2 de mayo de 2014

¿Cuenta del Omer? En las noches...




La cuenta del omer, la preparación del Kli para recibir la Torah.

La Halajah enseña que:

La obligación de contar el Omer cada noche empieza a partir de la caída de la noche (aparición de las estrellas). Si por error se contó el Omer durante el crepúsculo, antes de la aparición de las estrellas, según cierta opinión de nuestros Sabios se cumple con la obligación, pero se recomienda en este caso volver a contar a la caída de la noche sin repetir la Berajá. 

En fin el Omer se cuenta de noche, estando de pie, a continuación de la plegaria nocturna, Maariv (también llamada Arvit)… ¿Contar de Noche? esto se debe a que el dia hebreo, se cuenta desde la noche anterior. Pero en términos de la Kabbalah esto tiene una significacion mas profunda. 

Voy a copiar textualmente un texto de Shamati, del Rabino Baruj Ashlag Tzl, que hace mención al texto del Génesis “Y fue de tarde, y fue de mañana”:

El Sagrado Zóhar dice acerca de este versículo: “Y fue de tarde, y fue de mañana” (Génesis 3, p. 96, Punto 151 en el Comentario Sulam): “‘Y fue de tarde’” según dicen las escrituras, que significa que se extiende desde el lado de la oscuridad, es decir, desde Maljut: “Y fue de mañana”; significa que se extiende desde el lado de la luz, que es Zeir Anpin.

Esta es la razón por la que se escribe acerca de ellos: “Primer día”, indicando que tanto la tarde como la mañana son como un cuerpo, y que ambos hacen el día. Rabí Yehudá dijo: “¿Cuál es el motivo?” Pregunta: “Puesto que: ‘Y fue de tarde, y fue de mañana’, apunta hacia la unificación de ZON, a que la Luz del día sale de ambos, después de que el texto lo anuncia en el primer día: ¿por qué dice sobre cada día: ‘Y fue de tarde, y fue de mañana’?

Y responde: ‘Es para saber que no hay un día sin una noche, y una noche sin un día, y ellos nunca se separarán el uno del otro. Esto es el porqué el texto nos repite e informa sobre todos y cada uno de los días, para indicar que es imposible que pudiera existir la luz del día sin la oscuridad de la noche. Del mismo modo, nunca habrá oscuridad de la noche que no traiga al día tras de sí, pues ellos nunca se separarán el uno del otro’”. Hasta aquí sus palabras.

Deberíamos entender lo antes escrito en cuanto al trabajo, qué significa “Luz” y qué significa “oscuridad”, y por qué es imposible tener un día a menos que surja la unión de ambos, es decir, que la luz y la oscuridad producen un sólo día, esto es, que se toma de ambos para construir un sólo día. Significa que el día empieza cuando la oscuridad comienza, porque esto es cuando inicia la secuencia de la formación de un nuevo día. Deberíamos entender cómo, la palabra “día”, puede aplicarse a la oscuridad, ya que cuando la oscuridad ha comenzado, yo puedo empezar, realmente, a contar el día.

Se sabe que después de las restricciones y de la salida de la luz que ocurrió en los mundos superiores, después de la segunda restricción y del rompimiento, emergió el sistema de las Klipot (cáscaras), hasta que el lugar de BYA se dividió en dos discernimientos. Desde su parte media hacia arriba era BYA de Kedushá (santidad), y desde su parte media hacia abajo el lugar se convirtió, permanentemente, en la sección de las Klipot (cáscaras), como se explica en TES (Parte 16, p. 1938, Artículo 88).

En consecuencia, en este mundo,  “El hombre nace como el potrillo de un burro salvaje”, y no tiene ningún deseo por la espiritualidad. Así pues, ¿de dónde le llega a una persona la sensación de necesitar la espiritualidad, hasta el punto de decir que siente oscuridad, la cual se llama “noche”, por sentir que está alejado del Creador? Debemos saber que, en el mismo momento en el que él comienza a sentir que está alejado del Creador, es cuando, en cierta medida, comienza a creer en la existencia del Creador. Si no, ¿cómo puede decir que está alejado de alguien que no existe? En lugar de esto, debe decirse que tiene una iluminación desde lejos, la cual lo ilumina hasta el punto que siente que está alejado del Creador.

