בס"ד
Primera parte
Todos los viernes, al anochecer, entonamos un poema sagrado en honor al Shabat, compuesto por el kabalista Rabí Shlomo HaLevi Alkabetz (5260–5340), una de las figuras más estimadas del círculo de sabios místicos de Safed.
Este círculo incluía luminarias como Rabí Yosef Caro, autor del Shulján Aruj, Rabí Moshe Cordovero, autor de Pardés Rimonim y Tomer Deborah, y Rabí Itzjak Luria, el santo Ari, padre de la Kabalah luriánica.
Rabí Alkabetz dejó su firma en el poema mediante un acróstico formado por la primera letra de las primeras ocho estrofas: Shlomo HaLevi.
Los kabalistas de Safed, vestidos de blanco en señal de pureza, cantaban este himno al caer el sol del viernes, marcando así la transición del mundo profano al sagrado. Esta costumbre se difundió hasta volverse parte esencial del rito de bienvenida al Shabat en todas las comunidades judías del mundo.
El poema -profundo y simbólico- contiene múltiples temas, pero uno de los centrales es prepararse espiritualmente para recibir al Shabat, inspirado en el relato talmúdico (Shabat 119a):
רַבִּי חֲנִינָא מִיעֲטֵף וְקָאֵי אַפַּנְיָא דְמַעֲלֵי שַׁבְּתָא, אָמַר: ״בּוֹאוּ וְנֵצֵא לִקְרַאת שַׁבָּת הַמַּלְכָּה״. רַבִּי יַנַּאי לָבֵישׁ מָאנֵי מְעַלְּיֵי (שַׁבָּת) [וּמִיכַּסֵּי], וְאָמַר: ״בּוֹאִי כַלָּה, בּוֹאִי כַלָּה״.
Rabí Janina se envolvía en su manto y, al anochecer, decía:
“¡Venid! Salgamos a recibir a la reina Shabat.”
Rabí Yannai se ponía su vestimenta festiva y proclamaba:
¡Ven, oh novia! ¡Ven, oh novia!”
El Ari Hakadosh incluyó este poema en su sidur, y con el tiempo se convirtió en un elemento inseparable de la liturgia del Shabat.
Es fundamental comprender que este poema nació del corazón de la Kabalah, como expresión mística de amor y anhelo por la dimensión espiritual del Shabat. Su origen está en los kabalistas, y su esencia sigue siendo profundamente kabalística.
Mordejai Yosef
Interesante y hermoso. Gracias.
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