25 de septiembre de 2013

Los dos hombres...

Leí en Facebook, una de esas cadenas que se comparten en el muro. Esta historia me gusto mucho. Pocas veces hago esto de postear cadenas en el blog. Pero de alguna manera describe la postura de vida "lo tuyo es tuyo, y lo mio es tuyo".

Dos hombres, ambos muy enfermos, ocupaban la misma
sala de hospital.


Uno se le permitía sentarse en su cama por un
hora cada tarde para ayudar a drenar el líquido del
sus pulmones.

Su cama daba a la única ventana de la habitación.

El otro hombre tenía que estar todo el tiempo en el plano de
su espalda.

Los hombres hablaron durante horas y horas.

Hablaban de sus mujeres y sus familias, su hogares, sus trabajos, su participación en la servicio militar, donde habían estado en
vacaciones ..


Todas las tardes, cuando el hombre de la cama junto a la
ventana podía sentarse, pasaba el tiempo describiendo a su vecino todas las cosas que podía ver fuera de la ventana.

El hombre de la otra cama empezó a desear los períodos de un hora en que su mundo se ensanchaba y cobraba vida con todas las actividades y colores del mundo exterior.

La ventana daba a un parque con un precioso lago. Patos y cisnes jugaban en el agua, mientras que los niños hacían sus cometas. Los jóvenes enamorados paseaban de la mano entre flores de todos los colores y una buena vista del horizonte de la ciudad podía verse
en la distancia.


A medida que el hombre de la ventana describía todo esto con
detalles exquisitos, el hombre al otro lado de la habitación cerraba los ojos e imaginaba la pintoresca escena.

Una tarde calurosa, el hombre de la ventana describe un desfile que estaba pasando.

Aunque el otro hombre no podía oír a la banda - podía ver con el ojo de su mente como el hombre de la ventana representada con
palabras descriptivas.


Días, semanas y meses pasados. Una mañana, la enfermera de día entró con el agua para sus cuartos de baño sólo para encontrar el cuerpo sin vida del hombre de la ventana, que había muerto
pacíficamente mientras dormía.

Ella se entristeció y llamó al asistente del hospital para llevarse el cuerpo.

Tan pronto como le pareció apropiado, el otro hombre preguntó si podía ser trasladado junto a la ventana.
La enfermera estaba feliz de hacer el cambio, y después de asegurarse de que estaba cómodo, salió él solo.

Lentamente, dolorosamente, se apoyó en un codo para lanzar su primera mirada en el mundo real que había afuera.

Se esforzó para girarse despacio y mirar por la ventana
además de la cama. Daba a una pared en blanco.

El hombre preguntó a la enfermera qué podría tener motivado a su compañero fallecido, para describir cosas tan maravillosas a través de la ventana.
La enfermera respondió que el hombre era ciego y ni siquiera podía ver la pared.
Ella dijo: Tal vez sólo quería animarlo a usted.
Epílogo:
Hay una tremenda felicidad en hacer que los demás sean felices, a pesar de nuestras propias situaciones.
"Hoy es un regalo, por eso se le llama El Presente ".
El origen de esta carta es desconocido.

Enviado desde mi dispositivo movil BlackBerry® de Digitel.























13 de septiembre de 2013

Comentarios mal sanos.

Hace unas horas recibí unos comentarios en dos artículos de este Blog. Decidí libremente no publicarlos, pues el conflicto no debería tener espacio acá. 

Y me puse a pensar si debía comentarlos, o responderlos de alguna forma. 

En uno de estos comentarios se me amenazaba de cerrar esta pagina, pero eso es lo de menos, lo mas interesante y extraño es que el "anónimo" (a quien respeto en su persona y en su opinión) que deja el comentario, parece que ni siquiera se dedico a leer los artículos de este espacio. 


  • En ningún artículo de este blog se ofende a nadie, y mucho menos a ningún Talmid jajam, El Eterno me libre.

  • Esta claro que mi contenido va dirigido a un publico particular, como le escribí una vez a un amigo judío Ortodoxo (etiquetas que no deberíamos usar, pido perdón por hacerlo) quien con su Nombre y su rostro, de manera respetuosa me expreso su opinión acerca de un artículo de este blog.  Yo no me imagino gente atacando y exigiendo cerrar páginas de internet, porque su contenido no sea de su gusto, pero si es así, seria una irrefutable expresión de egoísmo.

Había un artículo en este blog cuyo lenguaje podía parecer ofensivo y escandaloso a ciertas personas, y libremente (al igual que decidí no colocar los comentarios del mismo) decidí borrarlo, no por la amenaza, sino que me resulta incomodo que alguien se ofenda por un lenguaje, sin prestar ni la mas mínima atención al  contenido del mismo.      

  • En ningún artículo se falta al recato, a la pureza, D-os me libre. Si a alguien le disgusta un contenido, lo propio es que dentro de los limites de la educación coloque un comentario respetuoso, lo haga con su nombre, y exponga su disgusto, así me da oportunidad de ver, y recapacitar. Las amenazas y el conflicto están muy lejos del espíritu real de la Torah.         
  • Se me habla de practicas alejadas de la "verdad", me gustaría saber cuales son esas practicas, porque en ningún artículo hablamos de brujería  hechicería, robo, idolatría, incitando a ser sediciosos. 

Y por ultimo hay que recordar que Adám no fue creado ni judío, ni musulmán, ni cristiano, ni budista. 

Adam fue creado a imagen y semejanza de la Esencia Infinita, y esto es una Verdad Universal, "verdaderamente Verdadera", que me parece terrible que alguien se sienta ofendido por la misma.

La auténtica espiritualidad orienta a los seres humanos hacia la armonía con el prójimo para que descubran que por sobre la aparente multiplicidad de denominaciones con que cada pueblo y tradición nombra lo que considera sagrado, todo y todos provenimos de una esencia Una y Única. 

Espiritualidad es despertar en el ser humano su esencia, su verdadera identidad.

Adam, fue creado a imagen y semejanza de la Esencia Infinita: HaKadósh Barúj Hú.

Te dejo este post:


12 de septiembre de 2013

La diferencia entre la ciencia de la Kabbalah y la religión

La religión asume que el Creador cambia Su actitud hacia una persona dependiendo de sus acciones. La ciencia de la Kabbalah  sin embargo, establece que la Fuerza Superior es invariable y que las acciones de una persona no pueden afectarla de ninguna manera. En vez de esto, las acciones de la persona pueden cambiar.

La persona tendrá la habilidad de percibir el Gobierno Superior de una manera diferente, como si sus propios cambios tuvieran como finalidad asemejarse a Él. Podrá percibirlo como bueno y amable, mientras que si se incrementa la diferencia entre sus propiedades (recibir) y las del Creador (otorgar), sentirá que la actitud del Creador es negativa.

Hay muchas expresiones en los textos cabalistas indicando la firmeza en la actitud del Creador hacia los seres creados: "No cambio mi nombre" (del hebreo: Ani HaVaya lo Shiniti), "Él es bueno y otorga bondad a Sus criaturas, buenas y malas (Tov ve Metiv le Raim u le Tovim), la Luz Superior es absolutamente inamovible" (Or Elion Nimzta be Menuja Mujletet).

Por lo tanto, un rezo es llamado auto-juicio o auto-análisis. Esto ocurre cuando una persona no apela al Creador  sino que se juzga a sí mismo, se analiza a sí mismo con respecto a la Fuerza Superior invariable.

