17 de febrero de 2012

Aprendiendo símbolos.

Talit (manto ritual). 

Originalmente era una prenda de vestir; más tarde fue objeto de culto del hombre judío durante los servicios matutinos, en ciertas devociones individuales y, además, parte de la mortaja. Se lo hace de lana o seda, de color blanco con rayas transversales celestes o negras, con un galón bordado y con cuatro franjas. La franja se llama tzitzit y sobre ellas dice la Torá: "Habló Dios a Moisés diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan franjas sobre los bordes de sus ropas por sus generaciones y que pongan sobre las franjas un hilo cárdeno. Y cuando viereis estas franjas recordaréis los preceptos de Dios y los cumpliréis, y no os desviaréis en pos de vuestros impulsos. Recordad pues todos mis preceptos, cumplidlos y santo seréis ante vuestro Dios. Yo soy el Señor que os redimió de Egipto para ser vuestro Dios. Yo soy Adonai, vuestro Dios". (Números 15:37-41).

Se acostumbraba a hacer en las franjas cinco nudos dobles entre los cuales quedaban cuatro espacios. Los espacios se llenan con 7, 8, 11 y 13 vueltas. El número de las vueltas suma 39, cifra equivalente al valor numérico de las letras que forman el nombre de Dios (Yod, he, vav, he) y la palabra ejad (uno). El valor numérico de la palabra tzitzit acrecentado con las 8 hebras y 5 nudos de las franjas, hace 613, representando, según el Talmud, el número total de los preceptos (mitzvot) de la Torá. El mirar los tzitziyot nos invita a recordar la importancia de toda la Torá y la presencia de Dios en los cuatro puntos cardinales, y especialmente de nuestra vida.

Tefilín (filacterias). 

Son dos rollos de pergamino que contienen cuatro parashiot (secciones) de la Torá, puestos en dos cajitas de cuero con cintas, también de cuero. Los varones judíos mayores de 13 años los colocan en el brazo izquierdo frente al corazón y en la frente, entre los Ojos, durante el servicio matutino de días hábiles excepto Tisha Beav. Su uso se basa en la prescripción de la Torá: "Todo esto lo has de tener como una señal impresa en tu brazo y como un recuerdo pendiente entre tus ojos que te haga recordar cómo Dios nos sacó de Egipto con la fuerza de su brazo". (Exodo 13:16). "Será como una señal sobre tú en tu boca, porque con mano fuerte te sacó Dios de Egipto". (Exodo 13:9).

La tradición los considera como símbolos de que tanto los esfuerzos físicos como los sentimientos y los pensamientos debe ser dirigidos hacia Dios y al servicio de Sus criaturas. Simbolizan también los dos principios de la vida humana: teoría y práctica, o, en otras palabras: pensamiento y acción. Ambos deben ser sometidos a la voluntad divina y para el servicio del prójimo.

Maimónides escribe: "Grande es la santidad de los tefilín, pues mientras los tejilín están en la cabeza del hombre y sobre su brazo, él es humilde y temeroso de Dios. No es llevado por deleite o por conversión ociosa, ni su corazón alberga malos pensamientos, sino que lo llena con pensamientos de justicia y honestidad."

Mezuzá (umbral).

Es un estuche que contiene un pequeño rollo de pergamino con dos párrafos de la Torá y con la letra "shin", que es la primera letra de Shadai, Todopoderoso. Se la coloca al lado derecho de las puertas de todas las habitaciones, como dice la Torá: "Escribirlas hay en las entradas de tu casa y de tus moradas". (Deut. 6:9).

Querernos subrayar que la mezuzá no es un amuleto, sino un símbolo de que Dios está presente en los hogares judíos, por lo tanto estos deben ser distintos: no puede haber altercados, maldiciones, odio o palabras denigrantes.  Además, simboliza también que el dueño de casa y sus habitantes no esconden su calidad de judíos y creen en la protección de Dios.

Dice Maimónides: "Es deber religioso de todo hombre, cumplir con el precepto de colocar la mezuzá. Toda vez que entramos en nuestra casa o salimos de ella, nos encontramos con el nombre del Santo, bendito sea El, y al evocar Su bondad recordamos que en este mundo nada perdura, salvo Dios, y que todo es vanidad, salvo el amor a Dios y a Sus preceptos".

Menorá (candelabro) de siete brazos.

Originalmente labrado en oropuro y adornada artísticamente. Servía como lucero en el Tabernáculo y en los Santuarios. Se la encuentra como símbolo del judaísmo desde épocas muy remotas, en edificios, monedas y tumbas.  Fue esculpido en el Arco de Triunfo de Tito simbolizando la destrucción del pueblo judío en el año 70 e.c., cuando el original fue sacado del Segundo Santuario y llevado en procesión triunfal por los romanos.

Desde esta época existe la prohibición rabínica de confeccionar utensilios sinagogales similares en forma y tamaño a los de los Templos de Jerusalén; por lo tanto las menorás que figuran en el uso litúrgico u ornamental son de ocho brazos.

Cabe mencionar que existe la prohibición, agravada por el jerem (excomunión), de pasar bajo del Arco de Triunfo de Tito.

Hoy, la menorá es el símbolo nacional de Medinat Israel, y figura en su escudo.

Maguen David (Escudo de David). Está formado por dos triángulos equiláteros entrelazados en dirección opuesta. El origen de este símbolo es desconocido, posiblemente muy remoto y no judío, porque lo han encontrado en reliquias egipcias, chinas, hindúes y peruanas.

Como símbolo judío aparece por primera vez en el siglo VII a.e.c y desde entonces se ha divulgado en todos los lugares donde vivían judíos. La época del misticismo judío le atribuyó muy diversas interpretaciones, desde lo místico hasta lo simbólico. lsaac Luria, el famoso cabalista de Safed, contribuyó mucho en transformarlo en el emblema preferido del judaísmo.

Shofar (cuero de camero), originalmente instrumento musical en diversas celebraciones religiosas, luego fue tocado para intimidar al enemigo antes de la batalla y era señal también para convocar al pueblo. Después se lo utilizó únicamente para Rosh Hashaná (o para los días de arrepentimiento) y según la tradición, sonará también en el momento de la llegada del Mesías. Como símbolo del judaísmo figura en tumbas ya en la Antigüedad.

La Doble Tabla de la Ley, que contiene las primeras dos palabras de cada mandamiento, es símbolo de que la ley moral debe ocupar el lugar central en la sinagoga y en la vida.

Kipá (yármulka, gorrito).

Los judíos ortodoxos llevan permanentemente la cabeza cubierta; entre el judaísmo progresista hay diversas formas: algunos la utilizan durante el servicio religioso, la comida y el estudio, y hay quienes omiten su uso o lo hacen solo en ocasiones especiales.  Ya el Talmud lo presenta como opción (Nedarím 301b).  El origen de la costumbre pudo ser la protección contra el sol, pero luego se transformó en una distinción del status social y lo que es más importante, en el símbolo del reconocimiento del reinado de Dios en la tierra. La costumbre es postbíblica, lo que se aprecia en una estela arqueológica, que muestra al rey Sanherib conduciendo a prisioneros judíos con la cabeza descubierta.

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