4 de noviembre de 2024

Berajot 2


Carta presentación

Me dirijo a ustedes para honrar el compromiso que realicé hace unos días atrás, cuando oferté dedicar este año a estudiar exhaustivamente (hasta donde se pueda) el tratado de Berajot del Talmud Babli.

Me comprometo a un estudio en profundidad como pago simbólico por la lectura de la Torá, en Simja Torá, para honrar su sabiduría, ejercitar la disciplina y centrar mi esfuerzo y pensamiento.

Mi compromiso es:

Estudiar integralmente Masejet Berajot Talmud Babli, a lo largo de un año, desde 26 de Tishrei hasta el 29 de Elul de 5785. Como un entrenamiento en disciplina.

Sea Tu voluntad HaShem, Dios mío, que este proyecto sea exitoso y de bendición. No permitas que esto sea un motivo de anulación de votos para el año próximo. Asimismo nunca permitas que por mi causa alguien cometa un error, y que yo me equivoque en alguna cuestión de Halajá y que por ello sea motivo de burla de mis compañeros, y que no diga que lo impuro es puro ni que lo puro es impuro, y que mis amigos no tropiecen en una cuestión de halajá y que me burle de ellos.


Metodología:

1. Lectura sistemática: Leeré el tratado completo, analizando enseñanzas de cada Mishnaiot, a la luz de la Guemará. Traduciré el texto cuando se pueda, y cuando no honraré la fuente de donde tomé la traducción.

2. Anotaciones y reflexiones: Tomaré notas y escribiré reflexiones sobre los conceptos clave y sus aplicaciones prácticas.

3. Investigación complementaria: Realizaré investigaciones adicionales sobre temas relacionados para profundizar mi comprensión.

4. Revisión periódica: Revisaré y reflexionaré sobre mi progreso cada trimestre.

Compromisos:

1. Destinar unas horas semanales al estudio del tratado.

2. Mantener un registro de mi progreso y reflexiones en un diario de estudio.

3. Compartir mis hallazgos y reflexiones con todos ustedes periódicamente.

Agradezco tu apoyo y motivación en este proyecto. Estoy emocionado de embarcarme en esta jornada de aprendizaje y crecimiento. Estoy seguro de que este estudio me permitirá profundizar mi comprensión y aplicar los conocimientos adquiridos en mi vida personal.

Agradezco tu presencia en mi camino y espero compartir con ustedes mis logros y reflexiones a lo largo de este año.

Atentamente,

Mordejai Yosef Ben Abraham Avinu, desde Villavicencio, en los Llanos Orientales de Colombia.



Mishná 1

En negrita el texto literal.

¿Desde cuando [es decir, desde qué momento] puede ser recitado el “Shemá” [Escucha Israel] por la tarde? Desde el momento en que los Cohanim entran para participar de su terumá [esto es a partir de la hora en la que los sacerdotes entran para comer de la ofrenda hasta el final de la primera vigilia] Esta es la opinión de Rabí Eliezer [ben Horkenos].  Jajamim dicen [que el tiempo para la recitación del Shemá vespertino es] hasta Ad Jatzot [medianoche]. Raban Gamliel dice: [esto es, opina que se puede recitar el Shemá] hasta Amud HaShajar [hasta el amanecer, la salida del crepúsculo, lo que indica que el vocablo beshojbeja debe entenderse como una referencia a todo el tiempo en el los hombres duermen en sus camas, esto es, toda la noche. Ocurrió que los hijos [de Rabán Gamliel] regresaron [muy tarde] de un salón de bodas. [habían estado ocupados en  celebrar con el novio y la novia] Y le dijeron: No recitamos el Shemá. Él les dijo: Si Amud HaShajar [aún no ha] llegado, están obligados a recitar [el Shemá] [Como esto al parecer coincidía con la opinión de los Sabios, explicó a sus hijos que Jajamim en realidad están de acuerdo con él], y [que no se trata] sólo [de la ley de la recitación del Shemá], sino que, dondequiera que los Sabios digan hasta Ad Jatzot, la mitzvá [puede realizarse] hasta Amud HaShajar. [Rabán Gamliel cita varios casos en apoyo de su afirmación, como] la quema de grasas y miembros. [En el altar. Debido a la cantidad de ofrendas cada día, los sacerdotes a menudo no podían completar la quema de todas las grasas y miembros, por lo que continuaban siendo quemados hasta la noche, como está escrito: “Esta es la ley del holocausto -Ola-,: el holocausto estará quemándose sobre  HaMizbeaj el altar toda la noche hasta la mañana -kol halaylah ad-haboker- y el fuego del altar ha de mantenerse ardiendo en él.” (vayikra 6:2)] Y, [con respecto a] todos [los sacrificios, como las ofrendas por el pecado y las ofrendas por la culpa] que se comen durante un Yom [y una noche; aunque los Sabios afirman que pueden comerse solo hasta la medianoche, por la ley de la Torá pueden comerse] hasta Amud HaShajar. [Esto está de acuerdo con el versículo: “Y la carne de su sacrificio de paces en acción de gracias, será comida en el día de su ofrenda; no se dejará nada de ella hasta la mañana” (Vaykra 7:15)]. Si es así, ¿por qué dijeron los sabios [que sólo se pueden comer] hasta Ad Jatzot? [Esto es] para alejar a la persona de la transgresión [cuando pensamos que tenemos hasta el amanecer para cumplir una mitzvá, podemos caer en ser negligentes y postergar hasta que lamentablemente haya pasado la oportunidad de cumplirla]. Traducción propia de interpretación libre

