En la fiesta de Shavuot recordamos la entrega de la Torah y de hecho en la lectura del primer día de Shavuot encontramos que el tema principal de la sección son los Diez Mandamientos que D-os les ordenó a los hijos de Israel el primer Shavuot de la historia. Sin embargo, comúnmente decimos que en el monte Sinai D-os nos entregó toda la Torá y no sólo los Diez Mandamientos. ¿Qué fue lo que allí ocurrió?
Realmente, en la fiesta de Shavuot recibimos sólo el Decálogo, y luego, cuarenta días después, D'os le entregó a Moshé las tablas de piedra en las cuales estaban inscriptos esos Diez Mandamientos. Sin embargo, en el Midrash Bamidvar Rabá (13:16), los Sabios nos enseñan que en los Diez Mandamientos está incluida de alguna forma toda la Torá. Y una insinuación de esta idea la podemos encontrar en las palabras de Rabí Ieshaiahu Horovitz (1556 - 1630) en su libro "Shené Lujot Haberit", quien explicó que en todo el Decálogo hay 620 letras, así como el número de mitzvot de la Torá (613), más el número de mitzvot que decretaron Nuestros Sabios (7).
Dios dijo todas estas palabras:
"Yo soy el Eterno, tu Dios, quien te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud.No tendrás ni reconocerás a otros dioses en mi presencia fuera de mí. ".
"No te harás una imagen tallada ni ninguna semejanza de aquello que está arriba en los cielos, ni en la tierra, ni en el agua, ni debajo de la tierra. No te postrarás ante los ídolos, ni los adorarás, pues yo soy el Eterno, tu Dios, el único Dios, quien tiene presente el pecado de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación con mis enemigos; pero quien muestra benevolencia con miles de generaciones a aquellos que me aman y observan mis preceptos".
"No tomarás el nombre de El Eterno, tu Dios en vano, porque El Eterno no tendrá por inocente al que tome su nombre en vano. ".
"Recuerda el día de shabat, para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu labor; mas el séptimo día es shabat para el Eterno, tu Dios; no harás ninguna labor, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sirvienta, ni tus bestias de carga, ni el extranjero que habita dentro de tus murallas, pues en seis días el Eterno hizo los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y el séptimo día descansó. Por eso, el Eterno bendijo el día de shabat y lo santificó".
"Honra a tu padre y tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que el Eterno, tu Dios, te da".
"No asesinarás".
"No cometerás adulterio".
"No robarás".
"No brindes contra tu prójimo falso testimonio".
"No codiciarás los bienes ajenos. No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo".
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