El Rabí de Kotzk decía que cada persona tenía que tener dos bolsillos;
en uno un, cartelito que diga: “para mí fue creado el mundo” y
en el otro, uno que diga: “yo soy polvo y ceniza”.
Moshé recibió la Torah desde el Sinaí y se la trasmitió a Yeoshú'a. Yeoshú'a la trasmitió a los Ancianos, y los Ancianos a los Profetas, y los Profetas la trasmitieron los Sabios de la Gran Asamblea. Estos expusieron tres máximas: Sean circunspectos en el juicio, Instruyan a muchos discípulos. Y alzad un cerco protector alrededor de la Torah.
excelente post muy buen consejo...
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