Por lo tanto se deduce, que tan pronto como comienza la oscuridad, es decir, la sensación de la existencia de la oscuridad, la luz, inmediatamente, comienza a iluminar hasta cierto punto. Y la medida de la iluminación de la luz solamente es reconocida a través de la negación. Significa que él siente una carencia, que no tiene la luz del Creador iluminándolo en una manera afirmativa. Sin embargo, la luz brilla para él en forma de carencia, lo que significa que ahora comienza a sentir que le falta la luz del Creador, la cual se llama “día”.

Pero para aquellos, a quienes no les ilumina la luz del día, no saben si existe tal realidad, en donde una persona deba sentir la ausencia de la Luz del Creador, la cual se llama “día”. Hablemos de una sola persona, dentro del mismo cuerpo. Algunas veces uno siente que se encuentra en la oscuridad, es decir, que está alejado del Creador y anhela acercarse al Creador. Siente sufrimiento por estar alejado del Creador.

La pregunta es: “¿Quién le causa el que se preocupe por la espiritualidad?” Y a veces siente oscuridad y sufrimiento cuando ve que otro tiene éxito en la corporalidad, en las posesiones y con las personas, mientras que a él le falta el sustento y el respeto. Y ve, en sí mismo, que en verdad es más talentoso que el otro, tanto en términos de talento como en su herencia ancestral, y que merece más respeto. Pero en realidad, está muchos grados por debajo del otro, y esto le duele terriblemente.

En ese momento, no tiene ninguna conexión con la espiritualidad, y ni siquiera recuerda que alguna vez la tuvo, que él mismo consideraba a todos los amigos con quienes estudiaba en el seminario, pues cuando los veía con los sufrimientos que tenían debido a su preocupación por lograr la integridad en vida, eran para él como niños pequeños quienes no podían hacer un cálculo intencionado, y que todo lo que sus ojos veían era lo que ellos deseaban. Por un momento, ellos veían que lo principal en la vida era el dinero, en otros momentos pensaban que lo principal en la vida era conseguir una posición honorable entre las personas, etc. Y ahora él se encuentra dentro de esas mismas situaciones de las cuales se burlaba, y siente que su vida es insípida a menos que establezca toda la esperanza y la paz en la vida al mismo nivel en que ellos lo hacen, ya que esto se llama: “el propósito de la vida”.

Y, ¿cuál es la verdad?  Que ahora el Creador se ha apiadado de él y ha iluminado el discernimiento de “el día” para él, y este día comienza con la negación. En otras palabras, cuando el día comienza a brillar en su corazón bajo la forma de oscuridad, a esto se le llama “el comienzo del amanecer” y entonces los Kelim empiezan a formarse en él, en los cuales la luz será capaz de brillar de una forma positiva. Esta es la luz del Creador, cuando él comienza a sentir el amor del Creador y comienza a saborear la Torá y las Mitzvot.

De esto podemos entender las palabras citadas del sagrado Zóhar, sobre que el día surge específicamente de ambos, como está escrito: “Por eso se escribe sobre ellos: “Un día”, indicando que el atardecer y la mañana son como un cuerpo, y ambos forman el “día”.  También, cuando Rabí Yehudá dijo que por eso los textos se refieren a cada día como nuevo –para indicar que es imposible que pudiera haber Luz sin que la oscuridad de la noche venga primero. Y también, que no podrá haber oscuridad de la noche que no traiga a la luz del día tras ella, por lo que nunca se separarán la una de la otra.

Como se mencionó anteriormente: 1) siguiendo la regla de que no existe la luz sin un Kli, y 2) también se requiere de la luz, a la cual se llama “día”,  para hacer un Kli.

