¿Qué es Rosh Hashaná?
En el día de Rosh Hashaná comienza un nuevo año - acorde con la opinión de Rabí Eliézer (Talmud Rosh Hashaná pags. 10-11). Al comienzo del libro de Génesis, la Torá nos cuenta cómo D'os creó al mundo en seis días y el séptimo día "descansó", y también nos es relatado allí que el hombre fue creado al final del sexto día de la creación.
Puesto que D'os creó al mundo únicamente en función del hombre, no quiso crearlo a él sin haber creado antes todo lo que el hombre necesitaba para desarrollarse y desenvolverse en ese mundo. Es por eso que no sólo D'os creó al hombre en el último día, sino que lo creó al final del último día, pues en este día también creó otras cosas, además del hombre.
Por lo tanto al decir que estamos festejando Rosh Hashaná del año 5774, no nos estamos refiriendo a que esa es la edad del universo, sino que estamos diciendo que hace 5774 años el hombre fue creado al finalizar la creación del universo, el lo que fue el primer Rosh Hashaná de la historia.
Pero esto que hemos explicado, aún no explica realmente la particularidad de esta fecha tan importante y tan sentida incluso entre los judíos más alejados de su tradición. Para entender lo que Rosh Hashaná verdaderamente significa, primero deberemos hacer un poco de memoria.
Una Vieja Historia.
Todos nosotros escuchamos alguna vez la historia de Adam y Javá (Adán y Eva) en el Gan Edén (el Jardín del Edén, o como se lo conoce comúnmente: el Paraíso); ésta realmente es una de las historias más conocidas de toda la Biblia. Pues bien, después de que D'os creó al hombre y a la mujer, Él los puso en el Gan Edén. Allí ellos estaban rodeados de muchas especies de árboles frutales, y D'os les había dado permiso para comer del árbol que quisieran, sin ninguna limitación. Solamente de un árbol tenían prohibido comer: del árbol del conocimiento del bien y del mal.
Después de esto, vemos que entre la mujer y la serpiente comenzó un interesante diálogo, en el que finalmente la serpiente terminó convenciendo a la mujer de que coma del fruto prohibido. Ella tomó un fruto del árbol del conocimiento, y después de comerlo, también le dió al hombre para que coma de él. Cuando D'os vió que el hombre y la mujer transgredieron Su prohibición, la Torá nos dice que Él los echó a ellos del Gan Edén, para trabajar la tierra.
¿Cuándo fue que este conocido relato tuvo lugar? ¿Cuánto tiempo había transcurrido desde que D'os los ubicó en el Gan Edén y les prohibió comer de aquel árbol, hasta que ellos pecaron? A pesar de que la Torá no nos revela ningún detalle del momento en el cual todo esto ocurrió, en el Midrash, Nuestros Sabios nos enseñan que todo este relato tuvo lugar en el primer día de la creación del hombre.
El Primer Día de Vida
Dice el Midrash Pesiktá Rabatí:
"En Rosh Hashaná fue creado el primer hombre. En la primer hora (del día sexto de la creación, es decir de Rosh Hashaná) D'os decidió crearlo; en la segunda hora se aconsejó con los ángeles; en la tercer hora juntó el polvo de la tierra del cual sería creado; en la cuarta lo mezcló; en la quinta lo convirtió en materia informe; en la sexta le dió forma; en la séptima le insufló el alma; en la octava lo puso en el Gan Edén; en la novena le prohibió comer del fruto del árbol del bien y del mal; en la décima el hombre pecó; en la undécima fue juzgado; y en la duodécima D'os se apiadó de él en el juicio.
Le dijo D'os al hombre: 'Esto es una señal para tus hijos (descendientes): así como has estado delante Mío en el juicio en este día y me apiadé de ti, así también tus hijos estarán delante Mío en el juicio y me apiadaré de ellos'".
Gracias a este Midrash, ahora podemos tomar conciencia del real significado que tiene el día de Rosh Hashaná para el judaísmo. Así como en el día de Rosh Hashaná el primer hombre fue juzgado por sus acciones, asimismo todos nosotros somos juzgados en este día por las acciones - buenas o malas - que hayamos hecho el año que finalizó.