¿Meamatay qorin et shema ba’arebin? ¿Desde cuándo recita el Shemá por la tarde?

Podemos hacernos de inmediato dos preguntas:

La primera pregunta: ¿Por qué el tratado de Berajot, el primero de la primera de las seis ordenes de la Mishná, comienza con una discusión sobre la recitación del Shemá? Porque la obligación de recitar el Shemá constituye la aceptación del yugo del Cielo y de las mitzvot, y esto es la base de todas las demás enseñanzas que vienen posteriormente. El Talmud comienza con las leyes sobre el momento apropiado para cumplir este precepto.

Sabido es que la Torá ordena recitar el "Shemá" dos veces al día, como está escrito: “Y hablarás de ella estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y levantarte”  (Devarim 6:4-9). Al Talmud le interesa ir un poco más a fondo y saber desde qué horarios se puede verdaderamente leer el Shemá y hasta qué horario se nos es permitido.

La segunda pregunta, ya la hace la Guemará: ¿Por qué la Mishná comienza con una pregunta sobre el Shemá vespertino y no primero el Shemá matutino?

El citado verso “cuando te acuestas y cuando te levantas”. Como la Torá menciona que primero hay que acostarse, los Sabios siguen el ejemplo y explican primero el Shemá vespertino. Así como la Torá Escrita comienza con el Shemá vespertino, también debe hacerlo la Torá Oral.

Los rabinos del Talmud: toman la Torá muy en serio, la someten al escrutinio y extraen el significado de cada palabra (incluso, en algunos casos, de cada letra, cada punto, cada aparente error, cada letra chueca…). No hay nada en la Torá que sea demasiado insignificante como para no notarlo. Parte de mi compromiso en el transcurso de este estudio de esta serie, es mostrar lo bastante creativos que son los Rabinos en sacar enseñanzas de los detalles más desapercibidos del texto.

La Guemará explica que la Mishná comienza así para ilustrar que el día judío comienza en la tarde, puesto que en el relato de la Torá sobre la creación del mundo, cada día era “una tarde y una mañana”. Es decir, el día judío no comienza ni Ad Jatzot o ni en Amud HaShajar, sino después del ocaso. Es por eso que el Shabat y Jaguim (festividades judías) comienzan con el encendido de las velas al ocaso. Así la tarde es realmente el comienzo del día, y eso hace que el Shemá vespertino sea el primer acto de oración de cualquier día… atento a eso.

También cabe hacerse una  tercera pregunta ¿Por qué el taná comienza con el tema del horario sin antes explicar como se compone el Shemá? Al parece ser que el tanaita asume que todos conocían el concepto de la lectura del Shemá, que está compuesto por tres párrafos, “Shemá Israel” Escucha Israel  (Devarim 6:4-9). “Vehaya im Shamoa” y sucederá que, (Devarim 11:13-21) y el párrafo de Tzitzit (Bamidbar 15:37-41) eso lo explicará unos folios más adelante.

