10 de agosto de 2025

No solo de pan vive el hombre



Que el mérito de este estudio, sea para parnasa tová, y hatzlaja de todos los en esta ciudad HaShem nos bendice con el sustento diario, a traves de: 

הקמחים, בישול ואפייה

Como panadero y judío, puedo dar fe de que el pan no es solo un alimento básico, sino el resultado de una elaboración cuidadosa y compleja.

Transformar el trigo en pan es un proceso que requiere dedicación y esfuerzo. Desde el momento en que se ara la tierra hasta que el pan sale del horno, hay 10 pasos cruciales que determinan la calidad y el sabor del pan que finalmente llega a nuestra mesa:

Arar (1) Sembrar (2) Regar (3) Cosechar (4) Recolectar (5)
Separar el trigo de la espiga (6) Cernir (7) Moler (8) Amasar (9) Hornear (10)

Cada paso es esencial para crear el pan perfecto.

Pero la palabra "pan" en hebreo, "lejem", לחם, tiene la misma  raíz con la palabra "guerra", "miljama", מלחמה.

Esto es precisamente para enseñarnos: 
 
"No sólo de pan-lejem, vive el hombre" Devarim 8:3.

La vida no se trata solo de satisfacer nuestras necesidades básicas, sino de luchar por superarnos cada día. 

Mejorar cada día, es una guerra constante, pero asistida desde los Cielos. Porque si el labrador trabaja la tierra y no llueve, la tierra no da su fruto pero, si él no trabaja por más que llueva nunca cosechará.

Este verso de la porción Ekev nos muestra que nuestro esfuerzo es esencial para activar el potencial que nos rodea. Pero no basta con solo con creer; debemos tambien saber y entender el proceso profundamente.

La Torah enseñan que el creyente consume el pan que otro elaboró, pero el sabio elabora su propio pan y tiene lo suficiente para sí mismo y para dar a los demás. El sistema de educación judía está diseñado para formar Sabios, no Creyentes.

Formar Creyentes es una técnica utilizada por aquellos que buscan mantener a sus pueblos subyugados, enfocando su atención en cosas superficiales y utilizando la demagogia y la ignorancia para controlar.

La injusticia es el resultado de una percepción ciega y creyente de la realidad. Por lo tanto, es nuestra responsabilidad como judíos es invertir en desarrollar sistemas educativos que enseñen a discernir y pensar de manera altruista. 

Solo cuando estimulamos debidamente al creyente que habita en nuestro interior podrá surgir el sabio capaz de irradiar la energía infinita que iluminará al mundo. Y eso es algo que tenemos que tener muy claros.

En este sentido, el pan no es solo un alimento, sino un símbolo de la lucha diaria por superarnos y alcanzar nuestro potencial. Y es nuestra responsabilidad como judíos y como seres humanos trabajar para crear un mundo más justo y más iluminado.

מרדכי בן אברהם אבינו ס"ט

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