13 de marzo de 2016

10 señales de un empleo incorrecto.

Para nadie es fácil plantearse la posibilidad de que el empleo actual o la sociedad de negocios en donde nos encontramos, sea lo correcto o no. De lo que si estamos seguros que el beneficio de contar con un trabajo tiene que ir mucho más allá de recibir un salario fijo. Debe representar la oportunidad de un desarrollo personal integral, que se vea reflejado en todo los aspectos de la vida cotidiana, y esto debemos tenerlo en cuenta, la vida es como un negocio, y lo que se aplica en los negocios es absolutamente aplicable a la vida.

Por tal motivo, aquí te presento acá:  


El decálogo del empleo incorrecto.

10 señales que te pueden indicar si estás en el empleo correcto (o  sociedad de negocios) o tienes que plantearte un cambio de actividad profesional.
Carencia de satisfacción personal
 
Hazte las siguientes preguntas, y respóndete de forma sincera:


¿Qué tan satisfecho estoy con el trabajo que realizo? 

¿A nivel personal, qué grado de orgullo me genera lo que hago?

Estás interrogantes son fundamentales para determinar que tan satisfecho te encuentras con lo que realizas actualmente.

Puede ser que creas que lo que haces te satisface plenamente, pero en el fondo tu vida laboral no te llena y mucho de lo que haces no te genera ningún sentimiento placentero.


El cansancio, el estrés, la depresión, la tristeza, la falta de autoestima, son síntomas de una falta de satisfacción personal, y que estas viviendo de forma indeseada; lo cual no sólo se desencadena en desmotivación y falta de enfoque para realizar actividades, sino en problemas físicos y hasta psicológicos.

Es normal que se espere con con ansias la llegada del famoso "viernes" para tener sus días de descanso; pero, si cada vez que te levantas lamentas que tengas que ir a trabajar, quiere decir que no estás disfrutando tus funciones laborales, lo que disminuye tu desempeño en la empresa. 


Al final eso es un problema, tanto para ti como para la compañía que te emplea.

Falta de motivación para avanzar cada día.




La motivacion, dentro del contexto del éxito y la superación personal, es la "gasolina" o la "energía" dentro de nosotros que nos incita hacer y continuar haciendo cosas, que quizás normalmente no haríamos.  


La motivación diaria para enfrentar los retos de cada día es algo fundamental para el desarrollo laboral de las personas. Si no hay motivación, el rendimiento y la satisfacción como empleado disminuyen severamente.

Si no hay un factor de peso que haga valioso el hecho de acudir a una jornada de trabajo, más allá de la obligación y la necesidad económica, este es un factor determinante para considerar que el empleo actual no es el correcto.

Un trabajo debe ser motivante para mejorar en lo que haces. Sabemos que puede ser rutinario, pero no deben ser un impedimento para buscar nuevas formas de crecimiento. 


Si consideras que ya no estás aprendiendo nada nuevo y te sientes totalmente desmotivado para hacerlo, sin ganas de innovar o peor aún si no se te permite, es un foco rojo al que no debes ignorar.

Falta de oportunidades de crecimiento.
Si consideras que el proceso de aprendizaje ya terminó, que estás preparado para retos más importantes y de trascendencia, pero no hay ninguna posibilidad de que se materialicen porque la empresa no te da opciones para crecer, es momento de analizar la conveniencia de permanecer en esa organización.

La vida laboral debe estar llena de nuevos retos y oportunidades de crecimiento. Si esto no sucede, es buen motivo para buscar nuevos aires y descubrir hasta donde puedes llegar.

En el caso de un empleo, una de las maneras de medir el progreso en una empresa, es con un ascenso. Si han pasado más de dos años y no logras ascender, es motivo suficiente para buscar progreso por otro lado.
 
Falta de equilibrio trabajo-vida personal.
Un punto muy valioso es mantener un equilibrio entre la vida personal y el desarrollo profesional.

En ocasiones, el precio que se paga por ascender en la escala laboral es un muy alto a nivel familiar o de relaciones interpersonales, que pueden generar conflictos graves que no son fáciles de solucionar.

Si el empleo actual te exige demasiado tiempo y esto afecta los otros aspectos de tu vida, es necesario poner en una balanza qué tanto conviene un trabajo que no te permite tener una estabilidad emocional plena.

Por ejemplo un jefe absorbente, alguien así como "Miranda Priestly" personaje de la cinta "El diablo viste a la moda", que de manera extrema acosa a su asistente.... 

Si tu jefe, simplemente pide demasiado y no te deja vivir, debes empezar a pensar en tu salud mental y cuidarte; así que será el momento ideal para decidir si realmente vale la pena.

Ambiente laboral tóxico.

Trabajar en un ambiente laboral desagradable, donde se permite que los empleados utilicen cualquier método para alcanzar sus fines profesionales, es un buen motivo para determinar que el empleo no es el correcto.

En cierta oportunidad una persona me decía que estimular el conflicto y la competencia entre profesionales fomentando el lashón hará y la mentira era el mejor método de gerencia... Cuando a las empresas no les preocupa mejorar la comunicación ni las relaciones personales de los empleados, y además motivan una competitividad que lastima los derechos de los individuos, esto no es sano y lo mejor es considerar otras opciones de trabajo.

Al final estas “Oportunidades” dadas en lugares donde se fomenta este tipo de trato distan mucho de ser “oportunidades beneficiosas” sino por el contrario se transforman en cárceles que mellan terriblemente tus relaciones familiares.

