En la mañana del día 14 de Nisán es
necesario deshacerse de todo jametz físico que se encuentre en nuestra posesión
(todo producto leudado o que leude) pues su presencia refuerza nuestro ego, así
como el producto de nuestra introspección (teshuvá).
Se dice lo siguiente frente al
pebetero en llamas:
“PREPARADO
ESTOY PARA CUMPLIR LA MITZVÁ DE
DESHACERME DE TODO EL JAMETZ.
Se quema el Jametz, meditamos y
deseamos de corazón su eliminación, de todo aquello que encontramos dentro de
nosotros.
Luego se declara:
Todo
Jametz y levadura que se encuentre en mi posesión, tanto so le he visto como si
no lo vi, así lo haya eliminado de mi posesión o no sean nulos y sin dueño como
el polvo de la tierra.
Sea
Tú Voluntad, Adonai Dios nuestro y Dios de nuestros padres, que así como yo he
eliminado el jametz de mi hogar y propiedades, de la misma manera quites Tú las
fuerzas del mal y que el espíritu de impureza sea removido de la tierra, y que
nuestra inclinación al mal sea eliminada de nosotros y puedas Tú otorgarnos un
corazón puro. Que todas las fuerzas del “Otro Lado” y la maldad sean disipadas
como el humo y sea eliminado el reinado de los malvados. Destruye a aquellos
que provocan a la Divina Presencia
con venganza y Juicio, tal como destruiste a los Egipcios y a sus ídolos en
aquellos días para esta época. Amen.
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