Esta mañana escuché una frase del Rabino Avraham Marcello:
Si necesitas un tomate compra tres, si necesitas tres huevos compra al menos siete también. (Dijo algo así).
El judío por temas de Kashrut debe inspeccionar el tomate (esto aplica a cualquier fruto) y debe cerciorarse que no tenga insectos, ni gusanos; al igual que el huevo, que debe ser revisado para ver que no contenga sangre. Porque gusanos y sangre, los judíos no comemos.
Para mí esta frase es una perlita. Por el momento soy comerciante (eso creo). Pero a veces me dedico al estudio, y si algo demanda dedicacion y esfuerzo, es la Guemará; el pensamiento allí es diferente al pensamiento del día a día.
De esta enseñanza de tomates y huevos, yo deduzco que podemos aprender siete cosas (si alguien encuentra otra adicional, por favor digamela) que se aplican a la vida diaria más allá de nuestras leyes alimentarias:
1. Prepara más de lo que crees que necesitarás y vive con menos estrés.
2. Siempre comparte la abundancia y muestra generosidad, incluso contigo mismo.
3. Adquiere lo que requieras en el momento siempre pensando en el mañana, para no desperdiciar en el hoy.
4. Al mayoreo siempre cuesta menos, siempre adquiere con visión a largo plazo, ahorrar es inteligencia. (Aplica no solo al comercio, también al estudio)
5.Vive con abundancia en el corazón, no con escasez en la mente.
6. Prepara para lo inesperado, porque la vida es impredecible.
7.Piensa en el mañana, actúa hoy.