27 de agosto de 2012

Conócete a ti mismo


En la antigua ciudad de Delfos, estaba escrito en el altar del oráculo de Apolo las palabras γνῶθι σεαυτόν que en griego clásico es, transliterado como “gnóthi seautón” "Conócete a ti mismo".  

La frase puede referirse, al ideal de comprender la conducta humana, moral y pensamiento, porque comprenderse uno mismo es comprender a los demás también y viceversa, sabiendo que somos todos pertenecientes a la misma naturaleza. 

Por eso aprender el verdadero significado de la frase conlleva inevitablemente a verse uno mismo como ser humano ante la verdad, que es lo que es, y por lo tanto descubrir nuestras miserias, en como nos engañamos y mentimos para alimentar nuestro sufrimiento interno.

Muchos atribuyen a Femonoe, una poetisa griega mítica, la autoría de la frase. En una discusión acerca de la moderación y el autoconocimiento, el poeta romano Juvenal, cita la frase en griego y declara que el precepto desciende "de cælo" (del cielo).

Entonces desde aquella época, la cultura secular occidental ha considerado al autoconocimiento, como la gema de la corona del propósito humano. 

Pero… La Torah, por el contrario, nos dice: 

"Conoce al Di-s de tu padre, sírvelo a El con todo tu corazón y el deseo de tu alma"…

Y también:

"Sabe ante quién estás parado".

Dentro del esquema de la Torah, el propósito del hombre es conocer a Di-s, o sea, estar constantemente perceptivo a Su presencia, que es lo que da plenitud a la conciencia del hombre.

Sin embargo, esto crea una paradoja:

Para conocer a Di-s, el hombre debe conocerse primero a sí mismo, porque en cada uno de nosotros hay un alma que debe ser considerada parte de Di-s. Al conocer una parte, podemos conocer el todo. 
La tarea del hombre es, entonces, descubrir la Divinidad oculta en su interior. Empresa nada simple, pero sin duda invalorable. Una vez armonizada con su propia dimensión Divina, la persona estará mejor posicionada para ver la Divinidad inherente en toda la creación, y sentir exactamente cuál es su rol individual en el gran proyecto del Creador.

Dice la Tora, que Di-s creó el mundo para tener un hogar en los mundos inferiores. "Inferiores", no implica humildad física, sino humildad en la escala de la conciencia de Di-s. 

Nuestro mundo material, se encuentra en el peldaño más bajo de una basta jerarquía de universos u órdenes de existencia, dotado cada uno, con un grado diferente de percepción de qué y quién es Di-s. 

Nuestro mundo es el más bajo en ese respecto, y por si mismo, no refleja en principio el hecho de que alguien lo haya creado. La naturaleza es entonces, un disfraz perfecto para el poder Divino, que constantemente crea el mundo, que le permite a la gente nacer, vivir toda su vida, y morir sin que jamás se les pueda ocurrir que hay un Di-s. De hecho, El está tan oculto, que hay mucha gente inteligente que está convencida de que no existe.

Es este mundo, en donde la Divinidad está tan oculta, donde El pretende hacer su hogar. Precisamente aquí, donde todo aparenta ser antitético de la percepción de Di-s, El quiere que todos se percaten de su existencia, y establezcan una relación con su Creador. Este es el motivo de que haya creado semejante mundo en primer término, y de que cada alma individual, que es parte de Di-s, sea enviada aquí abajo. Cada individuo tiene un rol único en el logro de este objetivo, y la única manera de que una persona pueda tener idea de cuál es su propósito específico en este esquema, es armonizándose con la Divinidad que hay dentro de él.

De acuerdo con el judaísmo, es con este sentido y para este fin, que la persona debe conocerse a si misma. Conociendo la parte, o sea su alma Divina, puede tener un atisbo del todo, la esencia de Di-s reflejada en ella. (adaptación de un texto de Rav Ginsburg)

Entonces durante este mes de Elul…

Estas son diez preguntas (redactadas por el Rav Dovber Heller) que deberíamos hacernos todos durante estos días del mes de Elul, e incluso durante los diez días intermedios:

1. Si pudiera volver a vivir mi vida hasta este momento, ¿Qué cambiaría?

2. ¿Qué es lo que me haría más feliz en el mundo?

3. ¿Qué proyecto u objetivo, si queda inconcluso, lamentaré más el próximo Rosh HaShaná?

4. Si yo supiera que no hay opción de fallar, ¿qué me comprometería a lograr en la vida?

5. Si pudiera darle a mis hijos (o a mis amigos) tres consejos, ¿Cuáles serían?

6. ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿En qué estoy invirtiendo mi tiempo y energía? ¿Es eso lo que quiero estar haciendo idealmente con mi tiempo?

7. ¿Quiero seguir haciéndolo en 10 años más? ¿En 40 años más?

8. Si no, ¿en qué me gustaría "trabajar" idealmente? – es decir, ¿En qué quiero invertir la mayoría de mi tiempo y energía?

9. ¿Cuál creo que es el "bien máximo" al que un ser humano puede aspirar?

10. ¿La cercanía con Dios es central para mis objetivos de vida? ¿En qué tengo que trabajar para alcanzar una mayor cercanía?

En algún momento durante las Altas Fiestas de este año, dedica algo de tiempo a escribir una breve descripción de tu misión personal:

“Mi misión en la vida es...” 

21 de agosto de 2012

El desarrollo de la Kabbalah


En general hay 5 etapas en la revelación de la sabiduría de la Kabbalah, cada una aparece, podríamos decir incluso codificada, dentro de un texto en particular, y dentro de un contexto. 

La Kabbalah analiza todas las cosas de nuestro mundo, especialmente aquellas que se relacionan explícitamente a la Torah, en concordancia con modelos básicos predefinidos que derivan de un estudio profundo de la misma. 

Naturalmente, estas cinco etapas son significativas y deben ser analizadas basándose en los cinco niveles ascendentes del alma.

1. Vital – nefesh

2. Espiritual – ruaj

3. Respiración (la dimensión intelectual) – neshama

4. El viviente (la conección supraracional del alma con Di-s) - jaia

5. El único (es uno con Di-s, iejida leiejdaj): este nivel brinda el poder del total autosacrificio (kidush Hashem), porque es siempre uno con Di-s, ya sea investido en el cuerpo o no. - iejida

El Estudio de la Kabbalah:

Uno: El Libro de la Formación

El texto que revela la primera etapa que corresponde al nivel vital del alma es El Libro de la Formación, (Sefer Yetzirah). 

De acuerdo a la tradición judía, la sabiduría en este texto es atribuida al primer judío, Abraham. Respecto a su tamaño, es un texto relativamente corto y la mayoría de su contenido aparece como frases enigmáticas, quedando claro por su lenguaje que tiene por cierto un origen muy antiguo. 

Explícitamente, esto significa que la sabiduría contenida en este libro antecede a la entrega de la Torá en el monte Sinaí. Sin embargo, tradicionalmente, la edición final del libro al que podemos acceder en la actualidad fue compilada en la generación anterior a la destrucción del segundo Templo (siglo I de la era común) por el sabio más grande del período tanaico (de la Mishná ), Rabí Akiva. Este fue también el maestro y educador de Rabí Shimón bar Iojai, el autor del Zohar , literalmente el Libro del Resplandor.

Para leer sobre este nivel te recomiendo:


Dos: El Zohar

Al contrario del Libro de la Formación, el texto que revela la segunda etapa de la Kabbalah, el Zohar, es muy largo. Su contenido está estructurado primariamente como una interpretación de la Biblia en general y de los Cinco Libros de Moisés en particular. 

El Zohar, si bien habla en un lenguaje menos enigmático que el anterior, es estructuralmente variado. Algunos de sus contenidos aparecen como el relato de una historia, algunos como un análisis profundo de “los mundos superiores”, el reino de las sefirot, la manera en que estas evolucionan en partzufim, persona espiritual de los mundos superiores. 

Hay algunas partes del Zohar (como el Idra Raba y el Idra Zuta) que permanecieron casi completamente incomprensibles hasta que el Arizal (siglo XVI) arrojó luz sobre ellas. En el cuerpo completo de las muchas escrituras que componen la Torá, el Zohar es considerado un midrash – un discurso homilético o hermenéutico de la Torah. A veces se hace referencia al Zohar como Midrash Rashbi (un acrónimo del nombre de su autor: Rabi Shimón Bar Iojai).

