación de las 16 partes (en 6 volúmenes) del Talmud Eser Sefirot comenzó en 1937, y se trata de un comentario sobre las obras de Rabí Isaac Luria (el Arí).

Este texto es un sistema detallado de los mundos superiores, Partzufim, Sefirot, en un lenguaje desarrollado por el Ariza "l. 

Es un texto básico, sobre la precisión única, la extrema de la organización estructural y procesos que tienen lugar en los mundos superiores.

Es un texto detallado, con comentarios de cada sección y un capítulo dedicado a reflexionar más sobre estos comentarios, y sobre las definiciones de los términos, y tablas de preguntas y respuestas.

En 1940 publicó Beit Shaar HaKavanot (La Puerta de las Intenciones) con comentarios sobre una selección de escritos del Haari. 

El Perush HaSulam sobre el Zohar, fue impreso en 18 volúmenes entre los años 1945 y 1953. Más tarde, Baal HaSulam escribió tres volúmenes adicionales con comentarios sobre El Zohar Jadash, cuya impresión concluyó en 1955, habiendo ya fallecido su autor.

Sus Obras completas son:

Matan Torá ( Regalo de la Biblia )

Perush HaSulam ( Comentario de la escalera sobre el Zohar)

Talmud Eser haSefirot ( Estudio de las diez emanaciones luminosas )

Panim Meirot u'Masbirot ( Revelaciones de bienvenida e iluminador )

Ha'Akadama Le Talmud Eser haSefirot ( Introducción a las diez emanaciones luminosas )

Le Ha'Akadama Sefer HaZohar ( Introducción al Zohar )

Mavo le Sefer HaZohar ( Entrada a la Zohar )

Pticha le jojmat haKabbalah ( apertura a la Sabiduría de la Cabalá )

Sefer Hailan ( Libro de los árboles o el libro de ilustraciones )

Pticha le Perush HaSulam ( Apertura al Comentario Sulam )

Le Ha'Akadama Sefer Panim Meirot u'Masbirot ( Introducción a la Panim Meirot u'Masbirot [Revelaciones de bienvenida y esclarecedor] )

Pticha Kolelet leSefer Panim Meirot u'Masbirot ( Apertura al Panim Meirot u'Masbirot [Revelaciones de bienvenida y de Iluminación] )



Ascenso vs Ascetismo



Ascetismo o ascética (en griego: ἄσκησις , áskēsis, "ejercicio" o "formación"), se le denomina a la doctrina filosófica y religiosa que busca purificar el espíritu por medio de la negación de los placeres materiales o abstinencia; al conjunto de procedimientos y conductas de doctrina moral que se basa en la oposición sistemática al cumplimiento de necesidades de diversa índole que dependerá, en mayor o menor medida, del grado y orientación de que se trate. En muchas tradiciones religiosas, la ascética es un modo de acceso místico.

La mayoría de los sistemas ascéticos desdeñan las necesidades fisiológicas del individuo por considerarlas de orden inferior. El fundamento de este aserto reside en la adhesión a dualismos del tipo alma-cuerpo, espíritu-materia, bien-mal.

Los ascetas se apartan de los placeres mundanos mucho más que los Sabios de  Israel, sin embargo el estilo de vida ascética, es condenado por su extremismo y severidad, mientras que el comportamiento más moderado de nuestros hombres piadosos es alabado por ser santo. Los ascetas gentiles desprecian este mundo y consideran todos los esfuerzos humanos como ejercicios inútiles. Los judíos piadosos, sin embargo, aman este mundo porque es amado por Dios, su creador. Con genio divino, Dios diseño todo cuanto existe en la tierra para servir de instrumento para descubrirLe y servirLe, pues la esencia de la Santidad es el saber utilizar todo cuanto existe en este mundo según el plan de Dios.  

El Nazir y la Sota.

La sección que habla del Nazir (nazareno) se encuentra junto a la sección de la mujer Sota (sospechosa de haber cometido adulterio). Varias razones fueron dichas al respecto, como por ejemplo en la Guemará (Berajot 63a): 

"Por qué se encuentra la sección de la Sota junto a la sección del Nazir?. Para enseñarnos que todo el que ve a la mujer Sota en su desgracia, debe abstenerse del vino". 

A primera vista la pregunta es extraña, ya que encontramos muchas secciones contiguas en la Torá que tratan temas distintos. R"i Eben Shuiv en sus Darshot (Parashat Nasó) explica que lo extraño en este caso es que "la sección que habla del Nazir trata de una elevada kdushá (santidad), mientras que la sección que habla de la Sota trata de una gran impureza - y por ello preguntaron 'por qué fueron escritas una a continuación de la otra?'. Y contestaron que 'el que ve la mujer Sota en su desgracia...' Es decir; la mujer Sota pecó dejándose llevar por sus ojos y su orgullo. Y por ello debe abstenerse del vino, porque es este el que origina ese pecado". Según su opinión, el Nazir y la Sota son dos polos opuestos, que no tienen nada en común.

Y siguiendo esa línea de pensamiento se puede agregar algo más: El hombre está compuesto por dos partes, cuerpo y alma, materia y espíritu. 

El cuerpo tiende a lo material, desea placeres pasajeros, y expresa el denominador común entre el hombre y el animal. 

En contraste, el alma ansía su Elevado Origen, anhela el plano espiritual de la vida, y representa la diferencia entre el hombre y la bestia. 

La persona en su vida debe conjugar ambas fuerzas, debe ser como una escalera apoyada en el suelo que llega hasta el cielo, asir el uno sin soltar el otro. El extremismo es asir sólo un extremo, cuando la persona tiende sólo a uno de ambos aspectos, y por ello escribe el Rav Kuk (Iguerot HaReayá 20): 

"No hay ni una sola virtud en la vida que el extremismo no la dañe". 