Pero aún hay una parte del Midrash que no se entiende completamente, pues allí Nuestros Sabios dicen que en este primer día de vida del hombre D'os se apiadó de él y en el futuro también se apiadará de su descendencia, y aparentemente esto no es del todo preciso, ya que verdaderamente, aquella vez D'os castigó al hombre y a la mujer expulsándolos del Gan Edén, y así también ocurre con nosotros, que en el día de Rosh Hashaná somos juzgados y D'os decide quién vivirá y quién morirá, quién tendrá buena salud y quién no, quién tendrá buen sustento y quién no. Entonces, ¿cómo el Midrash puede decir que D'os se apiada de nosotros en Rosh Hashaná?!
Un Juicio Distinto
Para responder a esta pregunta debemos saber algo importante. En realidad, el Juicio Divino es muy distinto al nuestro. Cuando una corte juzga a algún criminal y lo condena, busca principalmente proteger a la sociedad para que no sea dañada nuevamente. Puede que también esa corte de justicia pretenda que el malviviente cambie para bien como consecuencia del castigo y no vuelva a caer en el delito, pero todos sabemos que muchas veces esto no se consigue.
Sin embargo, el Juicio Divino es esencialmente distinto. Cuando D'os castiga a alguien significa que le está dando la posibilidad de reparar lo que ha dañado, y esa posibilidad de reparación no es parcial, ya que en el mismo castigo está la posibilidad de reparar exactamente lo que se daño mediante ese pecado.
Como explicamos anteriormente, cuando D'os expulsó al hombre y su mujer del Gan Edén, lo hizo para que ellos "trabajen la tierra", y de esa manera es que ellos necesitaban reparar lo que dañaron al pecar. ¿Cómo es que "trabajando la tierra" se puede reparar el pecado de haber comido del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal? Esa idea es muy profunda y no es éste el momento para ahondar en ella, pero lo que sí podemos decir es que lo mismo ocurre con nosotros.
El juicio de Rosh Hashaná está basado en nuestras acciones del año que finalizó pero únicamente en función del futuro. En Rosh Hashaná D'os nos juzga y designa qué función deberemos cumplir el año que comienza para corregir lo errado, y también decide con qué medios y en qué condiciones deberemos cumplir esa función en el mundo. Es por eso que a este día también se lo conoce con el nombre de "el Día del Juicio".
Pero no hay que desalentarse, pues más allá de todo lo explicado, debemos saber que D'os también nos juzga en Rosh Hashaná por las cosas que hacemos en este mismo día. Las plegarias de Rosh Hashaná tienen el poder para ayudarnos a cambiar pensamientos y conductas, y todo eso ayudará a revertir el veredicto del juicio. En los rezos de este sagrado día podemos y debemos pedir por nosotros, por nuestras familias y seres queridos, y por todo el pueblo de Israel.
Es por eso que los dos días de Rosh Hashaná son también considerados como días de Iom Tov (días de fiesta). Por lo tanto, debemos prepararnos antes de Rosh Hashaná cortándonos el cabello en caso de ser necesario, y lavando y preparando nuestras ropas para recibir al día sagrado con alegría, demostrando así que estamos seguros de que Su infinita misericordia se impondrá en nuestro juicio.
Sea la voluntad de D'os escuchar las plegarias de todo el pueblo de Israel en el día de Rosh Hashaná, para que seamos todos juntos inscriptos en el "libro de la vida". Amén.
El Día del Juicio
En el Talmud Babilónico (Rosh Hashaná 16a) la Mishná nos
enseña:
"En Rosh Hashaná todas las criaturas pasan delante de Él como miembros de un rebaño…".
De aquí aprendemos que el día de Rosh Hashaná no es simplemente el comienzo del año sino que también es un día en el cual D'os juzga al mundo, y es por eso que a este día se lo llama también: Iom Hadin - El Día del Juicio. Esto también está representado en el cielo, ya que el signo zodiacal del mes de Tishrí es el signo de Libra, que es una balanza con dos platos donde en uno D'os coloca los méritos de la persona - sus mitzvot y buenas acciones - y en el otro sus pecados y transgresiones. (Nótese que Rosh Hashaná siempre cae en los meses septiembre-octubre).