Aunque fue compuesto originalmente por su autor en la 2da centuria EC, el Zohar no fue publicado abiertamente sino después de 1200 años. Durante ese ínterin, fue pasando de maestro a alumno. “Una cosa en su momento [apropiado] es buena” (Proverbios 15:23) y eso fue la revelación pública del Zohar. Inmediatamente luego de su revelación, el Zohar se esparció por el mundo de la cultura judía y muchos de los sabios kabbalistas comenzaron a tratar de revelar sus secretos interpretando apropiadamente sus miríadas de alusiones y metáforas. 

Esto continuó durante casi 200 años, hasta que este proceso llegó a su zenit con el trabajo de Rabí Moshe Cordovero (1522-1570), conocido por su acrónimo, el Ramak.

Para leer sobre este nivel te recomiendo:


Cuatro: El Arbol de la Vida

Con el trabajo del Ramak y otros sobre el Zohar, fueron revelados muchos de sus misterios, pero sin embargo, los conceptos y enseñanzas más profundos no pudieron ser penetrados por la mente humana sola si no hubiera sido inspirada desde arriba por el Todopoderoso. El Santo Arí, el acrónimo de Rabí Isaac ben Shlomo Luria, fue el alma nueva enviada desde lo alto y elegida para revelar esto. El Arí arribó al pueblo del Ramak, la ciudad santa de Safed, el mismo día que el Ramak falleció y fue sepultado.

Más allá de tener la capacidad intelectual y el conocimiento de sus predecesores, el Arí tuvo el mérito de recibir una revelación completamente nueva de la sabiduría del cielo. Aunque esta nueva sabiduría podría ser enseñada independientemente, el Arí prefirió “recubrirla” como una interpretación del Zohar , esto es, enseñarla en un contexto del lenguaje y el estilo del Zohar. Las enseñanzas del Ari fueron entonces compiladas en el texto titulado El Árbol de la Vida (Etz Jaim). Tan abarcadoras y penetrantes eran las enseñanzas del Arí, que un estudiante de cabalá que no haya estudiado aún el quinto nivel de la cabalá, podría decir que el trabajo clásico para el estudio de la cabalá en nuestras generaciones es El Árbol de la Vida.


Quinto: El Sulam y Talmud Esser Sefirot.




Te Recomiendo las siguientes lecturas:

20 de agosto de 2012

Convirtiéndose en un Super Héroe.

Los Super Heroes de la ficcion...


Los Super héroes según el Judaísmo:

¿Quién es un guibor (héroe)? Aquel que convierte a un enemigo en un amigo.
Avot d'Rabi Natan A23

¿Quién es un héroe? Aquel que vence a sus impulsos. 
Mishna, Pirkei Avot 4:1

Dinero perdido, nada se pierde. Valor perdido, todo está perdido. 
Proverbio yiddish

Ser es estar defendiendo. 
Abraham Joshua Heschel

Ser es hacer.
Myriam Mendelow, Fundadora del Taller de Lakashish Vashem para los ancianos en Jerusalén

Lo opuesto al amor no es odio, es la indiferencia. Y, al contrario de la vida no es la muerte, es la indiferencia. A causa de la indiferencia se muere antes de que uno muere. 
Elie Wiesel

Hilel dice: No abandone la comunidad. En un lugar donde no hay hombre, esfuerzate por ser un hombre. Si yo no soy para mí mismo, que será para mí? Si sólo soy para mí mismo, ¿qué soy? Si no es ahora, cuándo? 
Mishna, Pirkei Avot 2.1

Cuando Dios dijo a Abraham que iba a destruir Sodoma y Gemorah causa de los muchos pecados de las ciudades, el patriarca discutió con Dios, entró en negociaciones con él, y pone en cuestión el carácter moral de Dios. "¿No será el juez de la toda la tierra, actuará con justicia?"
Génesis 18:25

Entonces se Un Super Héroe:









18 de agosto de 2012

Pasos sin pies


De acuerdo con el Sefer Yetzirá, cada mes del año judío tiene una letra del alfabeto hebreo, un signo del zodíaco, una de las doce tribus de Israel, un sentido, y un órgano controlador del cuerpo que le corresponde.


Cada mes D-os en su infinita Misericordia, nos brinda una nueva oportunidad, un momento divino, una Luz en la oscuridad de nuestro egoísmo, para DECIDIR desde el corazón, purificar, rectificar y santificar todos aquellos rasgos negativos del carácter, que nos alejan de Él y de alcanzar la Plenitud del Amor.

Cuando nos proponemos un objetivo, o realizamos una promesa o compromiso desde la ilusión del pensamiento, intelecto y razón del Yetzer Hará, realizamos  “pasos sin pies” como el hombre de la   imagen, creando más y más oscuridad en nuestras vidas, que atraerán mayor sufrimiento, enfermedad, fortalecimiento de nuestras grandes posesiones: Idolatría. 


A los Hijos de la Viuda, recuerden: "El que intenta entrar sin llave en la Rosaleda de los Filósofos es comparable a un hombre que quisiera caminar sin pies" 

“Con mis actos yo construyo la realidad de cada día”. 

¿POR QUÉ QUEJARNOS?

La última oportunidad

El mes de Elul es el último de los meses del año hebreo. De ahí que sea considerado un mes de balance y auto-examinación detallada. Es la época en que el Hombre, que se encuentra en el camino de la Torah (Leyes Objetivas de la creación), reconsidera sus acciones de todo el año, toma conciencia de las faltas que hubiera cometido y decide, enérgicamente, de forma consciente, con verdad, no reincidir en ellas. 

El mes de Elul es el mes de la introspección,  en el libro HaYom Yom se describe un sistema de avodá de teshuvá propuesto por Rabí Zusia de Anípoli, quien trazó cinco senderos en el servicio a Hashem, basado en las cinco letras de la palabra teshuvá. Cada letra inicial representa un camino:

1.TAV tamim, "sé sincero con Di-s tu Señor". Es la avodá de sinceridad, de ser íntegro con  Hashem en los diversos niveles y sobre todo en la integridad del corazón.

2. SHIN shiviti, "Siempre tuve presente a Di-s ante mí". Aquí se usa el nombre Havaié, el cual indica la creación de los mundos, y la avodá correspondiente es reconocer que todo es llamado a ser a cada instante desde el ain (nada) al iesh (ser), y tener este concepto en mente en forma conciente y permanente.

3. VAV veahavta, "Amarás a tu prójimo como a tí mismo". Quien resulta placentero a los hombres, resulta placentero a Di-s. Se refiere a la avodá de la bondad del corazón.

4. BET bejol, "Conoce a El en todas tus sendas". Se refiere a la avodá de la persona que pone su mente y corazón en la observación de lo que pasa a su alrededor y en su propia vida, viendo divinidad en forma tangible. Y es el reconocimiento de la providencia divina individual. 

5. HEI hatznea lejet, "Anda con discreción con Tu Di-s". Se refiere a no hacer ostentación, a pasar inadvertido en el servicio a Hashem, siendo reservado y modesto.


Tikún de Elul, para dar pasos con pies.

  1. Adquirir una visión más realista y menos hipersensible.
  2. Usar el intelecto superior y la razón y ser menos emocional a la hora de tomar decisiones.
  3. Mantener los pies en la tierra con disciplina y determinación.
  4. Terminar con relaciones demasiado dependientes.
  5. Aprender a decir lo que piensas para tu beneficio y el de los demás.
  6. Es una oportunidad de arreglar cuentas, perdonar y seguir adelante.
  7. La Reflexión es la mejor herramienta para abordar los problemas.
  8. La Acción te pondrá en el camino hacia la corrección.
  9. Establece valores para ti mismo, Sal de las nubes melodramáticas y pon tu atención en la Creación.
  10. Ser más independiente de quienes te rodean.
  11. Maten tus deseos en el bien y alcanzarás el amor y la paz interior.
  12. Preservar relaciones a cualquier costo y hacer concesiones no son la solución correcta.
  13. Aprovechar las oportunidades, superar los obstáculos y manifestar tus sueños en el mundo real es tu mejor elección: “AQUÍ Y AHORA”



14 de agosto de 2012

El Cuidado del Pacto. La Masturbación.

Derramar semen en forma vana (masturbarse) es el pecado más grave de toda la Torah, ya que a través de ello estas personas "matan almas". Por eso, acerca de las personas que se masturban fue dicho "sus manos se llenaron de sangre".

