17 de abril de 2009
Fallecio un Maestro
Texto Tomado casi íntegramente de:
http://www.es-israel.org/2009/04/duro-golpe-para-el-judaismo-y-hasbara-por-fallecimiento-del-rabino-zukerwar/comment-page-1/
Ayer hemos terminado las fiestas de Pesaj de una forma muy dura, al enterarnos del fallecimiento repentino del Rabino Jaim Zukerwar, una de las personas que más hizo por el judaísmo en general; y la Hasbará en especial en el mundo hispano en los últimos años.
Con varios libros editados de judaísmo, música original y miles de conferencias, es sin duda una perdida irreparable.
Sus viajes a varios países hispanos para diseminar judaísmo y hasbará, y su carácter ameno y amigable dejaron una marca imborrable en todos aquellos que fuimos agraciados de conocerlo.
Son miles las personas que han disfrutado de sus charlas y se han acercado al judaísmo, son miles los que han encontrado claridad de pensamiento sobre la posición del Estado de Israel, y del judío hoy; sobre Judaísmo y sobre las cualidades humanas que transmitieron nuestros sabios durante todas las generaciones.
Su increíble capacidad de dialéctica junto a su interminable conocimiento de Torá y Cabalá, fueron un manantial del cual hemos disfrutado todos los que lo hemos conocido.
Nosotros en El Reloj estamos sorprendidos y golpeados por su muy temprana partida, queremos recordar su obra de forma clara que es su herencia que dejarán encaminados a su esposa y sus ocho hijos.
Hemos tomado aquí las frases elegidas por él que se pueden encontrar en su fundación y sitio Halel.org que transmiten claramente su postura ante la vida:
“Aquél que salva una vida, es como si salvase el mundo entero” (Talmud Babli)
“Guárdate y protege con cuidado tu vida” (Devarim 4:9)
“Y convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en hoses. Ninguna nación levantará espada contra otra nación, ni aprenderán más para la guerra” (Isaías 2:4)
“Quién es sabio? El que aprende de todos los hombres…” (Avót 4:1)
“Hilel decía: lo que detestas para ti no lo hagas a tu compañero. Esta es toda la Tora, lo demás es comentario” (Talmúd Babli, Shabat 31)
“Vivir con la verdad es una carga pesada, por consiguiente, son pocos quienes la sostienen” (Meirí Mishlei 3:18)
“La muerte y la vida están en la lengua” (Proverbios 18:21)
“La palabra crea o destruye. Por eso es necesario pensar varias veces lo que vamos a decir, ya que criticar y destruir es muy sencillo. Pero construir con cada palabra exige activar lo mejor de nosotros mismos.”
“Cada palabra que articulamos imprime una dirección tanto hacia nuestro interior como hacia nuestro entorno. El hombre se autoimpresiona e impresiona a través de sus palabras, ya que éstas exteriorizan y refuerzan su actitud interior”.
“En el judaísmo no hay fragmentación de la realidad, hay causas y efectos que se desencadenan de la Causa Primera. Dichas causas y efectos unifican lo material con lo espiritual, designando a lo material como un efecto - consecuencia de lo espiritual”
“Todo obedece a causas interiores-espirituales que posteriormente se manifiestan en la realidad material”
“¿Quién es Sabio? Quien prevé lo que va a nacer” (Talmud de Babilonia tratado Tamid 32:1)
“Sabio es quien conoce las causas, lo espiritual, y por lo tanto puede prever las consecuencias, lo material, que cada pensamiento, sentimiento y acto van a generar”
Texto Tomado de
http://www.es-israel.org/2009/04/duro-golpe-para-el-judaismo-y-hasbara-por-fallecimiento-del-rabino-zukerwar/comment-page-1/
16 de abril de 2009
Lag BaOmer
Al día 33 de la Cuenta del Omer, que siempre cae el 18 del mes de Iar, es considerado un día especial por varios sucesos importantes. Se le llama en hebreo “Lag Baomer” debido a que el número 33 en hebreo es representado mediante las letras lamed-Guimel, en este año solar equivale al 12 de Mayo de 2009.
Rabí Moshé Iserles (n. 1530 - f. Lag Baomer 1572) en sus notas al Shulján Aruj, escribió que en el día de Lag Baomer debemos incrementar un poco nuestra alegría (Ramá, Oraj Jaim 493:2).
Es un día que celebramos con excursiones, juegos con arco y flechas, hogueras. Muchos visitan la tumba (en Miron, al norte de Israel, véase la foto, que tome de Wikipedía por cierto) de Rabí Shimon bar Yojai, por cumplirse aniversario del fallecimiento es en este día.
