16 de octubre de 2014

Una buena traducción de la Biblia.


Héctor Baptista (Toto) bloguero, lector de este blog y amigo en Facebook, me escribió ayer temprano, y demore mi respuesta por situaciones y porque quiero darle un respuesta “explayada” aquí en el blog. Saludos a todos allá en La Paloma.

Toto me escribió: ¿Necesitamos una buena traducción de la Biblia no? Bien bueno, la pregunta.

De esto quise hacer un post, aprovechando que este sábado leemos “Bereshit”, es decir estamos recomenzando de nuevo.

Inicio con un proverbio italiano (amo esta lengua, los que me conocen lo saben, la aprendí primero que el ingles): 

“Traduttore, traditore”

Que si lo traducimos  literalmente es “Traductor, traidor”.

Aunque si  hacemos un “vero sforzo” de interpretar la frase, podríamos decir que la traducción mas real es: “la traducción traiciona” o “la traducción puede ser traicionera”.

Mi trabajo desde hace mucho tiempo ha sido el leer y traducir textos, y debo reconocer que si el “Gran enemigo” de los traductores literarios (no técnicos, porque eso es otra cosa) es “la literalidad” imagínense esto en traducciones desde lenguajes simbólicos como el hebreo o arameo.

Hace años le dije a un caballero “italiano por cierto” a quien respeto mucho, y de quien aprendí mucho, que la traducción cristiana titulada “Biblia latinoamericana” era una “aberración”, por supuesto el hombre se ofendió, porque no entendió que yo hablaba en lenguaje desde “la física óptica”:

Se entiende por distorsión la diferencia entre la señal que entra a un equipo o sistema y la señal que sale del mismo. Por tanto, puede definirse como la "deformación" que sufre una señal tras su paso por un sistema. La distorsión puede ser lineal o no lineal. Si la distorsión se da en un sistema óptico recibe el nombre de aberración.

La traducción “Biblia Latinoamericana” es para mí una "deformación" que sufrió el texto original tras su paso por la traducción, el lente de los “traductores” tenía una imposibilidad para enfocar todos los colores en un único punto de convergencia, es decir estaba “aberrado”… Pásensela a un judío, para que vean que se ríe mucho… Eso es igual para “los evangélicos” con su “Reina-Valera” con “200 revisiones”. Esa es mi opinión personal y no deseo en ningún momento herir susceptibilidades, este es un blog “de Kabbalah”, si un cristiano, quiere leer buenas opiniones de estas “traducciones” tan conocidas de la Biblia, que vaya a leer a blog Cristianos. Pero ya muchos se han dado cuenta y han hecho esfuerzos, en cambiar esta realidad.

En la parte superior hay detalle en las esquinas por ser una fotografía tomada con un objetivo de alta calidad. En la parte inferior hay una fotografía similar tomada con un objetivo gran angular mostrando una evidente aberración cromática...

En las traducciones de la Biblia, si bien un buen traductor debe ceñirse lo máximo posible al texto original, la solución para esto no se encuentra en traducir palabra por palabra, sino que el traductor debe ser apto de transmitir la esencia de la obra. Y esto es muy difícil para una lengua como el hebreo, que tiene contenido simbológico, donde incluso hasta, los espacios entre palabras, e incluso las posiciones entre de las letras, su tamaño y forma, son importantes… y además como un traductor puede traducir cosas como esto:



Incluso ni siquiera un traductor Judío, en una “traducción del texto basada en el Talmud, Midrash, y las fuentes judías clásicas” puede si quiera lograr transmitir la esencia del texto.

Una de las “aberraciones” de la traducción “Biblia Latinoamericana” es simple, tradujeron “chivo” para un vocablo que dice “cabra”. A simple vista pareciera ser inocente… Pero un chivo y una cabra son diferentes, el chivo vive en llano, y la cabra de la que habla el texto, vive en montañas, es decir salta hacia arriba y hacia abajo, vive en vertical. Y otra “aberración” es que “mochan” Salmos… “Porque el pueblo, no sabe la diferencia entre un chivo y una cabra, y que el pueblo no le interesan los “títulos” de los Salmos, es una traducción para el pueblo”…  Ojo este post no es para desacreditar esta traducción, yo tengo una copia. Es para darnos cuenta de ciertas cosas…

La traducción de una obra literaria no se realiza traduciendo palabra por palabra y a punta de diccionario, no se trata de sustituir un término en su idioma original por su equivalente exacto. La traducción literaria va más allá. Exige que el traductor sea primero un gran lector. Que sea capaz de perderse en las entrañas de la obra, de ver la intención del autor, de entender los personajes, sus sentimientos, circunstancias,… Requiere que el traductor domine la lengua extranjera, su propia lengua, la cultura ligada a ambas, que sepa documentarse, investigar, que sepa esperar. Requiere de experiencia, formación y trabajo, y por consiguiente requiere de un reconocimiento social y económico. Pero aun así para la Biblia, es difícil, porque es un código.

Leer la Biblia no es lo mismo que estudiarla. El objetivo de estudiar la Biblia es comprender su contenido en los idiomas originales en que se escribió. Es más me atrevo a decir que no es una simple lectura, ni tampoco un estudio. Es como encender una brasa en el corazón, es despertar dentro de ti algo… Es descubrir el manual de como estas hecho…

Toto, no necesitamos una “Buena Traducción” necesitamos leerla espiritualmente en su lengua original…

Te dejo otros post, relacionados con este contenido, no dejes de leerlos:






1 comentario:

  1. Lo más conveniente es entender, aprehender y vivir con el hebreo, para lograr descifrar los códigos ocultos (Sod) de la Torah y/o Tanaj. Por ende, cada parashat que es leída, debe ser reinterpretada desde el PaRDeS, para evitar estas aberraciones de traducción. Por eso es conveniente que el traductor, sea judío por naturaleza y no solamente un académico del hebreo y lenguas antiguas, porque únicamente quedará en la literalidad y su mente, no podrá profundizar el meollo que está leyendo.

    Por otra parte, para ir descifrando progresivamente las distintas parashot, se requiere de métodos quasi matemáticos, en el que se cambien la posición de las letras, se lea al revés y se combinen con otras líneas. Esto lo da el conocimiento de la Gematría. Necesariamente el traductor debe estar muy familiarizado con las costumbres y rituales del judaísmo, para lograr descubrir tesoros ocultos que nos ofrece la Torah. Lamentablemente cualquier cristiano o católico, no podrá acceder a estos planos de entendimiento, porque tendrá paradigmas, conceptos, qlipots, que evitarán que entre la luz de HaShem, para lograr estos entendimientos.

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