La pregunta que podemos formular es: ¿Por qué D'os decidió juzgar al mundo precisamente en Rosh Hashaná y no en cualquier otro día o momento del año?
En nuestro texto "¿Qué es Rosh Hashaná?" hemos explicado que, acorde a una opinión del Talmud, nosotros somos juzgados en Rosh Hashaná porque también Adam, el primer hombre, fue juzgado en Rosh Hashaná. Sin embargo, acorde con la otra opinión citada en el Talmud, que sostiene que el mundo no fue creado en el mes de Tishrí, todavía debemos explicar por qué D'os eligió precisamente este día para juzgar a las personas.
La Misericordia en el Juicio
Como todos sabemos, algunos días después de haber recibido la Torá en el monte Sinai, el pueblo de Israel, al pensar que Moshé había muerto en la montaña, construyó un becerro de oro. Entonces, Moshé Rabenu descendió con las tablas de piedra que contenían los Diez Mandamientos y las rompió a ojos del pueblo. En ese momento D'os quiso destruir al pueblo, y al ver esto, Moshé se abocó a rezar para que D'os los perdone. Finalmente, después de muchos días de rezos y súplicas, D'os perdonó al pueblo de Israel por el pecado del becerro de oro, en lo que fue el primer Iom Kipur de la historia, y ese día fue consagrado para todas las generaciones como un día de perdón para el pueblo de Israel.
El Rav Rabenu Nisim (España, 1308 - 1376) nos explica que de acuerdo con la opinión que sostiene que el mundo no fue creado en Tishrí, la razón por la cual D'os dispuso que precisamente en este día seamos juzgados, es porque D'os quiso que el pueblo de Israel tenga méritos en el juicio, y por eso decidió juzgarlos precisamente en una época que fue consagrada al perdón y la expiación.
Es por eso que D'os decretó que el hombre sea juzgado en Rosh Hashaná. En Rosh Hashaná los justos son inscriptos y sellados inmediatamente para la vida. Pero los intermedios - quienes poseen mitzvot pero también transgresiones - no son sellados en Rosh Hashaná, sino que su veredicto queda pendiente hasta Iom Kipur, que es un día de perdón y expiación. Y por eso es que la Torá les dió a los hijos de Israel un tiempo para que revisen sus acciones y hagan teshuvá antes de Iom Kipur: los diez días entre Rosh Hashaná y el día de Iom Kipur.
Cómo Hacer Para Ser Meritorios en el Juicio
Los Sabios en el Talmud nos enseñan que la persona siempre debe verse a sí mismo como si él fuera medio culpable y medio meritorio, como si su balanza estuviera equilibrada justo en el medio. Si hace una mitzvá, feliz es él!, pues inclinó la balanza para el lado del mérito; mas si transgrede una prohibición, pobre de él!, pues inclinó la balanza para el lado de la culpabilidad (Kidushín 40b).
Pero si nos quedamos sin hacer nada - ni una mitzvá ni una transgresión - esa pasividad no nos ayudará en el día del juicio ya que todavía no inclinamos la balanza hacia el lado de los méritos, y aún más, puede ser que esa pasividad sea considerada como indiferencia, y nos sea agregado un pecado más del lado opuesto, inclinando nuestra balanza hacia el lado de las transgresiones.
Entonces, ¿qué debemos hacer?
Debemos hacer teshuvá, es decir, arrepentirnos de nuestras malas acciones.
Hay tres componentes fundamentales dentro del proceso del arrepentimiento: primero se debe abandonar el pecado, luego la persona debe arrepentirse, y por último, él debe confesar sus culpas delante de D'os.
¿Qué significa "abandonar el pecado"? Que el pecador decida no cometer ese pecado nuevamente y que remueva totalmente el pecado de sus pensamientos.
¿Qué significa "arrepentirse"? Que entienda con todo su corazón que abandonar a D'os es amargo y malo para él; que el transgredir la voluntad de D'os conllevará un castigo, y por eso debe arrepentirse de lo que hizo.