Esta actitud hacia sí mismo y hacia el Creador constituye la diferencia entre la Kabbalah y la religión. A pesar de que la religión provoca ciertos cambios personales, ésta se basa en implorar al Creador. En este mundo, las religiones son similares a las creencias más antiguas, que en gran medida practican el soborno a las fuerzas superiores de la naturaleza.

La Kabbalah es rechazada por las religiones de masas, basándose en la convicción que una persona sólo necesita pedir al Creador y todo cambiará desde arriba para su ventaja, ya que el Creador dirigirá su mirada hacia ella. Un creyente está convencido que Él existe y que todo lo gobierna. A fin de mejorar cualquier cosa, sólo se necesita pedirle al Creador, en vez de cambiar uno mismo. Las masas religiosas interpretan los cambios religiosos como la siembra de buenas semillas, por ejemplo , ayudar a otros por compasión, pero sin cambiar la naturaleza de uno mismo y hacerlo de igual forma ante el Creador.

La convicción de cambio en la actitud del Creador hacia la persona es motivo de envidia: ¿Quién recibe un trato más amoroso por parte del Creador y quién es más "escogido por la Divinidad"? Esto causa antagonismo que surge no sólo dentro de la gente, sino también dentro de las religiones. Los representantes de varias denominaciones religiosas, tienen disputas sobre cuáles plegarias están inclinadas a ser más tomadas en cuenta por el Creador.

La Kabbalah establece que el Creador es invariable. En el proceso de corrección de una persona, esta merece ver una mejoría en la firmeza de la actitud del Creador. Por lo tanto, mientras más corregida esté una persona, más justificará las acciones del Creador. La Kabbalah define que en vez de rezar, uno debería empezar a cambiar. En consecuencia, la Kabbalah provoca odio por parte de grupos religiosos, ya que indirectamente ésta los acusa de hipocresía.

Para una mejor comprensión de la actitud de los cabalistas hacia el Creador, podemos tomar un libro de rezo cabalista. No contiene palabras ordinarias que expresen emociones humanas. Por el contrario, consiste en numerosos símbolos que designan acciones espirituales que la persona debe realizar mientras se corrige a sí misma para recibir, como consecuencia, la Luz del Supremo. Esta es la diferencia entre las nociones de un Dios religioso y de un Creador Kabbalista.

El estudio cabalista de la estructura del universo le da a una persona una idea clara del Creador, cuyas propiedades están en la cúspide de la escalera espiritual y las de sí mismo, que se encuentran en la parte más baja de la escalera. Los peldaños de la escalera representan los diversos mundos. El propósito de la creación es ascender de forma independiente y fusionar los deseos de uno mismo con los del Creador.

Este ascenso implica un cambio interno de las propiedades de la persona, que parte de una intención egoísta en todos sus pensamientos y deseos y llega a una intención altruista. El hombre asciende los peldaños de la escalera, donde cada uno de ellos representa un grado de similitud con el Creador.

Naturalmente, estudiar la estructura del universo de forma tan minuciosa, previene a la persona de imaginar que su relación con el Creador depende de los pedidos que haga. Imagine un padre de familia perfecto en nuestro mundo. Es obvio que un niño no puede evocar ningún amor adicional por sí mismo por ninguna de sus acciones, ya que el amor de padre o madre es eterno y perfecto. La proyección externa de este amor (la percepción del niño), depende únicamente de los estados por lo que la persona pasa a fin de llegar a conocer la Creación en su totalidad, para ganar experiencia y para igualarse al Creador en su mente y en su corazón.

De esto se deduce que aunque podamos hacer la transformación deseada dentro de nosotros mismos, y por consecuencia, sentir la invariable buena actitud del Creador hacia nosotros, de hecho, difícilmente puede ser llamada corrección. Esto es porque tenemos que transitar a través de todos los niveles, los estados extremos, los cambios y las sensaciones, a fin de obtener la experiencia y la habilidad necesarias para sentir el universo en su totalidad de principio a fin.

La corrección sólo significa nuestra actitud hacia cualquier cosa que nos ocurra. Cuando, a pesar de lo que suceda, evaluemos y aceptemos todo lo que pasa como algo absolutamente beneficioso, hará surgir la sensación de felicidad y placer. Esto lleva a una situación en la que la persona descubre que en realidad nada cambia, excepto su actitud hacia el estado constante en el que existe. La persona ha sido creada y ha existido siempre en dicho estado.

De más está decir que el estudio de la Kabbalah ofrece el concepto de la Creación y del lugar que la persona ocupa dentro de ésta, el que naturalmente lo disuade del rezo, lo cual es la parte más importante y el acto central en las prácticas religiosas, todo lo demás está organizado a su alrededor.

En el caso de la sabiduría de la Kabbalah  ésta dirige a la persona de manera natural hacia una reflexión interna y a la transformación, la cual hace que evite los ritos o siga cualquier orden religiosa. Es por ello que todas las religiones se oponen a la Kabbalah.

El Erev Rav Moderno

Vemos en nuestros tiempos muchos hombres sabios y Rabinos, (talmidei  jajamim) que aunque estén muy involucrados en sus estudios, no tienen temor de D-os ni amor a D-os como debieran y no corrigen ninguna midah (Cualidad) de acuerdo a como está escrito en la Torah. 

Y ellos están involucrados en la Torah dia y noche, yendo de un nivel a otro, de la Torah al rezo y del rezo a la Torah, y no obstante, ellos nunca alcanzan un nivel de servicio auténtico y por el mero hecho de tanto estudio, les parece un pecado ligero el despreciar a otros sin darse cuenta que la parte más importante del servir a D-os, es Su deseo que le temamos y seamos humildes. 

Entonces surge la pregunta: De donde viene este problema. Acaso ellos no son eruditos y desean cumplir con el deseo de D-os y su Torah? , Y probablemente ellos estudiaron los castigos de sus acciones y que tan terrible son sus pecados. La respuesta es que estudian el temor a D-os superficialmente y no se encargan de llenar sus almas con libros de musar (etica), ni se encargan de meditar acerca del temor a D-os, ni de corregir su comportamiento, sin el cual no podrían concretar el servicio de el Creador, parecen no poder encontrar el tiempo para estudiar este tan importante aspecto del servicio divino.  

Y los cinco tipos de Erev Rav son: 

1.- Los que crean conflicto y hablan Lashon ha Ra.

2.- Aquellos que persiguen sus deseeos como prostitutas, etc...

3.- Los estafadores que pretenden ser Tzaddikim pero sus corazones no son correctos. 

4.- Los que persiguen el honor y construyen sinagogas para engrandecer sus nombres. 


5.- Los que persiguen la riqueza.

10 de septiembre de 2013

Los Ladrones Santos... Una Historia del Baal Shem Tov

Cuenta una historia del Baal Shem Tov que, en una oportunidad, llegó una joven viuda pidiendo que le ayudara. "Hace poco perdí a mi esposo. Ahora mi pequeño hijo, mi único hijito, está gravemente enfermo. Los médicos han perdido la esperanza de salvarlo. Por favor, le pido que haga algo para salvar a mi hijo."

El Baal Shem Tov, cuyo corazón estaba siempre dispuesto a ayudar, especialmente a los necesitados y oprimidos, la tranquilizó y le pidió que volviera a su casa, a la vez que le aseguraba que su hijo iba a mejorar. Procedió a reunir a diez (un minián) de sus ocultos santos Tzadikim, para rezar por la salud del niño y su inmediata curación.

