Shavua Tov....
¡Shalom, shalom mis queridos!
El día Viernes 6 Sivan de 5780 (29 Mayo de 2020 e.c) se cumplen 3332 años de la recepción de la Torah.
Decimos que “la Torah es el Plano de mundo”, pero este planteamiento por sí mismo se hace muy difícil de comprender, por la sencilla razón de que la misma posee relatos históricos, narraciones de gente y cosas ya creadas.
Moshé Rabenu recibió la Torah en el Monte Sinaí en el año 2448 de la creación del mundo (1313 a.e.c.) de acuerdo con la Tradición, contada por Moisés Ben Najman, la Torah, antes de ser entregada a Moisés en el monte Sinaí, ardía ante D-os en letras de fuego negro sobre fuego blanco.
"Una ley de fuego" Dios dio la Torah en la forma de fuego negro [las letras] sobre fuego blanco [el fondo] (Rashi; Yerushalmi, shekalim 6:1).
El Fuego negro representaba la conciencia espiritual, que no puede ser vista ni comprendida. El fuego blanco representa la forma, que puede ser aprehendida. Aunque podemos aprehender el «fuego negro» de la Torá, el «fuego blanco» de la Torah existe en niveles que están más allá de nuestra comprensión (Likutey Moharán I, 192).
La Torah oral escrita que solo se vuelve leíble al iluminarla con la Torah oral.
Esta Torah “de fuego negro sobre fuego blanco” estaba escrita continua, no tenía pausas y las palabras no estaban divididas, formando un gran bloque de letras seguidas (Maimónides escribe sobre esto en su comentario Maamad Har Sinaí) los relatos que leemos hoy es lo que Moisés nos ha trasmitido ¿Cómo es esto? La Torah que Moisés contempló “de fuego negro sobre fuego blanco” era una “especie” de sistema que establecía como deberían ser escritos tales relatos, y es lo que él usó para escribirla, siendo más que un libro, una especie de “programa” para producir ese “libro” a partir de tales eventos.
Por lo que la Torah revela no sólo un mensaje divino sino una descripción del mecanismo del mundo, y funciona como el “manual de instrucciones” para intervenir en él.
Leemos en el Zohar lo siguiente:
“Rabí Shimon dijo: Si un hombre considera la Torah como una simple colección de historias y de cuestiones cotidianas, ¡ay de él! Este tipo de escritura que trataría de cuestiones banales, e incluso un texto mejor, también nosotros podemos escribirlo… Pero la Torah, en cada una de sus palabras, esconde verdades supremas y secretos sublimes… Pero el mundo no podría soportar la Torah si no hubiera revestido los hábitos de este mundo. De esta forma las historias que cuenta la Torah son solo vestimentas externas, y ay de aquel que considere que este hábito es la propia Torah”
En el mismo texto, encontramos más adelante lo siguiente: “Sus Historias que describen las cosas del mundo componen el hábito que cubre el cuerpo de la Torah”
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