¿Qué significa "confesarse"? Que admita verbalmente delante de D'os (no de otra persona) todo lo que ha hecho, diciendo: "Yo he pecado delante de Ti haciendo tal y tal cosa, pero yo me arrepiento de todo lo que hice; estoy avergonzado de ello, y nunca más haré esto nuevamente".
Sin embargo, arrepentirse solamente "delante de D'os" no alcanza. Nos ha sido enseñado que el arrepentimiento delante de D'os sólo es eficaz respecto de los pecados entre el hombre y D'os, ya que las faltas entre el hombre y su prójimo - como robar o hablar mal del otro causándole daño, etc. - no serán perdonadas por D'os hasta que uno no repare el daño que le causó a su prójimo, y también le pida perdón.
Por otro lado, a pesar de que es verdad que no alcanza con reparar la falta, sino que también es obligación pedirle perdón al prójimo, la persona a la cual le están pidiendo su perdón tiene prohibido endurecer su corazón y rechazar una reconciliación con la persona que le ha hecho algo. Debemos intentar perdonar rápidamente al otro, a la vez que también debemos tardar mucho en enojarnos. Además, cuando se nos pide perdón debemos perdonar de todo corazón, incluso si la otra persona nos ha causado mucha angustia, ya que no debemos ser vengativos ni guardar rencor.
Y si nosotros no seremos vengativos con nuestro prójimo o nuestros familiares, ni les guardaremos rencor, sino que les perdonaremos con todo nuestro corazón aunque ellos no se lo merezcan, entonces D'os, que siempre juzga a la personas midá kenégued midá - es decir, recompensando o castigando de manera similar a la buena acción o a la falta - como recompensa por esa buena acción de nuestra parte, también nos perdonará aunque nosotros no lo merezcamos. Amén.
Que seamos inscriptos para la vida, nosotros y todo Israel!!!
El Tashlij
Una de las particularidades del día de Rosh Hashaná es el rezo especial llamado el Tashlij, que es recitado después del rezo de la Minjá (de la tarde) del primer día de Rosh Hashaná.
En hebreo, la palabra tashlij significa "arroja", y a esta plegaria se la conoce con este nombre pues ella está basada en las palabras del profeta que dice:
"¿Quién es un D'os como Tú, que perdonas la iniquidad y dejas pasar las transgresiones del remanente de Su heredad? No retiene para siempre Su enojo, pues Él desea la benevolencia! Él nuevamente será misericordioso con nosotros; Él suprimirá nuestras iniquidades y arroja a las profundidades del mar todos sus pecados. Le otorgas la verdad a Iaacov y la benevolencia a Abraham, así como le has jurado a nuestros antepasados en tiempos pretéritos" (Mijá -Miqueas- 7:18-20).
A la Orilla del Río
En principio, esta plegaria debe ser dicha a la orilla de un río, y varios motivos han sido escritos para explicar esta costumbre:
Mediante el tashlij nosotros deseamos recordar el mérito de la akedá (atadura) de Itzjak, pues el Midrash Tanjumá (parashat Vaierá) nos enseña que cuando Abraham estaba en camino hacia el monte Moriá para atar allí a su hijo Itzjak - como se lo había ordenado D'os - el "Satán" se convirtió en un río para impedirle seguir su trayectoria, sin embargo Abraham siguió hacia adelante introduciéndose en el río, y cuando el agua le llegó al cuello, dijo: "D'os! Sálvame!".
Otra razón por la cual se acostumbra recitar el tashlij a la orilla de un río, es porque en Rosh Hashaná nosotros lo coronamos a D'os como Rey sobre nosotros, y generalmente en la antigüedad, en la ceremonia de coronación de los reyes, éste era ungido a la orilla de un río como señal de que su reinado tendrá larga continuidad.