Por tal razón, debemos decir que hacer esto, está muy mal visto por Di-s, y debe uno cuidarse en extremo de no cometer esta grave falta.

Antes una acotación, la prohibición recae para ambos géneros (no sólo para varones), si es una práctica individual.

Y, una segunda nota. Este tema es sumamente extenso y bifurcado, así que trataremos de atenernos a su pregunta.

Nuestros legisladores discuten cuál es el motivo principal para que recaiga a priori una prohibición sobre esta práctica sexual.

Hay, al menos, tres argumentos fundamentales:
  1. Shefijut damim - verter sangre;
  2. zera lebatala - simiente desperdiciada;
  3. niuf - práctica inmoral.
Le explicaré a muy grandes rasgos.

Para los que sostienen el primero, entienden que al eyacular en un lugar que no sea dentro de la esposa se está cometiendo un crimen (en potencia), pues la posibilidad de vida es desperdiciada, una probable vida que no ha sido sembrada.

Los segundos afirman que al no utilizar el semen para lo que es su función, el hombre se está vedando la posibilidad de cumplir la mitzvá de perú urebú (crecer y multiplicarse), por lo que se considera que su simiente esta siendo desperdiciada.

Los de la tercera posición dicen que esta práctica es inmoral, inapropiada e indecente, sin importar en sí el destino final del semen. Y, como verá, aquí queda incluida la prohibición para las mujeres, pues sería inadecuado también para ellas.

(En los casos en que es necesario masturbarse por razones médicas, o por proveer de simiente para la inseminación artificial de la esposa, es evidente que no estamos ante ninguna de estas situaciones y la práctica no sólo no está prohibida, sino que es apoyada legalmente).

Ahora bien, existe un motivo psicológico subyacente y que puede explicar perfectamente la dureza de la prohibición impuesta por nuestro Sabios.

El deseo sexual es sumamente poderoso en la gran mayoría de las personas.

¿Cuál podría ser la razón para esta cualidad natural?

Si supusiéramos que es solamente un excitante del placer del individuo, nos quedaríamos cortos, aunque no estaríamos errados.

Similarmente nos ocurriría si sólo lo explicáramos con parámetros físicos o fisiológicos.
Lo justo es pensar que esta fuerza es tan poderosa para beneficio de la especie (además del provecho personal evidente).

El enorme placer proveniente del sexo, y su inmenso poder movilizador se basa en la necesidad de satisfacerlo con un miembro del otro sexo, y de esa forma posibilitar el mantenimiento de la especie y su proliferación.

El deseo sexual nos compele -naturalmente- a buscar a otro ser humano.

También, el deseo sexual nos mueve hacia fuera del sí mismo egoísta, para encontrar a otro, y de esa forma volver al sí mismo en un nivel superior.

La persona que prefiere -como método rutinario- la masturbación en lugar de los riesgos, los altibajos, los éxitos de hallar pareja y mantenerla, antepone una barrera en su relación con los otros, y con un otro especial para ella.

La masturbación es una categoría moral de crimen, porque mata la posibilidad de relacionarse con aquel otro relevante en nuestra vida.

La masturbación es una categoría moral de  simiente desperdiciada, pues la persona malgasta su vida en el egoísmo en lugar de la apertura a la sociedad.

La masturbación es una categoría moral de indecencia, porque separa al individuo de los otros, y de sí mismo, en un océano de egoísmo.

En lugar de mayor conocimiento del sí, la masturbación compulsiva o rutinaria aísla al individuo y le coarta sus facultades de crecer.

¿Es acaso una práctica mecánica - fantasiosa - egoísta es una meta en sí misma?

Diferente consideración recibe el juego sexual previo al intercambio genital de los cónyuges, o en otros casos particulares que no trataremos aquí.

En definitiva, no es producto de un pensamiento abstruso que esta práctica esté a priori prohibida, sino, que está basada en el conocimiento profundo de la persona, y con miras al crecimiento de la persona y la sociedad.


Tomado de:



El propósito de la Kabbalah


Los Kabbalistas afirman que el propósito de la Creación es dar alegría y placer a las criaturas.  El deseo de disfrutar (la vasija o el alma) recibe el placer según la intensidad de su deseo.

Por tanto,  todo lo que fue creado en los mundos son simplemente las diversas manifestaciones del deseo de recibir placer que el Creador satisface.  El deseo de recibir placer es la sustancia de la Creación tanto espiritual como material, incluyendo todo lo que ya existe y lo que se va a manifestar en el futuro.

La materia en sus múltiples manifestaciones (mineral, vegetal, humana, colores, sonidos, etc.) son sencillamente las diversas medidas  del deseo de recibir placer.  La luz que emana del Creador vivifica y llena  esta materia.  Originalmente,  tanto el deseo de deleite, al que se le llama "vasija" y el deseo de dar deleite, que llamamos  "Luz" tenían la misma intensidad.  En otras palabras, la vasija (el deseo de deleite) recibía el placer máximo.

Sin embargo, como el deseo disminuía, la vasija y la Luz que la llenaba,  se contrajeron gradualmente y fueron alejándose del Creador hasta que llegaron hasta el nivel más bajo,  en donde el deseo de deleite finalmente se materializó.

La única diferencia entre el Mundo Superior y el nuestro está en el hecho que en nuestro mundo la vasija  (el deseo de recibir placer) se manifiesta en su nivel más bajo, y se le llama "el cuerpo físico".

Antes de su materialización final, la vasija atraviesa por cuatro etapas divididas en diez Sefirot (niveles): Keter, Jojma, Bina, Jesed, Gevura, Tifferet, Netzah, Hod, Yesod y Maljut. Estas Sefirot constituyen filtros que atenúan la Luz que el Creador envía a sus criaturas.  La tarea de estos filtros es reducir la intensidad de la Luz hasta tal grado que las criaturas que viven en nuestro mundo puedan percibirla.

A la Sefira (singular de Sefirot) Keter se le llama igualmente el mundo de Adam Kadmon ;  a la Sefira Jojma se le llama el mundo de Atzilut ;  a la Sefira Bina, el mundo de Beria ; las Sefirot Jesed hasta Yesod, el mundo Yetzira; y a la Sefira Maljut,  el mundo de Assiya. Nuestro universo constituye el último nivel del mundo de Assiya.  

La Kabbalá llama a este nivel "Olam ha Zeh" (este mundo).  Lo perciben todos aquellos que viven allí y  la vasija,  el deseo de deleite, se llama "el cuerpo".  La Luz a la que se llama "placer"  es percibida como la fuerza de la vida.

Aunque la Luz que llena al cuerpo se halle atenuada para no tener la sensación de la Fuente,  el cumplimiento de determinadas leyes, descritas en la Kabbalá e instituidas por el Creador, nos permite purificar nuestro egoísmo y elevarnos progresivamente atravesando los mundos de regreso a la Fuente.

A medida que vamos alcanzando los niveles espirituales más elevados, recibimos un mayor caudal de Luz hasta que llegamos a los niveles en que podemos recibir toda la Luz (el deleite absoluto,  infinito) que nos fue destinada desde los albores de la Creación.

Cada alma está rodeada de una Luz espiritual.  Aunque los principiantes en  la Kabbalá, no entiendan lo que estudian en las fuentes auténticas, el intenso deseo de comprender invoca a la Fuerza Superior que los rodea y el efecto de esta Fuerza Superior los purifica y los eleva.

Si no es en esta vida, será en la siguiente, pero cada persona va a experimentar la necesidad de estudiar la Kabbalá y conocer al Creador.

La Luz rodea al alma del ser humano desde afuera hasta que  alcanza un nivel espiritual en que la Luz puede impregnarla.  La recepción de esta Luz depende esencialmente del deseo, de la preparación y de la pureza del alma del hombre.

No obstante, el hombre durante el estudio pronuncia los nombres de las Sefirot, de los mundos y de las acciones espirituales conectadas a su alma.  Al hacerlo así, el alma recibe micro dosis de Luz del exterior que poco a poco purifican su alma y la preparan a recibir una energía espiritual y la delicia.



La Reencarnación.


La reencarnación es mencionada en numerosos lugares en los textos clásicos del misticismo judío. Y el hecho de que la reencarnación sea parte de la tradición judía sorprende a mucha gente. 

No obstante, es mencionada en numerosos lugares en los textos clásicos del misticismo judío, empezando con la preeminente antología de cábala, el Zohar.

