30 de diciembre de 2015

Meditación Judía.


Recientemente escribí un articulo sobre Rabí Abraham Abulafia, y comentábamos allí  que en años recientes, muchos, se han visto involucrados en seguir cultos orientales y programas de meditación. Mucho de estos programas están ligados a ciertas tradiciones que son ajenas realmente a la Sabiduría de Israel, y no porque sean incorrectos sus métodos, sino porque en su contexto están está intrínsecamente ligadas a la idolatría, como por ejemplo mediante el uso de mantras y similares. En realidad, la inclusión de idolatría en Meditación es totalmente innecesaria, y es posible hacerlo sin violar ningún mandamiento Divino.

La Kabbalah posee técnicas meditativas. Esto es evidente incluso en los textos Bíblicos. En tiempos del Rey David había una escuela de profetas, de Neviím como se dice en hebreo. Estas personas llevaban una disciplina y un modo de vida muy estricto, así como un régimen alimenticio muy especial, y esto sorprende a muchos que creen que la "profecia" era una forma de búsqueda pasiva de la divinidad, incluso en contra de la voluntad del mismo "profeta".

Y esto es sorprendente para muchos, como que en el Judaísmo (o al menos en un parte del mismo) se acepte la Reencarnación. Sorprende que exista en él también todo un sistema de practica meditativa, porque mucho se ha escrito sobre la meditación desde la perspectiva hindú y budista, pero muy poco se ha hablado sobre la meditación judía. La literatura al alcance de la gente es limitada, y es muy difícil encontrar información de la misma. 

En el ámbito de la Kabbalah, la palabra clave en sus concepciones, que alude tanto a la oración como a la meditación, es kavaná. Este término, que viene de la raíz kivun (dirección), significa esencialmente enfoque de la conciencia, intención y concentración del corazón, que deben acompañar toda práctica de la oración unida a la meditación.

Hay dos términos hebreos para referirse al acto de la meditación utilizados en la literatura: 

Hitbodedut, es decir aislarse, estar solo con uno mismo. Los comentaristas de la Torah explican que Abraham y los demás patriarcas eligieron ser pastores para poder pasar su tiempo en soledad. Estaban totalmente dedicados al servicio de Di-s y escogieron una profesión que les permitiera llevar una existencia totalmente espiritual. Al volverse pastores, pasaron sus días en la soledad de los campos, en lugar de verse envueltos en el barullo de la vida en la ciudad.

Abraham Avinu otorgó a otros de sus hijos conocimientos importantes sobre meditación. De acuerdo a nuestros sabios, dicho conocimiento llegó hasta India y China.

Esto es cierto también hoy. Al retinarse en soledad por un período de tiempo (sin necesariamente abandonar la ciudad) la persona puede lograr salud sicológica, tranquilidad y paz de la mente, al meditar en un objeto que los produce.

Hitbonenut, que viene de la palabra biná (entendimiento)  y se refiere a la actividad de profundizar en uno mismo para lograr la comprensión. 

La meditación, para apartarse del mundo, así como los ejercicios físicos y el intelecto permiten que una persona se sienta más cómodo en este mundo, pero tan sólo son tentativas para distraernos de las preguntas, ya que nuestros deseos permanecen insatisfechos y no descubrimos el sentido de la vida. Todos estos métodos relajan al individuo, ya que logran disminuir los deseos de la persona, no porque hayan descubierto la respuesta sobre el propósito de su existencia y el significado del sufrimiento.

EL OBJETIVO DE LA MEDITACIÓN KABBALISTA NO ES APARTARSE, PARA BUSCAR ESPIRITUALIDAD, SINO TODO LO CONTRARIO. Pues la Kabbalah, le enseña al hombre cómo orientar su atención hacia el Creador en todo momento, a pesar del incesante flujo de pensamientos y deseos que lo acechan. La intención es un receptáculo que permite al hombre sentir al Creador. Por esta razón su sistema de practica meditativa se basa en el estudio teórico combinado con la meditación en las diferentes formas en que percibimos la Realidad Espiritual.

Pues sólo, el estudio de los principios superiores, la meditación y reflexión espiritual conducen a los actos de bien que inspiran a los seres humanos a sobreponerse al mero discernimiento sensible y a unirse en pos del bien común. Ello fue, es y será lo que en definitiva sobrevivirá ante todas las formas que el egoísmo adquiera en nuestro camino en pos de la Armonía Universal.


1 comentario:

  1. Gracias por subir este tipo de lecciones necesarias y de gran contenido espiritual, raíz de muchas corrientes que hoy se explotan por ignorancia de quienes las siguen. El desconocimiento es total a causa de infinidad de lecturas orientales que inciden en eso que se explica. Y es que resulta hasta desagradable que la gente lea y lo que dice saber no lo ponga entre comillas con su autor, y se lo adjudique como parte de su conocimiento espiritual; pero lo que es aún peor es que convenza a a gente que no lee nunca y crean que es una teoría novedosa o que la persona que habla de ello es un privilegiado que escucha a su corazón lleno de luz, marcar el camino... Por favor. Es bueno que se sepa que las cosas que nos cuentan tienen s. a lomos de legados escritos y transmitidos a través de nuetros patriarcas y que son raíces de otras religione cristianas e incluso de sectas oportunistas.

    ResponderEliminar