Otra explicación es que esto es en recuerdo del versículo del libro del profeta Shemuel que dice: "Y se reunieron en Mitzpá, y extrajeron agua y la derramaron delante de D'os, y ayunaron ese día y dijeron allí: Hemos pecado ante D'os; y juzgó Shemuel a los hijos de Israel en Mitzpá" (Shemuel I -I Samuel- 7:6). El sabio Ionatán Ben Uziel (s. I) en su traducción al arameo interpretó las palabras: "y extrajeron agua y la derramaron delante de D'os" de la siguiente manera: "y derramaron como el agua su corazón en arrepentimiento delante de D'os", y explicó el comentarista Rashí (Rabí Shelomó Itzjaki, 1040 - 1105) que eso fue un actitud de sumisión, como queriendo decir que ellos están delante de D'os así como el agua derramada, que no es absolutamente nada.
Algunas Costumbres
Después del rezo de la minjá (por la tarde) del primer día de Rosh Hashaná, se debe recitar la plegaria llamada el tashlij, como figura en los distintos majzorim (libros de oraciones para Rosh Hashaná).
Si el primer día de Rosh Hashaná cae un sábado, existen diferentes opiniones respecto de si el tashlij debe ser recitado el primer día o el segundo día de Rosh Hashaná, por consiguiente cada persona debe comportarse de acuerdo a la costumbre que sigan en su comunidad.
A pesar de que debemos tratar de recitar el tashlij a la orilla de un río, si vivimos en una ciudad que no está situada a la orilla de un río o la ciudad es muy grande y vivimos muy lejos del río, el tashlij puede ser recitado al lado de un pozo de agua o simplemente al lado de una canilla o grifo de agua, pues realmente lo más importante es la plegaria en sí, y el agua solamente es un simbolismo.
Al recitar el versículo que dice: "y arroja a las profundidades del mar todos sus pecados", es costumbre sacudir los extremos de nuestras ropas, en señal de que debemos sacudirnos de los pecados que solemos cometer, revisando nuestras acciones desde este día en adelante.
Los Simanim de Rosh Hashaná
En la noche de Rosh Hashaná, al comienzo de la seudá (comida festiva), acostumbramos comer ciertos alimentos que se caracterizan por tener un simbolismo especial. Es por eso que la costumbre es que antes de comerlos, recitamos una corta plegaria que alude al simbolismo de cada uno de ellos.
El Orden de la Noche de Rosh Hashaná
Después de regresar de la sinagoga, en primer lugar debemos recitar el kidush sobre un vaso o una copa de vino, así como hacemos en shabat y las otras fiestas, y de esta forma, santificamos el día de fiesta. Luego, debemos hacer la netilat iadáim (lavado de manos).
Antes de hacer la netilat iadáim para la comida, debemos verificar que ningún cuerpo extraño esté adherido a las manos y si llevamos algún anillo deberemos quitárnoslo hasta después de la netilá. Luego se toma un recipiente entero, que contenga por lo menos 86 cc. de agua y se vierte el agua sobre la mano derecha y luego sobre la izquierda. Es bueno verter agua tres veces seguidas en cada mano (no alternadamente) y también utilizar mucha agua. Además, cada vez que se vierte agua sobre cada mano, debemos hacerlo sobre toda la mano para que el agua llegue hasta la muñeca.
Después del lavado, se levantan las manos y se dice la siguiente bendición: "Baruj Atá Adonai, Elohénu, Mélej haolam, asher kideshanu bemitsvotav vetsivanu al netilat iadáim", o en español: "Bendito eres Tu Adonai, D'os nuestro, Rey del universo, Quien nos santificó mediante Sus preceptos y nos ordenó sobre el lavado de manos".
Posteriormente, se deben secar bien las manos para que estén totalmente secas al decir la bendición del pan, pero debemos cuidarnos de no empezar a secarnos las manos antes de haber finalizado la bendición. Entre la netilat iadáim y la bendición por el pan no se debe hacer interrupción alguna.
Luego tomamos dos panes enteros y recitamos la siguiente bendición: "Baruj Atá Adonai, Elohénu, Mélej haolam, hamotzí lejem min haaretz", o en español: "Bendito eres Tu Adonai, D'os nuestro, Rey del universo, que sacas el pan de la tierra". Después de finalizar la bendición cortamos el pan y además de sumergir el pan en sal como hacemos durante todo el año, la costumbre es sumergirlo también en miel (o en azúcar), ya que la miel simboliza el deseo de tener un año dulce.