Siempre que una persona fracasa en su propósito en este mundo, Dios, Bendito Sea, la arranca de raíz y la vuelve a plantar una y otra vez, repetidamente (Zohar 186b).

Todas las almas están sujetas a la reencarnación; ¡y la gente no conoce los caminos de Dios, Bendito Sea! No saben que son traídos frente al tribunal tanto antes de entrar a este mundo como después de dejarlo, son ignorantes de las muchas reencarnaciones, y de los trabajos secretos que tienen que realizar, y de la cantidad de almas desnudas, y cuántos espíritus desnudos deambulan en el otro mundo sin poder ingresar detrás del velo del Palacio del Rey. Los hombres no saben cómo las almas vuelan de un lado a otro como una piedra que es arrojada con una honda. Pero ya se acerca el tiempo cuando estos misterios serán revelados (Zohar, II 99b).

El Zohar y la literatura relacionada están llenos de referencias a la reencarnación, abordando preguntas como qué cuerpo es resucitado y qué ocurre a esos cuerpos que no alcanzan la perfección final, cuántas oportunidades son dadas a un alma para lograr perfeccionamiento a través de la reencarnación, si un esposo y una esposa pueden reencarnar juntos, si una demora en un entierro puede afectar la reencarnación, y si el alma puede reencarnar en un animal.

El Bahir, atribuido al sabio del siglo I Nejunia ben Hakaná, emplea la reencarnación para referirse a la pregunta clásica de la Teodicea – ¿por qué le ocurren cosas malas a la gente buena? Y viceversa:

¿Por qué existe una persona justa a quien le ocurren cosas buenas, mientras que a otra persona justa le ocurren cosas malas? Esto sucede porque la [segunda] persona justa actuó mal en su vida previa, y ahora está experimentando las consecuencias. ¿A qué se parece esto? Una persona plantó un viñedo y tuvo la esperanza de que crecieran uvas dulces, pero en lugar de eso, crecieron uvas agrias. Vio que su siembra y su cosecha no fueron exitosas, así que arrancó el viñedo de raíz. Removió las parras de uvas agrias y plantó de nuevo. Cuando vio que su siembra no fue exitosa, la arrancó de raíz y plantó de nuevo (Bahir 195).

La reencarnación es citada por muchos comentaristas bíblicos clásicos, incluyendo al Rambán (Najmánides), Menajem Recanti y Rabeinu Bajia. Entre los muchos volúmenes del santo Rav Itzjak Luria, conocido como el “Arí”, la mayoría de los cuales nos llegan a través de la pluma de su discípulo principal, Rav Jaím Vital, existen ideas profundas explicando temas relacionados a la reencarnación. De hecho, su Shaar HaGuilgulim, “Las Puertas de la Reencarnación”, es un libro dedicado exclusivamente al tema de la reencarnación, incluyendo detalles relativos a las raíces de las almas de muchos personajes bíblicos y en quienes reencarnaron desde los tiempos de la Biblia hasta el Arí.

Las enseñanzas del Arí se desparramaron sin control después de su muerte a través del mundo judío en Europa y en Medio Oriente. Si bien la reencarnación había sido aceptada en la tradición judía hasta ese entonces, después del Arí se convirtió en parte de la estructura del idioma judío y de la erudición, morando en el pensamiento y las escrituras de los grandes eruditos y líderes desde los comentaristas clásicos del Talmud (por ejemplo, el Maharshá, Rav Moshé Eidels) hasta el fundador del Movimiento Jasídico, el Baal Shem Tov, incluyendo al líder del mundo no-jasídico, el Gaón de Vilna.

La tendencia continúa hasta el día de hoy. Incluso algunas de las principales autoridades que no necesariamente son conocidos por su inclinación mística tienden a asumir que la reencarnación es aceptada como una doctrina básica.

Uno de los textos que los místicos citan como una alusión bíblica al principio de la reencarnación es el siguiente verso en el Libro de Job:

“He aquí, todas estas cosas hace Dios dos y tres veces con el hombre, para apartar su alma del sepulcro, y para iluminarlo con la luz de los vivientes”. (Job 33:29)

En otras palabras, Dios le permitirá a una persona volver al mundo “de los vivientes” desde “el sepulcro” (que es uno de los términos bíblicos clásicos para Gueinom o “Purgatorio”) una segunda e incluso tercera (o multitud de) vez (veces). No obstante, en general este verso y otros fueron entendidos por los místicos como simples alusiones al concepto de la reencarnación. La verdadera fuente está arraigada en la tradición.

El rey Iehoiakim y su amargo final


Tras la muerte de Ioshiahu, el último rey justo de Iehudá, ascendió al trono su hijo Iehoajaz. También él, como los reyes anteriores de Iehudá, marchó por el mal camino y adoró a dioses extraños. En su tiempo, el Faraón egipcio, llegó a Rivla, capturó alli a Iehoiajaz y lo condujo a Egipto. En su lugar denominó a Eliakim ben Ioshiahu como rey sobre Iehudá, y cambió el nombre de Eliakim por el de Iehoiakim.

El rey Iehoiakim también se apartó del camino de Hashem, y cometió los mismos pecados que Menashé, Amón y Iehoiazaj. Entonces Hashem envió al profeta Irmiahu, al comienzo del reinado de Iehoiakim, a fin de advertirlo acerca de sus pecados. El profeta temía presentarse ante el rey, pues Iehoiakim era conocido por su arrogancia y su crueldad. Mas el Creador aseguró a Irmiahu que ningún mal le ocurriría. "Preséntate ante el rey", dijo Hashem, "y Yo he de cuidarte en todo lo que hagas"

El profeta Irmiahu se presentó ante el rey y le transmitió un durísimo mensaje profético- "Así ha dicho Hashem: he aqui que traigo sobre Iehudá y sobre todos los habitantes de Jerusalén, el mal del cual he hablado".

El rey Iehoiakim se echó a reir al escuchar el anuncio de Irmihau, y de modo burlón se dirigió al profeta y al pueblo alli presente: "¿Qué nos puede hacer Hashem? ¿Acaso ha de quitarnos el sol que diariamente nos ilumina? Y si lo quita, ¿qué nos importa? ¡Estamos colmados de oro! El oro iluminará la oscuridad".

¡ Su majestad! También el oro y la plata pertenecen a Hashem", le comentaron por lo bajo algunos ministros. "Como está dicho: Mia es la plata y el oro". "No es asi", exclamó el rey irónicamente, "la plata y el oro ya nos han sido entregados y sólo el cielo pertenece a Di-s. Toda la tierra ha sido regalada a los hombres".

El profeta Irmiahu volvió a proclamar: "Atienda el rey que una desgracia se aproxima. En un futuro cercano el rey de Babilonia ha de conquistar Jerusalén".

"No podrá hacerlo", replicó el monarca con decisión, "ya que las murallas de la ciudad son firmes y fuertes".

"¡Pero él las volteará!, le gritó el profeta.

"En este caso haremos murallas de hierro alrededor de la ciudad", gritó Iehoiakim enfadado. "También cavaremos un dique rodeando la muralla, y lo llenaremos de agua. Y si esto tampoco basta, haremos una tercera muralla, de fuego. Cuando el enemigo encuentre tantos escollos regresará avergonzado a su pais

Luego, dirigiéndose al profeta, ordenó: "Y ahora, Irmiahu, retírate inmediatamente antes de que descargue sobre ti toda mi ira. Vete para que no sea amargo tu destino". De este modo el rey gritó enfadado al profeta y lo expulsó de su presencia.

Mas el profeta Irmiahu continuo profetizando sobre Jerusalén a pesar del enojo y la ira del rey. Ante tal insistencia, en el cuarto año de su reinado Iehoiakim ordenó apresar al profeta y encerrarlo. 

Esperaba que de este modo Irmiahu interrumpiera las profecías que contradecían sus ideas.

Irmiahu fue encerrado en la cárcel, y Baruj ben Neria, su alumno, lo acompañaba desde el otro lado de las rejas para poder juntos estudiar Torá.

Mientras Irmiahu se encontraba en la cárcel, el espíritu divino volvió a revelársele. El Creador le indicó:

"Toma un rollo y escribe todo lo que te revelé acerca de Israel y de Iehudá ... desde los dias de Ioshiahu hasta hoy. Tal vez escuchen los hijos de Iehudá ... y abandonen su mal camino".