Es decir, incluso tratándose de virtudes espirituales cuando se llega a extremos es dañino. Hay muchos ejemplos, como dijo el más inteligente de los hombres (Kohelet 7:16-18): 

"No seas excesivamente tzadik (justo)... no quieras ser muy inicuo... es bueno, pues, que acojas este consejo, y también de ese otro no retires tu mano, porque aquel que teme a D's evitará todos aquellos yerros". 

No solo el mal en exceso daña, también el ser tzadik en exceso. Y por ello Rav Nisim cuando confesaba sus pecados no sólo se lamentaba porque quizás se equivocó y permitió lo que D's prohibió, sino que también se lamentaba porque quizás prohibió lo que D's permitió.

También por ello fueron escritas juntas la sección de la Sota y la sección del Nazir; para enseñarnos que ambas desviaciones son consideradas un pecado. 

La vida de la persona se encuentra entre ambas puntas, entre el materialismo - que es el sumergimiento en la vida material - y el ascetismo - que es la privación de todos los placeres de este mundo. 

La mujer Sota representa la corrupción materialista, un comportamiento que ha traspasado los límites de la fidelidad al cónyuge y lo ha traicionado. Es una traición que conduce a la destrucción de la célula familiar, que prefiere la aventura pasajera al marco estable. 

Pero no sólo ese materialismo extremo es erróneo, también en el caso del Nazir - que es llamado por la Torá "kadosh" (santo), e intenta alejarse del pecado - existe cierto aspecto negativo, como dijeron nuestros sabios (Nedarim 10a): 

"'Así hará expiación por él, de lo que ha pecado (Bamidvar 6:11) - pero, qué ha pecado él?!. De momento que no disfrutó del vino, pecó. 

Y si el Nazir es llamado 'pecador' sólo porque no disfrutó del vino, el que se abstiene de todo otro tipo de placeres, mucho más. Y por ello, todo el que ayuna es llamado 'pecador'". 

Y escribió Tosafot (Taanit 10a) que no solamente el que se abstiene sin ninguna razón esta pecando, sino que también el que se abstiene para cumplir una mitzva - como el que ayuna en shabat porque tuvo un mal sueño, que a pesar que "rasgan su veredicto", lo castigan por haber ayunado en shabat. 

Y también el Nazir, a pesar que dijeron que "el que ve a la mujer Sota en su desgracia debe abstenerse del vino", hay en ello cierto pecado. Y por ello dijeron (Talmud Ierushalmi, Kidushin 10:14):

 "La persona deberá rendir cuentas por todo lo que vieron sus ojos y no comió".


22 de febrero de 2012

Calendario de Adar 5772



30 Shevat - 1 de Adar (febrero 23-24) Rosh Jodesh

2 de Adar (febrero 24-25) - Shabat trumá, Lectura de la Torá: Ex. 25:1-27:19, Haftará: Reyes 5:26 -6:13

7 de Adar (01 de marzo) - Yortzait de Moshé Rabenu

9 Adar (Marzo 3) Shabat Tetzaveh, Zajor. Lectura de la Torá: Ex. 27:20-30:10, Maftir "Zejor": Deut. 25:17-19; Haftará: Samuel 15:2-34 I (por Zechor: la guerra del rey Shaul contra  Amalek, antepasado de Hamán) Este Shabat es llamado Shabat Zajor. 

Es el Shabat antes de Purim, y es una mitzvá de la Torá a: 

¿Recuerdas lo que te hizo Amalek? 
(Deuteronomio 25). 

Estamos obligados a decir a nuestros hijos en cada generación lo que el pueblo de Amalec hizo a nosotros durante nuestra salida de Egipto. Hamán era descendiente de Amalek.

13 de Adar (07 de marzo) - El Ayuno de Ester (el final del ayuno en Israel 18:00).

14 de Adar (7-8 de marzo) - Purim

Para más información sobre Kabbalah y Purim, haga clic aquí

15 de Adar (marzo 8-9) - Shushan Purim. Los Judios de Susa celebraron la fiesta en este día, ya que combatió a sus enemigos en el 13 y el 14 de Adar. Como resultado, todas las ciudades que se sabe que han sido las ciudades amuralladas en ese momento (como Susa) celebran Purim el 15 de Adar. En el resto de los Judios de Babilonia declaró la guerra a sus enemigos el día 13 de Adar, y sólo el festival se celebra el día 14.

16 de Adar (marzo 9-10) - Shabat Ki Tissa, Lectura de la Torá: Ex. 30:11-34:35, Haftará: I Reyes 18:20-39

23 de Adar (Marzo 16-17) - Shabat VaYekahel / Pekudei. Shabat Pará. Lectura de la Torá: Éxodo 35:1-40:38; Maftir Parah: Números 19:1-22; Haftará: Ezequiel 36:16-18.

Esto también es Shabat Mevarjim (Bendición del nuevo mes.) Una bendición para el nuevo mes se recita en las sinagogas en esta ocasión tras la lectura de la Haftará antes de devolver el rollo de la Torá en el Arca excepto en el Shabat antes del mes de Tishrei , que es también el Shabat anterior a Rosh Hashaná, cuando el Baal Shem Tov enseña, Di-s se bendice al mes. 

Traducción de:



21 de febrero de 2012

Rectificarnos y Rectificar a los Demás

Rectificarnos y Rectificar a los Demás Constituye un gran logro llegar a ser tan auténtico como para discutir nuestros defectos francamente con nuestra pareja. Pero aún así se debe tener cuidado de aplicar esta objetividad sólo a las carencias y problemas propios, utilizando la ayuda y el apoyo de la pareja para rectificarlos a través de la plegaria y el auto refinamiento.

Con respecto a juzgar (o condenar) los defectos y las faltas aparentes del otro, nuestros sabios han dicho: "No juzgues a tu prójimo hasta que no estés en su lugar" (Avot 2:4).

