14 de agosto de 2012

Identidad judía



Generalmente, el uso del término judío se utiliza para referirse a tres grupos, a saber: 
  1. Aquellos que tienen orígenes étnicos judíos.
  2. Aquellos que practican el judaísmo. 
  3. Aquellos que se identifican como tales por su identificación cultural e histórica.
La halajá, la ley judía, da otra definición de la identidad judía. De acuerdo con la legislación judía, judío es aquel que: 
  1. Es hijo de madre judía (ley que deriva del pasaje de Deuteronomio 7:1-5)
  2. Aquella persona que se convierte formalmente al judaísmo bajo la supervisión halájica de un reconocido Bet Din (corte judía) presidida por tres dayanim (jueces). 
Este proceso de conversión está desarrollado en textos legales judíos, tales como el Talmud, el Shulján Aruj y las interpretaciones de la ortodoxia rabínica.

Pero además de esa definición ortodoxa existen otras definiciones, como las de las corrientes reformistas, reconstruccionistas y liberales, que afirman que es judío aquel que tiene un padre judío (en el sentido genérico, es decir, un padre o una madre). 

El humanismo judío afirma que es judío "quien se siente judío" sin importar si tiene ascendencia judía o si hace una conversión religiosa.

Judaísmo por conversión

Si bien el judaísmo no fomenta la conversión y a lo largo de la historia no se conocen casos en donde el pueblo judío haya sometido a otro a convertirse, la misma está contemplada. Para hacerlo es necesario tener un estudio amplio sobre la Torah, capacitado por un Moré (Maestro). Los filtros para la conversión al judaísmo, si bien varían según las distintas corrientes, suelen ser muy exigentes, puesto que se busca por parte de los rabinos que la conversión sea sincera y sin motivaciones ulteriores.

En el pasado hubo ejemplos de conversiones en masa al judaísmo, como es el caso del pueblo de Samaria, que sin ser descendientes de Jacob en un sentido físico abrazaron el judaísmo aunque nunca perdieron del todo sus creencias y costumbres, por lo cual los judíos de Jerusalén nunca los vieron con total agrado. Otro caso de conversión en masa es la de los jinetes partos.

3 comentarios:

  1. Armando Excelente trabajo.Aclara el tema del termino Judaismo en distintas capas que son contextos entrelazados. Teniendo en mente, que Judaismo es uno solo, y a la vez uno con D-os, Hashem.

    Felicitaciones y que seamos inscritos y sellados en el Libro de las Vidas.

    Luis Verenzuela

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  2. Hola Armando!!!
    Despues de varios sucesos, por ej. la tierra giró un poco mas desde tus últimos mensajes en el blog.
    Seré breve en este comentario porque sobre La Re-Encarnación seré algo mas extenso.
    Esto de judío converso o sinverso, tal como está planteado en cualquiera de las formas, por ser hijo de... o por haber pasado el examen de... encierra algo peligroso que puede ser y será aprovechado por quien controla el pensamiento de un ser humano que maneje estas figuras, digo esto dado que cualquiera de las formas mencionadas para ser judío requiere la aprobación de los demás, y... S. J.
    Gracias y abrazos

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  3. La conversión implica una gran responsabilidad para consigo mismo, debido a todo los ESTUDIOS halájicos, de textos para el entendimiento de la Torah (Midrash, Talmud, Zohar, entre otros), con el fin de convertir nuestra alma en un condensador receptor de influencias espirituales, en el que invervienen los Elokim, para hacer tanto la voluntad del Creador, en compañía del Co-creador: el ser humano que se INICIÓ en los misterios mayores y menores de la creación.
    De nada sirve pagar para ser converso, para luego convertirme en un fanático religioso, movido únicamente por una falsa fe.
    Es un asunto muy delicado, ya que se procede a introducir nuestra alma en otro estado de consciencia.

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