El profeta llamó a Baruj ben Neria y le dictó la profecia de Hashem. Baruj, el escriba, registró en un
rollo la palabra del profeta. De este modo se escribió la Meguilát Eija, dictada por el profeta Irmiahu. 

Fue escrita siguiendo el orden del alfabeto hebreo ya que los israelitas no respetaron la Torá, escrita en base a estas mismas letras. Tremendas profecías anunció el profeta; horrendas calamidades transmitió Irmiahu a los habitantes de Iehudá y Jerusalén. Si bien las profecías fueron dictadas por Irmiahu a Baruj ben Neria, mientras el primero aún permanecía preso, más tarde el escriba cumplió el pedido del profeta: leyó las profecías delante del pueblo reunido en el Templo.

Entre los que escucharon tales predicciones se encontraba Mijaiahu ben Gemaryahu, oficial del rey Iehoiakim. Este corrió al palacio del rey y relató al resto de los oficiales el contenido del mensaje que acababa de escuchar.

Inmediatamente los oficiales mandaron detener a Baruj ben Neria. Una vez ante su presencia, le exigieron que también ante ellos leyera las palabras del profeta Irmiahu.

Con suma atención y guardando un profundo silencio los ministros atendieron la lectura. Una vez concluida un gran temor los invadió, razón por la cual decidieron unánimemente que el rey Iehoiakim también escuchara el contenido del rollo profético. En aquel momento el rey se encontraba descansando en la mansión invernal de su palacio. Coma el mes de kislev, época de mucho frío, y sus sirvientes hablan encendido un fogón a su lado. El fuego dispersaba un aire tibio, mas a pesar del cálido ambiente del salón imperial, un clima tenso apresaba a los presentes. Iehudi ben Netaniahu, uno de los ministros del rey, recibió la orden de leer el pergamino delante del rey. En un comienzo la expresión del rey era pasiva e inclusive indiferente, mas lentamente fueron apareciendo en su rostro signos de verdadero enojo. Su indiferencia se transformó en ira desenfrenada.

"Toma ese pergamino insolente y arrójalo al fuego", gritó el rey. "Rómpelo y arrójalo a las llamas. ¡Que no quede ni una sola letra!".

Tres ministros le rogaron que no quemara el pergamino, mas Iehoiakim no atendió sus ruegos. Además, ordenó a tres de sus ministros que asesinaran al escriba Baruj ben Neria y al profeta Irmiahu. Mas Hashem los ocultó milagrosamente y de este modo lograron salvarse de la mano del rey. Tras un breve período Hashem ordenó a Irmiahu tomar un nuevo pergamino y volver a escribir las palabras arrojadas al fuego por orden de Iehoiakim. Otras profecías fueron reveladas al profeta, las que también fueron escritas en orden alfabético.

Los terribles anuncios del profeta se cumplieron palabra por palabra tal lo atestigua la meguilá que ha llegado hasta nuestros dias, conocida con el nombre de Meguilat Eija. Mas el rey Iehoiakim no se conmovió ante los anuncios, y no se arrepintió de sus malos actos. Y entonces llegó su hora...

Hashem envió a la tierra de Iehudá a Nabucodonosor, rey de Babilonia. Este asentó su poderoso ejército en Rivla, con la intención de ascender desde alli hasta Jerusalén. Al saber el Sanhedrin que Nabucodonosor se encontraba en Rivla, un profundo temor los invadió. Los sabios del Sanhedrin se presentaron ante Nabucodonosor y le consultaron:

"¿Acaso piensas destruir el Beit Hamikdash? ¿Tu intención es quemarlo?". "No", respondió Nabucodonosor, "no he venido a quemar el Templo de Hashem sino a apresar a Iehoiakim, vuestro rey. 

¡El se ha rebelado contra mí!". 

Los sabios del Sanhedrin consideraron que lo más prudente seria encerrar a Iehoiakim y entregarlo en manos del babilonio. Lo fundamental era salvar la destrucción del Beit Hamikdash y de Jerusalén. Siguiendo tales consideraciones entregaron a Iehoiakim en manos del rey babilonio, quien fue juzgado muy duramente. Los babilonios lo colocaron sobre un caballo de madera y lo pasearon por todo Israel para humillarlo ante su pueblo. Luego lo asesinaron, destrozaron su cadáver y lo arrojaron a los perros. Este fue el penoso fin del rey Iehoiakim, tal lo anunciado por el mensaje profético.

Tomado de tora.org.ar
Selección extraída del libro "Jerusalem de Oro, © Jerusalem de México

Identidad judía



Generalmente, el uso del término judío se utiliza para referirse a tres grupos, a saber: 
  1. Aquellos que tienen orígenes étnicos judíos.
  2. Aquellos que practican el judaísmo. 
  3. Aquellos que se identifican como tales por su identificación cultural e histórica.
La halajá, la ley judía, da otra definición de la identidad judía. De acuerdo con la legislación judía, judío es aquel que: 
  1. Es hijo de madre judía (ley que deriva del pasaje de Deuteronomio 7:1-5)
  2. Aquella persona que se convierte formalmente al judaísmo bajo la supervisión halájica de un reconocido Bet Din (corte judía) presidida por tres dayanim (jueces). 
Este proceso de conversión está desarrollado en textos legales judíos, tales como el Talmud, el Shulján Aruj y las interpretaciones de la ortodoxia rabínica.

Pero además de esa definición ortodoxa existen otras definiciones, como las de las corrientes reformistas, reconstruccionistas y liberales, que afirman que es judío aquel que tiene un padre judío (en el sentido genérico, es decir, un padre o una madre). 

El humanismo judío afirma que es judío "quien se siente judío" sin importar si tiene ascendencia judía o si hace una conversión religiosa.

Judaísmo por conversión

Si bien el judaísmo no fomenta la conversión y a lo largo de la historia no se conocen casos en donde el pueblo judío haya sometido a otro a convertirse, la misma está contemplada. Para hacerlo es necesario tener un estudio amplio sobre la Torah, capacitado por un Moré (Maestro). Los filtros para la conversión al judaísmo, si bien varían según las distintas corrientes, suelen ser muy exigentes, puesto que se busca por parte de los rabinos que la conversión sea sincera y sin motivaciones ulteriores.

En el pasado hubo ejemplos de conversiones en masa al judaísmo, como es el caso del pueblo de Samaria, que sin ser descendientes de Jacob en un sentido físico abrazaron el judaísmo aunque nunca perdieron del todo sus creencias y costumbres, por lo cual los judíos de Jerusalén nunca los vieron con total agrado. Otro caso de conversión en masa es la de los jinetes partos.

12 de agosto de 2012

Consejos para obtener una vida miserable.



Un Vídeo Genial de Aishlatino, y la gente de Judaismoonline, pon en practica estos sencillos consejos y seguramente obtendrás una gran Vida Miserable.... jejejeje

11 de agosto de 2012

Cada palabra cuenta.


1) Las palabras vanas (devarim betelim) y la calumnia (lashón hará) llevan a la pobreza. El remedio para esto es dar caridad a los estudiosos de la Torá: esto trae riqueza (Likutey Moharán I, 4:8). 

2) Al estudiar la Torá es necesario expresar las palabras en voz alta. Estas palabras se vuelven entonces una luz que ilumina todos aquellos lugares en los cuales necesitas arrepentirte y enmendarte. Finalmente alcanzarás un arrepentimiento perfecto y llegarás a comprender las profundidades de la Torá (Ibid. 11:1).

3) Debes santificar el modo en que hablas hasta que tus palabras sean palabras del "Lenguaje Santo" (lashón hakodesh). Debes decir muchas palabras de Torá, elevar muchas plegarias delante del Santo, bendito sea, hablarle y pedirle. Y al mismo tiempo debes evitar cuidadosamente toda mentira y comentario negativo sobre otras personas. Si te cuidas en el habla alcanzarás santidad y podrás guardar el Santo Pacto. Y cuanto más te purifiques y te santifiques, más podrás perfeccionar tu manera de hablar (Ibid. 19:3).

4) La palabra es el recipiente en el cual se recibe el flujo de bendiciones. De acuerdo con las palabras, así serán la bendiciones. Aquél que alcanza la perfección en su manera de hablar, puede recibir abundantes bendiciones por medio de los recipientes formados por sus palabras. Este es el motivo por el cual debemos pronunciar las palabras durante la oración (Ibid. 34:3).