Explica jasidut que como uno jamás puede llegar a estar en el "lugar" de los demás, no puede comprender a fondo las motivaciones (el "por qué", tanto conciente como inconciente) que hay detrás de su conducta, está incapacitado para juzgarlo (Sefat Emet).

No obstante, "hasta que no estés en su lugar" implica que uno debe tratar de comprender a su prójimo lo mejor que pueda, para acercarse lo máximo posible al "lugar" del prójimo. Esto significa relacionarse con él (tanto intelectual como emocionalmente) expresando un amor cada vez más grande y profundo.

A medida que uno se acerca al otro, su punto de vista hacia él comienza a cambiar, empieza a verlo bajo una luz más favorable e incluso a reconocer que las imperfecciones aparentes que ha observado en él son en realidad reflejo de  defectos idénticos, aunque menos palpables, que están en uno mismo.

Ahora es capaz de cumplir el dictamen de nuestros sabios que complementa al anterior (Avot 1:6): "juzga a todo hombre favorablemente", y a aplicar la enseñanza del Baal Shem Tov sobre el versículo "Reprender, reprenderás a tu prójimo": primero se tiene que reprender a sí mismo (respecto a la misma falta que ve en el compañero) y sólo así estará capacitado para reprender constructivamente a su prójimo.

Esta enseñanza del Baal Shem Tov continúa y brinda una nueva visión del consejo dado por Reish Lakish (Bava Batra 60b): "Primero rectifícate a ti mismo, y luego rectifica a los demás". La palabra utilizada aquí para "rectificar" (keshot) significa literalmente "adornar". Esta palabra alude a la relación entre marido y mujer, de lo que inferimos que dicha enseñanza general se aplica en especial a ellos.

El antídoto para el Pecado

Cuando nos damos cuenta que la rectificación del otro depende de la nuestra, aprendemos a ser pacientes (con los demás). La paciencia es el antídoto contra la ira. Esta está permitida sólo contra la mala inclinación propia, como lo explican nuestros sabios: "Uno siempre debe agitar la ira de su buena inclinación contra su mala inclinación" (Berajot 5ª). Respecto a otros en general y a la propia esposa en particular, uno debe esforzarse en adoptar el atributo Divino de la "paciencia infinita".

La paciencia infinita es la conciencia, el "espacio" infinitamente amplio de la mente, que impulsa nuestra capacidad de esperar que un conflicto se resuelva por si mismo, suspender el  enjuiciamiento, revisar y controlar continuamente nuestra tendencia innata a relacionarnos con los demás impulsivamente.

Es la clave para evitar el daño que nos infligimos a nosotros y a los demás cuando no podemos controlar las respuestas de la "primera naturaleza" a las situaciones de la vida.

Por más grandes que sean, los pecados arquetípicos de la Torá provienen de una carencia básica de paciencia:

El pecado original fue comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si Adán y Eva hubieran esperado meramente tres horas hasta el comienzo del Shabat antes de comer del árbol, hubieran heredado las bendiciones del Edén por toda la eternidad.

El pueblo de Israel como un todo retornó al estado edénico, liberado del ángel de la muerte, al recibir la Torá en el Monte Sinai, pero perdieron este estado con el pecado del becerro de oro, el ídolo que reemplazaría a su líder, Moisés, por no esperar que descienda del monte. Nuestros sabios se refieren a este como el pecado  arquetípico "público" (Avodá Zará).

David y Batsheva estaban destinados uno al otro desde el principio de los tiempos y se suponía que deberían haber sido la rectificación consumada de la pareja original, Adán y Eva. Pero David tomó a Batsheva prematuramente (Sanedrín 107ª; Zohar 3:78b; Shabat 55b), en las palabras de nuestros sabios: "participó de ella antes de que haya madurado". Esta impaciencia impulsiva fue la esencia de su pecado, que nuestros sabios llaman el pecado arquetípico de un "individuo".

Los compañeros del matrimonio necesitan estar constantemente alertas de promover la paciencia, que depende de la fe y la confianza en Di-s: si deseamos algo y no lo recibimos, es porque aún no somos merecedores de ello. Cuando los cónyuges se dan cuenta de esto, se tornan mucho más pacientes con el otro. En vez de exigir que el compañero sea mucho más perfecto que ellos, se deben concentrar en rectificar primero su propio carácter, con la ayuda de Di-s.

Con la paciencia llega la habilidad de trascender nuestro innato carácter mortal y cumplir con el mandamiento de emular a Di-s: "Así como El es misericordioso, también tú se miscericordioso… Así como El es infinitamente paciente, así también tu debes serlo" (Shabat 133b, Mishne ToráDeot 1:6). Así era el temperamento de Moisés, como está dicho (Números12:3): "Y el hombre Moisés era muy humilde", que Rashi explica como "sencillo y paciente".

La Tierra de Israel

La propiedad de paciencia infinita está ligada conceptualmente con la naturaleza de la Tierra de Israel (Likutei Moharán 1:155). La Tierra Santa es llamada frecuentemente en la Biblia como "una tierra que mana leche y miel" (Éxodo 3:8), evocando una imagen de sublime tranquilidad espiritual, que uno podría experimentar en su hogar, dondequiera que este se encuentre.

"Leche y miel" en hebreo, jalav udvash, equivale numéricamente a "paciencia infinita", en hebreo erej apaim, 352, sugiriendo que el atributo de paciencia puede ser adquirido más fácilmente en la Tierra Santa.
Israel es el portal hacia el Edén, donde Di-s deseó originalmente que el primer hombre y su mujer vivan y crezcan juntos espiritualmente, relacionándose con amor e infinita paciencia y mereciendo así la dicha eterna.