Pero fue en vano. A pesar de todos los esfuerzos que hicieron por tratar de abrir sus almas y, a su vez correr el cerrojo de las puertas del cielo, tuvieron que aceptar con tristeza que no lo pudieron lograr. El Baal Shem Tov intuyó que el decreto había sido sellado en el cielo y que las oraciones de los Tzadikim no podían hacer revertir la decisión.

Pero, el Baal Shem Tov no era persona que se rindiera fácilmente. Se le ocurrió una idea. Pidió que le prepararan un carro y los caballos para ir al bosque. Le indicó al conductor que se dirigiera a un lugar determinado. El conductor quedó muy sorprendido, ya que era un área que todos evitaban porque era un sitio peligroso, donde acechaban los ladrones.

Llegaron al paraje elegido. El conductor detuvo el carro, el Baal Shem Tov se bajó y, para disgusto del conductor, en pocos minutos se vio rodeado por varios ladrones. Cuando el jefe de la banda de ladrones vio que era el Baal Shem Tov, bajó su arma y asombrado preguntó: "¿qué hace usted aquí, en el medio del bosque?"

El Baal Shem Tov le respondió: "preste atención. Tengo que hablar con usted. Necesito su ayuda." Todos los presentes se preguntaron cuál era la ayuda que el Baal Shem Tov precisaba de unos despreciables ladrones. El Baal Shem Tov siguió explicándole al jefe de la banda: "Necesito que reúna a diez de sus ladrones y me acompañen a rezar por un niño enfermo." El jefe de la banda no terminó de entender el pedido, pero como el que hablaba era el Baal Shem Tov, accedió. Reunió un minián con sus secuaces y se dispusieron a rezar con el Baal Shem Tov.

Milagrosamente el niño se recuperó. Más tarde, los asombrados alumnos le preguntaron al Baal Shem Tov acerca de cómo había sido capaz de lograr más con diez ladrones que lo que había conseguido con diez Tzadikim. "Es muy sencillo, respondió. Al ver que todas las puertas del cielo estaban cerradas con llave, necesitaba a alguien que pudiera ingresar a pesar de ello."

Esto no quiere decir que se absuelva el acto de robar o cualquier otro delito. Nos enseña que, cuando una persona ha cometido una transgresión, no solo tiene el poder de corregir su conducta, sino que sus propios crímenes pueden enseñarle y enseñarnos nuevos caminos para "ingresar por la fuerza" y alcanzar cimas a las que las personas honestas nunca van a llegar.

Y esta es la redención máxima de las malas acciones que pudimos haber cometido en el pasado y también la expresión máxima de la Imagen Divina que hay en cada ser humano: el poder y la capacidad para transformar nuestros pasados. Y utilizar esta recién descubierta sabiduría y los métodos provenientes de fuentes ilícitas para abrir caminos de santidad sin precedente.

9 de septiembre de 2013

El Sabio y el Necio.

"Siete cualidades distinguen al sabio del necio.
a) El sabio nunca toma la palabra delante (antes de) de quien le supera en sabiduría o en edad;
b) nunca interrumpe a su interlocutor;
c) no contesta con precipitación;
d) hace preguntas precisas y contesta como es debido;
e) discute las preguntas en el orden en que han sido formuladas;
f) si no ha aprendido algo, lo reconoce con franqueza;
g) se inclina ante la verdad.
El necio, simplemente hace todo lo contrario que el sabio"
Tratado de Avot.

Discurso Primer día de Rosh HaShana

Discurso de Celebración Primer día de Rosh HaShana 5774.
Bello Monte, Caracas-Venezuela.

Baruj Hashem; Que el Mérito de compartir la Sabiduría de la Dimensión Interna de la Torah, la Kabbalah, traiga la Redención final de Israel.

Baruj Hava. 

Bienvenidos.

No quiero extenderme mucho, porque en la planificación disponemos de unos minutos. Los que me conocen saben que generalmente no escribo lo que voy a decir, pero hoy decidí hacerlo precisamente, por razones de tiempo. 

Acabamos de leer durante nuestras oraciones  varios fragmentos bíblicos, que en apariencia, pareciesen estar desconectados el uno de otro, y del contexto de la festividad que celebramos hoy. 

Dijo una vez el Baal Shem Tov “El amor y temor a D-os son las alas que elevan a las plegarias y las llevan a su destino. Cuando los rezos se dicen sin sentimiento, no van a ningún lado y se quedan aquí, llenando a la sinagoga hasta no dejar lugar para entrar...” En esto girara nuestra intervención de hoy.

En la primera lectura, recordamos  la situación acaecida hace unos 3.700 años entre Abraham y Avimelej, que nos deja sorprendidos por las altas pautas éticas existentes en aquellos días. Y obteniendo un resultado favorable si se lo compara con nuestro "culto mundo" de hoy.

Abraham llego a Gerar, en Filistea, donde reinaba Avimelej,  quien era un rey común y corriente de aquel tiempo. Pero aún así, salta a la vista inmediatamente que fue merecedor de una revelación Divina nocturna y que Providencia Divina especial le fue extendida para librarlo de que pudiera llegar a dañar a Sara. 

Fijense que esta revelación significa que Avimelej estaba cerca de D-os y considerado por El lo suficientemente virtuoso como para estar bajo Su protección. Los siervos de Avimelej también eran hombres de méritos porque cuando los juntó y les narró el mensaje del Creador temblaron de miedo a Él. 

¿Vemos nosotros algo similar en nuestros días? Hombres virtuosos merecedores de un don divino.  

No lo leimos hoy aquí, pero en la continuación de la historia es todavía es mucho más estremecedor el dialogo entre Abraham y Avimelej. 

Este le preguntó a Abraham, "cuando llegaste a nuestro país, ¿qué viste que te hizo mentir respecto a tu esposa, al decir que era tu hermana?” Aquí vemos un tipo de integridad que es el que da como resultado el auto-examen "¿vio algo que no es de fiar entre nosotros?"

¿por qué fue tan difícil para Avimelej entender por qué Abraham al llegar decidió ser cauteloso en relación a su bella esposa? En nuestra propia época ésta es considerada nada más que una conducta sensata. ¿Por qué Avimelej preguntó en estado de shock, "qué viste que te llevó a hacer semejante cosa? ¿Qué conducta indecente encontraste entre nosotros que te condujo a pensar que somos unos depravados?"

La conclusión, fuera de toda duda, y basada en la quinta lectura del dia de hoy, que nos muestra un pacto entre Abraham Avinu y Avimelej, Rey de Gerar, es que los filisteos comunes y corrientes de aquellos días, eran hombres rectos y justos. Por esto Avimelej no podía entender qué había visto Abraham que lo llevó a desconfiar de ellos. Por cierto, este incidente describe correctamente la alta corrección prevaleciente en algunas naciones de la antigüedad, la que contrasta marcadamente con el materialismo y la decadencia moral de nuestro tiempo.

Ahora bien, en cuanto a la respuesta que dio Abraham: "...Porque (me) dije, dado que no hay temor a D-os en este lugar me matarán a causa de mi esposa." 

¿Qué causó que Abraham pensara que no había temor a D-os en Guerar? 