La Mishná presenta tres opiniones: Rabí Eliezer (1) dice que es desde que los sacerdotes entran a comer la comida sagrada hasta el fin de la primera vigilia. Los Rabinos (2) dicen que es hasta la media noche y Raban Gamliel (3) dice que es hasta apenas antes del amanecer, o sea, toda la noche. Evidentemente esto nos regala una gran pista de lo que es en cierto modo realmente el Talmud: una discusión intergeneracional compleja y a menudo libre. Y, como lo veremos en repetidas ocasiones, el objetivo rara vez es simplemente responder a la pregunta.

Rabán Gamliel enseña en la misma Mishná que cada vez que los maestros dicen que algo se puede hacer hasta la media noche (Jatzot Laila) se puede hacer verdaderamente hasta el amanecer (Amud HaShajar). Entonces la pregunta es ¿Para qué dijeron que se puede hacer hasta Jatzot Laila? Para alejar al hombre del pecado.

Los Sabios conocen la naturaleza humana, ellos intuyen que muchas veces vamos a dejar las cosas para último momento, por lo cual en vez de decirnos que podemos recitar el Shema hasta el amanecer nos dicen que podemos hacerlo hasta la media noche para no incurrir en el error y traspasar del horario permitido de lectura.

Conectando conceptos. 

La Guemará profundiza que el horario para el comienzo de la lectura del Shema Israel es desde Tzet HaKojabim (la salida de las estrellas) y esa es la halajá que hasta hoy seguimos.

Nuestro texto de la Mishná dice que debemos recitar el Shemá  "Desde el momento en que los Cohanim entran para participar de su terumá"  que reciben de las primicias de los frutos.

Aquí la Mishná no fija un tiempo determinado para comer la “Teruma”, pero la conecta con las leyes referentes a pureza e impureza, ya que una de las condiciones fijadas para que los  puedan comer la ofrenda era que, cuando la coman, deberán estar puros, si el Cohen la ingiere estando impuro, recibirán castigo de muerte (Vayikra 22:3).

Los sacerdotes (Cohanim) que por alguna razón estaban impuros se purificaban en la Mikve y esperaban hasta el anochecer para poder comer de la Terumá, cumpliendo con la ley de pureza (Vayikra 22:6).

Entonces el tiempo exacto permitido para comer de la Teruma (ofrenda) era “Tzet hakojabim” (la salida de las estrellas) cuando se veían ya unas cuantas estrellas en el cielo.

La Mishná con esto nos enseña que en el momento en el cual los Cohanim pasan de estado de impureza al estado de pureza con la aparición de las estrellas, tienen la obligación de la lectura del Shemá, la cual podrá ser leída hasta el final de la “ashmura rishona” (primera vigilia), según Rabí Eliezer, es decir, hasta el primer tercio de la noche, ya que esta dividida en tres vigilias.

Al período intermedio entre el día y la noche llamado Ben HaShemashot, después del atardecer pero antes de la aparición de las estrellas. Para determinar el comienzo de un nuevo día, se considera la salida de 3 estrellas como señal clara y precisa.

Tiempos talmúdicos.

El reloj del Talmud y la halajá es distinto al que usamos todos los días en la actualidad. Estas son algunas de sus características:

YOM: Desde el punto de vista del ser humano, el sol sale por el este y hace un recorrido por el cielo hasta ponerse por el oeste. Para la halajá, ese período de tiempo desde el amanecer al atardecer se llama "día". Se considera día a partir del momento en que despunta el sol: NETZ HAJAMÁ.

JATZOT YOM: Cuando el sol está justo en la mitad de su "recorrido" por el cielo. Ha pasado la misma cantidad de tiempo que el que queda hasta el final del día.

SHEKIA: Cuando el sol desaparece del horizonte, termina el día.

BEN HASHEMASHOT:  Período de tiempo entre la shekia y la noche. Según muchas opiniones, dura unos 18 minutos. Los sabios discuten si es parte del día o de la noche y por eso, cuando alguna situación halájica cae justo aquí, somos mas estrictos con la ley. Por ejemplo, si un bebé nació en Shabat, su brit milá se podrá hacer el siguiente Shabat, ya que la mitzvá de Brit Mila se sobrepone al Shabat. Pero si nace un viernes Ben Hashemashot, no se realiza el brit milá el Shabat siguiente, ya que puede ser que no haya nacido en Shabat sino el viernes.

LAILA: La noche ocurre desde que se pueden ver tres estrellas en el cielo.