Los rezos de Lag Baomer son similares a los del resto del año, solo que por ser un día de alegría, está prohibido ayunar, y no se recita tajanún ni en los rezos matutinos y ni en los de tarde e igualmente el tajanún no es recitado en el rezo de minjá de la víspera.
Muchas cosas sucedieron en este día tan especial, y de alegria Algunas de ellas están relacionadas directamente con Rabí Shimón Bar Yojai. Entre ellas:
Dejaron de fallecer los alumnos de Rabí Akiva. Fallecían porque no actuaban respetuosamente uno hacia al otro, estas semanas por lo tanto se observan como período de luto. En Lag Baomer la muerte ceso. Así que este día también posee el concepto de Ahavat Israel, el precepto de amor y respeto al prójimo.
Los nuevos alumnos de Rabí Akiva, que formara después de aquellos tristes sucesos y que no fallecieron como los primeros. Gracias a ellos la Torá tuvo continuidad y no fue olvidada por el pueblo de Israel. Ellos son: Rabí Meir, Rabí Yehuda, Rabí Yosí, Rabí Shimón Bar Yojai y Rabí Eleazar Ben Shamúa.
En un día de Lag Baomer, Rabí Shimón Bar Iojái y su hijo Rabí Elazar salieron de la cueva en Pekiín donde milagrosamente estuvieron escondidos durante 13 años, escapándose del Imperio Romano que había decretado su muerte (Talmud Shabat 33).
Algunos años más tarde, Lag Baomer, como dijimos arriba también fue el día en el que falleció Rabí Shimón Bar Yojai después de revelar grandes secretos de la Torah.
De acuerdo con la opinión de un Midrash citado por el Jatam Sofer, cuando los hijos de Israel estaban en el desierto después de haber salido de la tierra de Egipto, el man (maná) comenzó a caer el día 18 de Iar, es decir un Lag Baomer.
Pero aquí damos un especial sentido a Rabí Shimon bar Yojai, quien fue el primero en enseñar públicamente, la dimensión mística de la Torah conocida como la “Kabbalah” y es el autor del libro mas importante de la Kabbalah, el Zohar.
En el día de su fallecimiento, Rabí Shimon ordenó a sus discípulos que recordaran esa fecha como “el día de mi alegría.”
En Jasidut se explica que el último día de la vida terrenal de un Tzadik, marca el punto en el cual “todos sus actos, sus enseñanzas y trabajo” alcanzan la perfección. Por ello cada Lag Baomer celebramos la vida del Rabí Shimon y la revelación del Zohar.
10 de abril de 2009
La Cuenta del Omer (Sefirá HaOmer)
A partir de HOY, la segunda noche de Pesaj comienza la Cuenta del Omer de siete semanas hasta el día número cincuenta que es la fiesta de Shavuot. La Cuenta del Omer (Sefirá HaOmer) es un precepto positivo de la Torah que se origina en el Sefer Vaykra 23:15-16:
"Y contaréis para vosotros desde el día siguiente al día solemne, desde el día en que traéis la Ofrenda del ómer siete semanas completas hasta el día siguiente a la séptima semana, contaréis cincuenta días y sacrificaréis una nueva ofrenda al Eterno".
¿Con qué finalidad se cuentan estos días? ¿Qué es la ofrenda del Omer?
La razón principal es que fue Su Voluntad, que el pueblo recibiese la Torah hallándose preparado para ello.
Era necesario desprenderse de la impureza que imperaba en Egipto (recordando que en hebreo Egipto, se dice Mizraim, cuya raíz que quiere decir limitación) y de la influencia de su cultura. Es decir, un proceso de purificación de la conciencia de esclavos de sus propias limitaciones auto impuestas, pues nuestros sabios nos enseñan que los Hijos de Israel se hallaban sumidos en cuarenta y nueve niveles de impureza, por esta razón fueron fijados cuarenta y nueve días de purificación hasta recibir la Torah. Cada uno de los días de la cuenta del Omer purifica un estrato espiritual.
El espectro de la experiencia humana se divide en siete emociones o cualidades, a su vez, se subdividen en siete, haciendo un total de cuarenta y nueve.
Cada uno de los cuarenta y nueve días de sefirá ilumina una de las cuarenta y nueve emociones; la energía de cada día consiste en examinar y refinar su correspondiente emoción. Después de perfeccionar y purificar todas y cada una de las cuarenta y nueve dimensiones, estamos plenamente preparados para “Matan Torah” (entrega de la Torah), pues ahora estamos sincronizados con los cuarenta y nueve atributos Divinos de los cuales emergen los atributos humanos.