Cuando uno de sus jasidim le consultó si mudarse o no a la Tierra de Israel, Rabi Menajem Mendel de Lubavitch le contestó: "Haz la Tierra de Israel aquí". De acuerdo con nuestra concepción de la "paciencia infinita" mencionada arriba y su relación con la tierra de Israel, podemos inferir que la moraleja de esta respuesta es: "dondequiera que te encuentres aprende a ser paciente". La impaciencia representa el estado existencial de vivir "fuera de la tierra de Israel", mientras que una compostura serena manifiesta la verdadera esencia de esta tierra.

Tomado de dimensiones.org

La forma de estudiar Kabalah.




Rabí Yehuda Leib Halevi Ashlag Tzl 

El Rabino y Sabio Kabalista Yehuda Leib Halevi Ashlag Tzl, define la Kabalah, de la siguiente manera:


Esta Sabiduria es, ni mas ni menos que una secuencia de raices que penden a razón de causa y efecto, en reglas fijas y determinadas, entrelazándose en una única meta exaltada descrita como: La revelacion de Su Divinidad hacia Sus Criaturas en este mundo.

  1. La primera etapa en el estudio de la Kabalah consiste en leer tantos libros adecuados de esta Sabiduría como sea posible y "digerirlos" tanto como sea posible. Rabí Yehuda Ashlag Tzl, también escribió sobre esto: "La fusión con los Libros Verdaderos activan al hombre y le traen la voluntad y la fuerza de los sabios que escribieron dichos textos. El saber no es el objetivo del estudio, sino un medio para llegar a la Voluntad Superior, a la Voluntad y Deseo de Dar y Beneficiar en el corazón del hombre. Eso es lo que mide el nivel espiritual del hombre. Eso es todo el hombre". Pero Los libros de Kabalah están escritos de una manera tal que si no son leídos mediante la guiatura y orientación de un Iniciado en esta sabiduría todo lo que se obtiene es una mera introducción.
  2. La próxima etapa es el trabajo grupal, cuando los deseos del grupo y del estudiante se funden. La "Vasija" del estudiante se agranda proporcionalmente al número de miembros del grupo.

Leemos en Qohelet 4,9-10:

Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo.
Porque si cayeren, el uno levantará á su compañero: mas ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. 
También si dos durmieren juntos, se calentarán; mas ¿cómo se calentará uno solo?
Y si alguno prevaleciere contra el uno, dos estarán contra él; y cordón de tres dobleces no presto se rompe.

Si leemos en un sentido tremendamente literal, encontramos, que el grupo simboliza al Creador, puesto que todo lo localizado fuera del hombre es el Creador. Nada existe excepto el Creador y uno mismo. 

Básicamente, todo el trabajo espiritual empieza y termina en el estructura de un grupo.

A lo largo del tiempo los Kabalistas han tenido grupos. Sólo dentro de la estructura de un grupo y basado en la mutua atadura propiciada por sus miembros pueden los estudiantes avanzar en su comprensión de los mundos espirituales.

Gmar Tikun es la situación en la que toda la humanidad se convierte en un único grupo Kabalista.

Hay aún un largo camino por recorrer a pesar de que cada día se convierta más realista. En cualquier momento, en el más alto nivel espiritual todo está listo para este logro (todas la raíces, todas las fuerzas).

En general estudiamos dos etapas: 

(1) la descendente del ser creado desde arriba mientras se desarrolla desde la misma idea, como concebida por el Creador hasta el nivel de nuestro mundo.

(2) el ascendente del hombre desde nuestro mundo, toda la vía, hasta el más alto grado. No damos a entender el movimiento físico actual porque nuestro cuerpo permanece en este plano material, sino en una manera espiritual como un resultado de nuestros esfuerzos y desarrollo.

17 de febrero de 2012

Kabalah y Purim.




El Libro de Ester se destacan cuatro personajes principales:


El Rey Ajashverosh, la Reina Ester, Mordejai (el bueno) y Amán (el malo).


En hebreo, el Libro de Ester se le llama Meguilat Ester. Puedes leerla haciendo click Aquí. Curiosamente, estas dos palabras implican una intrigante contradicción Meguilat viene de la palabra Gilui (descubrimiento), y Ester viene de la palabra Hester es cercana a la palabra que significa "ocultar". En otras palabras, El Libro de Ester es sobre descubrir lo que está oculto.


Debemos recordar que la sabiduría de la Kabalah explica que en la realidad absoluta hay únicamente el Creador y su creación. La Biblia y otros textos hebreos antiguos (Sefer Yetzirah, Bahir y Zohar por ejemplo) son en realidad escritos en diferentes “lenguajes” que explican los mismos conceptos espirituales de la sabiduría de la Kabalah. Ya hemos escrito sobre esto en este blog, pero si quieres repasarlo,  te presento un extracto del libro la Esencia, el Infinito y el Alma del Rab Jaim Zukerwar Tzl,  haz click Aquí.


En el Libro de Ester, el Rey es el Creador, evidentemente, pero ninguno de los otros protagonistas es una entidad separada; de hecho, cada personaje es un aspecto de la único de la creación. Desde este punto de vista, la Meguila, cambia de ser una historia meramente moralista acerca de cómo lo bueno derrota a lo malo, a una alegoría acerca de nuestra relación personal con el Creador, siendo que de  acuerdo con la Kabalah, Ester, Ajashverosh, Mordejai y el malvado Amán están dentro de nosotros, y el Creador es el atributo de benevolencia que necesitamos adquirir si queremos unirnos con Él y ser verdaderamente felices.


Dentro del texto de la Meguilat, podamos encontrar numerosas alusiones a conceptos y términos de la Kabalah, incluso de la raíz hebrea misma de la palabra Kabalah (kaf-bet-lamed):   

Ester 4:4: Ella le envió ropa a Mordejai para que se cambiara la ropa de saco, pero él no las aceptó (Kibel).
Ester 9:23: Los judíos prometieron (kiblu) celebrar cada año de la misma manera que ya habían empezado hacer, como les había escrito Mordejai. 