Muchas personas acostumbran preparar para esta ocasión jalot (panes) redondas, para simbolizar así el ciclo de la vida.
El Orden de los Simanim
Luego de haber comido el pan y antes de comenzar con la comida en sí, se acostumbran comer los simanim (símbolos) de Rosh Hashaná. Los simanim son distintos alimentos que acostumbramos comer en Rosh Hashaná después de recitar una breve plegaria a D'os que tiene alguna relación con el nombre de aquella especie o con su forma, como aparece en los distintos majzorim (libros de oraciones para Rosh Hashaná).
Rabí Iaacov Jaim Sofer (1870 - 1939) en su libro "Kaf Hajaim" nos enseña cuál es "el orden correcto para pedir misericordia en esta noche de acuerdo a la halajá (ley) y también de acuerdo a la kabalá".
Antes que nada, debemos recitar la bendición "boré perí haetz" ("Que crea el fruto del árbol") sobre los temarim (dátiles) como una buena señal - ya que ellos son dulces, y también porque el dátil es una de las siete especies mediante las cuales la tierra de Israel fue bendecida. En el momento de bendecir debemos pensar en incluir dentro de esta bendición a todos los frutos de los árboles que se encuentran sobre la mesa.
1. Luego, después de comer un poco de dátil se debe tomar un pedazo de silká (según una opinión: betabel, betarraga, remolacha; y según otra: espinaca), que simboliza el deseo de que se alejen de nosotros nuestros adversarios, y antes de comerlo se debe recitar la plegaria que a parece en los majzorim.
2. Después de comer el silká, tomamos un trozo de cartí (porro, puerro), que simboliza el deseo de que nuestros enemigos sean destruidos, recitando también la plegaria correspondiente, y comiendo un poco de él.
3. A continuación, tomamos nuevamente un tamar (dátil), que simboliza el deseo de que nuestros enemigos sean exterminados.
4. Luego, se toma un trozo de kará (zapallo, calabaza), que simboliza el deseo de que se anulen los malos decretos y que nuestros méritos sean proclamados ante D'os.
5. Después, se toma un pedazo de rubia (chauchas, judías), que simboliza nuestro anhelo de que nuestros méritos se acrecienten.
6. A continuación, se toma un trozo de rimón (granada), que simboliza nuestro deseo de estar llenos de mitzvot como los granos de una granada.
7. Luego, se toma un trozo de carne de la cabeza de un cordero, que simboliza el deseo de que siempre seamos la cabeza y no la cola.
8. Y por ultimo, tomamos un pedazo de tapúaj (manzana dulce) la cual sumergimos en miel para simbolizar nuestro deseo de tener un año dulce.
Algunas Reglas Generales
Además de estás especies hay quienes acostumbran traer a la mesa otras especies más en señal de bendición como está especificado en los distintos majzorim.
Si es dificultoso conseguir alguna de estas especies, ellas pueden ser reemplazadas por otras especies cuyos nombres tengan la misma connotación en la lengua hablada en aquel lugar. Por ejemplo: la raíz de la palabra rubia (chauchas, judías), en arameo, tiene la connotación de "aumentar, incrementar", y por eso en muchas comunidades ashkenazitas en lugar de comer esta especie acostumbraron comer zanahorias, porque su nombre en idish es "meirn", que también puede significar "incrementar, aumentar".
Hay quienes acostumbran comer los simanim en la primer noche de Rosh Hashaná solamente, mientras que otros también comen los simanim en la segunda noche. Además, hay quienes comen los simanim también en la comida del día de Rosh Hashaná.
Si hay alguien que no puede comer alguna de estas especies o simplemente no le gusta, de todas maneras es bueno que la coloque sobre la mesa y recite la plegaria que se acostumbra decir por ella.
Al finalizar con el orden de los simaním se continúa comiendo la comida festiva, acompañándola con alegría, cantos y palabras de Torá.
Sea la voluntad de D'os escuchar las plegarias de todo el pueblo de Israel en el día de Rosh Hashaná, para que seamos todos juntos inscriptos en el "libro de la vida". Amén.