26 de mayo de 2014

Un problema mas grande que tu situación económica.

Dos cuentos de dinero, oración y desapego...

El Rabino de Kotz.

Un adepto vino a quejarse ante el Rabino de Kotzk, respecto a su situación económica, y el rabino le dijo:

-Reza.

-No sé rezar -exclamó el adepto.

-Si no sabes rezar -dijo el Rabí- Tienes ahora un problema más grave que tu situación económica.

El Jafetz Jaim.

En el siglo pasado, un turista de los Estados Unidos visitó al Jafet Jaim.



Y se quedó asombrado al ver que la casa del rabino consistía sencillamente en una habitación atestada de libros. El único mobiliario lo constituían una mesa y una banqueta.

—Rabino, ¿dónde están tus muebles? —preguntó el turista.

—¿Dónde están los tuyos? — replicó el jafetz.

—¿Los míos? Pero si yo sólo soy un visitante... Estoy aquí de paso... —dijo el americano.

—Lo mismo que yo—dijo el rabino.

1 comentario:

  1. A veces, pensamos que todas nuestras angustias en nuestro entorno se debe al dólar, la situación país, los políticos, el presidente, la mafia, los malos...Sin embargo, el problema radica que todos estos elementos distractores, son los que dominan nuestros pensamientos y nuestra situación en la que vivimos, porque decretamos y nos predisponemos, a que todos nuestros problemas son gracias a ellos, y no nos damos cuenta que el problema somos nosotros al no vernos involucrados, como parte de la solución.
    Ciertamente, es un problema de autoestima y sobretodo de FE, porque no confiamos en la Supervisión Divina y no oramos al Eterno, para que nos ayude a cambiar nuestra visión de las cosas y mejorar nuestro entorno.
    Solamente nuestro entorno mejora, si nosotros cambiamos nuestra visión de las cosas. El constante estudio de la Torah y el buscar la manera de cumplir los preceptos, nos hacen olvidarnos de los "enemigos" externos a nuestra individualidad, que en realidad son una ilusión para que nuestra Inclinación al Mal, nos lleve a darle Idolatría a estos elementos.
    Marquemos la diferencia y seamos agradecidos porque respiramos y vivimos.

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