3 de abril de 2015

Pesaj y la Falta de Firmeza.


Saludos a mis lectores. 

Pesaj es en realidad “diferente de todas las demás noches”.

Agradezco a todos sus correos, sus mensajes por WhatsApp y BBM.

Mi prolongada ausencia (jamás ha habido una tan larga en el tiempo de existencia de este blog) se debe a que he estado sacando adelante un proyecto que tuvo un tiempo parado, o quizás requería de un espacio para realizar otras actividades. Gracias al Eterno, va tomando forma, y cuando la tenga definitivamente, lo compartiré con todos ustedes. 

Hoy me he tomado unos días de vacaciones previos a la Fiesta. Son mis estudiantes los que han tomado las riendas de la organización de la festividad. Hoy en este espacio abro una reflexión para todos, relacionada con Pesaj. Quizás vuelvo algo "desquitante" como me llama una amiga.

Pesaj, se traduce del hebreo por “Salto”… dato curioso no… pues es sin duda, en un sentido profundo “saltar” a niveles de crecimiento que regularmente sólo podrían ser alcanzados uno por uno… Pesaj es como subir una “Escalera; a toda velocidad, y saltando escalones de dos en dos, o de tres en tres” según sea tu condición.  Generalmente la llamamos la Festividad de la “Libertad” pero cabe la pregunta ¿Libertad de qué? 

Del Ego… pues como todos sabemos Mitzraim, es un código para denotar el ego del hombre y la incesante naturaleza reactiva y egoísta del ser humano, es decir cualquier aspecto de nuestra naturaleza que nos controla. 

Es la libertad que logramos en Pesaj, la del Ego y de sus mentiras, como:

Cuando tenga suficiente dinero y poder tendré seguridad total.
No compartiré con nadie ¡Ellos pueden ganarse las cosas como yo lo hice!
No necesito a nadie. La independencia total es una virtud.
Quizás no sea perfecto, pero soy mucho mejor que ellos.

Has escuchado una vocecilla que te dice cosas como estas ¿No?

Por "una espiritualidad real y no externa"   es el secreto contenido en la afirmación de los Sabios: Mitzvá haba´a leyadeja, al tajmitzena "cuando una mitzvá llegue a tus manos, no la dejes pasar"… es decir: No permitas que se haga Jametz... que se haga un acto externo y sin sentido.

No sé de que forma, ya ni lo recuerdo, me llego un artículo de una Señora llamada Mariana Caplan, que me pareció bastante adecuado y he decidido adaptarlo (algunas hasta las deje igual) para reflexionar en esta Festividad. El artículo se titula “10 enfermedades de transmisión espiritual”.

Quiero aclarar una cosa antes de continuar este escrito. Vayamos mas allá y definamos el término “Enfermedad”, es raro, pero  veces las cosas que consideramos “Obvias”, por el mero hecho de considerarlas “obvias” obviamos profundos significados, pues bien el término enfermedad proviene del latín infirmitas, que significa literalmente "falto de firmeza". 

La firmeza  está relacionada con seguridad o convencimiento, y tiene que ver con entereza, y  constancia.

La lucha real en el proceso de crecimiento espiritual equivale a mantenerse firme (seguros, convencidos, fuertes y constantes) en hacer carne lo que aprendemos (si no lo hacemos, simplemente no lo aprendimos) y balancear siempre. 

Espiritualidad de Comida Rápida:

Esta es una enfermedad muy común… Es casi un resfrió, sus síntomas consisten en  mezclar la espiritualidad “con una cultura que celebra la velocidad, la multitarea y la gratificación instantánea”.

La espiritualidad de comida rápida es un producto de la fantasía común y comprensible que el alivio del sufrimiento de nuestra condición humana puede ser rápido y fácil. 

Una cosa es clara: la transformación espiritual es un proceso que debe ser lento, simplemente porque hay que atender a detalles.

La espiritualidad de imitación:

El vestirse de blanco con ropas vaporosas, y querer ponerse una capa, hablar de la paz y la unidad con palabras bonitas… Esta enfermedad (falta de firmeza) “Espiritualidad de imitación” es la tendencia a hablar, vestirse y actuar como nos imaginamos (nos imaginamos) que una persona espiritual, lo haría. 

Se trata de un tipo de espiritualidad que imita la realización espiritual en la forma en que la tela de piel de leopardo imita a la piel real de un leopardo. Se ve desde lejos como piel de leopardo, pero ni desde cerca ni al tacto lo es.

Motivaciones confusas:

A pesar de que nuestro deseo de crecer es genuino y puro, a menudo se mezcla con otras motivaciones, entre ellas el deseo de ser amado, el deseo de pertenecer, la necesidad de llenar nuestro vacío interior, la creencia de que el camino espiritual nos liberará de nuestros sufrimientos, y la ambición espiritual (el deseo de ser especiales), ser mejor que, y ser “el elegido”. Yo vi un caso de esta común enfermedad (falta de firmeza) en una mujer que ayudaba a poner la “mesa del Shabat” pero no ayudaba a recoger los platos luego de la cena… ¿Cuántas veces no hemos nosotro hecho esto?
Identificarse con las experiencias espirituales:

En esta enfermedad, el ego se identifica con nuestras experiencias espirituales y las toma como propias, y empezamos a creer que estamos encarnando ideas que han surgido dentro de nosotros en determinados momentos. En la mayoría de los casos, no dura indefinidamente, aunque tiende a perdurar por largos periodos de tiempo en los que se creen iluminados y/o que funcionan como maestros espirituales, comienzo a dar consejos a todos, y disertar sobre las vidas de todos… 

El Ego Espiritualizado:

Esta enfermedad ocurre cuando la propia estructura de la personalidad del ego se mezcla arraigada y profundamente en conceptos espirituales e ideas. 

