29 de febrero de 2016

Partícula del pecado del becerro de Oro.


¡Shalom! Uriel Romano.

Hace unos minutos vi su tuit, del 25 de febrero: 

"No hay generación que no contenga al menos una partícula del pecado del becerro de oro" (Talmud Ierushalmi, Tanit 4:5). Interprétamelo.

Ese "interprétamelo" lo entiendo como una invitación.

Una interpretación que puedo ofrecer, proviene del estudio de las mismas mismas palabras:
 חטא העגל

Becerro de Oro. 

La palabra hebrea  עגל eguel, “becerro”, también significa “redondo”. En el sentido que comparte la raíz גל onda, ola... o "Gilgul, Galgal" גלגל, en fin... da la idea de algo que es periódico y en movimiento circular. 

Aquí es donde viene la interpretación: La redondez es puede ser positiva o negativa. 

La redondez negativa es cuando una persona sigue los ciclos, y vive la vida sin reconocer la Divinidad y la Providencia Divina en el mundo. Por cierto, palabra hebrea para “naturaleza”, טבע, teva, también es circular y significa “anillo”. 

Si una persona está inmersa sólo en los ciclos de la naturaleza, siempre estará dando vueltas y nunca penetrará los confines del círculo, no avanza, es como montarse en un carrusel. Este también puede ser un círculo político negativo, y lo Divino y el camino de la Torah es rectitud.

La redondez positiva es el movimiento continuo espiral que está siempre en ascenso hacia la Divinidad, sobreponerse a las limitaciones del alma animal, elevándose. Porque cuando el hombre es esclavo de sus instintos, está sumido en las limitaciones que él mismo se impone.

Entonces el "Pecado del Becerro de Oro" estaría relacionado con mantenerse preso y dejarse ahogar en "los ciclos" naturales, y no ser capaz de mantener un equilibrio, y ceder a los impulsos instintivos. El pueblo buscó reemplazar a Moshé.

De acuerdo con una interpretación desde la Kabbalah: Aharon en el relato de la Torah representa el nivel emocional del hombre, él fue quien cedió a las presiones del pueblo. Pues el nivel de las emociones al carecer de la presencia de lineamientos claros basados en la compresión superior de los Principios Objetivos que rigen la Creación (representados por Moshé) cede ante las presiones...  

Caemos en la redondez negativa siendo menos proactivos y dejándonos arrastrar por las situaciones del momento o simplemente por sentires momentáneos...

El pecado del "becerro de oro" es la búsqueda de un pseudolider, siendo la imposibilidad o incapacidad de:

  • Tomar conciencia de nuestras emociones.
  • Comprender los sentimientos de los demás.
  • Tolerar las presiones y frustraciones que soportamos en el día a día.
  • Acentuar nuestra capacidad de trabajar en equipo.
  • Adoptar una actitud empática y social que nos brindará mayores posibilidades de desarrollo personal.
  • Participar, deliberar y convivir con todos desde un ambiente armónico y de paz.
No hay generación que no contenga... Entonces la pregunta sería 

¿No tenemos aún en esta generación una partícula del pecado del "Becerro de oro"? 

Pues pienso que sí, cuando somos incapaces de romper las trabas de nuestras propias limitaciones.... 

Esa partícula de becerro de oro, incluso se manifiesta en nosotros, cuando nuestros estudios no conducen hacia acciones concretas. Por eso me gusto mucho la frase que coloco para describir su página: "El estudio conduce a la acción".

Debemos actuar de acuerdo a nuestra verdadera naturaleza y objetivos y no de acuerdo al sentir momentáneo. En esto radica la verdadera libertad.

Muchas gracias por esa invitación...



No hay comentarios:

Publicar un comentario