Desde el retiro. Comparto con ustedes lo siguiente. Rabí Meir decía: cuando los Bene Israel llegaron al Yam suf, las tribus discutían entre ellas. Se dividieron en cuatro grupos; unos querían tirarse al Yam Suf, otros retornar a Mitzraim, los terceros pelear con los mitzrayimim, y los últimos someterse al enemigo. En medio de la discusión, Najshón, ben Aminadav de la tribu de Yehudah, se lanzó primero al mar. Por esto mereció Yehudah el reinado (Sotah 36).
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Rashi y comentarios de la Torah Emet, indican que mereció el reinado porque confió en el Eterno, que no le sucedería nada, ya que por intuición, sabía que el mar se abría. Desde luego, también confió en la instrucción de Moshe.
ResponderEliminarA veces por nuestras propias contrariedades, emociones diversas, recuerdos, nostalgias, temores, o DUDA, no nos atrevemos a lanzarnos al agua, es decir, no tenemos la VALENTÍA, de afrontar una situación, porque no tenemos la FE en HaShem. Obviamente, esto es una antesala de lo que sucederá después con Amalek, después de cruzar el mar de suf.