20 de abril de 2012

Una Hermosa Bendición


Rabí Yehuda, jefe del Sanhedrin y Rabí Jía iban por un camino
y cuando llegaron a un lugar, preguntaron si residía allí algún
sabio, para visitarlo. Entonce les dij eron que había uno pero era
ciego. Rabí Jía dij o entonces que iría él solo a verlo, puesto que no
correspondía que Rabí Yehuda, el jefe, lo viese.
Pero Rabí Yehuda fue igual y cuando se despidieron del sabio,
éste les dij o: ”-ustedes vinieron a ver a una persona a la que se lo
puede ver, pero él no ve. Sean pues merecedores de recibir a la
Santa Presencia que ve, pero a quien no se puede ver.”.
-Mira-dij o Rabí Yehuda-si no hubiese venido contigo, me habría
perdido de escuchar una bendición tan hermosa”.

Tratado Jaguiga, 8

No hay comentarios:

Publicar un comentario