JATZOT LAILA: Si dividimos el tiempo entre la Shekia y el Netz Hajamá, hallaremos el punto medio de la noche.


6 de julio de 2023

La importancia de las Nekudot (Vocales).

Mes de la Masorah

Existe en la tradición una historia en la que se puede observar la importancia  clave de las vocales para la interpretación del un texto, así sea en sentido literal del mismo.  

Durante seis meses se enfrentó Joab, sobrino del Rey David y jefe de su  ejercito, contra Amalequitas (1 Re 11,15-16).  

Cuenta la tradición que cuando Joab, regresó victorioso y contó a su tío, el  rey, todas sus proezas en contra de los malvados de Amalek, y la forma en la  cual había eliminado al enemigo. David le dijo: “La Torah nos ordena  destruir a todo el pueblo de Amalek, incluyendo a las mujeres y niños (Deut  25,19) ¿por qué solo mataste a los hombres? Joab respondió que la Torah  dice explícitamente: “...Timje et Zajar Amalek”, destruirás los varones (zajar)  de Amalek”.  

Véase la palabra, en el Texto Sagrado sin vocales: 

Entonces el Rey David dijo: “Has leído la palabra con las vocales equivocadas,  no es Zajar sino Zejer, que significa la memoria de todo Amalek”.  

Joab fue a ver el maestro de su infancia y le recriminó por haberle enseñado  incorrectamente a pronunciar la palabra ¿Cómo me enseñaste a leerlo? Le dijo. Pero su maestro  le dijo: yo te he enseñado a pronunciar correctamente la palabra  Zejer, memoria, dando a entender nuestra obligación de destruir a todo el  pueblo de Amalek. Lo siento el error ha sido tuyo. 

Yoav sacó la espada y quiso matarlo. ¿Por qué? le preguntó (el maestro) Porque dice lo escrito: "Maldito el que hiciere indolentemente la obra del Señor". Déjame cargar con la maldición. dijo (el maestro). También dice, replicó (Yoav) “Y maldito el que detuviera de la sangre su espada”  Según unos lo mató; según otros no lo mató.

Se dice también que la puntuación vocálica hebrea, tenia un origen Divino, y  que también fue entregada por el Eterno a Moshé en el Sinaí, y fueron posteriormente transmitidas por tradición oral hasta llegar a manos de Ezra HaSofer, quien las revelo y las enseño al pueblo de Israel.  

Se dice que es a partir de esa fecha, siglo V a.e.c de que comienza a escribirse  el texto hebreo con la puntuación vocálica, pero solo tenemos pruebas  históricas de su existencia a partir del Siglo III a.e.c y los textos más antiguos  nos llegan de Qumrán, como ya se ha dicho.  

Las marcas masoréticas no son solo puntos y símbolos usados para una  entonación del canto litúrgico. Cuando aparecen marcas masoréticas sobre  una determinada palabra o un texto completo, ello constituye en sí un indicio  de que estos textos o la palabra en cuestión deben ser interpretados de  forma especial.  

Mes de la Masorah

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El mes de la Masorah

“La Masorah. La Cadena de la Tradición”

¿Qué es un Códice?


4 de julio de 2023

Masorah grande y Masora chica

 


La foto anterior es de una edición moderna de la Masorah. 

La primera palabra de cada libro bíblico en general es rodeada por las  notas, véase en la figura una letra samej, a estas anotaciones se les conoce  como Masorah inicial, en este caso en particular por estar en el margen  lateral se llama Masorah Chica o interno. Las notas los márgenes bajos y  superiores se les llama Masorah grande o externo, este termino se aplica  a veces a las notas de léxico dispuestas en el extremo de la Biblia impresa,  generalmente llamado el Masorah final (la cual está condicionada también por la cantidad de espacio vacante en cada página), que abarca todas las contraseñas  más largas para las cuales no hay el espacio suficiente en el margen del  texto y se arregla alfabéticamente bajo la forma de concordancia. 

La Masorah chica, consiste en pequeñas notas referente a lecturas  marginales, a la estadística, al deletreo completo y defectuoso, y a las letras  anormalmente escritas. No podemos saber cual de las formas antedichas es la mas antigua  mediante los datos que tenemos a la mano. Lo que si sabemos es que las  notas marginales fueron utilizadas al principio del segundo siglo de la era  común. 

La Masorah Chica es en muchos casos una abreviatura de la  Masorah grande y también esta arreglado en orden alfabético.



