Un Tárgum (hebreo: תרגום, plural: tárgumim) originalmente era una traducción al arameo de la Biblia hebrea producida o compilada en el antiguo Israel y Babilonia desde el período de Segundo Templo hasta comienzos de la Edad Media (finales del primer milenio). Targum también significa "interpretación", además de "traducción", por ejemplo en árabe Targem (verbo) quiere decir traducir o interpretar. (Mutargem = "traductor"/"intérprete").
El arameo fue la lingua franca durante cientos de años en las comunidades judías de Israel y Babilonia. Para facilitar el estudio de la Tanaj y hacer más inteligible su lectura pública, se necesitó un texto con autoridad. Como los targumes reflejan la interpretación rabínica (Midrash), claramente huyen de los antropomorfismos, en favor de lecturas alegóricas1 (Maimónides nota esto frecuentemente en su Guía de perplejos). Ambos targumes contienen además de traducciones, notables expansiones midráshicas.
Los dos más importantes targumim para propósitos litúrgicos son:
Tárgum de Onquelos de la Torá (Ley)
Tárgum de Jonathan de los Nevi'im (profetas)
Estos dos tárgumes son mencionados en el Talmud de Babilonia como targum dilan ("nuestro Tárgum"), otorgándoles una especie de oficialidad. En las sinagogas de los tiempos talmúdicos, el Tárgum de Onquelos fue una lectura alternada con la Torá, verso por verso, así como el Tárgum de Jonathan fue leído con la Haftarah (selección de los Profetas). Esta tradicíon es seguida aún en las sinagogas de los judíos mizrajíes yemenitas. Ellos, que son los únicos que continúan usando el Tárgum como texto litúrgico, preservan además la tradición de la pronunciación del arameo de acuerdo al dialecto babilónico.
Además de la función pública del Tárgum en la sinagoga, el Talmud menciona su utilización en el contexto del estudio personal (Berakhot 8a-b). Los manuscritos medievales, a veces presentan los textos hebreos interpolados, verso por verso, con los targumim oficiales. Esta práctica de los escribas, se originó tanto en el uso público como en los requerimientos del estudio personal.
Los dos tárgumes "oficiales" son considerados orientales o babilónicos. Sin embargo, los expertos estiman que se originaron en [Israel]], debido al marcado sustrato del arameo occidental, a pesar de la "orientalización" posterior de los textos.
En la medida en que las comunidades judías dejaron de hablar en arameo, la lectura pública del Tárgum junto con la Torá y el Haftarah fue abandonada. Fue sustituida por la lectura de otras traducciones, como la versión árabe de la Torá de Saadia Gaon (llamado Tafsir). En Yemen cada verso era leído tres veces (en hebreo, arameo y árabe).
El estudio privado con el Tárgum nunca fue completamente abandonado y siguió siendo una fuente primordial para la exégesis; por ejemplo sirvió de fuente a los comentarios de la Torá, de Rashi. El Tárgum es impreso al lado del texto en ediciones judías de la Biblia y las autoridades halájicas propician el uso de traducciones del Targum y de comentarios midráshicos como el de Rasdi, a los idiomas locales, para facilitar los estudios.
Hay varios tárgumes occidentales de la Torá, uno de los cuales fue llamado tradicionalmente Targum Yerushalmi ("Targum de Jerusalén") o "Targum de Palestina". Este fue erróneamente atribuido a Jonathan ben Uzziel, por lo que se le conoce como "Tragum Pseudo-Jonathan". Abunda en paráfrasis y aunque es heterogéneo y de edición tardía (menciona a Mahoma y a Constantinopla, contiene una antigua tradición de hagadá. Un Targum fragmentario, Yerushalmi II, contienen 850 versículos, que mezclan textos antiguos con otros más recientes. En la Géniza de El Cairo fueron encontrados fragmentos de targumim, editados en 1930, que representan tradiciones antiguas. El Targum Neofiti data del siglo II, pero las versiones conservadas contienen múltiples retoques bajo la influencia del Targum de Onquelos.
El Talmud expresamente manifiesta que no hay un Targum oficial de los Ketuvim ("Escritos"), lo cual se explica en principio porque los Escritos no cumplían un papel litúrgico. Además el Talmud (Megilah 3a) dice que Jonathan ben Uzziel quería componer un targum de los Ketuvim, pero "una voz del cielo" (bat kol) públicamente se lo prohibió, para impedir que se revelen las profecías sobre la fecha de la llegada del Mesías. Sin embargo, varios escritos (el libro de los Salmos, Job, Crónicas) tienen targumim originados casi todos en occidente (Palestina), pero la falta de uso litúrgico dificultó su preservación. De Palestina, la tradición de targum de los Ketuvim pasó a Italia y desde allí, durante la Edad Media, a los judíos askenazíes y sefardíes.
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