25 de octubre de 2014

Pico y pala



Querida Remo, tenemos la obligación de recitar el Shema dos veces al día, en las mismas estrofas leemos en que momento lo hacemos “al acostarte y al levantarte”. Dos veces al día…

Casi siempre les hago mención a mis estudiantes que cuando lean, lo hagan atentamente, para darnos cuenta de los detalles... En la primera estrofa del Shema dice algo así como: “Amaras al Eterno tu D-os, con toda tu Alma (Nefesh), con todas tus fuerzas y con todo tu corazón...”  una pregunta que podría ser inmediata es:

¿Por qué dice “con todo tu corazón”?

Pues cuando se me habla de un “todo”, es porque hay “partes”. Pero ¿Acaso el corazón del hombre tiene partes? Bueno la medicina dice que sí, pero la Biblia no habla de eso, se refiere a las inclinaciones del corazón del hombre… hay dos “tu”, el exitoso y el que echa por tierra tu éxito (oponente) son luchadores en un ring… son dos partes esenciales, que debes “unificarlas en tu corazón” para ponerlas juntas al Servicio del creador. Eso es un trabajo arduo de “pico y pala”, pero es precisamente a lo que vinimos, pero casi siempre nos damos tortazos en el proceso. Por eso estudiamos en grupos, por eso siempre debemos tener al lado un “Javer” un compañero que nos apoye y nos sirva de bastón (o de remo) para apoyarnos mutuamente en el proceso.

Hay veces que la inclinación negativa nos golpea… Pero el mal es un bien que no entendemos, y por eso siempre debemos estar "felices"

Siempre (internamente) fui muy duro con mi Maestro, no lo entendí a cabalidad, hasta que no tuve estudiantes. Cada vez que hacia Lashón hará de él, algo extremadamente gravísimo, siempre terminaba sentado en las sillas de hierro de la terraza del hotel donde nos reuníamos, pidiendo perdón… (Estimado Rav, si lee esto: Ríase…) el origen del Lashón Hará hacia él, obviamente no estaba en él, era parte de una incongruencia, porque a pesar de amarlo profundamente “no le perdonaba que fuera humano” imagínense eso…  allí estaba el origen de mi error.

Siempre, cuando leemos el Tanaj (Biblia) nos encontramos con personajes y sucesos muchas veces “maravillosos”… Pero algo, si hace el texto: muestra las bondades y los meritos de ellos, y no nos oculta sus debilidades.  La Biblia humaniza a sus héroes y heroínas en lugar de “idealizarlos-divinizarlos”. Los asume con sus virtudes y sus fallas en su plena dimensión humana.

David, por ejemplo, debió ser un gran dirigente y líder, siempre digo esto, porque si no, no cantaríamos “David Melej Jai, David Melej Jai” ¡David Rey vive!... Todavía lo recordamos 3000 después… Y decimos que Vive… y anhelamos que su linaje se restablezca… pero en la Biblia se nos cuenta que no manejo bien el asunto con Batsheva, y luego tampoco lo hizo con respecto al tema de Abshalom su hijo.

Existe una dualidad, hay dos… El peligro de Idealizar a una persona es que le conferimos  una categoría de cuasi perfección, en donde no reconocemos defectos , y no tomamos en cuenta su parte humana, es decir su imperfección, las características indeseables son negadas, solo privilegiamos las cualidades y virtudes que a nuestro entender son sublimes, y es así como construimos muchas veces  relaciones, en función de nuestra necesidad, poniéndose en juego la idealización que hacemos del otro, y cuando aparece  y vemos en el otro su humanidad, su imperfección, muchas veces nos decepcionamos,  nos enojamos, nos sentimos defraudados, y perdemos… Este no es tu caso querida Remo…

Siempre debemos cuidarnos, eso es muy cierto... 

Pero para todos los demás estaría bueno poder pensar que no existen personas “ideales sino idealizadas”.

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