Noé, Grado Justo


En su sentido original y Tradicional, el término "Avodá" -Servicio Divino- se aplicó a los sacrificios animales ofrecidos en el Templo de Jerusalem [Bet Hamikdash], y más específicamente al propio rito de sacrificio, del complejo y tenso servicio principal del Sumo Sacerdote [Kohen Gadol] en el Día del Perdón [Yom Kippur]. (El décimo día del séptimo mes, el día de expiación por los pecados (Levítico 16-18). Sábado de los días de reposo y un día en el que uno debe afligir el alma (Levítico 16:29), un día estricto de descanso (Levítico 23:27). De acuerdo a Najmánides (Rabino y filósofo del judaísmo catalán de la Edad Media), el sacrificio del animal es la forma más significativa de ese Servicio. Cuando el Templo aún existía, estos “sacrificios animales” eran la expresión visible de nuestro verdadero -Servicio al Eterno.

Desde una perspectiva interior, podemos profundizar el concepto de Servicio Divino [Avodá], partiendo de la enseñanza de nuestros Sabios: El hombre ha sido creado sólo para Servir a su Creador [final del tratado de Kidushin, también abordado en Taanit 27b, Meguilat 31b], y a la afirmación de fuentes Kabbalisticas, de que no puede haber mayor servicio rendido a Di-s por un hombre, que el de someter la Inclinación al Mal mediante el poder del amor a Di-s.

El sacrificio y la sangre del animal derramada, en ese Rito, simbolizan la sublimación del instinto animal. A este respecto, el regalo más grande que ha otorgado El Eterno al hombre, es el intelecto que le permite discernir entre lo bueno y lo malo, pues dentro del corazón del hombre está escondida la bestia salvaje, que la Tradición ha venido a denominar -la Inclinación al Mal-. Cuando el hombre hace que su mente superior sucumba al impulso animal, rechaza su don Divino.

Como se mencionó anteriormente la avodá requiere la presencia de un Sumo Sacerdote que representa a una persona justa. En este sentido, la Tradición hebrea habla de tres Justos, y de los sacrificios animales que ofrecían. Estos personajes por sus características peculiares, vienen a representar los tres tipos o niveles de Servicio del Justo o Sacerdotal, a saber:

Noé (ver sacrifico en Génesis 8:20),
Abraham (ver sacrifico en Génesis 22:13) y,
Moisés (a través de él nos llegan las leyes del servicio, ver la descripción de Éxodo 24).

Cada uno de estos personajes representa en nosotros una etapa en nuestro desarrollo espiritual:
Nivel de Servicio:  Noé

Marca el comienzo de la primera etapa del desarrollo espiritual del hombre, a través del “Refinamiento” que implica un proceso de identificación de nuestros atributos negativos del carácter (egoísmo) provenientes de nuestra inclinación al mal. (la desidentificación con la causa del mal -nuestro egoísmo-, y el inicio del “Refinamiento” de los atributos negativos del carácter). El diluvio que relata la Torah (Génesis 6,5-8,19) nos indica el fin de la etapa egoísta en nuestra vida, y cuando ello sucede, surge en nosotros un grado de corrección llamado Noé.

Las diez generaciones desde Adám hasta Noé, descritas en el libro del Génesis, son las que enmarcan el estado espiritual denominado Tohu (caos). Dicho caos es el resultado del deseo de recibir inconsciente y egoísta, el cual no nos permite percibir al prójimo como parte única, insustituible y complementaria de la realidad y la vida.

Noé, luego del diluvio, instauró un mundo fundado en principios del respeto mutuo por la vida, la propiedad y la familia. Este primer nivel Sacerdotal, está representado por Noé.

Para alcanzar el refinamiento mínimo necesario en este nivel de servicio sacerdotal, se requieren los siguientes principios esenciales: 


(1) La Creencia en Dios, es decir, el cumplimiento de los deberes del Hombre para con Dios, (2) La inmortalidad del alma, es decir, el cumplimiento de los deberes del Hombre para consigo mismo. (3) La existencia de un código moral que guía la conducta del hombre, una vida sexual sana, respeto por la vida, la naturaleza y la propiedad privada; así como el establecimiento de cortes de justicia para implementar el cumplimiento de dichas leyes, es decir, los deberes del Hombre para con su prójimo.
 