Contar la sefirá ilumina los diferentes aspectos de nuestra vida emocional. Los días de la sefirá nos cuentan una historia, la de nuestras almas.
Los 49 días del Sefirat HaOmer según las enseñanzas del Rebe Najmán, corresponden a las 49 Puertas de la Teshuvá, y se corresponden a su vez con las 49 letras que conforman los nombres de las Doce Tribus. Así, cada tribu tiene puertas individuales para cada uno de sus miembros, de modo que todos puedan retornar a Dios a través de su propia puerta.
Y existe también la puerta 50, la más elevada: Shavuot. Esta puerta es, la Teshuvá. Y cada persona puede llegar a su puerta individual mediante la lectura de los Tehilim. De modo que debemos recitar los Salmos durante los 49 Días de la Sefirá, al igual que durante todos los días de Teshuvá (el mes de Elul, Rosh HaShaná).
Descubrimos entonces que la Cuenta del Omer es entonces un sinónimo de Purificación. Al disponernos a la purificación, descubrimos que no es un proceso rápido.
Sólo a través de un progreso progresivo alcanzaremos nuestro objetivo. Y para llegar a estar completamente purificados, debemos esperar hasta después de la Sefirá, luego de haber contado una y otra vez.
Mientras tanto, debemos contar un día a la vez; construyendo paulatinamente pero de forma muy segura la pureza hasta llegar a ser capaces de superar todos los aspectos indeseables e impuros de nuestras propias vidas.
"Y contaréis para vosotros desde el día siguiente al día solemne, desde el día en que traéis la Ofrenda del ómer siete semanas completas hasta el día siguiente a la séptima semana, contaréis cincuenta días y sacrificaréis una nueva ofrenda al Eterno".
¿Con qué finalidad se cuentan estos días? ¿Qué es la ofrenda del Omer?
La razón principal es que fue Su Voluntad, que el pueblo recibiese la Torah hallándose preparado para ello.
Era necesario desprenderse de la impureza que imperaba en Egipto (recordando que en hebreo Egipto, se dice Mizraim, cuya raíz que quiere decir limitación) y de la influencia de su cultura. Es decir, un proceso de purificación de la conciencia de esclavos de sus propias limitaciones auto impuestas, pues nuestros sabios nos enseñan que los Hijos de Israel se hallaban sumidos en cuarenta y nueve niveles de impureza, por esta razón fueron fijados cuarenta y nueve días de purificación hasta recibir la Torah. Cada uno de los días de la cuenta del Omer purifica un estrato espiritual.
El espectro de la experiencia humana se divide en siete emociones o cualidades, a su vez, se subdividen en siete, haciendo un total de cuarenta y nueve.
Cada uno de los cuarenta y nueve días de sefirá ilumina una de las cuarenta y nueve emociones; la energía de cada día consiste en examinar y refinar su correspondiente emoción. Después de perfeccionar y purificar todas y cada una de las cuarenta y nueve dimensiones, estamos plenamente preparados para “Matan Torah” (entrega de la Torah), pues ahora estamos sincronizados con los cuarenta y nueve atributos Divinos de los cuales emergen los atributos humanos.
Contar la sefirá ilumina los diferentes aspectos de nuestra vida emocional. Los días de la sefirá nos cuentan una historia, la de nuestras almas.
Los 49 días del Sefirat HaOmer según las enseñanzas del Rebe Najmán, corresponden a las 49 Puertas de la Teshuvá, y se corresponden a su vez con las 49 letras que conforman los nombres de las Doce Tribus. Así, cada tribu tiene puertas individuales para cada uno de sus miembros, de modo que todos puedan retornar a Dios a través de su propia puerta.
Y existe también la puerta 50, la más elevada: Shavuot. Esta puerta es, la Teshuvá. Y cada persona puede llegar a su puerta individual mediante la lectura de los Tehilim. De modo que debemos recitar los Salmos durante los 49 Días de la Sefirá, al igual que durante todos los días de Teshuvá (el mes de Elul, Rosh HaShaná).
Descubrimos entonces que la Cuenta del Omer es entonces un sinónimo de Purificación. Al disponernos a la purificación, descubrimos que no es un proceso rápido.
Sólo a través de un progreso progresivo alcanzaremos nuestro objetivo. Y para llegar a estar completamente purificados, debemos esperar hasta después de la Sefirá, luego de haber contado una y otra vez.
Mientras tanto, debemos contar un día a la vez; construyendo paulatinamente pero de forma muy segura la pureza hasta llegar a ser capaces de superar todos los aspectos indeseables e impuros de nuestras propias vidas.