Los Soferim son los especialistas que escriben con sensibilidad y santidad máxima los rollos que en público se leen en las sinagogas los sábados, fiestas, lunes y jueves, las mezuzot y tefilim.
Para escribir un rollo de la Torah, hay que tener muchos conocimientos, ser mayor de 13 años, estudiar minuciosamente las leyes del Talmud concernientes al tema, ser una persona temerosa de Di-s (Ierei Shamaim) y observante de Sus mandamientos, y esta ultima es una condición sin equanon. Estas condiciones no pueden ser opacadas ni siquiera por una hermosa grafía. No es necesario que un Sofer sea Rabino o viceversa y No puede serlo una mujer.
En Israel o en Estados Unidos demora por lo menos dos años, puesto que hay al menos 20 leyes diferentes para saber como dibujar cada letra.
Su imagen entre los no observantes es de venerables ancianos de barba blanca y kipá negra encorvados sobre los rollos sagrados, imagen no del todo correcta, puesto que los hay muy jóvenes.
Una letra mal hecha, una letra que falte, una letra que se haya despegado, una letra que sobre, una letra que deforme el nombre de Di-s o letras que se toquen o estén escritas muy espaciadas implican casi con certezas que el libro no pueda usarse en lectura pública o uso ritual alguno. Técnicamente se lo llama Pasul y debe ser arreglado por un Sofer. Es más, si el lector del rollo esta leyendo el libro y encuentra un error debe para y sacar otro rollo adecuado y continuar donde paro.
Cuando El Eterno entrego a Moshé la Torah, no le dicto sólo palabras sino códigos. Así cada Otiot, en su forma y en su posición, tiene su secreto; su sentido. Si falta alguna es como alterar el plan divino. La Torah codifica y define la conducta humana a través de la tradición escrita y oral, educando al ser humano a prever los efectos de sus actos, un rollo de la Torah contiene entonces, el plan divino para el hombre. De allí la obsesión por la perfección.
De hecho esa severidad se extiende a los Tefilim y Mezuzot y por ello no son "Kasher" las mezuzot fotocopiadas que muchos ingenuos turistas traen de Israel. Estos extremos cuidados en la escritura y corrección más el uso de materiales especiales y las muchas horas-año de trabajo son las que disparan por las nubes el costo de un rollo o su reparación.
Muchos judíos creen que el rollo tiene un poder sagrado. La santidad pasa por el texto contenido y no por su formato.
El Sofer utiliza para el rollo, los tefilim y las mezuzot un pergamino de piel de animal Kasher (vaca, carnero, cordero) que es preparado y estirado con cal y otros reactivos químicos para lograr la adecuada absorción de tinta.
El pergamino debe ser elástico, liviano y resistente. La tinta esta hecha de una mezcla muy cuidada de aceite, hollín de hierbas, miel y agua en la que se diluye un fruto especial inexistente en América Latina.
Los Soferim askenazíes usan pluma de animal kasher y los sefaradíes una pluma plástica o caña. Cada rollo de la Torah tiene 240 columnas de texto con 42 renglones cada columna en unos 60 pliegos o ieriot. Cada libro debe copiarse de un "máster" llamado Tikun y los tefilim y mezuzot pueden escribirse de memoria (esto es permitido por la Guemara en el tratado de Tratado de Menajot) pero son más difíciles de reparar.
La Torah fue entregada hace más de 3000 años luego de la salida de Egipto. Sus misterios y sus preceptos perduran entre otros motivos por el trabajo de aquellos como los Soferim que preservaron el mensaje del Sinaí el lugar que nació el pueblo de Israel y se acompaño de su esencia, ellos fijaron las bases de la Ley Oral, renovaron leyes, establecieron el Nusaj (composición) de bendiciones y plegarias.
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