El “Noajismo(de Noaj, es decir, Noé en hebreo) presentado en la actualidad, es sin duda una interpretación religiosa, muy alejada de su verdadero significado interior. Existen muchos escritos escuetos, que hablan de las siete leyes de Noaj y lo hacen, desde una dimensión muy simplista, desvirtuando su realidad.

En su verdadera dimensión, desde el punto de vista del dominio “Iniciático”, resulta más complejo, dado su profundo contenido esotérico. La condición de iniciático es por su sentido primigenio (viene desde la creación misma), se refiere a aquellas personas que han recibido la transmisión de una influencia espiritual, de orden supra humano, que les permite conectar sus elementos sutiles, con su propio espíritu para establecer el vínculo con El Creador, gracias a mantener desde orígenes prístinos, hasta nuestros días, la Cadena de Transmisión Iniciática, comprobable según la Organización Tradicional a la cual pertenezca.

En este orden de ideas, En el Noajismo auténtico, se ha interpretado que Sem recibió un grado o nivel de Sacerdocio, al recibir la bendición de su padre Noé: "Di-s beatificó a Jafed y morará en la casa de Sem(Génesis 9:27). Es decir, tendrá el mérito como sacerdote de servir y hospedar a Dios (Maharzav sobre Levitico Rabá 25: 6).  Así mismo, Ever bisnieto de Noé, siguió también la tradición monoteísta (Meguilá 12a, Rashí, sobre Génesis 28:9). Junto con Sem fundó una escuela tradicional iniciática, donde transmitían la Tradición, y cuya sala de estudio se encontraba en una cueva en el centro de la ciudad de Tzfat, al norte de Israel. El Noajismo primordial era una organización iniciática.

En la actualidad, es posible visitar en Israel la cueva que fue sede de esta escuela. El Rabí Eleazar menciona que esta cueva fué uno de los tres lugares donde la inspiración divina (Ruaj HaKodesh) se manifestó (Makkot 23b) y el maestro Rabí Isaac Luria (Ari Hakadosh) habló también de esta cueva.

Es interesante resaltar que la tradición judía identifica a Melquisedec, Rey de Salem (ciudad llamada posteriormente Jerusalém) con Sem, el hijo de Noé, (Nedarim 32b; Génesis Rabá 46:7; Génesis Rabá 56:10; Levitico Rabá 25:6; Números Rabá 4:8). Melquisedec (sobre quien, la desacertada carta a los hebreos, escrita por el judío helénico converso al cristianismo de nombre Apolo, hace tanta especulación) es un eslabón en la cadena de esta organización iniciática conocida como la Escuela de Sem-Ever.

En consonancia con los referentes históricos, la Escuela de Sem y Éver transmitió sus principios sólo a quienes deseaban conocerlos, e iniciaban en estos misterios únicamente a personas cualificadas, rectas, libres y de buenas costumbres; práctica que se mantiene inclusive hasta el día de hoy, en las escuelas recipiendarias de esta Tradición.

De acuerdo con el Midrash, Sem nació circuncidado (Génesis Rabá 43: 6) y ejecutó funciones similares a las del Sumo Sacerdote (kohen gadol), en el sentido de que enseñó la tradición a los patriarcas (quienes eran descendientes suyos), antes de que se entregara la Torah al pueblo de Israel como tradición completa, públicamente en el Monte Sinaí.

La Torah afirma que El patriarca Abraham se reunió con Melquisedec (Sem), después de la batalla de los cuatro reyes, atestiguando el uso de formas rituales primigenias, en la que los conocidos símbolos pan y vino, ya estaban presentes (Génesis 14:18-20). De acuerdo al Midrash, Melquisedec instruyó a Abraham en la Tradición (Génesis Rabá 43: 6).

Otra referencia indirecta a la existencia de esta escuela antigua y su relación con los patriarcas, la encontramos en un enigmático verso en el Génesis referente al embarazo de los mellizos de Rebeca, esposa de Isaac (hijo de Abraham) que dice lo siguiente: “Y lucharon los hijos en su vientre, y ella dijo: Si es así ¿por qué deseé yo esto? Y fue a consultar al Eterno(25:22). Rashí explica que esto sucedía cuando Rebeca, pasaba frente a la puerta de Escuela de Sem-Ever, Jacob, se agitaba por salir, pero cuando pasaba frente a un burdel, Esaú se agitaba por salir. Según Rashí: Jacob el patriarca (hijo de Isaac, el mismo que se agitaba en el vientre de su madre), al marcharse de su hogar a los sesenta y tres años de edad (de Israel rumbo a Haran), estuvo catorce años en esta escuela tradicional estudiando la "Tradición Torah" de su época. Más tarde estudió también allí su hijo José, quien fue Visir de Egipto durante ochenta años.

