Esta lloviendo hace frío... Estoy esperando que escampe un poco, me puse a escribir acá en un centro comercial en San Antonio de los Altos. El miércoles pasado llegue un poco tarde a la clase que dicto en la mañanas, ese día hablamos un poco de termodinámica, leyes tangibles del mundo físico: entropía, entalpía, energía libre. En Kabbalah sabemos, que todo en este mundo esta concatenado, siempre hablamos de Ila veAlul, causa y efecto, acción y reacción, en este ultimo año que acaba de culminar si aprendí una cosa, así como en termodinámica, que solo toma en cuenta estado inicial y el estado final de un sistema, el mundo te exige resultados (el estado finaly concreto) por eso no le cuentes a los demás tus dolores de parto... Simplemente muéstrales al niño...
27 de septiembre de 2014
25 de septiembre de 2014
Shana Tova.
Es interesante las experiencias que se pueden vivir. Estamos a dos días, del año nuevo hebreo.
Hace años un amigo me decía: se siente el comienzo de un ciclo, y lo comparaba con el 31 de diciembre venezolano (que yo disfruto mucho, por cierto) y que lo acompañan hallacas, ron y cerveza. Y el típico grito: "Feliz año"... Y al fondo sonando la canción: "Faltan 5 pa'las doce, el año viejo se va..." Este ciclo es diferente.
Y no solamente estamos hablando de cosas diferentes, ni de razones culturales, estamos hablando de esencias diferentes. Primero tenemos que darnos cuenta que los judíos no dicen "feliz año" y jamás se desean "feliz año nuevo" unos a otros. Ah, es que seguramente son menos bonchones.

En Rosh haShana, en lugar de decir: "feliz año" decimos la frase hebrea: "Shaná Tová" que, a pesar de la mala traducción que aparece en casi todas las tarjetas de saludo, no tiene ninguna conexión con la expresión "feliz año".
La expresión "Shaná tová" se traduce: "año bueno" y por lo tanto no es el deseo de un año feliz, sino bueno. Y la razón que hay tras esta diferencia tiene una gran importancia: "Ser feliz no lo es todo en la vida". Tener "una vida significativa" y "una vida feliz" coinciden en ciertas cosas, son en realidad muy diferentes una de otra.
Una vida feliz está asociado con ser un receptor, mientras que tener una vida significativa está asociado con ser un dador. "La felicidad sin significado está caracterizada por una vida relativamente superficial e incluso egoísta, en la que todo está bien, las necesidades y los deseos son satisfechos sin dificultad y las complicaciones son evitadas" (Atlantic Monthly, Emily Esfahani Smit).
Un "año bueno" implica llevar una vida significativa, mantener un propósito, constantemente alcanzando las metas. No derrotandote por adversidades y seguir luchando por alcanzar aquel sueño que te hace sonreír
Enviado desde mi dispositivo movil BlackBerry® de Digitel.
10 de septiembre de 2014
Señales premonitorias de que buscas aprobación de los demás.
Durante este mes de Elul, a mi juicio, he hecho cambios tremendos (tantos que las personas que me rodean ya me lo dicen y notan) los cambios implican "Renovación". Los cambios no pueden implementarse sin la guía de la Torah, y este es un periodo para estar atentos al detalle.
Durante este mes debemos hacer Teshuva "retorno", pero un verdadero retorno implica liberarnos de nuestros temores y de los viejos hábitos que dificultan nuestro camino hacia la renovación. Durante este proceso debemos ir aprendiendo a tolerar la incertidumbre que siempre existe en torno a todo proceso de cambio, y a la comprensión completa de los mismos para poder asimilarlos.
Buscar aprobación de los demás es como si estuviésemos entregando las riendas de nuestra vida. Esto implica que cuando alguien nos aprueba nos sentimos eufóricos pero cuando nos desaprueba nuestra vida se viene abajo. La búsqueda de aprobación se construye lentamente... debemos estar atentos a sus señales:
- Mostrarnos demasiado amables cuando estamos en desacuerdo con las opiniones de los demás. No estoy diciendo que cuando estemos en desacuerdo debemos adoptar comportamientos violentos y hacer que nuestra opinión prevalezca a toda costa pero es normal que pongamos un poco de pasión al defender nuestro punto de vista. Cuando alguien me dijo: "Tu defiendes a ultranza, tus opiniones, hasta las indefendibles..." me dije a mi mismo: "Guao cambie", y baje el tono, por lo menos deje de defender las indefendibles.
- No decir no. Si no sabes decir no y supeditas tus propias necesidades a las de los demás todo el tiempo, es muy probable que en la base se encuentre la necesidad de aprobación. Sobre este tema escribi un post hace unos meses, te lo recomiendo: http://oreinsof.blogspot.com/2014/05/aprendo-decir-no.htm.
- Cambiar de opinión para ser amable e intentar gustarle a los demás. Vale aclarar que cambiar de idea no solo es algo normal sino que también es signo de inteligencia y flexibilidad, pero solo cuando los argumentos del otro realmente nos han convencido. Allí le baje el tono.
- Sentirse triste o angustiado cuando los demás no aprueban tus ideas o comportamientos. Obviamente, cuando no encontramos apoyo no nos sentiremos felices pero si la tristeza que experimentamos es desproporcionada, probablemente en la base se encuentra la necesidad de aprobación.
5 de septiembre de 2014
La hermosa flor en el Jardín.
Quien ve una flor hermosa en
un jardín, podría sentir el deseo de recogerla y llevarla a su casa para
disfrutar de su belleza. Pero fuera de su hábitat natural, esa flor no durara
mucho. Una vez separada de su fuerza vital se marchitará y eventualmente morirá.
Lucirá hermosa, y despedirá suaves y bellos aromas por un tiempo, pero luego comenzará
a marchitarse, a pudrirse y por supuesto olerá mal. Así es cuando descontextualizamos las cosas, así
es cuando queremos cambiar a alguien. Si amas algo déjalo libre, no seas
posesivo. Dentro de una relación amorosa, la gente necesita tener su propio
espacio. Si queremos aprender a amar, es necesario primero aprender a vivir en
la soledad, aprender a amarnos, no puedes
amar a nada ni a nadie a menos que antes lo respetes, debemos aprender a perdonar y dejar ir
nuestras heridas y dolencias del pasado. Cada relación es única, por tanto, no
condiciones tu presente con tu pasado, ¡sánate a ti mismo! Amor en hebreo, se
dice Ahava, y esa palabra tiene el mismo valor numérico de la palabra “Uno”, es
decir amar es unificar… Y para unificar requerimos desprendernos de nuestros
miedos, prejuicios, apegos, ego y condicionamientos.