5) El habla es el aliento de los labios del Santo, bendito sea. Abusar del habla es transformarla en un soplido salvaje, el "tremendo viento tormentoso" (Salmos 148:8). Este "tremendo viento tormentoso" es el "gran acusador" - la fuente de todas las pruebas y retos que confrontan al hombre. Este espíritu salvaje descompone la carne misma del hombre. Es la raíz de la calumnia, de la mentira y del mal que la gente dice sobre los demás. Es llamado el "fin de toda carne" (Génesis 6:3) porque trabaja para destruir la carne del hombre y la vida. Todo esto proviene del  abuso de la facultad del habla (Ibid. 38:2).

6) Es muy importante perseverar en el estudio de la Torá pese a la pobreza, a las pruebas, las presiones y las dificultades. Esta es la manera de adquirir perfección en el habla. Un hilo de bondad se extenderá sobre ti (Jaguigá 12b) y las fuerzas de la justicia estricta y de la impureza te serán apartadas. Tu habla se limpiará y será elevada. Las palabras fluirán en canción y alabanza  al Santo, bendito sea, y serás capaz de orar con fuerza y fogosidad y tu corazón será llevado a servirLo con verdadera devoción. Finalmente serás digno de decir la verdad delante del Creador. La verdad fluirá en tu corazón y te sentirás pleno de un profundo anhelo por retornar (Ibid. 4-5).

7) Las palabras vacías de santidad les dan fuerza a los templos de la idolatría. Fortalecen la mentira y profundizan el exilio. Se pierde entonces todo contacto con la espiritualidad de la Tierra de Israel. La verdad se oculta y se multiplican la discordia y la disputa. La Shejiná se enoja con sus hijos, quienes están exilados de su tierra y de la mesa de su Padre. Pero las palabras de santidad le dan fuerza a la verdad (Ibid. 45).

8) Hablar de manera peyorativa sobre los demás le da fuerzas al poder de la fantasía y de la ilusión. Cuando la gente utiliza un mal lenguaje y habla de manera peyorativa sobre los demás, le es retirado su Daat, su comprensión, y cae entonces desde el amor al Santo, bendito sea, 
hacia las pasiones y deseos animales. La fuente de todas estas pasiones y deseos se encuentra en la facultad de la fantasía y de la imaginación, que es parte de la naturaleza animal del hombre. Esta se alimenta de la mentira y de la calumnia. Es algo totalmente opuesto a la facultad de la memoria, mediante la cual reconocemos la verdad de nuestra situación y de nuestro destino eterno. En cambio, aquellos que abusan del lenguaje caen en el "olvido", que es "la muerte del corazón", pues sus corazones mueren dentro de ellos y nunca recuerdan que el verdadero objetivo de nuestra vida en este mundo es la vida eterna en el Mundo que Viene. Gente como ésta está muerta incluso en vida, pues no tienen conciencia de su verdadero objetivo y propósito (Ibid. 54:5).

9) El excesivo deseo por la comida y la bebida hace que el habla caiga en el "exilio". Las palabras quedan atrapadas en la estrechez de la garganta. El glotón es incapaz de decir una sola palabra delante del Santo, bendito sea. El ayuno es un remedio para esto (Ibid. 62:5).

10) Hay diferentes clases de un hablar degradado: hablar mal y falsamente sobre los demás; contarle a la gente lo que sus amigos o parientes dicen sobre ellos o aquello que han hecho en su contra; mentir; el cinismo y el sarcasmo; la adulación; avergonzar a la gente en público; las palabras obscenas; acotaciones innecesarias, etcétera. Lo peor de todo es cuando la gente habla mal de los Tzadikim y de aquellos honestos y temerosos del Santo, bendito sea. Hablar así le otorga alas a la serpiente primordial. Esta vuela entonces por el mundo creando confusión. 
Esta "serpiente" es la sofisticación de los filósofos y demás ateos. Hoy en día esto se ha difundido por el mundo entero y cada vez gana más prestigio y poder. Pero las palabras de santidad forman alas para el dominio de la santidad (Ibid. 63).

11) El habla deriva del aspecto Divino de Guevurá, que denota fuerza y severidad. Por tanto debe ser suavizada mediante el estudio de la Torá y la expresión de palabras de bondad y de santidad. Este es el motivo por el cual debemos tener especial cuidado en evitar todas las formas de hablar degradado, en especial los comentarios peyorativos sobre otra gente. Más que nada esto se aplica a la manera como hablamos sobre el Tzadik. Hablar mal del Tzadik despierta las fuerzas de la severidad en el mundo y puede hacer que el Tzadik caiga de su nivel si carece de la fuerza suficiente como para suavizarlas. Es posible incluso que el Tzadik fallezca, pues de esa manera las fuerzas del juicio se suavizan cuando su alma deja el mundo (Ibid.).

El mes de Elul


Las letras hebreas de la palabra Elul forman un acróstico del versículo "Yo estoy consagrado a mi Amado (Di-s), y El está consagrado a mí"  (Cantar de los Cantares 6:3).

La neshamá, el alma humana, está identificada con la Divinidad. Espiritualidad, hombre, y Di-s son uno. Son sólo las barreras erigidas cuando el hombre sucumbe a la tentación conduciéndolo lejos de Di-s las que separan al hombre de Di-s.

Al tiempo que intensificamos nuestra teshuvá en el mes de Elul, progresivamente removemos estas barreras, y podemos una vez más disfrutar el puro estado espiritual de ser uno con Di-s.

El judaísmo exige la intensificación de la plegaria, el estudio de Torá, la meditación, y los actos de benevolencia en el mes de Elul. Nosotros debemos vencer la inercia que se puede haber desarrollado durante el año, y hacer los esfuerzos necesarios para teshuvá.

La tarea puede ser difícil, pero la recompensa es más que adecuada. 

Nosotros nos tornamos uno con Di-s

Leyes sobre la teshuva


1. La persona fue creada con libre albedrío y tiene la posibilidad de escoger el buen o el mal camino. No se debe creer que la persona desde su nacimiento está destinada a ser buena o mala. No es así, sino que cada uno fue creado con dos fuerzas contrarias que en él y tiene el poder de ser tan ZADIK (recto, justo) como MOSHE RABENU o tan RASHA (perverso) como el Rey YEROVAM. Así pues, el pecador es responsable de delito cometido.

2. La persona ha de abandonar el camino del pecado y esforzarse en corregir su conducta. Al hacer TESHUVA sobre tal pecado, ha de confesarlo verbalmente.

3. La persona podría pensar que la TESHUVA se aplica a actos de delitos solamente, como robo, acto inmoral, etc En realidad, del mismo modo que la TESHUVA es obligatoria para malos actos, así lo es para malas cualidades como odio, celo, burla, cólera, cuidar su propio lucro, búsqueda de honores, etc.

4. Las malas cualidades son pecados más graves aún que los malos actos, porque una vez que la persona se contamina con una de esas malas cualidades, le es muy difícil alejarse de ella.

5. El que hace TESHUVA no debe imaginar que sus pecados le han alejado de forma irreparable de los ZADIKIM sino que al volver al camino recto es estimado y querido por el Creador, como si nunca hubiera cometido el delito. Más aún, el mérito del pecador que hace TESHUVA es muy grande ya que después de probar el pecado, se alejó de él y supo vencer a su mal instinto, por lo cual dijeron nuestros Sabios: El lugar que ocupa el que hace TESHUVA es superior al del ZADIK completo(Masejet Berajot, 34-6).

6. El que hace TESHUVA debe ser de naturaleza humilde y modesta. Si personas sin conciencia le insultan recordándole su pasado pecador, debe soportar con calma la ofensa y aún escuchar y alegrarse interiormente Por el gran mérito que representa para él sufrir estos insultos. La verguenza que siente por los pecados cometidos en el pasado no hace más que multiplicar su mérito.

7. Las condiciones para una TESHUVA. verdadera son las siguientes:
a) arrepentirse del pecado cometido,
b) disposición de no repetir dicho pecado,
c) confesar verbalmente su pecado,
d) sentimiento constante de quebranto del corazón ante el recuerdo del pecado,
e) practicar caridad, ZEDAKA, según sus posibilidades.
8. El más merecedor entre los que hacen TESHUVA es aquél que confiesa públicamente su pecado y expresa su sincero arrepentimiento.

