Debemos estar alertas a la hora de ser capaces de ver el vaso de nuestras vidas… Sí, lo que leíste, el “vaso de nuestras vidas”… nosotros somos deseo de recibir, pues la creación es en esencia eso… deseo de recibir. Los que estudiamos Kabbalah, debemos comprender la metáfora de “vaso” o “vasija”… A veces nos enfrascamos en mirar las situaciones solo de manera negativa. La metáfora es, que somos un vaso, que desea llenarse, pero casi siempre en ese afán de llenarse sólo vemos lo que nos falta por llenarnos e ignoramos totalmente el grado de “llenura” que ya tenemos… la idea es que mantengamos la atención en las dos perspectivas, porque mirar una u otra como independientes es lo que nos incapacita en aquello “de ponernos en el lugar del otro”.
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