Una cosa muy simple que le preguntaran por Sara antes de indagar si necesitaba comida y bebida. Este comportamiento le dio a Abraham suficiente base para sospechar que eran capaces de asesinarlo para raptar a su esposa. Abraham enseña una sagaz lección sobre la gente: quien mantenga un standard ético elevado pero carezca de temor a D-os es capaz de cualquier cosa.

Y es ese el Secreto que nos otorga la primera lectura del día de hoy…  el principio de Irat Hashem o Irat Hashamaim, El Temor de Hashem o el Temor del Cielo.

El Zohar nos enseña de boca de Rabí Shimon; que los preceptos que el Santo, Bendito sea El, ha dado a Israel se encuentran todos resumidos en la primera palabra de la Torah.

Bereshit “En el comienzo Dios crea”.

Esta escrito: “El temor del Señor es el comienzo de la sabiduría” así como “El temor del Señor es el comienzo del conocimiento”. 

Reshit jojmá Irat Hashem, o sea el principio de la sabiduría es el temor a D-os. El verdadero sabio es aquel que teme a Hashem, no hay sabiduría sin temor al Todopoderoso.

Esto contiene el primero de todos los preceptos, es decir, el temor del Señor, este es el comienzo y la entrada de la fe, y sobre este precepto se haya establecido el mundo. 
Pero es importante saber que hay tres tipos de temor: Dos que no tienen propiamente raíz, mientras el tercero es el temor real.

Hay el hombre que teme al Santo, Bendito Sea, para que sus hijos puedan vivir y no morir, o para que no sea castigado en su cuerpo o en sus posesiones; y se halla, así en temor constante. Evidentemente este no es el temor genuino a Dios. 

Otro hombre teme al Santo, Bendito Sea, porque siente terror del castigo en el otro mundo y de las torturas del Guehinom. Es este un segundo tipo de temor no genuino. 

El tipo genuino es el que hace que un hombre tema a su Amo, porque El es un gobernante poderoso, la roca y el cimiento de todos los mundos, ante el cual todas las cosas existentes nada son, como se ha dicho: “Y todos los habitantes de la tierra son como nada”, y colocan su meta en ese lugar que se llama Yirá (temor).

Aquí ahora casi 4000 años después, esto nos enseña que La falta de consideración hacia el prójimo refleja falta de temor a D-os. 

Quien tiene temor real de su amo guarda respeto por Su obra y por las creaciones vivientes. Un hombre con tal cualidad busca beneficiarlas para cumplir con el deseo del Creador de sustentar y perpetuar al género humano en un ambiente placentero.

Con el temor logramos que cada vez que pensemos, hablemos o actuemos tengamos presente que D-os comparte con nosotros. 

Irat Shamaim, es tener conciencia y entendimiento para detener a la persona a pensar antes de actuar, sabiendo que Hashem lo está acompañando, viendo cada acción y de esta forma, el individuo, no actué instintivamente. Es el medio para frenar la fuerza del deseo de una persona, la persona muy sabia, no necesariamente sabe hacerle frente al instinto. “Sentir que Hashem está siempre frente a mí”, es uno de los pilares de la Tora. De esta forma ser capaces de ir construyendo un camino donde el respeto a los demás y a la creación de D-os , incluyendo a uno mismo, nos haga cada día mejores individuos.

Todo esto está profundamente enlazado con  las siguientes lecturas, El Nacimiento de Itzjak. La exuberante reacción de Sara ante el nacimiento de Itzjak ("D'os ha hecho alegría para mi… pues he dado a luz un hijo..." Génesis 21:6-7) expresa su profunda confianza en D'os.

Las plegarias de Rosh HaShaná expresan nuestra confianza y dependencia en D'os. Al pedirle a D'os que nos juzgue favorablemente, de manera tangible reconocemos que D'os determina el resultado de nuestros esfuerzos.


Recordemos y no perdamos de vista que hoy celebramos el aniversario del sexto día de la creación el cumpleaños de Adam. Acerca de lo que leemos en el Midrash Rabatí: "En Rosh Hashaná fue creado el primer hombre. En la primer hora (del día sexto de la creación, es decir de Rosh Hashaná) D'os decidió crearlo; en la segunda hora se aconsejó con los ángeles; en la tercer hora juntó el polvo de la tierra del cual sería creado; en la cuarta lo mezcló; en la quinta lo convirtió en materia informe; en la sexta le dió forma; en la séptima le insufló el alma; en la octava lo puso en el Gan Edén; en la novena le prohibió comer del fruto del árbol del bien y del mal; en la décima el hombre pecó; en la undécima fue juzgado; y en la duodécima D'os se apiadó de él en el juicio.


Le dijo D'os al hombre: 'Esto es una señal para tus hijos (descendientes): así como has estado delante Mío en el juicio en este día y me apiadé de ti, así también tus hijos estarán delante Mío en el juicio y me apiadaré de ellos'".

Gracias a este Midrash, ahora podemos tomar conciencia del real significado que tiene el día de Rosh Hashaná para el judaísmo. Así como en el día de Rosh Hashaná el primer hombre fue juzgado por sus acciones, asimismo todos nosotros somos juzgados en este día por las acciones - buenas o malas - que hayamos hecho el año que finalizó.

Pero aún hay una parte del Midrash que no se entiende completamente, pues allí Nuestros Sabios dicen que en este primer día de vida del hombre D'os se apiadó de él y en el futuro también se apiadará de su descendencia, y aparentemente esto no es del todo preciso, ya que verdaderamente, aquella vez D'os castigó al hombre y a la mujer expulsándolos del Gan Edén, y así también ocurre con nosotros, que en el día de Rosh Hashaná somos juzgados y D'os decide quién vivirá y quién morirá, quién tendrá buena salud y quién no, quién tendrá buen sustento y quién no. Entonces, ¿cómo el Midrash puede decir que D'os se apiada de nosotros en Rosh Hashaná?! 

Para responder a esta pregunta debemos saber algo importante. En realidad, el Juicio Divino es muy distinto al nuestro. Cuando una corte juzga a algún criminal y lo condena, busca principalmente proteger a la sociedad para que no sea dañada nuevamente. Puede que también esa corte de justicia pretenda que el malviviente cambie para bien como consecuencia del castigo y no vuelva a caer en el delito, pero todos sabemos que muchas veces esto no se consigue.

Sin embargo, el Juicio Divino es esencialmente distinto. Cuando D'os castiga a alguien significa que le está dando la posibilidad de reparar lo que ha dañado, y esa posibilidad de reparación no es parcial, ya que en el mismo castigo está la posibilidad de reparar exactamente lo que se daño mediante ese pecado.
Como explicamos anteriormente, cuando D'os expulsó al hombre y su mujer del Gan Edén, lo hizo para que ellos "trabajen la tierra", y de esa manera es que ellos necesitaban reparar lo que dañaron al pecar. ¿Cómo es que "trabajando la tierra" se puede reparar el pecado de haber comido del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal? Esa idea es muy profunda y no es éste el momento para ahondar en ella, pero lo que sí podemos decir es que lo mismo ocurre con nosotros. (para ver explicacion haz click aqui)

El juicio de Rosh Hashaná está basado en nuestras acciones del año que finalizó pero únicamente en función del futuro. En Rosh Hashaná D'os nos juzga y designa qué función deberemos cumplir el año que comienza para corregir lo errado, y también decide con qué medios y en qué condiciones deberemos cumplir esa función en el mundo. Es por eso que a este día también se lo conoce con el nombre de "el Día del Juicio".