Ester 9:27: Los judíos acordaron y prometieron que ellos, sus hijos y cualquiera que se uniera a ellos guardarían estos días sin falta Notese que en este verso tomado del texto masoretico (en la imagen de abajo) la palabra no tiene vocales.
Encontramos asimismo muchas otras palabras-raíces significativas allí, como por ejemplo los nombres de diez de las once sefirot, aparecen claramente:


El único término relativo a las sefirot que no se encuentra en el libro es netzaj, como vamos a explicar más adelante.


Ningún otro texto bíblico exhibe tal densidad de idioma Kabalístico. El hecho de que esta abundancia de expresiones místicas coexista junto con una total falta de referencia Di-s Mismo, puede acaso ser entendido a través de la analogia con un panorama de estrellas, que sólo se vuelven visibles cuando desaparece el resplandor del sol.


El término sefira mismo, quizás el más básico dentro del léxico de la Kabalah, se expresa repetidamente en este libro por intermedio de otro término relacionado: sefer, "libro" (Ester 2:23, 6:1, 10:2, 9:25, 32, y otros), construido a partir de la misma raíz hebrea, s-f-r.


Esta raíz alberga tres distintas connotaciones, y todas ellas estan reflejadas en el significado de la palabra sefira. Como una "emanación" de luz Divina, el termino sefira es derivado del bíblico sapir, "safiro", cuyo brillante resplandor es asociado con el trono celestial y el escabel en las visiones de los profetas.


Sefira también alude a un atributo específico o rasgo con el cual Di-s se expresa en el mundo. Como tal, refleja una connotación adicional de la raíz s-f-r, la de "expresión", como en las palabras sipur ("historia") y sefer ("libro"). A diferencia de la asociación con la trascendente luz Divina, este aspecto de la raíz s-f-r implica un contexto más cercano y familiar con el cual identificar a Di-s.


Finalmente, el término sefira alude frecuentemente a la abstracta estructura matemática de la Creacion (como esta evocada por la palabra mispar ("número"); en este sentido, el concepto de sefira esta conectado sólo en forma indirecta a la Divinidad), reflejando una dimensión, que aunque exquisitamente abstracta, se conecta con la esfera de lo creado.


La asociación entre el término sefira y la palabra sefer, que como hemos visto esta basada en la idea de articulación o expresividad, es acentuada por el hecho de que el libro de Ester mismo es llamado megila ("rollo de pergamino"), proveniente de la raíz gila, "revelar".


La forma del rollo refuerza esta sensacion de revelacion, al contribuir a que el lector experimente el texto como un mensaje o idea que se va desplegando gradualmente. Este efecto intensificado aún más con el uso del sipur ("medio narrativo") como la forma literaria para comunicar el mensaje del rollo. En el sipur hay una constante tensión que deriva de la revelación selectiva de ciertos elementos de la trama y no de otros. La clarificación gradual de todos los aspectos de una historia, trae con ella una resolución purificadora de esa tensión y una más profunda conección con los temas literarios evocados en el proceso. Ningún otro relato en todas las Escrituras, toma tan absoluta ventaja del medio narrativo como la historia de Ester.


La tradición Kabalística también recurre a la narrativa alegórica cuando intenta comunicar sus profundas verdades (a menudo tal forma de exposición prueba ser más esclarecedora que el abstracto discurso teosófico. La historia de la Creación y de las primeras horas del hombre en el jardín del Eden, brindan a la Kabalah una estructura narrativa clave para plantear el entorno cósmico de la existencia humana. Dada la conección que hemos visto entre el libro de Ester y la tradición cabalística, no nos sorprenderá entonces, que la historia de Ester es de hecho interpretada en Kabalah, como simbólica del drama primigenio transcurrido en el Eden, en los albores de la Creación, donde el primer hombre y su mujer fueron tentados a comer del árbol del conocimiento. Las figuras claves en el libro de Ester son vistas como representando las almas reencarnadas (guilgulim) de los personajes del gran drama original, que vienen a rectificar su "caída" previa. Ester, al conquistar a la serpiente Haman, brinda la necesaria reparación por la trágica falla en la Creación engendrada por su primordial ancestro, Eva.


Maljut es la sefirá más nombrada en el libro de Ester. Ningún otro texto bíblico contiene una cantidad semejante de referencias a este término. Sobre un total de 167 versículos que conforman el libro, hay más de 240 apariciones de la raíz melej (rey). En uno de ellos (Ester 4:11), la palabra hamelej aparece cinco veces; en otro (Ester 5:1), aparece de formas variadas en seis oportunidades (!). Este es el mayor indicio del fuerte carácter cabalístico del Libro de Ester, teniendo en consideracion que maljut es la clave para comprender el drama completo de la Creación de acuerdo con la Kabalah.


La raíz m-l-j aparece, en la mayoría de los casos, en la palabra hamelej ("el rey"), refiriéndose al rey persa Ajashverosh. Se explica generalmente, que estas repetidas alusiones al monarca persa en la meguila de Ester, pueden ser interpretadas como una velada alusión al Rey de Reyes, el Amo del Universo, y el hecho de que siempre se refiere a él como hamelej (el rey), parecería corroborar esta tradición. La letra hei, que funciona como artículo en la palabra hamelej, es la letra asociada en Kabalah con la sefira de maljut, correspondiente a la hei final del esencial Nombre de cuatro letras de Di-s.


Otra indicación del espíritu cabalístico que permea el texto, es el hecho de que la palabra keter (que alude a la primera emanación Divina), aparece siempre en conjunción con la palabra maljut (la última emanación). La expresión keter maljut ("la corona real"), apunta a un fenómeno básico en Kabalah, descripto por el Sefer Ietzira en el siguiente lenguaje: "su final (la sefira de maljut) está incluido en su principio (en el de keter), como su principio está incluido en su final" (en la introducción del libro Tikunei Zohar [Pataj Eliahu] se afirma también que: "el keter supremo es el keter de maljut").


