23 de julio de 2016

Kabbalah vs autoayuda

La Profundidad verdadera es importante.

Algunas personas, y esto es debido a como la han enfocado algunas escuelas; confunden la Kabbalah con crecimiento personal, con coaching, y lo que es peor la pueden llegar a comparar con la mediocre "autoayuda".

Sentido común: Si quieres, tal vez puedas

Auto-ayuda: Si quieres, puedes

Psicología–Coaching: ¿Qué vas a hacer para poder?

Estudio de Torah y Kabbalah: Conoce los principios Universales que rigen la Creación, y "Empoderate" actuando de acuerdo a ellos.

La Torah es un código, es el plano del hombre. Nada de lo que en ella está escrito es literal, y considero “estúpido” a quien lo piense así.

Voy a explicarme... Es estúpido (y sobretodo ignorante) todo aquel que afirme por ejemplo: que El Creador hizo el mundo físico en seis días físicos. La Biblia no es un manual de ciencias (al menos no en el sentido actual de “ciencia”)...

Hace años (quizás muchos) un amigo estaba en mi casa, y discutíamos sobre un análisis filológico de un fragmento bíblico.

Estaba haciendo un análisis de métrica en la poesía hebrea. A mí me encanta aquello de la simetría del texto, descubrir significados ocultos y relaciones concordantes usando la guematria, y hacer hermenéutica apoyado el estudio de los aspectos culturales en los cuales surgieron esos textos.

Él [mi amigo] no me estaba prestando mucha atención, “yo” lo sentí así. Y me dijo, algo como: -Me parece interesante que todo eso esté allí, pero a mi me interesa vivirlo, y he visto cosas más profundas...-. Él estaba viviendo un debate interno. Para ese momento eramos veinteañeros, y ambos habíamos sido víctimas de una “estafa” (intelectual) y nos estábamos recuperando de esa experiencia.

Escribo esto, para que vean como mí Ego hace sus estragos [risas]. Recuerdo esta anécdota para señalar, lo mucho que me viera afectado por la “falta de profundidad”, que percibió mi amigo en mi análisis métrico.

Ajá, pero ¿Qué tiene que ver esto con la pseudo-espiritualidad y pseudo-profundidad, titulo de este artículo? quiero demostrar que un autor siempre permea en sus líneas, sus propias vivencias y su forma de relacionarse con ellas.

Aún teniendo una formación en el tema, un estudio muy dedicado y práctico del mismo. Siempre me ha perturbado “el creer” que cuando hablo a mis estudiantes, ellos puedan estar pensando que digo tonterías pseudo-espirituales (es decir relacionados con la nueva era y la mediocre autoayuda) pudiendo accionar muy mal al mínimo indicio de percibir positiva esa sensación. Y desconociendo que el mensaje es interpretado por cada receptor.

Al final de todo, las creencias son principio de las acciones.

Esta creencia [sin ninguna duda] ha limitado mi crecimiento. En algún momento la elaboré, basado en mis vivencias y quizás en algún momento me fue útil [por así decirlo] luego se transformó en un lastre para mi.

Independiente de las razones psicológicas [risas] que motivaran esa creencia:

La profundidad es importante, y los libros de autoayuda son una respuesta efímera para las necesidades de la gente: vacío existencial, baja autoestima por una infancia maltratada, sentimientos de culpa a flor de piel, inmadurez emocional, inhibiciones, inseguridad, y una lista larga de problemas de personalidad.

La Kabbalah y la pseudo-profundidad.

La Kabbalah es la Sabiduría que lleva a percibir y experimentar Divinidad en el mundo. En cada instante, Di-s crea toda la realidad de nuevo. Se comienza a apreciar esto, con la captación intelectual de cómo tiene lugar la creación.

Esto nos permite superar el miedo de descubrir que el verdadero tú puede ser diferente al tú actual.

Siempre me ha desagradado: la pseudo-espiritualidad, y la simplificación (casi “estupidización”, esto es de hacer “estúpida”) de la espiritualidad, y me exasperan las tonterías pseudo-profundas.

Por tonterías pseudo-profundas, se debe entender lo siguiente: 
Afirmaciones aparentemente impresionantes que se presentan como verdaderas y llenas de significado, pero que en realidad están vacías de contenido.

Un ejemplo inequívoco de estas son las encontradas en las obras pseudo-filosóficas del escritor brasileño Paulo Coelho.

Si tienes en tu biblioteca una atesorada colección de libros de este autor, o llenas tu muro facebook con extractos de sus obras, ya no te va a gustar este articulo. 

Un burla sarcástica a las frases motivadoras de Coelho

Traducido a 56 idiomas, publicado en 150 países, con más de 54 millones de libros vendidos, a Paulo Coelho hay que reconocerle al menos una virtud: es una mina de oro para sí mismo y para las editoriales. 

En estas tonterías pseudo-profundas, la sola presencia de palabras con un significado abstracto o profundo son suficientes como para que algunas personas perciban las frases como profundas y significativas.

Un estudio científico plantea que las personas propensas a creer en este tipo de discurso tienen algunas carencias en “inteligencia y fluidez” verbales.

Parafraseando y haciendo mías las ideas de este estudio: la credulidad (o incredulidad) hacia los discursos vacuos es una cuestión de mente abierta, pero respaldada con un criterio racional. Soy un partidario de que siempre debemos tener “la mente abierta”, pero no tanto como para que se nos caiga el cerebro.

En este sentido es necesario destacar la diferencia entre mente abierta acrítica o irreflexiva, y mente abierta pensativa o reflexiva.

La primera es más propensa a aceptar cualquier información sin procesarla demasiado. El segundo tipo resulta en una mentalidad que busca información como un medio para facilitar el análisis crítico y la reflexión. 

Interesantemente según el comentador Avraham Ibn Ezra el escribe “Hashem solo le dio la Torah a personas racionales; una persona que no es racional no tiene Torah.”


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