Pero no hay que desalentarse, pues más allá de todo lo explicado, debemos saber que D'os también nos juzga en Rosh Hashaná por las cosas que hacemos en este mismo día. Las plegarias de Rosh Hashaná tienen el poder para ayudarnos a cambiar pensamientos y conductas, y todo eso ayudará a revertir el veredicto del juicio. En los rezos de este sagrado día podemos y debemos pedir por nosotros, por nuestras familias y seres queridos, y por todo el pueblo de Israel.

Cambiar de pensamientos, de conducta se traduce como nacer de nuevo, y es este el siguiente secreto de las lecturas de hoy.

¿Por qué la Torah llama a los Judíos, Hijos de Israel? ¿Cómo para recordarnos que tenemos un padre y una madre? Si es importante, porque significa que nuestra vocación es la de engendrar. ¿Engendrar qué?  ¿Dar a Luz qué? El niño que hay que dar a luz esta dentro de cada uno de nosotros.

Sin entrar en complicación sobre disertaciones de ese  “niño interno” voy a tratar de decirlo simple, de acuerdo a las enseñanzas de los Sabios; de ese niño interno tenemos que reaprender las tres cosas, que hemos olvidado:

La primera es, como el niño estar siempre contentos sin tener una razón en especial.
La Segunda es, estar ocupado en algo todo el tiempo, no perdiéndolo.
La tercera es, aprender a exigir con fuerza las cosas que requiere hasta obtenerlas.

Ahora temerosos del Eterno, comprensivos, con gran empatía siendo capaces de ponernos en el lugar de los Otros, no juzgándolos, Felices hijos de la promesa, quiera el Eterno,  sea voluntad escuchar las plegarias de todo el pueblo de Israel en el día de Rosh Hashana, para que seamos todos juntos inscritos en el "Libro de las Vidas Buenas".

Amén.

3 de septiembre de 2013

Rosh Hashana

¿Qué es Rosh Hashaná?
En el día de Rosh Hashaná comienza un nuevo año - acorde con la opinión de Rabí Eliézer (Talmud Rosh Hashaná pags. 10-11). Al comienzo del libro de Génesis, la Torá nos cuenta cómo D'os creó al mundo en seis días y el séptimo día "descansó", y también nos es relatado allí que el hombre fue creado al final del sexto día de la creación.
Puesto que D'os creó al mundo únicamente en función del hombre, no quiso crearlo a él sin haber creado antes todo lo que el hombre necesitaba para desarrollarse y desenvolverse en ese mundo. Es por eso que no sólo D'os creó al hombre en el último día, sino que lo creó al final del último día, pues en este día también creó otras cosas, además del hombre.

Por lo tanto al decir que estamos festejando Rosh Hashaná del año 5774, no nos estamos refiriendo a que esa es la edad del universo, sino que estamos diciendo que hace 5774 años el hombre fue creado al finalizar la creación del universo, el lo que fue el primer Rosh Hashaná de la historia.
Pero esto que hemos explicado, aún no explica realmente la particularidad de esta fecha tan importante y tan sentida incluso entre los judíos más alejados de su tradición. Para entender lo que Rosh Hashaná verdaderamente significa, primero deberemos hacer un poco de memoria.

Una Vieja Historia.

Todos nosotros escuchamos alguna vez la historia de Adam y Javá (Adán y Eva) en el Gan Edén (el Jardín del Edén, o como se lo conoce comúnmente: el Paraíso); ésta realmente es una de las historias más conocidas de toda la Biblia. Pues bien, después de que D'os creó al hombre y a la mujer, Él los puso en el Gan Edén. Allí ellos estaban rodeados de muchas especies de árboles frutales, y D'os les había dado permiso para comer del árbol que quisieran, sin ninguna limitación. Solamente de un árbol tenían prohibido comer: del árbol del conocimiento del bien y del mal. 

Después de esto, vemos que entre la mujer y la serpiente comenzó un interesante diálogo, en el que finalmente la serpiente terminó convenciendo a la mujer de que coma del fruto prohibido. Ella tomó un fruto del árbol del conocimiento, y después de comerlo, también le dió al hombre para que coma de él. Cuando D'os vió que el hombre y la mujer transgredieron Su prohibición, la Torá nos dice que Él los echó a ellos del Gan Edén, para trabajar la tierra.

¿Cuándo fue que este conocido relato tuvo lugar? ¿Cuánto tiempo había transcurrido desde que D'os los ubicó en el Gan Edén y les prohibió comer de aquel árbol, hasta que ellos pecaron? A pesar de que la Torá no nos revela ningún detalle del momento en el cual todo esto ocurrió, en el Midrash, Nuestros Sabios nos enseñan que todo este relato tuvo lugar en el primer día de la creación del hombre.

El Primer Día de Vida

Dice el Midrash Pesiktá Rabatí:

"En Rosh Hashaná fue creado el primer hombre. En la primer hora (del día sexto de la creación, es decir de Rosh Hashaná) D'os decidió crearlo; en la segunda hora se aconsejó con los ángeles; en la tercer hora juntó el polvo de la tierra del cual sería creado; en la cuarta lo mezcló; en la quinta lo convirtió en materia informe; en la sexta le dió forma; en la séptima le insufló el alma; en la octava lo puso en el Gan Edén; en la novena le prohibió comer del fruto del árbol del bien y del mal; en la décima el hombre pecó; en la undécima fue juzgado; y en la duodécima D'os se apiadó de él en el juicio.

Le dijo D'os al hombre: 'Esto es una señal para tus hijos (descendientes): así como has estado delante Mío en el juicio en este día y me apiadé de ti, así también tus hijos estarán delante Mío en el juicio y me apiadaré de ellos'".

Gracias a este Midrash, ahora podemos tomar conciencia del real significado que tiene el día de Rosh Hashaná para el judaísmo. Así como en el día de Rosh Hashaná el primer hombre fue juzgado por sus acciones, asimismo todos nosotros somos juzgados en este día por las acciones - buenas o malas - que hayamos hecho el año que finalizó.

Pero aún hay una parte del Midrash que no se entiende completamente, pues allí Nuestros Sabios dicen que en este primer día de vida del hombre D'os se apiadó de él y en el futuro también se apiadará de su descendencia, y aparentemente esto no es del todo preciso, ya que verdaderamente, aquella vez D'os castigó al hombre y a la mujer expulsándolos del Gan Edén, y así también ocurre con nosotros, que en el día de Rosh Hashaná somos juzgados y D'os decide quién vivirá y quién morirá, quién tendrá buena salud y quién no, quién tendrá buen sustento y quién no. Entonces, ¿cómo el Midrash puede decir que D'os se apiada de nosotros en Rosh Hashaná?! 

Un Juicio Distinto

Para responder a esta pregunta debemos saber algo importante. En realidad, el Juicio Divino es muy distinto al nuestro. Cuando una corte juzga a algún criminal y lo condena, busca principalmente proteger a la sociedad para que no sea dañada nuevamente. Puede que también esa corte de justicia pretenda que el malviviente cambie para bien como consecuencia del castigo y no vuelva a caer en el delito, pero todos sabemos que muchas veces esto no se consigue.

Sin embargo, el Juicio Divino es esencialmente distinto. Cuando D'os castiga a alguien significa que le está dando la posibilidad de reparar lo que ha dañado, y esa posibilidad de reparación no es parcial, ya que en el mismo castigo está la posibilidad de reparar exactamente lo que se daño mediante ese pecado.

