¿Cómo se puede
reconocer a una persona con quien el Kudshá Berij Hu [El
Santo, Bendito sea] se complace [esto es: lo desea]
y en quien Él tiene Su morada? Cuando Observamos que un hombre
procura servir al Santo en alegría [esto es, vemos en él la
intención de dedicarse al Eterno] con su corazón
[arameo: Belibeh], con su alma [arameo: UvNafsheh]
y con su voluntad [arameo: Uvir’uteh], podemos
estar seguros que la Shejintá [arameo: la Presencia Divina]
tiene en él Su residencia [mora en él]. Un hombre así
merece ser bien pagado por su enseñanza y compañía. Por eso los
antiguos decían: “cómprate un compañero” [es decir, un
maestro]. Cómpralo por un buen precio [esto es: con
precio completo], para merecer la presencia de la Shejintá
[arameo: la Presencia Divina].
Zohar Trumá 39.
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