8 de noviembre de 2009

Abraham avinu, Mekubal.

Recientemente estaba estudiando la parasha Lej Leja y escuchando una antigua cancion del Folklore Sefardí (del periodo del Rey Alfonso X de España 1245-1289) titulada “Cuando el rey Nimrod”, cuya letra en ladino la transcribo a continuación:

Cuando el rey Nimrod al campo salia
Mirava en el cielo y en la estreyeria
Vido una luz santa en la giuderia
Que havia de nacer Avraham avinu
Avraham avinu
padre querido
Padre bendicho luz de Israel
Luego a las cumadres encombedaba
Que toda mujer que preqada quedara
si no pariera al punto la matara,
que habia de nacer Abraham avinu.
Avraham avinu
padre querido
Padre bendicho luz de Israel
La mujer de Terah quedo prenada
E de dia en dia el la preguntaba:
¿De que tenes la cara demudada?
Ella ya sabia el bien que tenia.
Avraham avinu
padre querido
Padre bendicho luz de Israel.
En fin de mueve mezes parir queria:
Iva caminando por campos y vinyas,
A su marido tal ne le descubria
Topo una meara, alli lo pariria.
Avraham avinu, ...
Saludemos agora al compadre y tambien al mohel
que por su zehut nos venga el goel
y rihma a todo Israel,
cierto loaremos al Verdadero.
Avraham avinu, ...
En akeya ora el nasido avlava:
"Andadvos mi madre, de la meara.
Yo ya topo kyen m'aletchara,
Malah del scyelo me akompanyara,
Porke so kriyado del Dyo bendicho.

Y en castellano traduce:

Cuando el Rey Nimrod al campo salía
miraba en el cielo y en la estrellería
vido una luz santa en la judería
que había de nacer Abraham Avinu.

Abraham Avinu, Padre querido
Padre bendijo a la luz de Israel.

Luego a las comadres encomendaba
que toda mujer que preñada quedara
si no pariera al punto, la matara
que había de nacer Abraham Avinu.

Abraham Avinu, Padre querido
Padre bendijo a la luz de Israel.

La mujer de Terach quedó preñada
y de día en día le preguntaba
¿De qué tenéis la cara demudada?
ella ya sabía bien qué tenía.

Abraham Avinu, padre querido
Padre bendijo a la luz de Israel.
En fin de nueve meses parir quería
iba caminando por campos y viñas,
a su marido tal ni le descubría
topó una meara, allí lo pariría

Abraham Avinu, Padre querido
Padre bendijo a la luz de Israel.

En aquella hora el nacido hablaba
"Andáos mi madre, de la meara
yo ya topo quién me alejara
mandará del cielo quien me acompañará
porque soy criado del Dios bendito."

Abraham Avinu, Padre querido
Padre bendijo a la luz de Israel

El personaje es muy conocido por nosotros, es Abraham Avinu, Nuestro Padre, cuya historia está relatada en el Sefer Bereshit (Genesis 11,26 a 25,18).

Sabemos que él es primero de los tres Patriarcas.

Nació en Caldea. Se supone que fue en el año 1948 de la Creación. Era hijo de Téraj, un constructor de Idolos. Era descendiente de Sem, uno de los tres hijos de Noaj.

Luego de recibir la orden de D-s: “Lej Lejá” (Vete hacia ti), se estableció en Eretz Israel (Canaán en ese entonces) e instituyó el monoteísmo en una época en que la mayor parte de las personas adoraba ídolos, incluyendo a su padre.

Se dice que Abraham fue el primer Hebreo.

¿Pero que significa esto?

Abraham era monoteísta.

El midrash cuenta cómo Abraham rompió las estatuas de su padre, y sobre Abraham, leemos en la Parashat Lej Leja: “Y erigió allí un altar para El Eterno y proclamó el Nombre de El Eterno”. (Génesis 12:8).

