22 de julio de 2007


La Masorah.
Por
La Cadena de la Tradición.
Armando J. Velazquez.
“Moshe recibió la Torah de Aquel que se le apareció en el Sinai y se la trasmitió a Yehoshúa, y Yehoshúa la trasmitió a los Ancianos y los Ancianos a los Profetas, y los Profetas la trasmitieron a los Sabios de la Gran Asamblea. Estos expusieron tres máximos: “Sed cir­cunspectos en vuestro juicio. Instruid a muchos discípulos. Y alzad un cerco protector alrededor de la Torah[1]
La Tradición de la Revelación del Monte Sinai forma una cadena ininterrumpida desde aquel día hasta nuestra época. Cuando Moshé recibió[2] la Torah[3] de las manos del Eterno, Bendito sea, también recibió las claves para su interpretación, los códigos para hacer del texto divino un mensaje comprensible para toda la humanidad. Él transmitió a su vez antes de morir a Josué (Yehoshúa), y Yehoshúa a su vez a los Ancianos, los Grandes Sabios de Israel, y al pueblo.
Así se origino esta “Cadena de la Tradición”, integrada por la Torah Oral y la Torah Escrita, que ha sido transmitida de generación a generación, boca a oído hasta nuestro tiempo, hasta nuestro tiempo.
El Texto sagrado no es un libro de historia, ni nos viene a contar historias bonitas, tampoco fue escrito para ser leído palabra por palabra, sino por estructuras, a fin de ser comprendidas por los más altos niveles de sabiduría de nuestra Tradición, utilizando para ello herramientas de descodificación y esquemas de lectura transversal.
Los Sabios de bendita memoria, separaron estas estructuras en palabras, de tal manera que no se perdiera la esencia, y pudieran las generaciones futuras restablecer el significado oculto de las palabras claves, mediante el use de las técnicas y métodos de la ascética hebrea y recuperar a partir de ellas el texto original.
Así se logro fijar en la mente y en el inconsciente colectivo atributos y cualidades divinas a través de estas palabras como arcanos o ideas arquetípicas.
La codificación busco durante siglos resguardar el poder que ocultaban estas palabras, por ello se preservo “Y alzad un cerco protector alrededor de la Torah”. La Torah, nuestra Sabiduría y tradición, se puede comparar a un gran “Prado”, algo así como un jardín maravilloso, lleno de las flores más hermosas y cuyos árboles frondosos que dan los frutos más sabrosos, de fuertes ramas y profundas raíces a través de las cuales extraen su vitalidad. Sin cerco protector, el jardín estará a la merced de los incultos y de las manos inescrupulosas y bestias desvastadotas. Seria destruido y desaparecería pronto sin dejar rastro.
La Torah es el documento más antiguo del mundo. Existen textos mas recientes que han sufrido deformaciones, amputaciones y deformaciones de cualquier tipo, en cambio esta se conservo intacta hasta el día de hoy, gracias a los Sabios que han contado sus frases, sus palabras y sus letras para así poder mantenerla.
Por eso, para que no se olvidara este conocimiento debió ser codificado, conservado y protegido, y posteriormente debía ser decodificado, de acuerdo a unas reglas precisas, desarrollando su significado completo o lo más completo posible. A este procedimiento, junto con las palabras así codificadas lo llamaremos “mnemónico”.
De esto se encargo la Escuela Masorética: De preservar y guardar la Tradición (tanto Oral como Escrita, en resumidas cuentas toda la Torah) que había sido trasmitida desde los tiempos de Moshé para las generaciones futuras. Contaron las letras, las palabras, y los versículos. ¿Pero como lo hicieron? A través de códigos y de una escritura sobre otra escritura.
Por dicha razón nos es imposible entender el Hebraísmo sin el conocimiento del real significado de los conceptos y códigos que transmiten esta Sabiduría, “La Sabiduría de Israel” compuesta por la tradición escrita “Torah shevijtav” y la tradición oral “Torah shevealpe” las cuales, en su conjunto, conforman el conocimiento Hebreo.

Etimologia.

El termino del Hebreo Rabínico[4] Masorah[5] significa “Tradición”. Este se originó en el termino Be-masoret del libro de Ezequiel 20,37 (donde puede verse remarcado con el rectangulo) con significado original de “Cadena, ligadura, atadura o vinculo”.