9. La TESHUVA del orgulloso que cubre su pecado no es verdadera. No es menester confesar en público sus pecados en asuntos que no atañen a relación humana, sino que se refieren a la del hombre hacia su Creador y si uno revela dichos pecados carece de verguenza.

10. A pesar de que la TESHUVA tiene valor en cada momento, es más rápidamente aceptada en los 10 días de TESHUVA entre Rosh Hashana y Kipur

11. Yom KIPUR es un gran día para la TESHUVA, en que se perdonan los pecados a Israel tanto al individuo como al público, por lo cual cada uno debe. completar su TESHUVA en ese día y confesar sus pecados: VIDUY.

12. El día de KIPUR acompañado de TESHUVA perdona únicamente los pecados de relaciones del ser humano hacia su Creador. Pecados de relaciones humanas requieren otra condición previa: el pedir perdón a la persona ofendida.

Chispas de las almas de los talmidim


El Arizal acudía a la tumba del Rashbí con más frecuencia que a la de otros tzadikim. Iba a menudo a estudiar Zóhar con sus talmidim al lugar donde está enterrado el autor, diciéndoles que aquél era el lugar donde Rab Shimón había enseñado originalmente a sus propios talmidim y todavía quedaban huellas de su halo que iluminaban los ojos de los que se esforzaban por entender sus enseñanzas de la manera adecuada.

En una ocasión, cuando el grupo estaba reunido en Merón para estudiar el Zóhar, el Arizal describió cómo se sentaba la jebrá kadishá, el santo círculo formado por Rab Shimón y sus discípulos. “Aquí es donde Rab Shimón se sentaba”, dijo señalando un lugar, “y aquí es donde su hijo, Rab Elazar, se sentaba” y señaló otro, “y aquí Rab Aba y allí Rab Yehudá”. Y así prosiguió indicando el lugar donde se sentaba cada taná. Después les dijo: “Quiero que sepan que ustedes son chispas de esos mismos sabios”. Y les mostró el lugar donde cada uno de ellos tenía que tomar asiento. Él tomó el lugar de Rab Shimón y dijo a Rab Jaim Vital que se sentara en el de Rab Elazar. Su discípulo Yonatán se sentó en el sitio donde se sentaba Rab Aba que aparece en el Zóhar y Rab Guedaliá en el de Rab Yehudá. A Rab Yosef Maarabi se le designó el lugar del taná Rab Yosí y a Rab Itzjak Hacohén Ashkenazí el de Rab Itzjak. Así continuó, asignando los distintos lugares a sus discípulos según el origen de su alma. Después empezaron a estudiar.

Cuando estaban profundamente inmersos en el estudio, el Arizal les reveló que en ese momento estaban rodeados de una intensa luz espiritual que el ojo humano no podía captar, porque Rashbí y sus talmidim y todos los sabios del Zóhar, junto con las almas de todos los Sabios que estudiaron cabalá a lo largo de los siglos, los tanaim, amoraim y otros, habían acudido ese día a escuchar la Torá viva que salía de sus labios. “Ojalá pudieran ver esas almas... pero sólo a mí ha sido permitido verlas un momento”.

Cuando terminaron de estudiar, el grupo fue a rezar a la tumba y dio gracias a Hashem por haberles permitido alcanzar un nivel de santidad tan exaltado en aquel día.

Identificando tumbas


El Arizal reveló a sus discípulos que el alma de una persona difunta siempre ronda su tumba. Como era experto en los secretos de las almas, pudo identificar los lugares de las antiguas tumbas que se habían olvidado con el paso de los siglos.

En Tzefat se decía que cuando el Arizal iba por el cementerio de la ciudad, indicaba: “Tal persona está enterrada aquí” o “tal tzadik está enterrado allí”, aun cuando las lápidas con el nombre hubieran desaparecido hacía muchos años. Sus discípulos recordaban las observaciones del Arizal y preguntaban a los ancianos de Tzefat si sabían algo de aquello. ¡Y siempre encontraban corroboradas las palabras de su maestro!

Una vez les dijo: “Veo una gran luz en este lugar. Debe ser que el alma de alguien grande descansa aquí, pero no sé quién es. Sin embargo, la luz que emana de su tumba es muy, muy brillante. Debe ser de uno de los tanaim. Lo que resulta curioso es que la tumba en sí parece reciente, como excavada hace unos cuantos años”.

Los talmidim preguntaron a los ancianos de Tzefat de quién era el tzadik enterrado en el lugar. Pero nadie supo responderles. Por fin, uno de los más ancianos dijo: “Cuando yo era muy joven, había un hombre muy santo, considerado como uno de los piadosos sabios más grandes de la época. Murió hace unos treinta años. En su testamento, prohibió que lo elogiaran al morir e incluso que se diera parte de su muerte al pueblo de Tzefat. Sólo unas cuantas personas acudieron al funeral, pero sé con seguridad que fue enterrado en el lugar que tu maestro indicó. Era tan humilde, que sólo unas cuantas personas conocían la medida de su grandeza y, con el paso de los años, su memoria se ha borrado completamente”.

El Arizal hizo una lista de todas las tumbas de las grandes figuras judías de todos los tiempos cuya localización no era conocida por el público en general. También estipuló qué oraciones había que decir y qué había que estudiar en cada una de las tumbas para elevar el alma de la persona enterrada en el lugar. Pasó la lista a su shamash Rab Yaacob Gebizo. Rab Shemuel Vital, hijo de Rab Jaim, la copió y la imprimió al final de “Shaar Haguilgulim” con la siguiente introducción:

“Shemuel dijo: He considerado apropiado añadir la lista de todos los lugares donde están las tumbas, algunos de los cuales son bien conocidos mientras que otros están escondidos y otros son totalmente desconocidos. Ahora anotaré la localización de las tumbas de tzadikim tal como la recibí de mi maestro, que era capaz de adivinar donde estaban las almas de los tzadikim en cualquier momento y en cualquier parte, y, especialmente, cuando estaban junto a su tumba, porque es el lugar donde rondan las almas como es bien sabido. Pero también podía hacerlo desde lejos. Podía identificar el lugar de descanso de cada uno de los sabios y conversar o estudiar con él. He tratado muchas veces de verificar sus afirmaciones investigándolas cuidadosamente, y siempre me he encontrado con que estaba en lo cierto. Pero no es apropiado insistir en este punto porque tales cosas son exaltadas y sublimes y no se pueden contener en un simple libro”.

En la lista encontramos algunas tumbas cuya localización no coincide con la que se le había adjudicado tradicionalmente. Por ejemplo, el Arizal sostenía que lo que siempre se pensó era la tumba del profeta Hoshea ben Beerí, era en realidad la sepultura del taná Rab Yehoshúa. La lista incluye tumbas de Tzefat y sus alrededores y de Tiberíades, y especifica dónde están las tumbas de personajes bíblicos como Nahum Haelkoshi; Benayahu ben Yehoyadá; Andino Haezni; Shemuel Hanabí y su padre Elkaná, así como de ciertos tanaim y amoraim mencionados en el Talmud y en el Zóhar; también figuras rabínicas del periodo de los rishonim como Rab Maimón, padre del Rambam, y otros.

El Arizal también habló de los lugares santos de Jerusalén, aunque se negó siempre a entrar en la ciudad por razones que no hizo públicas. Sin embargo, supo describir la ciudad por dentro y referirse a un lugar determinado y decir, por ejemplo: “Ahí está enterrado Zejariá Hanabí” o “ahí está la tumba de Juldá Hanebiá”,

Leyes y Costumbres del Mes de El


1. Durante el mes de Elul y los Diez (10) Días de Retorno, que se extienden desde Rosh Hashaná hasta Iom Kipur, todo judío debe recapacitar sobre sus actos para corregir las malas costumbres y cualidades; también debe procurar hacer buenas acciones y acrecentar en lo posible la caridad, como también fijar momentos para el estudio de la Torah. Por sobre todo, debe arrepentirse de todos sus pecados y malos actos cometidos durante el año, tanto para con Di´s como para con el prójimo, y abandonarlos por siempre.

