24 de octubre de 2016

Diferencias entre juicio y opinión.

En este blog a veces escribo entradas, que se quedan en "borradores" y muchas veces pasa mucho tiempo sin que sean publicadas, o bien porque se me olvidan, o porque comienzo otra y la anterior queda relegada a la bandeja de borradores. 

Estas entradas "a veces" son redimidas de la carpeta de borradores. Esta es es una de ellas. Claro le hice unos cambios.

Este post de opinión, lo voy a comenzar citando:
El Café con leche es como el café, pero con leche.
Paulo Coehlo.

Bueno, esta frase no, seguro es una parodia inventada.. vayamos a esta:



Alguien me diga si es otro invento, o si viene de la mano del autor. Lo cierto es que suena muy bonita y hasta verás, pero eso no le quita lo vacía y fácil. 

Intentemos ser un poco más profundos: 

 “... Escucha tu corazón. Él conoce todo, porque proviene del ALMA DEL MUNDO y un día retornará a ella...” Paulo Coehlo.

El recurso “coelhístico”, por llamarle de alguna manera, es algo que hasta un niño podría aplicar, es un robo sistemático de nuestra atención; es la apelación a fibras íntimas de las personas. Son sentencias de pocas palabras para explicar el sentido de las cosas, que realmente son un poco más complejas que lo que Coelho nos quiere hacer creer. 

Cuando lees un libro de Coelho este va a trabajar en tu cerebro para que te sientas disminuido, sin poder de crítica. Vas a imaginarte que vives en un mundo lleno de magia y amor, y te vas a olvidar de que la realidad que te golpea todos los días es bastante distinta.

La profundidad y el disfrute genuino, es lo último que importa en el negocio del arte.

Muchos libros de auto-ayuda son una respuesta efímera para las necesidades de la gente: 
  • Vacío existencial, 
  • Baja autoestima por una infancia maltratada, 
  • Sentimientos de culpa a flor de piel, 
  • Inmadurez emocional, 
  • Inhibiciones, 
  • Inseguridad, 
  • y una lista larga de problemas de personalidad.
"El problema" (esta es la palabra, no le cambiemos el nombre, por ahora) con este tipo de textos de autoayuda, es que aplican para todo el mundo la misma receta.

La diversidad de problemas y circunstancias personales entre un individuo y otro, no les interesa. No tienen en cuenta que cada ser humano es único e irrepetible, y cada circunstancia vital es diferente de la otra. 

El problema es que se contentan con empaquetar y vender consejos. 

Alguien me dirá:

No juzgues, porque hay "miles de millones de mentes y personas" que han encontrado "respuestas" en los libros de autoayuda de Paulo Coelho. 

Bueno puedo responder primero con una frase que da "muchas respuestas":


Otra respuesta efímera... ¿Será?

Es allí donde esta el verdadero peligro, el no ser capaces de emitir opiniones (no juicios) por evitar que los demás se sientan juzgados.

Bueno existen dos cosas, el Juicio y la Opinión. Ambas están separadas por una muy delgada linea.

Un juicio es algo categórico con lo que me siento identificado (EGO), es absoluto y que no da lugar a réplica. Mientras tanto, una opinión es un concepto que se tiene sobre algo, pero desde un punto de vista más flexible, “yo doy mi opinión y tu das la tuya”, ambas son diferentes pero las dos pueden formar parte de la verdad.

Ver con perspectiva ayuda a hacernos una mejor idea de la realidad. El ser humano es incapaz de conocer la realidad en su totalidad, pero la necedad del ego nos impide admitirlo y preferimos pensar que tenemos razón y que estamos en posesión de la verdad.

Lo que si es cierto es que detrás de cada juicio se esconde una profunda identificación con el mismo juicio y nuestra idea se convierte en una especie de parásito que abraza nuestra mente y nos hace creer de ser nosotros. Por este motivo, quien expresa un juicio suele enfadarse cuando alguien lo contradice porque, creyéndose él mismo la sentencia, se siente rechazado por el otro y eso hiere su Yo. La idea que “en el mundo externo” pueda existir un modo de pensar diferente lo asusta y, como el perro que enseña los dientes porque percibe el peligro, irritarse es el único modo para defenderse.

Una opinión, en cambio, es algo más “suave”, un pensamiento enunciado en un determinado momento que no pretende ser absoluto y, como tal, deja espacio al diálogo y pone las bases para crear un puente comunicativo. Quien expresa una opinión tiene una actitud mental separada de la opinión misma, y es consciente de la multiplicidad de los puntos de vista. Por este motivo no se desespera si se le contradice. Después de todo ¿es solamente una opinión, no?

Juicio = identificación con lo que uno piensa = “yo soy lo que digo”

Opinión = separación del propio pensamiento = “si me contradices, no importa, es solamente una opinión”

Lo expresado acá sobre los libros en autor en cuestión, traducido a 56 idiomas, publicado en 150 países, con más de 54 millones de libros vendidos, son meramente mis opiniones, a la que agrego, que:

Hay que reconocerle al menos una virtud: es una mina de oro para sí mismo y para las editoriales. 

Soy bibliófilo. Pero pienso que Coehlo es pacotilla literaria, respeto a quien le gusta. Confieso que tengo libros de él, y los coloco en un tramo de mi biblioteca denominado:

Pacotilla, que le gusta leer a esta (mi) generación.  

Personas muy simples, que buscan respuestas muy simples.

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