30 de octubre de 2011

Un Obsequio Divino.



Después de un mes de ausencia, sin escribir nada significativo vuelvo, durante este mes estuve haciendo los preparativos para el recibimiento de mi hijo, cosa más grande y hermosa. Esas largas horas de insomnio previas a su llegada y nuestra preocupación por el sustento y el bienestar, la tarea más desafiante.
De acuerdo a la Torah el hombre y la mujer deben conducir positivamente sus energías en pro de la continuidad de la vida. No es en balde que la primera mitzvá que aparece en la Torah es la de dar continuidad a la vida, es por ello que los Haredim "los que tiemblan en el temor de Dios" Piadosos  poseen familias numerosas, ya que cada alma que se manifiesta en este mundo es un eslabón más en la revelación de la armonía universal.
Por dicha razón el ideal de la Torah es la familia, ya que nos brinda el marco propicio para que el hombre y la mujer se realicen plenamente manifestando sus instintos, emociones y pensamientos de manera armónica.
Es en familia donde aprendemos a compartir y asumir la responsabilidad por nuestros hijos y a entender a nuestros semejantes y a la sociedad. Comprometiéndose con las necesidades del prójimo se expande a nuevos aspectos de la realidad. Actuando como el Kadósh Barúj Hú: quien da de sí mismo. La mujer y el hombre son dos mitades; Y de este forma “El Matrimonio, la educación de los hijos y la influencia positiva sobre la sociedad son los componentes imprescindibles para la realización espiritual
Es por ello que toda persona posee un destello de generosidad proporcionado por D"s y desea tener hijos. La Dimensión interior de la Torah, Kabalá, nos enseña que la armonía universal sólo podrá ser alcanzada cuando todas las almas se revelen y depuren de acuerdo a su potencial particular, y logren así la forma perfecta de relacionarse con sus semejantes y con la Luz Infinita.
Tener hijos dista mucho de ser una simple realización femenina o deseo de perpetuación, en estos pequeños momentos Aprendemos sobre nuestra capacidad de amar. Ampliamos nuestra capacidad de entregar.
En el Talmud se habla de "tres socios que colaboran en la creación del niño: D"s, el padre y la madre".
Sé que Un Hijo es un ansiado obsequio Di-vino, Nuestra tarea no es fácil en absoluto. Esperemos, no obstante, ser dignos descendientes de Ya´acov y saber crear, con los integrantes que D"s componga nuestra familia, un sitio digno de ser observado y aplaudido.
Sin duda la paternidad representa noches sin dormir y tremendos cambios en nuestros estilos de vida, pero es uno de los más gratificantes y realizadores cambios, Aún no se qué tan difícil sea o no, porque aun tiene días, pero tengo la certeza de que jamás estamos solos y que nuestro Socio sabe de nuestras limitaciones y buenas intenciones.





1 comentario:

  1. Mil felicidades a los padres y mas aun a ese hijo que tuvo merito de nacer en una familia y con unos padres, lo que yo considero como mi experiencia mas importante con respecto a la maternidad es que siempre detras de todo lo que hagamos debe existir infinito amor incondicional.....aun cuando tengamos limitaciones comprender que ese nuevo ser vino a ayudarnos a ser cada dia mejores...luz y bendiciones...

    ResponderEliminar