A pesar que el Arrepentimiento y el Precepto del Retorno, son bien acogidos por Di´s durante todo el año, el mes de Elul y los Diez (10) Días de Retorno son más propicios para ello, ya que fue dicho: "Busquen a Di´s cuando se encuentra, llámenlo cuando está cerca". (lsaías - 55)

2. Es correcto prestar suma atención durante este mes, en la Bendición "Hashibenu Abinu Le Torateja", (Haznos Retornar), de la Amidá, y rogar a Di´s, para que nos ayude a enmendar nuestro comportamiento y acepte nuestra contrición; del mismo modo se debe pedir por todos los seres humanos que se apartaron de Di´s para que sean iluminados y retornen a la senda del bien.

3. Nuestros hermanos, los Ashkenazim, acostumbran durante el mes de Elul tocar el Shofar después del rezo matutino (Shajarit) para recordar la magnitud de estos días y despertar el sentimiento del Retorno a Di´s, (Teshuvá).

También algunos Sefaradim tocan el Shofar en el momento que se Recita el versículo "Vaiaabor", en las Selijot, (Rezos de Perdón).

4. Es una buena costumbre recitar el Salmo "Le David, Hashem Orí ve Ishí", posteriormente al rezo matutino, (Shajarit), para evocar así la explicación de nuestros Sabios sobre este Versículo: "Orí" (mi luz), es Di´s en Rosh Hashaná, e "Ishi" (mi salvación), es en Iom Kipur.

5. A partir del comienzo del mes de Elul, se acostumbra Bendecir en las cartas que manda a su prójimo, que Sea Escrito y Sellado en el Libro de la Vida y la Felicidad.

6. Hay quienes acostumbran a abrir las mezuzot y los tefilin, en el mes de Elul, para controlar si se encuentran en buenas condiciones para cumplir con la miztvá; a pesar que no es una obligación se aconseja revisarlos.

Si está seguro que sus tefilin y mezuzot han sido escritos estrictamente según la halajá, por un escriba conocido (Sofer Stam), temeroso de Di´s, no es necesario revisarlos sino cada varios años, los tefilin; y cada tres (3) años y medio las mezuzot.

7. Está permitido contraer matrimonio en el mes de Elul y también en Aseret Ieme Teshuvá (los Diez (10) Días de Retorno).
Las Selijot

1. Las Comunidades Sefaradies y Orientales acostumbran a Recitar por la madrugada las Selijot (Rezos de Perdón) a partir del principio del mes de Elul hasta Iom Kipur.

El motivo de esta costumbre se basa en la tradición en que Moshé Rabenu subió al monte de Sinaí para recibir las Segundas (2º) Tablas de la Ley, el primero (1º) de Elul, y oró allí a Di´s para que perdone al pueblo de Israel por el pecado de adorar al becerro de oro, durante cuarenta (40) días; ó sea todo el mes de Elul y Diez (10) Días de Tishrei y fue el Diez (10) de Tishrei, Iom Kipur, que Di´s expió el pecado del pueblo. 

Por ello la Torah fijó el día Diez (10) de Tishrei como "Día del Perdón" por siempre; posteriormente adoptaron algunas Comunidades la tradición de Rezar Plegarias especiales de exculpación durante los cuarenta (40) días anteriores a Iom Kipur, para que seamos absueltos de nuestros pecados como sucedió con nuestros Padres en la época de Moshé Rabenu.
Cabe aclarar que los días de Rosh Jodesh Elul no se dice Selijot.

2. Sin embargo las Comunidades Ashkenazies (provenientes de Europa Oriental) acostumbran a recitar las Selijot a partir del Domingo anterior a Rosh Hashaná; en el caso que Rosh Hashaná cae un Lunes ó Martes, se adelantan los Rezos de congoja al Domingo de la semana anterior a Rosh Hashaná.

3. El momento más apropiado para recitar las Selijot, es a partir de la medianoche hasta el amanecer, pero antes de la medianoche está prohibido decir Selijot; por consiguiente las personas débiles que nos pueden recitar las Selijot en la madrugada, deben hacerlo a la mañana ó por la tarde antes de Minjá; ya que a partir de la salida de las estrellas hasta la medianoche está prohibido.

4. La persona que madruga para recitar las Selijot, debe cuidarse de no dormitar en el rezo de Shajarit, como dijeron nuestros Sabios: "No se debe descuidar lo principal por causa de una costumbre secundaria". Por consiguiente quien no puede contener su sueño en el Rezo de Shajarit, es conveniente que Recite las Selijot antes de Minjá ó a la medianoche.

5. Aquellos estudiantes de Torah que la recitación de las Selijot les provoca cansancio y de esta forma no logran estudiar correctamente, se les aconseja Recitar las Selijot a la medianoche, y si no consiguen un minian para ello, por lo menos es recomendable que las Reciten los días Lunes y Jueves. Asimismo en los "Diez (10) Días del Retorno", deben esforzarse para Recitar las Selijot todos los días.
La misma ley recae para los maestros y empleados que la Recitación de las Selijot les implique el incumplimiento de sus respectivos trabajos.

6. La Recitación de las Selijot debe efectuarse con Temor y Reverencia y no se debe apurar en su lectura. En el momento de las Selijot debe cada persona concentrarse en los Rezos, Arrepentirse por sus faltas y Comprometerse a mejorar sus acciones.
7. Las Selijot pueden Recitarse también sin la presencia de un minian (diez (10) personas), con la condición que al pronunciar el Versículo "Vaiaabor" piense que está leyendo únicamente, sin la intención de Rogarle a Di´s, por ser que dicho Versículo se considera una "Plegaria Sagrada", como el "Kadish" y la "Kedusha", que sólo se recitan en presencia de diez (10) personas.

Asimismo el que recita las Selijot sin minian, debe omitir todos los Pasajes en Arameo, como "Mahe UMase", "De Ane Laanie", etc., por ser que los ángeles no comprenden este idioma y no elevarán el rezo al Todopoderoso.

Sin embargo en presencia de diez (10) personas (minian) se recitan estos Pasajes ya que el Todopoderoso se encuentra con este grupo de creyentes y no necesitan de la mediación de los Ángeles.

8. "Las Trece (13) Cualidades de Di´s": (Vaiaabor): En la Perashá "Ki Tisa" la Torah nos relata que Moshé goza nuevamente de la "Revelación Divina", con el objetivo de enseñarle a Moshé una "Plegaria" especial, para apelar a la Misericordia de Di´s, aún cuando el mérito de los Patriarcas se haya extinguido.

"Y dijo (Di´s), Yo haré pasar delante de tu rostro todo mi bien, e invocaré mi nombre delante tuyo..." (Shemot 33:19).

Rashí comenta este Versículo basándose en el Tratado de Rosh Hashaná, 17 y explica que dicha "Plegaria" se refiere a las "Shalosh Esre Midot" (los Trece (13) Dones Divinos), que cuando Israel los recuerde ante Di´s, va a ser escuchado y correspondido, ya que la Piedad de Di´s es infinita...

9. Se recita el Versículo "Vaiaabor Ad-Nay Al Panav Vaikra..." en voz baja y sólo el Jazán eleva su voz. Recién al comenzar "Ad-Nay Ad-Nay El Rajum..." el público eleva también la voz.
Al decir "Ad-Nay Ad-Nay" se debe inclinar el cuerpo un poco pero no debe levantar los talones como se acostumbra en la Kedushá, al decir "Ad-Nay Ad-Nay".

Por su parte hay quienes acostumbran inclinarse al decir "Vaiaabor Ad-Nay Al Panav" y se erigen al decir "Vaikra" y nuevamente se inclinan al pronunciar "Ad-Nay".

De todos modos lo más importante es comprender lo recitado y concentrarse bien.

10. Al finalizar las Selijot se recita el "Kadish Titkabal" aunque inmediatamente se comience el Rezo de Shajarit.

11. Aquella persona que escucha las Selijot de la radio, si el programa es en diferido, ó sea que ya ha sido grabado, no puede contestar Amen ni "Vaiaabor", pero si las Selijot son transmitidas en directo ó si las escucha a través de parlantes colocados en el Templo, puede contestar Amen y "Vaiaabor". De todas formas a pesar que puede contestar no cumple con la mitzvá hasta que escuche la voz del propio Jazán personalmente ó si no hubiera micrófono, igualmente lo escucharía al Jazán.

12. Lo correcto es pronunciar las "Bircot HaTorah" (las Bendiciones de la Torah que se Recitan por la mañana) antes de comenzar las Selijot.

13. Aquellos que madrugan para Rezar las Selijot es correcto que se abstengan de comer aunque todavía no haya amanecido, pero beber café ó té aún con azúcar les está permitido aunque ya haya amanecido.