Es interesante señalar también, que la segunda sefira más frecuentemente mencionada es hod. La relación entre hod y maljut es muy significante, de momento que hemos estudiado en Kabalah, que "hi b'hod", "ella (la sefira de maljut) está en hod". Ya encontramos una alusión a la fuerte asociación de estos dos términos, en el mismo primer versículo del libro de Ester, como se afirma allí "hu Ajashverosh hamolej mehodu v'ad kush" (él, Ajashverosh, que reina desde la India hasta el Africa). En otro lugar de las Escrituras (Daniel 11:21 y I Crónicas 29:25), los dos términos se combinan en la expresión hod maljut ("el aura de la majestad"), usado a menudo para dirigirse a la realeza.


Como dijeramos anteriormente, no encontramos a netzaj, la séptima sefira, en el relato de Purim, siendo que tiene una relevancia única en esta festividad, en cuyo tiempo se conmemoran los eventos relatados en el libro de Ester. (El Arizal afirma que es en Purim cuando la sefira de netzaj logra su tikun, es decir, su rectificación). Surge entonces que la ausencia de netzaj en el texto, así como la del Nombre de Di-s, señala en realidad de una manera paradógica, la penetrante y a la vez irreconocible presencia de esos términos a través de todo el libro. Una indicación adicional de la equivalencia entre netzaj y el Nombre de Di-s, es el hecho de que de todos los nombres de las sefirot, netzaj es el único que aparece en las Escrituras refiriéndose a Di-s (Samuel I 15:29), a manera de una descripción poética de Di-s Mismo: Netzaj Israel ("la Eternidad de Israel").


La relevancia esencial de netzaj en el libro de Ester, deriva de su doble significado: "victoria" y "eternidad". Como "victoria", representa la capacidad de sobreponerse a la adversidad en general; como "eternidad", implica la capacidad de superar la adversidad de la muerte misma. La "Eternidad de Israel", y su lucha contra la nación de Amalek (su archi-enemigo bíblico, que representan las fuerzas de la duda y la indiferencia, especialmente hacia la fé y la Prividencia Divina), son los temas centrales del libro de Ester y la festividad de Purim, y están asociados intimamente con ella. Enseñan nuestros sabios, que en los tiempos del Mashiaj serán anuladas todas las festividades que observamos actualmente, excepto la de Purim, significando que la intensidad de la revelación Divina que habrá en ese tiempo, anulará la significancia de las otras festividades pero no la de Purim. Lo mismo está dicho en cuanto al status del libro de Ester con respecto a los otros libros de los Profetas y las Escrituras, a lo que se alude en el propio libro de Ester (9:28): "Y estos días de Purim nunca serán abandonados por los judíos y nunca cesará su conmemoración entre sus desdendientes".


La expresión hebrea "lo iasuf" ("nunca cesará"), evoca el término "ein sof" ("infinito" o "El Infinito"), que es la expresión idiomática utilizada en Kabalah para referirse a la existencia esencial de Di-s más allá del espacio y el tiempo. (Las letras iniciales de ein sof, alef y samej, son también las dos primeras letras del nombre Ester). Es interesante notar, que encontramos una forma idiomática de eternidad, en cada uno de los tres lugares donde la Biblia cuenta explícitamente la campaña contra Amalek: En el Pentateuco, donde Moisés y Ioshua lideran la batalla contra ese pueblo, se nos dice "Di-s peleará contra Amalek de generación en generación" (Exodo 17:16); en Profetas, donde Samuel contiende con el rey amalequita Agag, encontramos la apelación a la Divinidad antes mancionada "Netzaj Israel", la Eternidad de Israel; y en Ketuvim, donde Mordejai y Ester vencen al amalequita Haman, tenemos como ya dijimos la expresión "lo iasuf".


De esta manera vemos que el concepto de netzaj está implícito a lo largo de la meguila de Ester a manera de makif, "rodeando" el libro; y de hecho se encuentran dos referencias explícitas a este término, uno previo y otro posterior a la lectura de la meguila en la festividad de Purim. La referencia previa aparece en el contexto de la haftara ("la porción anexa a la lectura de la Tora perteneciente a los Profetas o las Escrituras"), que se lee en el Shabat anterior a Purim, en cuyo versículo central (Samuel 15:29) leemos: "Netzaj Israel lo ieshaker", "la Eternidad de Israel no prevaricará". La posterior está en la breve elegía "Shoshanat Iaakov", que se recita al concluir la lectura pública del libro de Ester. Allí, la palabra netzaj aparece dos veces, en la frase "teshuatam haita lanetzaj" ("Tu fuiste su eterna salvación"), y en la que dice "lo iekalmu lanetzaj kol hajosim baj" ("no serán humillados en toda la eternidad, aquellos que hallan refugio en Ti").


Por lo tanto, de una forma u otra se alude en la meguila a todas las sefirot, estableciendo una conección única entre los más esotéricos textos bíblicos y la tradición cabalística, como una totalidad.

Cambio de nombre....


¡Cambié mi nombre! 

Desde hoy me llamo Luz en lugar de Lucía. Estoy segura que este cambio me abrirá el camino a cosas buenas en la vida y me hará mucho más feliz.

Este tipo de declaraciones se ha oído miles de veces. Muchos piensan que al cambiar el nombre con el que nacieron, transformarán su destino para bien. Creen en el poder místico y espiritual de las letras hebreas, utilizándolas como amuletos, en meditaciones y en las Cartas del Tarot. Nos preguntamos, entonces, ¿dónde yace la verdad?

La Sabiduría de la Kabalah afirma que aunque a un individuo le ayude psicológicamente el cambiar su nombre -especialmente si está convencido de que el nombre con el que nació le ha traído mala suerte-, esta simple modificación no trae un cambio verdadero en la vida.