Pero no queda nada claro que él haya sido el primer monoteísta. Ya en la época de Enosh, hijo de Shet (el eslabón que nos relaciona con Adán y Eva), se dice: “Entonces se empezó a invocar el Nombre de El Eterno” (Génesis 4:26).

Rashi explica las palabras “se empezó” (hujal) de manera negativa: “de manera profana” (jilul), y así atribuye el monoteísmo a Abraham. Pero otros comentaristas tradicionales Ibn Ezra, Sforno, Onkelos explican esas palabras de manera positiva (Onkelos dice: “En sus días se empezó a rezar en Nombre de Dios”).

Y sobre Noaj también está escrito: “Y construyó Noaj un altar para D’os” (Génesis 8:20), sobre el cual ofreció sacrificios en el marco de un ritual muy bien conocido en la Torah.

Puede ser que Abraham haya sido el primer humanitario. Mientras que Noaj no hizo nada y no expresó ningún tipo de oposición a la destrucción del mundo en el momento en que le fue informada la llegada del diluvio, Abraham protestó vehementemente contra la matanza de los inocentes de Sodoma (Génesis 18:22 en adelante). Abraham llevó a los miembros de su casa a luchar por la liberación de Lot del cautiverio, en el primer caso de liberación de cautivos (Génesis 14:14 en adelante), y él trató a los esclavos de los reyes a los que liberó como seres humanos y no como bienes materiales, en contraposición a lo que ocurría en los pueblos vecinos (comparar el versículo 11 con el 16).

Y, con seguridad, fue Abraham la única persona sobre la cual la Torah usó el concepto de “educación”: “Armó a sus discípulos, nacidos en su casa” (Génesis 14:14). Rashi explica: “Ellos fueron educados para cumplir los preceptos”. Y, ciertamente, ésta no fue la primera vez que actuó así. Siguiendo la orden de Dios, Abraham dejó Jarán junto con su esposa Sara, su sobrino Lot “y las almas que hicieron en Jarán”.

Onkelos explica: “Las almas a las que educaron según la Torah en Jarán”. Agrega Rashi dentro del midrash: “Abraham convirtió a los hombres y Sara a las mujeres”. Jizkuni (comentarista de Francia del siglo XIII) da un paso más adelante cuando dice que con las palabras “y las almas que hicieron en Jarán”, “comienza la entrega de la Torah”, es decir, no con Moshé Rabenu en el Sinai, sino con Abraham el educador en Jarán.

Si es así, ¿que era tan especial en Abraham? Él fue el primero que se refirió seriamente a las palabras de Shimón el Justo citadas en Pirkei Avot 1:2: “Sobre tres cosas el mundo se sostiene: la Torah, el culto ritual y la ayuda al prójimo”. Abraham las cumplió todas: -“Torah”- educó a los seres humanos para el cumplimiento de la Torah y de los preceptos; -“el culto ritual”- “Y erigió allí un altar para El Eterno y proclamó el Nombre de El Eterno”; -“la ayuda al prójimo”- y actuó para salvar a los que estaban en peligro y luchó para que los esclavos sean considerados como seres humanos y no como bienes materiales.

He aquí muy buenas razones para reconocer a Abraham como el primer judío.
Así pues hace aproximadamente 4000 años, Abraham Avinu, comprende que el egoísmo es la causa de todos los males que afectan a la humanidad.

Este descubrimiento, del cual la humanidad aun no ha tomado plena conciencia, marca el momento más trascendente de la historia universal. La historia humana se puede dividir en antes y después de Abraham, siendo que Abraham es el primero que enfrenta al hombre ante su mayor desafío: alcanzar su completitud, su forma superior, el altruismo.

Prácticamente todas las formas espirituales que surgirán a lo largo de la historia provienen de Abraham, como se indica en el libro de Bereshít-Génesis 17:4-5 “serás padre de numerosos pueblos”.