Pero deberíamos entender por qué, si a uno se le ha concedido ya un poco del día en la forma negativa, y siente que su vida entera  sólo vale si es recompensado con Dvekut con el Creador, y comienza a atormentarse por estar alejado del Creador, así pues, ¿quién le provoca caer de su estado de ascenso? Es decir, que toda su vida debería estar sólo en la vida espiritual, y en esto radica toda su esperanza; y, de pronto cae en un estado de bajeza, al estado en que siempre se burlaba de las personas cuya esperanza en la vida era obtener el llenado de los animales lujuriosos. Pero ahora, él mismo se encuentra entre ellos, nutrido por los mismos alimentos de los que ellos se nutren.

Además, deberíamos preguntarnos cómo ha olvidado que alguna vez estuvo en un estado de ascenso. Ahora está en un estado de amnesia tal, que ni siquiera se le ocurre que podría tener en consideración a la gente entre la que ahora se encuentra; es decir, que sus únicas ambiciones están a tan bajo nivel, y que no se avergüenza de sí mismo por haberse atrevido a ingresar en tal ambiente, del que siempre había querido huir. En otras palabras, este aire que con gusto respiran, él siempre decía que era un aire que sofoca a la Kedushá (santidad), y ahora él está entre ellos, y siente que no hay faltas en ellos.

La respuesta es, como dicen las escrituras (Salmos 1): “Feliz es el hombre que no ha seguido el consejo del malvado”. Debemos entender qué es el consejo de los malvados. Se sabe que la pregunta del malvado que aparece en la Hagadá (narrativa de Pésaj) es: “¿Qué significa para ti este servicio?” Baal HaSulam explica que significa que cuando la persona comienza a trabajar con el objetivo de otorgar, la pregunta  del malvado llega y cuestiona: “¿Qué obtendrás al no trabajar para ti mismo?”

Y cuando la persona recibe tal pregunta, comienza a meditar si, tal vez, el malvado tiene razón. Y entonces cae en su red. De acuerdo a esto, deberíamos interpretar “Feliz es el hombre que no ha seguido el consejo del malvado”, que cuando el malvado llega a él y le aconseja que no vale la pena trabajar si no ve que le reporta algún beneficio y ganancia para sí mismo, él no le escucha. Al contrario, se refuerza a sí mismo en el trabajo y dice: “Ahora veo que voy por el camino de la verdad, y que ellos desean confundirme”. Resulta que cuando esta persona se sobrepone, es dichosa.

Después las escrituras dicen: “Tampoco permaneció en el camino de los pecadores”. Y hay que interpretar “camino de pecadores”. Él dice: “tampoco permaneció”. El pecado es, como explicamos en el ensayo anterior (Artículo 35, 1984-85), que el pecado es si la persona no cumple “No te deberás agregar”. En otras palabras, el verdadero camino es que tenemos que ir por encima de la razón, llamado “fe”. Y lo opuesto a esto es saber que el cuerpo entiende que no tiene otra opción, excepto creer por encima de la razón.

Por lo tanto, cuando él siente algún gusto por el trabajo y lo toma como apoyo, y dice que ahora no necesita la fe, porque ya dispone de algunas bases, inmediatamente cae de su grado. Y cuando uno es cuidadoso acerca de esto, y no se detiene ni durante un minuto, para mirar y ver si es posible cambiar sus bases, se considera que es dichoso porque no permaneció en el camino de los pecadores, para mirar su camino.

Y después, las escrituras dicen: “Ni se sentó en el asiento de los despreciables”, refiriéndose a aquellas personas que pasan sus días ociosamente, quienes no toman sus vidas de forma seria y consideran cada momento como precioso. Deberíamos saber qué es “el asiento de los despreciables”. Aquellos quienes aprecian cada momento y se sientan a pensar en los demás −si están bien, y en qué medida los demás deberían  corregir sus acciones, y no tener piedad por sí mismos, preocupándose de sus propias vidas−, esto les provoca todos los descensos. El RADAK interpreta “despreciables” como aquellos que tienen una mente astuta en cuanto a malvada, encontrando faltas en las personas y revelando secretos entre ellos. Esto  es para la gente perezosa y ociosa. Por eso dijo: “Ni se sentó en el asiento de los despreciables”, y esta es la razón de los descensos.

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