Como explicamos anteriormente, cuando D'os expulsó al hombre y su mujer del Gan Edén, lo hizo para que ellos "trabajen la tierra", y de esa manera es que ellos necesitaban reparar lo que dañaron al pecar. ¿Cómo es que "trabajando la tierra" se puede reparar el pecado de haber comido del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal? Esa idea es muy profunda y no es éste el momento para ahondar en ella, pero lo que sí podemos decir es que lo mismo ocurre con nosotros.

El juicio de Rosh Hashaná está basado en nuestras acciones del año que finalizó pero únicamente en función del futuro. En Rosh Hashaná D'os nos juzga y designa qué función deberemos cumplir el año que comienza para corregir lo errado, y también decide con qué medios y en qué condiciones deberemos cumplir esa función en el mundo. Es por eso que a este día también se lo conoce con el nombre de "el Día del Juicio".

Pero no hay que desalentarse, pues más allá de todo lo explicado, debemos saber que D'os también nos juzga en Rosh Hashaná por las cosas que hacemos en este mismo día. Las plegarias de Rosh Hashaná tienen el poder para ayudarnos a cambiar pensamientos y conductas, y todo eso ayudará a revertir el veredicto del juicio. En los rezos de este sagrado día podemos y debemos pedir por nosotros, por nuestras familias y seres queridos, y por todo el pueblo de Israel.

Es por eso que los dos días de Rosh Hashaná son también considerados como días de Iom Tov (días de fiesta). Por lo tanto, debemos prepararnos antes de Rosh Hashaná cortándonos el cabello en caso de ser necesario, y lavando y preparando nuestras ropas para recibir al día sagrado con alegría, demostrando así que estamos seguros de que Su infinita misericordia se impondrá en nuestro juicio.

Sea la voluntad de D'os escuchar las plegarias de todo el pueblo de Israel en el día de Rosh Hashaná, para que seamos todos juntos inscriptos en el "libro de la vida". Amén.

El Día del Juicio 

En el Talmud Babilónico (Rosh Hashaná 16a) la Mishná nos 
enseña:

"En Rosh Hashaná todas las criaturas pasan delante de Él como miembros de un rebaño…".

De aquí aprendemos que el día de Rosh Hashaná no es simplemente el comienzo del año sino que también es un día en el cual D'os juzga al mundo, y es por eso que a este día se lo llama también: Iom Hadin - El Día del Juicio. Esto también está representado en el cielo, ya que el signo zodiacal del mes de Tishrí es el signo de Libra, que es una balanza con dos platos donde en uno D'os coloca los méritos de la persona - sus mitzvot y buenas acciones - y en el otro sus pecados y transgresiones. (Nótese que Rosh Hashaná siempre cae en los meses septiembre-octubre).

La pregunta que podemos formular es: ¿Por qué D'os decidió juzgar al mundo precisamente en Rosh Hashaná y no en cualquier otro día o momento del año?

En nuestro texto "¿Qué es Rosh Hashaná?" hemos explicado que, acorde a una opinión del Talmud, nosotros somos juzgados en Rosh Hashaná porque también Adam, el primer hombre, fue juzgado en Rosh Hashaná. Sin embargo, acorde con la otra opinión citada en el Talmud, que sostiene que el mundo no fue creado en el mes de Tishrí, todavía debemos explicar por qué D'os eligió precisamente este día para juzgar a las personas. 

La Misericordia en el Juicio 

Como todos sabemos, algunos días después de haber recibido la Torá en el monte Sinai, el pueblo de Israel, al pensar que Moshé había muerto en la montaña, construyó un becerro de oro. Entonces, Moshé Rabenu descendió con las tablas de piedra que contenían los Diez Mandamientos y las rompió a ojos del pueblo. En ese momento D'os quiso destruir al pueblo, y al ver esto, Moshé se abocó a rezar para que D'os los perdone. Finalmente, después de muchos días de rezos y súplicas, D'os perdonó al pueblo de Israel por el pecado del becerro de oro, en lo que fue el primer Iom Kipur de la historia, y ese día fue consagrado para todas las generaciones como un día de perdón para el pueblo de Israel.

El Rav Rabenu Nisim (España, 1308 - 1376) nos explica que de acuerdo con la opinión que sostiene que el mundo no fue creado en Tishrí, la razón por la cual D'os dispuso que precisamente en este día seamos juzgados, es porque D'os quiso que el pueblo de Israel tenga méritos en el juicio, y por eso decidió juzgarlos precisamente en una época que fue consagrada al perdón y la expiación.

Es por eso que D'os decretó que el hombre sea juzgado en Rosh Hashaná. En Rosh Hashaná los justos son inscriptos y sellados inmediatamente para la vida. Pero los intermedios - quienes poseen mitzvot pero también transgresiones - no son sellados en Rosh Hashaná, sino que su veredicto queda pendiente hasta Iom Kipur, que es un día de perdón y expiación. Y por eso es que la Torá les dió a los hijos de Israel un tiempo para que revisen sus acciones y hagan teshuvá antes de Iom Kipur: los diez días entre Rosh Hashaná y el día de Iom Kipur.

Cómo Hacer Para Ser Meritorios en el Juicio

Los Sabios en el Talmud nos enseñan que la persona siempre debe verse a sí mismo como si él fuera medio culpable y medio meritorio, como si su balanza estuviera equilibrada justo en el medio. Si hace una mitzvá, feliz es él!, pues inclinó la balanza para el lado del mérito; mas si transgrede una prohibición, pobre de él!, pues inclinó la balanza para el lado de la culpabilidad (Kidushín 40b).

Pero si nos quedamos sin hacer nada - ni una mitzvá ni una transgresión - esa pasividad no nos ayudará en el día del juicio ya que todavía no inclinamos la balanza hacia el lado de los méritos, y aún más, puede ser que esa pasividad sea considerada como indiferencia, y nos sea agregado un pecado más del lado opuesto, inclinando nuestra balanza hacia el lado de las transgresiones.

Entonces, ¿qué debemos hacer?

Debemos hacer teshuvá, es decir, arrepentirnos de nuestras malas acciones.

Hay tres componentes fundamentales dentro del proceso del arrepentimiento: primero se debe abandonar el pecado, luego la persona debe arrepentirse, y por último, él debe confesar sus culpas delante de D'os.

¿Qué significa "abandonar el pecado"? Que el pecador decida no cometer ese pecado nuevamente y que remueva totalmente el pecado de sus pensamientos.

¿Qué significa "arrepentirse"? Que entienda con todo su corazón que abandonar a D'os es amargo y malo para él; que el transgredir la voluntad de D'os conllevará un castigo, y por eso debe arrepentirse de lo que hizo.

¿Qué significa "confesarse"? Que admita verbalmente delante de D'os (no de otra persona) todo lo que ha hecho, diciendo: "Yo he pecado delante de Ti haciendo tal y tal cosa, pero yo me arrepiento de todo lo que hice; estoy avergonzado de ello, y nunca más haré esto nuevamente".

Sin embargo, arrepentirse solamente "delante de D'os" no alcanza. Nos ha sido enseñado que el arrepentimiento delante de D'os sólo es eficaz respecto de los pecados entre el hombre y D'os, ya que las faltas entre el hombre y su prójimo - como robar o hablar mal del otro causándole daño, etc. - no serán perdonadas por D'os hasta que uno no repare el daño que le causó a su prójimo, y también le pida perdón.