El resultado es una estructura del ego que es “a prueba de balas.” Cuando el ego se espiritualiza, somos invulnerables a la ayuda, nueva información o retroalimentación constructiva. 

Nos convertimos en seres humanos impenetrables y estancamos nuestro crecimiento espiritual, todo ello en nombre de la espiritualidad.

De esta hay que cuidarse mucho, sus síntomas son bidireccionales… Yo me contagie, y cuando caí en cuenta, y que podía aprender de otros, y que podía establecer “retroalimentación” con las personas, y que cada ser aporta, otros “enfermos de Ego espiritualizado”… comenzaron a tomar conclusiones inadecuadas. 

La producción en masa de los maestros espirituales:

“Hágase maestro espiritual en 20 horas, conozca todas las respuestas y sea ligero en sus opiniones” Hay una serie de tradiciones espirituales de moda en la actualidad que producen personas que se creen estar a un nivel de iluminación espiritual, o maestría, que está mucho más allá de su nivel real. 

Esta enfermedad funciona como una cinta transportadora espiritual: ponte en este resplandor, consigue aquella visión, y bam! 

Estás iluminado y listo para iluminar a otros en forma similar. El problema no es que estos profesores instruyan sino que se presentan como si hubiesen alcanzado la maestría espiritual y opinan.

El orgullo espiritual:

El orgullo espiritual se produce cuando el practicante, a través de años de esfuerzo, en realidad ha alcanzado un cierto nivel de sabiduría y usa ese logro para justificar el cierre a más experiencias. 

Una sensación de “superioridad espiritual” es otro síntoma de esta enfermedad de transmisión espiritual. Hay que cuidarse y tomar los medicamentos adecuados.

Se manifiesta como una sutil sensación de que “yo soy mejor que otros, más sabio, y por encima, porque yo soy espiritual.”

La mente del grupo:

También se describe como pensamiento de grupo, la mentalidad de culto, la mente de grupo es un virus insidioso que contiene muchos elementos de la codependencia tradicionales. 

Un grupo espiritual tiene acuerdos sutiles e inconscientes con respecto a la forma correcta de pensar, hablar, abrazar, vestirse y actuar. 

Los individuos y los grupos infectados con “mente de grupo” rechazan los individuos, las actitudes y circunstancias que no se ajusten a las normas a menudo no escritas del grupo u “Organización”.

El complejo del pueblo elegido:

Es la creencia de que “Nuestro grupo está más evolucionado espiritualmente, es más potente, inteligente y, en pocas palabras, mejor que cualquier otro grupo”.

Existe una importante (lean bien) distinción entre el reconocimiento de que uno ha encontrado el camino correcto, el profesor adecuado, o la comunidad correcta para sí mismos, y el haber encontrado “al elegido”. 

El virus mortal: “Yo He Llegado”:

Esta enfermedad es tan potente que tiene la capacidad de ser terminal y mortal para nuestra evolución espiritual. 

Esta es la creencia de que “he llegado” al objetivo final de la senda espiritual. Nuestro progreso espiritual termina en el punto donde se concreta esta idea en nuestra mente, porque el momento en que comenzamos a creer que hemos llegado al final del camino, un mayor crecimiento se detiene. El Ego, logro su objetivo…

En Pesaj tienes la fuerza para obtener la libertad de todas estas "Faltas de firmeza" es decir de Constancia, de seguridad, de compromiso real, frente a motivaciones reales....

4 comentarios:

  1. IAFE MEOD!
    Ani mode lajem!
    JAG SAMEAJ! LE PESAJ!!
    GAM VE KOL HA MISHPAJOT!

    TODA RAVA!!!
    SHALOM.

    Gershom.


    feliz pesaj!!!
    Gracias por este envío de tanta sabiduría !
    abrazos!

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  2. Gracias. Excelentes comentarios. Felices fiestas.

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  3. Quise decir excelentes artículos. Gracias.

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  4. Shalom Shalom! nunca olvidaré que fue la primera festividad que celebré con mi instructor (More) y fue la del Pesaj, hace dos años atrás (2018) y fue determinante para mi alma, que anhelaba una conexión con HaShem. Y sí...realmente fue un "salto" cuántico no probar jametz por una semana, porque se abrieron puertas en mi entendimiento, con respecto al camino que debí seguir, desde aquel instante hasta ahora, que he vivido a plenitud todas las festividades como debe ser.

    Hoy por hoy, sigo combatiendo mis faltas de firmeza y que todos los que nos iniciamos en el camino del Jasidut y el estudio de la Torah, nos golpea fuerte el Yetzer Hará o el ego como se indica en el mundo secular. Han sido y seguiran siendo duras batallas contra estas 9 plagas que atacan al alma, que Armando nos explica bien detalladamente, en el que varias de ellas me ví reflejado en algunos momentos fuertes de mi vida.

    Gracias al estudio de la Torah, el pudir cumplir con los preceptos, el shabat, el Dafi Yomi y el ayudar a mi familia (mis padres), me ha enseñado que estas 9 plagas que afectan el alma, siempre estarán ahí al acecho, esperando que te equivoques, para hacerte caer y buscar la forma de hundirte, espiritualmente y emocionalmente. Pero, la Torah nos enseña las armas para siempre confrotarlos como lo hizo Yehoshuá (Josué) con Moshe en el Sinaí, cuando Amalek.

    Por último la parashá Vaikrá, nos enseña ante toda estas luchas la HUMILDAD, que es la que siempre debemos tener presente, para que el ego no nos ataque con sus secuaces.
    Gracias H"K"B"H" por darnos tantas bendiciones. Gracias Armando. Un abrazo.

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