El mundo fue creado con la letra Bet (segunda letra del alfabeto hebreo)

Cuando Quiso crear el mundo, vinieron a verlo [Al Creador] todas las letras en orden descendiente desde la última hasta la primera, y la final la letra Tav entró primero. Le dijo al Señor: Maestro del Universo, es bueno para Ti crear conmigo el mundoporque soy la letra final de la palabra Verdad (Emet, en hebreo). Y Verdad es Tu nombre. Es muy adecuado para un Rey comenzar con la letra de la Verdad y usarme para crear el mundo. Le respondió el Señor: Eres bella y honesta, pero no eres adecuada para la creación del mundo”. (Artículo de las Letras”, Preámbulo del Zohar).

Así comienza Rabí Shimon Bar Iojai el Artículo de las Letras” del Libro del Zohar que revela el secreto de las letras hebreas. En su lenguaje pintoresco nos describe cómo se presentó cada una de las letras ante el Creador, pidiéndole ser usada para crear el mundo.

Se presentaron en orden descendiente: la letra final del alfabeto -Tav- al principio, y la primera letra -Alef-, al final.

El Creador escucha el pedido de cada una de las letras, les permite argüir su petición, y decide finalmente crear el mundo con la letra Bet.

La letra Bet le dijo: Maestro del Universo, es bueno para Ti crear conmigo el mundo, porque conmigo te bendicen Arriba y abajo (Ésta es la primera letra de la palabra Bendición en hebreo: Brajá). Le respondió el Creador: Por cierto crearé el mundo contigo”. (Artículo de las Letras”, Preámbulo del Zohar).

¿Por qué se creó el mundo con la letra Bet? ¿Y qué tiene que ver esta historia cabalista, cautivadora, con nosotros?

De abajo hacia Arriba, de Tav a Alef

Según la Kabalah, cada una de las 22 letras hebreas representa un proceso espiritual interno, un estado espiritual específico que ocurre internamente. Cuanto más uno avanza en su camino espiritual hacia el Creador, más partes de la realidad espiritual descubre. Cada fase de este progreso es considerada el descubrimiento de una letra” adicional.

El individuo asciende la escalera espiritual en orden alfabético, atravesando el mismo trayecto que el Creador utilizó creando las letras, sólo que el individuo lo hace de abajo hacia Arriba, desde la letra final hasta la primera. Comienza con la letra Tav, adquiriendo cada una de ellas, hasta llegar a la letra Bet, que representa el trato perfecto del Creador al creado. Este avance comienza desde el estado en el que estamos hoy día, inconscientes de toda percepción espiritual, y culmina con la revelación del pleno estado espiritual.

¿Qué es lo que se encuentra detrás de las letras?

La letra Bet proviene originalmente de la Sefirá de Biná. Ésta representa la actitud de amor y entrega del Creador hacia el ser humano. Después que el hombre descubre este trato internamente, comienza a reproducirlo, a amar y otorgar como el Creador, adquiriendo la capacidad de percibir el mundo espiritual en el proceso, hasta alcanzar el nivel final del Creador Mismo.

Este completo proceso espiritual está detallado en un lenguaje críptico en la Biblia. El cabalista que ya se ha elevado al nivel espiritual es capaz de descubrir el significado espiritual oculto en las Escrituras detrás de las formas de las letras y palabras.

La raíz del alma - el nombre verdadero

Las combinaciones que forman las letras entre sí nos muestran las diversas posibilidades de revelación del trato del Creador a nosotros. El orden en que se escriben y las conexiones entre ellas, crean en el hombre un cambio constante de sentimientos.

Para quien descubre el secreto de las letras, la lectura del texto cabalista se convierte en una experiencia real, mediante la cual percibe el mundo espiritual y siente la combinación única de las letras que componen su nombre. El grado espiritual que alcanzó es lo que le otorga al hombre su nombre.

Cuando uno se eleva al próximo grado espiritual, su relación con la Fuerza Superior cambia y trae consigo un cambio de letras, resultando en un nombre nuevo que concuerda con el nuevo grado obtenido.

Sólo cuando alcanza el último escalón, llegando a la raíz individual de su alma, el ser humano recibe su nombre final, el verdadero. Puesto que cada uno de nosotros tiene una raíz distinta de alma, cada uno tiene un nombre diferente.

Por lo tanto, un cambio artificial de nuestro nombre no nos ayudará a obtener una vida mejor. Sin embargo, si deseamos saber cuál es nuestro nombre verdadero, es decir, cuál es la raíz de nuestra alma, realmente mejorando nuestra vida en el proceso, debemos elevarnos hacia el mundo espiritual y descubrirlo. ¡Que estás esperando!



Serán de provecho, las siguientes lecturas:




Aprendiendo símbolos.

Talit (manto ritual). 

Originalmente era una prenda de vestir; más tarde fue objeto de culto del hombre judío durante los servicios matutinos, en ciertas devociones individuales y, además, parte de la mortaja. Se lo hace de lana o seda, de color blanco con rayas transversales celestes o negras, con un galón bordado y con cuatro franjas. La franja se llama tzitzit y sobre ellas dice la Torá: "Habló Dios a Moisés diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan franjas sobre los bordes de sus ropas por sus generaciones y que pongan sobre las franjas un hilo cárdeno. Y cuando viereis estas franjas recordaréis los preceptos de Dios y los cumpliréis, y no os desviaréis en pos de vuestros impulsos. Recordad pues todos mis preceptos, cumplidlos y santo seréis ante vuestro Dios. Yo soy el Señor que os redimió de Egipto para ser vuestro Dios. Yo soy Adonai, vuestro Dios". (Números 15:37-41).