Por otro lado, a pesar de que es verdad que no alcanza con reparar la falta, sino que también es obligación pedirle perdón al prójimo, la persona a la cual le están pidiendo su perdón tiene prohibido endurecer su corazón y rechazar una reconciliación con la persona que le ha hecho algo. Debemos intentar perdonar rápidamente al otro, a la vez que también debemos tardar mucho en enojarnos. Además, cuando se nos pide perdón debemos perdonar de todo corazón, incluso si la otra persona nos ha causado mucha angustia, ya que no debemos ser vengativos ni guardar rencor.

Y si nosotros no seremos vengativos con nuestro prójimo o nuestros familiares, ni les guardaremos rencor, sino que les perdonaremos con todo nuestro corazón aunque ellos no se lo merezcan, entonces D'os, que siempre juzga a la personas midá kenégued midá - es decir, recompensando o castigando de manera similar a la buena acción o a la falta - como recompensa por esa buena acción de nuestra parte, también nos perdonará aunque nosotros no lo merezcamos. Amén. 

Que seamos inscriptos para la vida, nosotros y todo Israel!!! 
El Tashlij

Una de las particularidades del día de Rosh Hashaná es el rezo especial llamado el Tashlij, que es recitado después del rezo de la Minjá (de la tarde) del primer día de Rosh Hashaná.

En hebreo, la palabra tashlij significa "arroja", y a esta plegaria se la conoce con este nombre pues ella está basada en las palabras del profeta que dice:

"¿Quién es un D'os como Tú, que perdonas la iniquidad y dejas pasar las transgresiones del remanente de Su heredad?  No retiene para siempre Su enojo, pues Él desea la benevolencia!  Él nuevamente será misericordioso con nosotros; Él suprimirá nuestras iniquidades y arroja a las profundidades del mar todos sus pecados.  Le otorgas la verdad a Iaacov y la benevolencia a Abraham, así como le has jurado a nuestros antepasados en tiempos pretéritos" (Mijá -Miqueas- 7:18-20). 

A la Orilla del Río

En principio, esta plegaria debe ser dicha a la orilla de un río, y varios motivos han sido escritos para explicar esta costumbre:

Mediante el tashlij nosotros deseamos recordar el mérito de la akedá (atadura) de Itzjak, pues el Midrash Tanjumá (parashat Vaierá) nos enseña que cuando Abraham estaba en camino hacia el monte Moriá para atar allí a su hijo Itzjak - como se lo había ordenado D'os - el "Satán" se convirtió en un río para impedirle seguir su trayectoria, sin embargo Abraham siguió hacia adelante introduciéndose en el río, y cuando el agua le llegó al cuello, dijo: "D'os!  Sálvame!".

Otra razón por la cual se acostumbra recitar el tashlij a la orilla de un río, es porque en Rosh Hashaná nosotros lo coronamos a D'os como Rey sobre nosotros, y generalmente en la antigüedad, en la ceremonia de coronación de los reyes, éste era ungido a la orilla de un río como señal de que su reinado tendrá larga continuidad.

Otra explicación es que esto es en recuerdo del versículo del libro del profeta Shemuel que dice: "Y se reunieron en Mitzpá, y extrajeron agua y la derramaron delante de D'os, y ayunaron ese día y dijeron allí: Hemos pecado ante D'os; y juzgó Shemuel a los hijos de Israel en Mitzpá" (Shemuel I -I Samuel- 7:6).  El sabio Ionatán Ben Uziel (s. I) en su traducción al arameo interpretó las palabras: "y extrajeron agua y la derramaron delante de D'os" de la siguiente manera: "y derramaron como el agua su corazón en arrepentimiento delante de D'os", y explicó el comentarista Rashí (Rabí Shelomó Itzjaki, 1040 - 1105) que eso fue un actitud de sumisión, como queriendo decir que ellos están delante de D'os así como el agua derramada, que no es absolutamente nada.   

Algunas Costumbres

Después del rezo de la minjá (por la tarde) del primer día de Rosh Hashaná, se debe recitar la plegaria llamada el tashlij, como figura en los distintos majzorim (libros de oraciones para Rosh Hashaná).    

Si el primer día de Rosh Hashaná cae un sábado, existen diferentes opiniones respecto de si el tashlij debe ser recitado el primer día o el segundo día de Rosh Hashaná, por consiguiente cada persona debe comportarse de acuerdo a la costumbre que sigan en su comunidad.  

A pesar de que debemos tratar de recitar el tashlij a la orilla de un río, si vivimos en una ciudad que no está situada a la orilla de un río o la ciudad es muy grande y vivimos muy lejos del río, el tashlij puede ser recitado al lado de un pozo de agua o simplemente al lado de una canilla o grifo de agua, pues realmente lo más importante es la plegaria en sí, y el agua solamente es un simbolismo.

Al recitar el versículo que dice: "y arroja a las profundidades del mar todos sus pecados", es costumbre sacudir los extremos de nuestras ropas, en señal de que debemos sacudirnos de los pecados que solemos cometer, revisando nuestras acciones desde este día en adelante. 

Los Simanim de Rosh Hashaná

En la noche de Rosh Hashaná, al comienzo de la seudá (comida festiva), acostumbramos comer ciertos alimentos que se caracterizan por tener un simbolismo especial. Es por eso que la costumbre es que antes de comerlos, recitamos una corta plegaria que alude al simbolismo de cada uno de ellos.

El Orden de la Noche de Rosh Hashaná

Después de regresar de la sinagoga, en primer lugar debemos recitar el kidush sobre un vaso o una copa de vino, así como hacemos en shabat y las otras fiestas, y de esta forma, santificamos el día de fiesta. Luego, debemos hacer la netilat iadáim (lavado de manos).

Antes de hacer la netilat iadáim para la comida, debemos verificar que ningún cuerpo extraño esté adherido a las manos y si llevamos algún anillo deberemos quitárnoslo hasta después de la netilá. Luego se toma un recipiente entero, que contenga por lo menos 86 cc. de agua y se vierte el agua sobre la mano derecha y luego sobre la izquierda. Es bueno verter agua tres veces seguidas en cada mano (no alternadamente) y también utilizar mucha agua. Además, cada vez que se vierte agua sobre cada mano, debemos hacerlo sobre toda la mano para que el agua llegue hasta la muñeca.

Después del lavado, se levantan las manos y se dice la siguiente bendición: "Baruj Atá Adonai, Elohénu, Mélej haolam, asher kideshanu bemitsvotav vetsivanu al netilat iadáim", o en español: "Bendito eres Tu Adonai, D'os nuestro, Rey del universo, Quien nos santificó mediante Sus preceptos y nos ordenó sobre el lavado de manos".

Posteriormente, se deben secar bien las manos para que estén totalmente secas al decir la bendición del pan, pero debemos cuidarnos de no empezar a secarnos las manos antes de haber finalizado la bendición. Entre la netilat iadáim y la bendición por el pan no se debe hacer interrupción alguna.

Luego tomamos dos panes enteros y recitamos la siguiente bendición: "Baruj Atá Adonai, Elohénu, Mélej haolam, hamotzí lejem min haaretz", o en español: "Bendito eres Tu Adonai, D'os nuestro, Rey del universo, que sacas el pan de la tierra". Después de finalizar la bendición cortamos el pan y además de sumergir el pan en sal como hacemos durante todo el año, la costumbre es sumergirlo también en miel (o en azúcar), ya que la miel simboliza el deseo de tener un año dulce.

