Oh Dios que perdonas, sólo Tú sabes con qué urgencia necesito aprender a perdonar. Ayúdame a extinguir la cólera que arde en mí. Líbrame del resentimiento contra los que me han perjudicado. Ayúdame a abandonar toda la hostilidad que obstruye mi corazón. Ayúdame a transformar mi cólera en amor y mis enemistades en compasión.
LM 1:18
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