Volviendo al nivel de sacerdocio que representa Noé, la Torá menciona que Noé fue el justo de su generación, es un tzadík, pero su grado de entrega hacia el prójimo tiene límites, dado que su influencia sobre sus semejantes aún está restringida al nivel de la mente, es por ello que, cuando el Eterno le anuncia que va a provocar un diluvio que destruirá al mundo, él trata de explicar a los hombres que se alejen del mal.

El grado de Noé señala el ámbito de la voluntad humana, capaz de movilizarnos intelectualmente, pero sin lograr influir de forma irremediable en nuestros actos concretos.


Texto Masorético

 



El Texto Masorético es el texto autorizado en hebreo y arameo de los 24 libros del Tanaj (Biblia hebrea) en judaísmo. El TM define el canon judío y su letra-texto preciso, con su vocalización y acentuación conocida como masorah. En hebreo es conocido como Nusaj HaMasorah

En el uso común, cuando hablamos en la Sinagoga, la palabra nusaj significar toda la tradición litúrgica de la comunidad judía, incluida la interpretación musical.  Aquí la palabra nusaj significa principalmente "texto" o "versión", la redacción correcta de un texto religioso o liturgia. Así que al texto Masorético se le conoce como “El Texto de la Tradición”, en sentido de “más correcto o revisado

Masorah es específicamente las marcas diacríticas del texto de las escrituras hebreas y las notas marginales concisas en los manuscritos (e impresiones posteriores) del Tanaj que notan detalles textuales, generalmente sobre la ortografía precisa de las palabras. 

Fue copiado, editado y distribuido principalmente por un grupo de judíos conocidos como  Baale HaMasorah “Amos (Maestros) de la tradición” –masoretas- entre los siglos VII y X de la ec. Ellos idearon el sistema de notación de vocales para el hebreo que todavía se usa ampliamente, así como los símbolos que se usan para la entonación y canto.

Tradicionalmente, un Sefer Torah ritual (rollo de la Torá) solo puede contener el texto consonántico hebreo, nada añadido, nada quitado. 

Los códices masoréticos, sin embargo, brindan un extenso material adicional, para mostrar la pronunciación y canto correcto, sirve para proteger contra errores de los escribas y anotar posibles variantes. 

Los Jumashim que usamos hoy en día son basados en Códices muy antiguos que incluyen puntos vocálicos, marcas de pronunciación y acentos en el texto, anotaciones cortas en los márgenes laterales, y notas más largas y extensas en los márgenes superior e inferior y recogidas al final de cada libro.

Las primeras tareas de los masoretas incluían una división estándar del texto en libros, secciones, párrafos, versos y cláusulas; fijación de la ortografía, pronunciación y canto; introducción o adopción final de los caracteres cuadrados con las cinco letras finales ; algunos cambios textuales para protegerse contra la blasfemia (aunque estos cambios pueden ser anteriores a los masoretas); enumeración de letras, palabras, versos, etc., y sustitución de unas palabras por otras en la lectura pública. 

Como no se permitía hacer adiciones al texto de la Torah (Jas VeShalom), los primeros masoretas adoptaron otros métodos: por ejemplo, marcaban las diversas divisiones con espacios y daban indicaciones de enseñanzas halájicas y haggádicas con ortografía completa o defectuosa, formas anormales de letras, puntos y otros signos. Las notas marginales solo estaban permitidas en copias privadas, y la primera mención de tales notas se encuentra en el caso de R. Meir (c. 100-150 EC). Estas notas se agregaron porque los masoretas reconocieron la posibilidad de un error humano al copiar la Torah.

La historia de la Masorah se puede dividir en tres períodos: 

(1) período creativo, desde su comienzo hasta la introducción de los signos vocálicos; 

(2) período reproductivo, desde la introducción de los signos vocálicos hasta la impresión de la Masorah (1525); 

(3) período crítico, desde  el año 1525 de la era común hasta la actualidad. 

Sobre estos períodos estudiaremos este mes…

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