Muchas personas acostumbran preparar para esta ocasión jalot (panes) redondas, para simbolizar así el ciclo de la vida.

El Orden de los Simanim

Luego de haber comido el pan y antes de comenzar con la comida en sí, se acostumbran comer los simanim (símbolos) de Rosh Hashaná. Los simanim son distintos alimentos que acostumbramos comer en Rosh Hashaná después de recitar una breve plegaria a D'os que tiene alguna relación con el nombre de aquella especie o con su forma, como aparece en los distintos majzorim (libros de oraciones para Rosh Hashaná). 

Rabí Iaacov Jaim Sofer (1870 - 1939) en su libro "Kaf Hajaim" nos enseña cuál es "el orden correcto para pedir misericordia en esta noche de acuerdo a la halajá (ley) y también de acuerdo a la kabalá".

Antes que nada, debemos recitar la bendición "boré perí haetz" ("Que crea el fruto del árbol") sobre los temarim (dátiles) como una buena señal - ya que ellos son dulces, y también porque el dátil es una de las siete especies mediante las cuales la tierra de Israel fue bendecida. En el momento de bendecir debemos pensar en incluir dentro de esta bendición a todos los frutos de los árboles que se encuentran sobre la mesa.

1. Luego, después de comer un poco de dátil se debe tomar un pedazo de silká (según una opinión: betabel, betarraga, remolacha; y según otra: espinaca), que simboliza el deseo de que se alejen de nosotros nuestros adversarios, y antes de comerlo se debe recitar la plegaria que a parece en los majzorim.

2. Después de comer el silká, tomamos un trozo de cartí (porro, puerro), que simboliza el deseo de que nuestros enemigos sean destruidos, recitando también la plegaria correspondiente, y comiendo un poco de él.

3. A continuación, tomamos nuevamente un tamar (dátil), que simboliza el deseo de que nuestros enemigos sean exterminados.

4. Luego, se toma un trozo de kará (zapallo, calabaza), que simboliza el deseo de que se anulen los malos decretos y que nuestros méritos sean proclamados ante D'os.

5. Después, se toma un pedazo de rubia (chauchas, judías), que simboliza nuestro anhelo de que nuestros méritos se acrecienten.

6. A continuación, se toma un trozo de rimón (granada), que simboliza nuestro deseo de estar llenos de mitzvot como los granos de una granada.

7. Luego, se toma un trozo de carne de la cabeza de un cordero, que simboliza el deseo de que siempre seamos la cabeza y no la cola.

8. Y por ultimo, tomamos un pedazo de tapúaj (manzana dulce) la cual sumergimos en miel para simbolizar nuestro deseo de tener un año dulce. 

Algunas Reglas Generales

Además de estás especies hay quienes acostumbran traer a la mesa otras especies más en señal de bendición como está especificado en los distintos majzorim.

Si es dificultoso conseguir alguna de estas especies, ellas pueden ser reemplazadas por otras especies cuyos nombres tengan la misma connotación en la lengua hablada en aquel lugar. Por ejemplo: la raíz de la palabra rubia (chauchas, judías), en arameo, tiene la connotación de "aumentar, incrementar", y por eso en muchas comunidades ashkenazitas en lugar de comer esta especie acostumbraron comer zanahorias, porque su nombre en idish es "meirn", que también puede significar "incrementar, aumentar".

Hay quienes acostumbran comer los simanim en la primer noche de Rosh Hashaná solamente, mientras que otros también comen los simanim en la segunda noche. Además, hay quienes comen los simanim también en la comida del día de Rosh Hashaná.

Si hay alguien que no puede comer alguna de estas especies o simplemente no le gusta, de todas maneras es bueno que la coloque sobre la mesa y recite la plegaria que se acostumbra decir por ella.

Al finalizar con el orden de los simaním se continúa comiendo la comida festiva, acompañándola con alegría, cantos y palabras de Torá.

Sea la voluntad de D'os escuchar las plegarias de todo el pueblo de Israel en el día de Rosh Hashaná, para que seamos todos juntos inscriptos en el "libro de la vida". Amén. 

2 de septiembre de 2013

La Verdadera Bondad


No me canso de decirle a las personas, a mis amigos y estudiantes, que uno de los propósitos de estudiar la Sabiduría Interior de Torah, la Kabbalah, es la transformación del Egoísmo en Altruismo.

Pues el hombre, al transformar sus muy desarrollados deseos egoístas, puede llegar a ser igual al Creador. 

El alma de un hombre es una parte del Creador, quien nace con una envoltura de egoísmo y sin poder  percibir ni al Creador ni lo espiritual. El egoísmo penetra sus órganos sensoriales que poseen cualidades opuestas a la espiritualidad. 

Cuando el hombre transforma su egoísmo en altruismo removiendo su cubierta de egoísmo, empieza a percibir la esencia de la Creación en tal forma que nada lo separa del Creador. 



Nuestra tarea es remover, con la ayuda de la Torah, todos los obstáculos entre el alma y el Creador. De todos los estudios de la Torah, la Kabbalah es el más eficaz, porque infiere en el hombre un rayo de Luz de la más alta intensidad mientras la estudia.

El egoísmo manifestado como mal, indirectamente como indiferencia o desapercibido en la ingenuidad de las buenas intenciones, parece más "natural" y "espontáneo" siendo que induce a los hombres a actuar de acuerdo "a lo que sientan". 

El Sabio Altruista, en cambio, debe pensar en la consecuencia de sus actos. En ese contexto de la Kabbalah no es "natural" ni "espontáneo" pues cada acto que el hombre realiza debe ser el resultado de un proceso de evaluación de la realidad para prever la consecuencia que nuestros actos van a generar.

El propósito de la Creación es que superemos el mal, la indiferencia y la ingenuidad, lo que nos separa de nuestro semejante y de nuestra máxima identidad y Ser. La finalidad del mundo la aprehendemos cuando nos descubrimos como parte de una y única realidad con un objetivo común: el bien de todos. Entonces se revela el objetivo, La Armonía Universal.

He escuchado a muchos decir: 

"Yo siempre doy, y nadie me da nada"  

Pero esto no es mas que un terrible egoísmo  pues me hace creer que soy verdaderamente bondadoso, cuando en realidad mi supuesta bondad solo esta ocultando mi verdadero deseo de recibir para mi mismo, la verdadera bondad se realiza por el simple hecho de ser bondadoso, no para obtener algo a cambio.

Podríamos preguntarnos ¿por qué escribo la palabra "terrible"? porque sencillamente quien da esperando a cambio, se deprime, se ofusca, y eso es terrible...  Nunca hagas nada esperando recibir algo a cambio pues si eso no llega, te sentirás verdaderamente decepcionado, ama con intensidad, ríe cada vez que puedas, comparte con quien necesita, abraza a tus amigos, llora cuando te haga falta, pide perdón cuando así debas hacerlo, continúa cada vez que caigas y sobre todo da... y siempre que des, que tu mano no espere recompensa... Cuando el dar se convierte en nuestra recompensa, los resultados (incluyendo la reacción de los demás) pierden importancia, y logras el Objetivo: Ser como el Creador.


Esto elo que insinúa la pierna de la letra guimel, que representa el correr del hombre rico, para brindarle bondad al hombre pobre, Dalet, quien agradece al creador.