5 de agosto de 2011

Notas sobre conceptos Luriánicos.


Que el mérito, de compartir la Luz y la Sabiduría de la Dimensión interior de la Torah, la Kabalah, traiga la Redención final.
 
Pues como enseñó Rabí Abraham Azulai: “Consideren que, si el hombre que no conoce la sabiduría de la Kabalah, es como una bestia... porque guarda las mitzvot (preceptos) sin saber la razón y gustar de ellos, sólo manteniéndolos como una tradición. Y se parecen a bestias que comen heno, que no tiene el sabor del alimento hecho para el hombre”.
 
Y como dijo Rabí Yaakov Abujatzeira: "Mientras el hombre no conoce la sabiduría secreta de la Torah, camina en la oscuridad, como un ciego en un túnel. Cuando conoce esta sabiduría, emerge de la oscuridad hacia la luz”.

Antes de la creación del mundo, la Luz infinita llenaba toda la Existencia. Cuando Él, quiso crear el mundo retiró su luz (Sefer Etz Jaim)

Esta luz sufre de numerosas contracciones “Tzitzumim” (restricciones, contracciones del deseo de recibir la plenitud de la Luz Infinita) donde cada Tzimtzum (contracción) es una disminución gradual de la “Luz Divina” y una adaptación a la capacidad de recepción de los seres creados.

El espacio vacío o “jalal panúi” originado por el proceso de Tzimtzum, es necesario, púes de no ser así la Luz Infinita "llenaría toda la realidad" (tal como enseña el Arí en Etz Jaím).

De ser así no habría espacio alguno donde la voluntad se manifieste en forma independiente, bien y mal, anulando así el libre albedrío otorgado al hombre. Más aún, sin este espacio vacío no existiría la Creación y continuaría siendo todo Infinito sin posibilidad de toma de conciencia por parte del deseo de la Neshamá.

El reshimu es la impresión residual que quedó de la luz infinita que Di-s "retiró" de la Creación por medio de este proceso de tzimtzum, similar a la fragancia del vino que queda impregnada en la copa, después de haberla tomado.

Siendo esta “impresión o huella” lo suficientemente "débil" y tácitamente "invisible" (tanto como "no existente") como para permitir la existencia de una realidad independiente.

Dentro de la oscuridad primordial, llamada la "noche" del vacío creado por el tzimtzum con el "punto" del reshimu en su interior (llenando el vacío con el ser "potencial"), Él, irradió un rayo de luz Divina, el cual es llamado el rayo de la "mañana".

Este rayo de la "mañana" es la revelación de la inmanencia de Di-s en la creación. El cual es “El llena todos los mundos”, sobre este tema habló abiertamente Rabí Schneur Zalman Tzl, en el Tania, explicando los Conceptos expuestos por El Santo Arí.

Este “rayo” le otorga a cada ser creado, de acuerdo con el nivel de conciencia, la percepción de que Di-s está con él (donde sea que esté y cualquiera sea el estado de su ser), recreándolo continuamente de nuevo y que Su providencia Divina está siempre cuidándolo….

La ruptura de los recipientes (en hebreo Shevirat Hakelim)  es una etapa en el proceso creativo que tiene lugar varias etapas posteriores al tzimtzum inicial (la contracción de la luz infinita de Di-s). Explica la rotura de las sefirot inferiores a keter, jojmah y binah, después del tzimtzum se derramó la luz divina que fue recogida en vasos, se produjo, en Tohu, en las Sefirot de Igulim.

Luego del tzimtzum inicial hay un rayo de luz infinita que brilla en el vacío aparente. Entonces es creado el mundo que es conocido como Adam Kadmón. Es un estado puro espiritual y Divino.

Luego viene otro mundo llamado Olam haakudim. Es el primer mundo que posee un recipiente verdadero para contener y definir su luz. Las diez luces de ese mundo están contenidas dentro de un sólo recipiente.

Luego viene otro mundo llamado olam haNikudim, en el cual los diez recipientes que contienen las diez luces son muy pequeños; como estos recipientes no son maduros son rotos por la luz que brilla en ellos.

El aspecto natural del proceso de rectificación es el de la creación constante que nosotros experimentamos (la rectificación de la dimensión interior de la realidad depende de nuestro servicio Divino).

La ruptura de los recipientes tiene lugar entonces en la etapa que es llamada olam hatohu, olam hanikudim, que está varias etapas después del tzimtzum inicial.

La Luz de Keter se revela en Jojmah, después pasa a Binah. La proximidad de estas sefirot hace que esta primera parte del proceso se pueda efectuar, después la luz llega a Dáat. Pero la Vasija (Keli) de esta sefirá no puede soportar la intensidad de esta Luz. Entonces se rompe y reenvía la integridad de esta Luz a Jesed, que, a su vez, se rompe. Al igual que las Sefirot siguientes, hasta Yesod, la sefira maljut se resquebrajo pero no se rompio.

Como consecuencia de esa ruptura se crearon las Klifot, formas oscuras, raíces del mal. Existe en el Kabalah una forma de reparación de este estado, el Tikún Olam.

2 comentarios:

  1. profundo signicado especial para el alma.y el conocimiento y la sabiduria de Tora y kabbalah hacen una sabiduria mas completa en todo sentido
    este post esta Metzuian.shalom javer Armando velazquez.....

    ResponderEliminar
  2. Me gustaria que nos hablaras del Tikum Olam. Shalom..

    ResponderEliminar