Su primer hijo Ishmael generará las bases para la percepción que encontramos en el mundo islámico. Itzják segundo hijo de Abraham continuará la cosmovisión de su padre conformando así la percepción judía de la realidad. Los hijos que Abraham procreó con sus concubinas serán quienes modelen la percepción oriental de la realidad (es Interesante, hacer notar aquí la coincidencia fonética de Abraham con Brahma A-Brahma que tenía una esposa y hermana llamada Saraisvati, muy similar al nombre bíblico de la esposa de Abraham, Sara). Esau, nieto de Abraham será quien marque las pautas de la concepción del mundo que hoy conocemos como occidente.

Abraham comprendió la dificultad y las debilidades del hombre en su camino espiritual; por eso aun siendo aún un niño destruyó las estatuas de Téraj, su padre, quien se encontraba inmerso en la idolatría reinante. La representación de imágenes fija la realidad en un momento histórico, a una estética, a una determinada cosmovisión. El impedimento de darle forma material a la realidad espiritual nos exige sobreponernos a nuestras limitaciones mentales y emocionales.

La imagen parcializa y proclama la independencia de lo particular y pasajero en lugar de elevar e integrar lo individual a lo eterno. Abraham des-cubre que la aparente multiplicidad de seres y aspectos que conforman la realidad, tanto de orden material-sensorial como espiritual, son diversos grados de una misma y única Realidad Infinita, denominada en el lenguaje interior de la Torah, la Kabalah: Ein - Sof. Dicha Realidad es generada por la Esencia Creadora, la cual es llamada en el mencionado lenguaje espiritual: Kadósh Barúj Hú, HaShém, Atzmút, etc.

En sus esfuerzos por encontrar un orden superior Abraham se transformó en un gran astrólogo, ya que en sus comienzos él creyó que toda la realidad es regida por influencias astrales. Como consecuencia de su búsqueda de lo completo logró finalmente sobreponerse al ámbito astral y percibir la realidad superior, la causa primera, entendiendo así que hay una armonía que está por sobre la aparente multiplicidad de la Creación: el Kadósh Barúj Hú.

Antes de Abraham Nóaj, luego del diluvio, instauró un mundo fundado en principios de respeto mutuo por la vida, la propiedad y la familia, pero no fueron suficientes para crear normas que logren codificar un sistema social y espiritual que perdure a través del tiempo.

Abraham comprendió más profundamente la problemática humana. Su ideal no era sólo el de una conducta civilizada contra el salvajismo prediluviano. La idolatría contra la cual Abraham lucha es la del ser humano que rinde culto al mundo material y a sí mismo en oposición a una vida dedicada al prójimo como medio para alcanzar la armonía y completitud.

Abraham representa al hombre superior, el justo, en hebreo tzadík, quien emplea la bondad con sabiduría.

Abraham es el primero en descubrir la voluntad altruista generadora de la conciencia judía. Abraham logra transmitir el concepto del altruismo; no sólo con explicaciones intelectuales, sino que llega a nuestro interior ayudándonos a trascender los límites impuestos por la frialdad especulativa de la mente cuando no vibra en armonía con el corazón.

Abraham nos enseña el principio básico del verdadero trabajo espiritual, la emuná.

La Sabiduría que trasciende los límites intelectuales, como el amor que sobrepasa toda medida. Por el contrario, lo que tiene medida es limitado y finalmente desemboca en egoísmo.

En cambio, cuando la emuná es completa, como lo manifiesta Abraham a lo largo de su propia vida, trasciende todo límite y medida, lo cual conduce al Uno sin segundo al Kadósh Barúj Hú, fuente infinita del altruismo.

Aprendamos de Avraham avinu padre querido Padre bendicho luz de Israel.

Bibliografia.
Enseñanzas de Rav Zukerwar Tzl, Programa Halel (ve a la izquierda los enlaces recomendados)
Aurora Digital.



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