6 de octubre de 2007

¿Qué es la Kabbalah?

¿Qué es la Kabbalah?

Por Armando J. Velazquez.

La Kabbalah es para quien se hace pregunta y busca las respuestas, él es el indicado para estudiarla. La Kabbalah muestra al Hombre la fuente y por lo tanto, el propósito de su Vida.

Según el Rab Moshé Jaim Luzzato la Kabbalah es una explicación de cómo el Sagrado Emanador, ordenó las leyes del Poder Directivo, de cómo Èl, bendito sea, genera, gobierna, sostiene y mantiene todo lo que acontece en su mundo, con inmensa sabiduría. En esto está enraizada toda la sabiduría de la Kabbalah: en distinguir entre las fuerzas que utilizó el Sagrado, bendito sea, para crear su mundo, diferenciar entre los valores propios de cada fuerza, así como entre cada criatura y criatura.

Durante siglo estuvo prohibido enseñar la Kabbalah abiertamente. Sólo a partir del siglo XX, se permitió difundirla ampliamente, y enseñarla a cualquiera que esté buscando los elementos espirituales ausentes de su vida.

La Kabbalah se ocupa del ser humano y del deseo de recibir, creado por D’os. Este deseo de recibir incluye a todas las criaturas. Por lo tanto, todos los que deseen participar del proceso de Tikun (corrección) pueden hacerlo. El Tikun consiste en cambiar las propias intenciones de egoístas a altruistas, por ejemplo, de beneficiosas para uno mismo a beneficiosas para el Creador. Se espera que toda la humanidad participe de este proceso.

Inicialmente no hay prerrequisitos para estudiar Kabbalah. Todo lo que se necesita es la voluntad de aprender y el deseo de hacerlo. Mediante su estudio, uno aprende a parecerse al mundo espiritual en acciones y pensamientos.

Pero si hay condiciones necesarias para el estudio, que Rabí Moisés Cordovero (1522-1570) enumera:

Una persona debe prepararse para ser apta para entrar a este Palacio. Ya que verdaderamente, no todo el que quiera vestirse con ropajes de gloria y servir con santidad puede hacerlo, D’os lo prohíba. Sino que antes corresponde despojarse del orgullo que le impide aprehender la verdad. Y debe dirigir su corazón en dirección a los Cielos para no cometer error alguno.

Debe estar acostumbrado al estudio profundo, para lograr distinguir entre las enseñanzas y las parábolas, y así poder captar lo que busca enseñar esta Sabiduría.

Debe ser un amplio conocedor de las leyes del Talmud, y de la explicación de los preceptos divinos de acuerdo con el sentido llano, de acuerdo con lo enseñado por Maimónides.

Debe ser un amplio conocedor de la Biblia, para de este modo completar su conocimiento de la Biblia y la Mishnah de un modo apropiado. Además, debe purificar su pensamiento de las vanidades y los placeres del mundo, hasta donde hoy esto puede llegar a hacerse. Y entonces ciertamente se le abrirán los pórticos de la Sabiduría.

La Kabbalah no se ocupa de nuestro cuerpo físico, sino de nuestra Alma. Nos sentimos separados unos de otros porque estamos limitados por nuestro ego, a pesar del hecho de que todos somos realmente un solo cuerpo espiritual. Por lo tanto, la separación existe sólo en nuestra percepción errónea, porque de hecho somos uno.

La Kabbalah es la dimensión interna de la Torah, y por ser la parte interior de la misma, no es una materia separada de la Torá sino que sintetiza, une y le da forma a toda la Torah como un todo indivisible. Y los opinan que no es necesario estudiar Kabbalah, y tampoco quieren que los demás la estudien, y mantienen que sólo existe el sentido llano de la Torá y del Talmud... son considerados como si hicieran retornar al mundo al caos original, y provocan la pobreza en el mundo y prolongan los días del exilio.

Bienaventurada la porción de quien conoce los secretos de su Hacedor, de quien Lo conoce a Él del modo correcto. Porque ellos comerán su porción en este mundo y en el Mundo Venidero... (Tikúnei Zohar, Tikún 43)

El versículo: “Y lo ampararé porque conoce Mi Nombre” (Tehilin 91:14) se refiere al secreto de estudio de la Sabiduría de la Kabbalah. Y quien no vio la Luz de esta Sabiduría no ha visto luces en su vida, porque recién entonces entenderá y comprenderá el secreto de Su Unicidad y el secreto de Su Providencia, y comprenderá lo referente a los Nombres y descripciones mencionados en la Torá, todo lo cual se escapa de la sabiduría filosófica.

En el Pirke Avót se relata que: "Moshé recibió la Torá desde Sinaí transmitiéndosela luego a Iehoshúa…". El vocablo kibél, “recibió” se refiere a la Kabbalah “recepción”. Todos los Patriarcas, Profetas y verdaderos Sabios del pueblo de Israel fueron y son Mekubalím, Kabalistas, guardianes del secreto (Nivel Sod de la Torah) es decir receptores y transmisores de la Sabiduría Interior de la Torá.







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