Se acostumbraba a hacer en las franjas cinco nudos dobles entre los cuales quedaban cuatro espacios. Los espacios se llenan con 7, 8, 11 y 13 vueltas. El número de las vueltas suma 39, cifra equivalente al valor numérico de las letras que forman el nombre de Dios (Yod, he, vav, he) y la palabra ejad (uno). El valor numérico de la palabra tzitzit acrecentado con las 8 hebras y 5 nudos de las franjas, hace 613, representando, según el Talmud, el número total de los preceptos (mitzvot) de la Torá. El mirar los tzitziyot nos invita a recordar la importancia de toda la Torá y la presencia de Dios en los cuatro puntos cardinales, y especialmente de nuestra vida.

Tefilín (filacterias). 

Son dos rollos de pergamino que contienen cuatro parashiot (secciones) de la Torá, puestos en dos cajitas de cuero con cintas, también de cuero. Los varones judíos mayores de 13 años los colocan en el brazo izquierdo frente al corazón y en la frente, entre los Ojos, durante el servicio matutino de días hábiles excepto Tisha Beav. Su uso se basa en la prescripción de la Torá: "Todo esto lo has de tener como una señal impresa en tu brazo y como un recuerdo pendiente entre tus ojos que te haga recordar cómo Dios nos sacó de Egipto con la fuerza de su brazo". (Exodo 13:16). "Será como una señal sobre tú en tu boca, porque con mano fuerte te sacó Dios de Egipto". (Exodo 13:9).

La tradición los considera como símbolos de que tanto los esfuerzos físicos como los sentimientos y los pensamientos debe ser dirigidos hacia Dios y al servicio de Sus criaturas. Simbolizan también los dos principios de la vida humana: teoría y práctica, o, en otras palabras: pensamiento y acción. Ambos deben ser sometidos a la voluntad divina y para el servicio del prójimo.

Maimónides escribe: "Grande es la santidad de los tefilín, pues mientras los tejilín están en la cabeza del hombre y sobre su brazo, él es humilde y temeroso de Dios. No es llevado por deleite o por conversión ociosa, ni su corazón alberga malos pensamientos, sino que lo llena con pensamientos de justicia y honestidad."

Mezuzá (umbral).

Es un estuche que contiene un pequeño rollo de pergamino con dos párrafos de la Torá y con la letra "shin", que es la primera letra de Shadai, Todopoderoso. Se la coloca al lado derecho de las puertas de todas las habitaciones, como dice la Torá: "Escribirlas hay en las entradas de tu casa y de tus moradas". (Deut. 6:9).

Querernos subrayar que la mezuzá no es un amuleto, sino un símbolo de que Dios está presente en los hogares judíos, por lo tanto estos deben ser distintos: no puede haber altercados, maldiciones, odio o palabras denigrantes.  Además, simboliza también que el dueño de casa y sus habitantes no esconden su calidad de judíos y creen en la protección de Dios.

Dice Maimónides: "Es deber religioso de todo hombre, cumplir con el precepto de colocar la mezuzá. Toda vez que entramos en nuestra casa o salimos de ella, nos encontramos con el nombre del Santo, bendito sea El, y al evocar Su bondad recordamos que en este mundo nada perdura, salvo Dios, y que todo es vanidad, salvo el amor a Dios y a Sus preceptos".

Menorá (candelabro) de siete brazos.

Originalmente labrado en oropuro y adornada artísticamente. Servía como lucero en el Tabernáculo y en los Santuarios. Se la encuentra como símbolo del judaísmo desde épocas muy remotas, en edificios, monedas y tumbas.  Fue esculpido en el Arco de Triunfo de Tito simbolizando la destrucción del pueblo judío en el año 70 e.c., cuando el original fue sacado del Segundo Santuario y llevado en procesión triunfal por los romanos.

Desde esta época existe la prohibición rabínica de confeccionar utensilios sinagogales similares en forma y tamaño a los de los Templos de Jerusalén; por lo tanto las menorás que figuran en el uso litúrgico u ornamental son de ocho brazos.

Cabe mencionar que existe la prohibición, agravada por el jerem (excomunión), de pasar bajo del Arco de Triunfo de Tito.

Hoy, la menorá es el símbolo nacional de Medinat Israel, y figura en su escudo.

Maguen David (Escudo de David). Está formado por dos triángulos equiláteros entrelazados en dirección opuesta. El origen de este símbolo es desconocido, posiblemente muy remoto y no judío, porque lo han encontrado en reliquias egipcias, chinas, hindúes y peruanas.

Como símbolo judío aparece por primera vez en el siglo VII a.e.c y desde entonces se ha divulgado en todos los lugares donde vivían judíos. La época del misticismo judío le atribuyó muy diversas interpretaciones, desde lo místico hasta lo simbólico. lsaac Luria, el famoso cabalista de Safed, contribuyó mucho en transformarlo en el emblema preferido del judaísmo.

Shofar (cuero de camero), originalmente instrumento musical en diversas celebraciones religiosas, luego fue tocado para intimidar al enemigo antes de la batalla y era señal también para convocar al pueblo. Después se lo utilizó únicamente para Rosh Hashaná (o para los días de arrepentimiento) y según la tradición, sonará también en el momento de la llegada del Mesías. Como símbolo del judaísmo figura en tumbas ya en la Antigüedad.

La Doble Tabla de la Ley, que contiene las primeras dos palabras de cada mandamiento, es símbolo de que la ley moral debe ocupar el lugar central en la sinagoga y en la vida.

Kipá (yármulka, gorrito).

Los judíos ortodoxos llevan permanentemente la cabeza cubierta; entre el judaísmo progresista hay diversas formas: algunos la utilizan durante el servicio religioso, la comida y el estudio, y hay quienes omiten su uso o lo hacen solo en ocasiones especiales.  Ya el Talmud lo presenta como opción (Nedarím 301b).  El origen de la costumbre pudo ser la protección contra el sol, pero luego se transformó en una distinción del status social y lo que es más importante, en el símbolo del reconocimiento del reinado de Dios en la tierra. La costumbre es postbíblica, lo que se aprecia en una estela arqueológica, que muestra al rey Sanherib conduciendo a prisioneros judíos con la cabeza descubierta.