Por otro lado, muchas compañías utilizan la técnica de presión para hacer renunciar sus trabajadores; es decir, si te ponen a hacer el trabajo que nadie quiere hacer y te exprimen con cantidades exorbitantes de éste, posiblemente estén buscando que te alejes.

También pasa con compañeros que no te quieren ver progresar y preferirían verte fuera. Y aunque, a todos, alguna vez nos toca hacer algo que no nos gusta mucho, si crees que ya es una constante, lo más recomendable es hablar con tus superiores para aclarar cualquier malentendido. Si siguen si valorar tu esfuerzo y trabajo, es mejor buscar un lugar donde sí te puedas desarrollar.

Es completamente normal que dentro de un ambiente laboral exista una que otra persona que no sea de tu agrado. Pero, cuando ninguna de las personas con las que pasas varias horas de tu día laboral te resulta amigable y crees que lo único que hacen es amargarte la vida, seguro que no eres feliz. Así que, hay que dejarnos de juegos y buscar un lugar que sea más compatible con lo que buscas y quieres.
 
Carga de trabajo excesiva.

Si eres de esos empleados que reciben cargas de trabajos excesivas, que te hacen responsable de proyectos con plazos incumplibles o que te asignan muchas actividades sin importancia, esto es un indicativo de que las cosas no andan bien y que están subvalorando tus aptitudes y habilidades. Es una señal de alerta que hay que considerar de forma muy seria.

Tu trabajo va en contra de tus valores personales.

Si no eres compatible y desarrollas actividades que van en contra de tus valores personales y éticos es algo muy dañino para ti, ya que genera una crisis emocional y una carga de culpabilidad muy profunda, lo que no es sano ni recomendable para nadie.

Si crees que los valores que la empresa practica no son compatibles con los tuyos, lo mejor será que busques una con la que sí concuerdes, lo mejor sin dudas es abandonar el empleo.

¿Por qué? Especialistas explican que un empleado que trabaja pensando que lo que hace no es correcto, baja su desempeño hasta un 25 por ciento, y para ti y la empresa no es saludable.

Sentimientos de odio y rencor.
Algunas veces se genera un proceso emocional negativo que crece paulatinamente sin que las personas se den cuenta. En la medida en que las condiciones laborales son más desfavorables, los empleados empiezan a generar sentimientos de oído y rencor hacia el jefe, las actividades que realiza y sus compañeros. Alguien me decía en una oportunidad (como auto-complaciéndose) que mientras el empleado no le hiciera ver de forma directa ese sentimiento se era buen gerente”.

Frases como:


“No soporto al jefe”
“Odio que me mande”
“Detesto lo que hago”

Son indicativos de que la satisfacción y la motivación han desparecido y han dado lugar a pensamientos negativos que generan mucho malestar emocional.

En estos momentos es mejor recapacitar, considerar hasta que punto es conveniente trabajar en un ambiente así y analizar sus beneficios. Si no resulta nada bueno de esto, lo mejor es mirar hacia otros horizontes y es momento de empezar a buscar otro trabajo.
 
Estrés laboral.


Es el estrés laboral es común, y existen técnicas para disminuirlo, pero debemos ser conscientes de cuando son casos extremos. El estrés es normal en cualquier ambiente, pero existe un límite que al ser rebasado en el ámbito laboral genera estados de ánimos en los empleados que afectan su productividad, sus emociones y sus relaciones personales.

Si se presentan síntomas de ansiedad, insomnio, momentos de tristeza prolongados, episodios de enojo incontrolable o irritación constante, esto puede ser señal de que el estrés laboral se apoderó del empleado y es hora de considerar un cambio de ambiente.

Esta situación se produce porque el estrés constante lleva a un desgaste de carácter emotivo que hace sentir muy cansado al empleado. Puede llegar al extremo de que literalmente no le permita levantarse de su cama.
 
Daños a la salud.
En muchas ocasiones, los malestares físicos no se relacionan con problemas generados en el ámbito laboral, pero está demostrado que un empleado puedo manifestar síntomas psicosomáticos como dolor de estómago, jaquecas prolongadas, dolores de espalda crónicos, colitis y gastritis, entro otros malestares, que pueden estar relacionadas al síndrome conocido como burnout o del “trabajador quemado” sobre esto escribiremos un post luego.

Esto es que el estrés, el ambiente laboral tóxico y las malas relaciones con los jefes o compañeros generan un deterioro en la salud del empleado. Antes de sufrir un deterioro grave de salud, es mejor recapacitar y plantearse la posibilidad de que el empleo actual es más dañino de lo que parece.

Evalúa concienzudamente lo positivo que puede ser permanecer en tu trabajo, pero al mismo tiempo préstale atención a estas señales. Si estas se manifiestan, entonces sé valiente a la hora de tomar una decisión de cambio de empleo. Serás tú quien experimentará todos los beneficios.

Luego de leer todo esto podrías decirme... Pero necesito el empleo... mis hijos, la situación económica... Usted puede manifestar su descontento ante esta situación, pero  cuando todo eso falle, es hora de buscar una buena compañía que respete a sus trabajadores, no es necesario dejarse la vida en un empleo nocivo, la factura a su salud es demasiado alta por algo que merece tan poco la pena, al final será mejor para usted. 

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