La inmutabilidad del texto era su caracteristica, que lo “encadenaba” o lo “unia al al contexto”.
Luego con el tiempo, la Masorah se transformo en una disciplina tradicional, comenzando a hacerce afín al verbo “trasmitir”, tomando luego el significado rabínico de “Tradición”. De hecho se conoce al Hebreo observante, ortodoxo, conservacionista y tradicionalista, como “Shomer masoret”. Masorah, trasmición de la cadena de la Tradición del Hebraísmo.
En el ambito de “Texto masoretico” la palabra “Masorah” asume el significado especifico del trabajo de los Masoretas sobre el Texto (del siglo I al X de la era común) la colección de instrucciones que tenían la función de preservar inalterada la disposición tradicional del texto bíblico hebreo.
En las fuentes antiguas encontramos escrito: מסורה, מוסרה, o מסורט. Se deriva ciertamente de la raíz hebrea מסר, verbo “dar abajo de”.
Con el nombre “Masoretas” se conoce a los sabios, que editaron y difundieron la “Masorahla Tradición. Los trabajos que nos han llegado hasta hoy pertenece al trabajo exclusivo de las escuelas palestinas (Tiberíades, mayormente) pero el Dr. P. Kahle[6] descubrió recientemente un fragmento del babilónico Masorah que diferencia considerablemente del texto recibido en su terminología
Los Masoretas en sus diferentes Escuelas[7] realizaron cuidadosas ediciones del texto, al que se proveyó de signos de acentuación y puntos que indicaban la pronunciación de las vocales (cada Escuela de distintos sistemas), de puntos que indicaban la pronunciación de frases. Todo esto para proveer al estudioso las señalizaciones e indicaciones de estudio.
Contaron los versículos, palabras y letras de la Toráh, colocaron notas marginales a los textos, evitando así cualquier deformación del Texto Sagrado a lo largo de los milenios.
Los masoretas cotejaron textos cuyo contenido presenta similaridad, es decir fueron los pioneros las concordancias dentro del texto bíblico. Pero no las concordancias a las que estamos acostumbrados y encontramos en los márgenes de nuestras Biblias, sino a los métodos de lectura Transversal que estudiaremos en el futuro.
Además de todo esto la “Masorah” consideró como su deber señalar con precisión las palabras cuya pronunciación no correspondía a la ortografía. Rabí Akivá llama a la “Masorah”, “cerca protectora de la Toráh[8]” (tal como lo hemos definido en nuestra introducción) siendo él de los que opinan que la “lectura es prioritaria[9]”, de aquí se sigue que la Masorah tiene dos aspectos complementarios, es decir, tiene la tarea de preservar el Texto Sagrado y la Tradición y al mismo tiempo de interpretarla.



[1] Pirkei Abot, Mishná 1, Capitulo 1.
[2] El verbo usado (קבל) esta relacionado con Kabbalah,
[3] Según la Tradición, un Bloque completo e indivisible de caracteres sagrados, escritos sobre las dos piedras de Zafiro.
[4] La Lengua de los Sabios, El hebreo rabínico o semi-formal que se fecha a partir del 200 d.C., era la lengua de la Mishná. Fue usado principalmente para escribir comentarios acerca de las Sagradas Escrituras y de ahí que se llame rabínico.
[5] Para una discusión completa del significado y de la historia de la palabra ver Bacher en “J.Q.R.,” iii. 785, y C. Levias en “la publicación anual hebrea de la universidad de la unión” para 1904.
[6] Paul Kahle, “der Babylonischen Juden,” Leipsic, 1902 de Ueberlieferung del der del nach de los testamentos del DES Alten del texto de Der Masoretische
[7] Nehardea, Pumbedita y Sura en Mesopotamia; Yabne y luego Tiberíades en Palestina. Estas escuelas desarrollaron además sistemas diversos de vocalización y acentuación del texto; existen tres sistemas: babilónico, palestino y tiberiense, este último es el más perfeccionado y aun en uso; los manuscritos básicos de las ediciones contemporáneas de la Biblia hebrea pertenecen todos ellos a esta tradición.
[8] Pirkei Abot, Mishná 3, Capítulo 13.
[9]Yesh Em Lamikrá

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