La
Profundidad verdadera es importante.
Algunas
personas, y esto es debido a como la han enfocado algunas escuelas;
confunden la Kabbalah con crecimiento personal, con coaching, y lo
que es peor la pueden llegar a comparar con la mediocre "autoayuda".
Sentido
común: Si quieres, tal vez puedas
Auto-ayuda: Si quieres, puedes
Psicología–Coaching: ¿Qué vas a hacer para poder?
Estudio de Torah y Kabbalah: Conoce los principios Universales que rigen la Creación, y "Empoderate" actuando de acuerdo a ellos.
La
Torah es un código, es el plano del hombre. Nada
de lo que en ella está escrito es literal, y considero “estúpido”
a quien lo piense así.
Voy
a explicarme... Es estúpido (y sobretodo ignorante) todo aquel que
afirme por ejemplo: que El Creador hizo el mundo físico en seis días
físicos. La Biblia no es un manual de ciencias (al menos no en el
sentido actual de “ciencia”)...
Hace
años (quizás muchos) un amigo estaba en mi casa, y discutíamos
sobre un análisis filológico de un fragmento bíblico.
Estaba
haciendo un análisis de métrica en la poesía hebrea. A mí me
encanta aquello de la simetría del texto, descubrir significados
ocultos y relaciones concordantes usando la guematria, y hacer
hermenéutica apoyado el estudio de los aspectos culturales en los
cuales surgieron esos textos.
Él
[mi amigo] no me estaba prestando mucha atención, “yo” lo sentí
así. Y me dijo, algo como: -Me parece interesante que todo eso
esté allí, pero a mi me interesa vivirlo, y he visto cosas más
profundas...-. Él estaba viviendo un debate interno. Para ese
momento eramos veinteañeros, y ambos habíamos sido víctimas de una
“estafa” (intelectual) y nos estábamos recuperando de esa
experiencia.
Escribo
esto, para que vean como mí Ego hace sus estragos [risas]. Recuerdo
esta anécdota para señalar, lo mucho que me viera afectado por la
“falta de profundidad”, que percibió mi amigo en mi análisis
métrico.
Ajá,
pero ¿Qué
tiene que ver esto con la pseudo-espiritualidad y pseudo-profundidad,
titulo
de
este artículo? quiero
demostrar que un autor siempre permea en sus líneas, sus propias
vivencias y su forma de relacionarse con ellas.
Aún
teniendo
una formación en el tema, un estudio muy dedicado y práctico del
mismo. Siempre
me ha perturbado “el creer”
que cuando hablo a
mis estudiantes,
ellos puedan
estar
pensando que digo
tonterías pseudo-espirituales
(es decir
relacionados con la nueva era y la mediocre
autoayuda)
pudiendo accionar
muy mal al mínimo indicio de percibir positiva esa sensación. Y desconociendo que el mensaje es interpretado por cada receptor.
Al
final de todo, las creencias son principio de las acciones.
Esta
creencia [sin
ninguna
duda]
ha limitado mi crecimiento. En
algún momento la elaboré, basado
en mis vivencias y
quizás en algún
momento me fue
útil [por así decirlo] luego se transformó en un lastre para mi.
Independiente
de las razones psicológicas [risas] que motivaran esa
creencia:
La
profundidad es importante, y
los
libros
de autoayuda son una respuesta efímera para las necesidades de la
gente: vacío existencial, baja autoestima por una infancia
maltratada, sentimientos de culpa a flor de piel, inmadurez
emocional, inhibiciones, inseguridad, y una lista larga de problemas
de personalidad.
La
Kabbalah y la pseudo-profundidad.
La
Kabbalah es la
Sabiduría
que lleva a percibir y experimentar Divinidad en el mundo. En cada
instante, Di-s crea toda la realidad de nuevo. Se comienza a apreciar
esto, con la captación intelectual de cómo tiene lugar la creación.
Esto
nos permite superar el miedo
de descubrir que el verdadero tú puede ser diferente al tú actual.
Siempre
me ha desagradado: la pseudo-espiritualidad, y la simplificación
(casi “estupidización”, esto es de hacer “estúpida”) de la
espiritualidad, y me exasperan las tonterías pseudo-profundas.
Por
tonterías pseudo-profundas, se debe entender lo siguiente:
Afirmaciones
aparentemente impresionantes que se presentan como verdaderas y
llenas de significado, pero que en realidad están vacías de
contenido.
Un
ejemplo inequívoco de estas son las encontradas en las obras
pseudo-filosóficas del escritor brasileño Paulo Coelho.
Si
tienes en tu biblioteca una atesorada colección de libros de este
autor, o llenas tu muro facebook con extractos de sus obras, ya no te
va a gustar este articulo.
Traducido a 56 idiomas, publicado en 150 países, con más de 54 millones de libros vendidos, a Paulo Coelho hay que reconocerle al menos una virtud: es una mina de oro para sí mismo y para las editoriales.
Un burla sarcástica a las frases motivadoras de Coelho |
Traducido a 56 idiomas, publicado en 150 países, con más de 54 millones de libros vendidos, a Paulo Coelho hay que reconocerle al menos una virtud: es una mina de oro para sí mismo y para las editoriales.
En
estas tonterías pseudo-profundas, la sola presencia de palabras con
un significado abstracto o profundo son suficientes como para que
algunas personas perciban las frases como profundas y significativas.
Un
estudio científico plantea que las personas propensas a creer en este tipo de discurso
tienen algunas carencias en “inteligencia y fluidez” verbales.
Parafraseando
y haciendo mías las ideas de este estudio: la credulidad (o
incredulidad) hacia los discursos vacuos es una cuestión de mente
abierta, pero respaldada con un criterio racional. Soy un partidario
de que siempre debemos
tener “la mente abierta”, pero no tanto
como para que se nos
caiga el cerebro.
En
este sentido es necesario destacar la diferencia entre mente abierta
acrítica o irreflexiva, y mente abierta pensativa o reflexiva.
La
primera es más propensa a aceptar cualquier información sin
procesarla demasiado. El segundo tipo resulta en una mentalidad que
busca información como un medio para facilitar el análisis crítico
y la reflexión.
Interesantemente
según el comentador Avraham Ibn Ezra el escribe “Hashem solo le
dio la Torah a personas racionales; una persona que no es racional no
tiene Torah.”
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