Vé a la hormiga, oh perezoso; observa sus caminos y sé sabio. Ella no tiene jefe, ni comisario, ni gobernador; pero prepara su comida en el verano, y guarda su sustento en el tiempo de la siega. Mishlei 6,7-8.
Rabí Shimon ben Jalafta gustaba de investigar cada cosa. Cierta vez se le ocurrió investigar si era verdad lo que el rey Salomón dijo que las hormigas no tienen rey en el libro de los Proverbios. Para ello, en pleno verano busco un nido de hormigas y espero que alguna saliera. Las hormigas no gustan del sol, por lo tanto extendió un manto sobre el nido y enseguida salio una hormiga y se paseo en la sombra y Rabí Shimon le coloco una señal para poder distinguirla de las otras, puesto que seguramente avisaría a las demás que el sol ya no alumbraba. En seguida salio un grupo grande de hormigas, junto con la que les fue a avisar. Rabí Shimon levanto el manto y el lugar quedo soleado. Las hormigas se enojaron con la otra, porque pensaron que las había engañado, y la mataron en el lugar.
Ahora veo que no tienen rey dijo Rabí Shimon- porque si lo hubieran tenido, le hubieran pedido permiso antes de matarla.
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