La proximidad de Janucá (y de Purim) me recuerda sobre las enseñanzas prácticas que se desprenden de estas celebraciones, pero está vez desde una perspectiva individual y no colectiva. Porque precisamente en estas fiestas se reflexiona sobre el pasado, se recuerdan victorias de antaño, cuando todo aparentemente estaba perdido y se reafirman compromisos con nosotros mismos y con nuestra comunidad.
Estamos en una constante lucha contra nuestros "griegos internos" (nuestra especulación, ruidito interior, que busca justificar nuestras debilidades y destruirnos). La vida está llena de desafíos y tentaciones que pueden llevarnos por caminos equivocados. Sin embargo, es en estos momentos de prueba cuando podemos demostrar nuestra verdadera fuerza y carácter.
La educación judía auténtica nos enseña a mirar más allá de lo inmediato, a contemplar el panorama más amplio. Un pilar fundamental de la.pedagogia judía es el recordatorio constante de nuestras victorias y éxitos pasados, en reflexionar en ellos y permitir que su influencia se refleje en nuestra vida actual, permitiéndonos enfrentar desafíos aún más grandes en el futuro.
Recordar nuestras victorias y éxitos pasados es fundamental para nuestro crecimiento personal. Estos momentos de triunfo pueden inspirarnos y darnos motivación, aumentar la confianza en nosotros mismos y en nuestras habilidades, mejorar nuestra autoestima; y ese sentido de logro y satisfacción es lo que nos motiva a seguir adelante, debemos permitirnos aprender de nuestras experiencias pasadas. Y no solo eso, sino que también podemos inspirar a otros al compartir nuestras historias de éxito, y crear un ciclo positivo de apoyo colectivo.
Cada día que resistimos la inclinación negativa y avanzamos con determinación es un día verdaderamente aprovechado. Cada vez que vencemos un desafío y elegimos lo correcto (siguiendo como patrón la Torah) marcamos nuestra vida con un triunfo, y recordarlo nos ayuda en nuestras batallas y triunfos futuros.
La resistencia y la determinación (nuestros "Macabeos internos", nuestro "Mordejai y Ester interior") son cualidades esenciales para superar los obstáculos que se presentan en nuestra vida. Cuando nos enfrentamos a un desafío, es fácil dejarse llevar por la frustración y la desesperanza. Sin embargo, es en estos momentos cuando debemos recordar que tenemos el poder de elegir cómo respondemos a la situación, podemos elegir rendirnos y dejar que la negatividad nos consuma, o podemos elegir resistir y avanzar con determinación. Los beneficios de esta elección son inmensos.
El hombre comienza a realizarse espiritualmente cuando se dá cuenta que tiene el control, y cuando colabora activamente con el gran cuerpo de la humanidad desde su individualidad.
_Mordejai Yosef Douek_, desde los Llanos Orientales de Colombia.
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