23 de febrero de 2016

5 pasos para no sentir envidia cuando se casa un amig@


El artículo en el que esta basado este post lo acaban prácticamente de publicar en AishLatino, su autora es Aliza Ben Shalom. Debo decir que me gusto tanto el artículo, que quise parafrasearlo y ponerle mis propios toques. 

La envidia es un mecanismo que nos hace desear algo que no poseemos. Es normal tener cierta añoranza por algo que vemos concretado en otra persona y que no tenemos. 

En Kabbalah se distinguen dos tipos de envidia. 

El primer tipo de envidia surge casi exclusivamente del reino del ego y la separación. 

El segundo es motivador, y nos da el poder para trabajar con la ley de causa y efecto.

Aunque debo confesarles que una vez estaba discutiendo con mis alumnos y ellos se opusieron a ese concepto de las "dos envidias" (para mi es válido) y propusieron otra opinión: Armando no debemos adornar la envidia, ni envidia sana, ni envidia de la buena, envidia es envidia...

Las emociones, y las emociones "intelectualizadas" (sentimientos) surgen en el ser humano, por una razón... Y la Envidia es una de esas cosas feas a las que se le puede sacar provecho, puede ser un gran motivador si la tomamos adecuadamente, ya que nos indica claramente qué queremos lograr y hacia dónde encauzar nuestros pasos futuros.

Yo personalmente considero que la envidia es una manifestación que no se puede evitar, surge, y punto. Para mí la Torah es el "Plano del mundo" y Dios creo un mundo con envidia para que la gente la supere...

Lo que debemos simplemente encausarla, liberarla del dominio del Ego, y ponerla al Servicio de la inclinación al Bien.... encontrar que lo positivo es ver, qué nos está señalando y de qué manera podemos solucionarlo o aceptarlo. Nos invita a superar nuestras propias limitaciones.

Ahora podemos sentir envidia que alguien se case o reciba un título universitario, resulta evidente que nos gustaría estar en el lugar de ese ser y esta alerta podría ser muy bienvenida, hasta este punto, todo se encuadra dentro de limites normales.

“No entiendo ¿Por qué ella y no yo?... 
No puedo creer que haya encontrado a alguien mientras que yo estoy solo. Me gustaría ser yo quien se está casando”...


Ahora sentir envidia puede generar "mal de ojo" y esto si es una conciencia de carencia, y equivale a robar la energía de la otra persona (por así decirlo).

Les cuento un secreto, cuando surge en mi esa sensación que puede identificarse o apenas asomarse como envidia digo mentalmente: Kain Hara Neore "sin mal de ojo" en Yidish (lo digo para mi mismo) y aunque no soy ashquenazí (eso es obvio.... jajaja) esta formula la aprendí hace años de un amigo de origen polaco, esa frase la decía su bobe y su mamá. A veces uso el equivalente en hebreo "Bli ain hara". Y no lo hago como formula mágica, El Cielo no lo permita, sino como auto-recordatorio para ponerle una restricción o freno a la inclinación al mal, eligiendo por tanto mejorar en lo personal (consiguiendo algo parecido a lo que el prójimo tiene, o dándome cuenta de lo afortunado que soy con lo que ya poseo).

El Articulo de Aliza Ben Shalom, comenta la envidia que surge cuando un amig@ se casa... Mientras la mayoría de las personas están felices por la nueva pareja, algunas sienten envidia.

"Puro y recto serás con D's" dijeron los Jajamim en la Guemará.

Tener siempre "ain tová" (buen ojo), o sea, estar contentos por los logros de nuestros amigos, parientes, vecinos. Deseando el bienestar de los demás, D's también nos dará bienestar a nosotros. Estos cinco puntos deberían ayudar a cualquier persona que siente envidia a retomar el poder y a poner las cosas en perspectiva.


1. El Eterno, es el Gran Director.

Cuando sentimos celos, básicamente lo que estamos haciendo es culpar a Dios por no habernos enviado aún a nuestra alma gemela.

“Si Dios puede unir a esas dos personas, ¿por qué no a mí? ¿Por qué no ahora?”.

Intelectualizamos: Dios dirige el mundo, y puede que no entendamos Su plan (aún), pero hay un plan para cada uno de nosotros y no es un castigo.

Dios nos ama y todo lo que hace es por nuestro bien.
2. Ve lo bueno que tienes....




Al pensar constantemente en lo que no tienes, ignoras lo que sí tienes.
La vida que has construido hasta ahora es tuya y traerás esos increíbles regalos y experiencias a la travesía del matrimonio en el momento indicado.

Debemos estar alertas a la hora de ser capaces de ver el vaso de nuestras vidas… Sí, lo que leíste, el “vaso de nuestras vidas”… nosotros somos deseo de recibir, pues la creación es en esencia eso… deseo de recibir. Los que estudiamos Kabbalah, debemos comprender la metáfora de “vaso” o “vasija”… A veces nos enfrascamos en mirar las situaciones solo de manera negativa. La metáfora es, que somos un vaso, que desea llenarse, pero casi siempre en ese afán de llenarse sólo vemos lo que nos falta por llenarnos e ignoramos totalmente el grado de “llenura” que ya tenemos… la idea es que mantengamos la atención en las dos perspectivas, porque mirar una u otra como independientes es lo que nos incapacita en aquello “de ponernos en el lugar del otro”.

3. Sé como la persona a quien quieras atraer

Trata de personificar la misma clase de sentimientos que quieres que los demás tengan por ti. Estamos cerca de Purim... Mis alumnos ya van en proceso del trabajo de descubrir cual es su "Personaje exitoso"....
4. Mírate al espejo

Una vez le dije a una amiga, esta frase:

"Es que acaso nunca te has mirado a un espejo..." 

Ese día rompí el protocolo, y las razones que la Torah da, para no decir cosas como esas, que sin duda pueden ser mal interpretadas. Me metí en un problema, como era de esperarse... pero la idea era hacer ver lo que muy bien escribe Aliza Ben Shalom:

Las personas también tienen celos DE TI por muchas cosas (no es algo que busquemos, pero es natural). Las personas (casadas y solteras) pueden desear tu apariencia, tu trabajo, tu prestigio, tu destreza social, tu gusto, el apoyo de tu familia, tu reputación, etc. 

Estar casado con la persona indicada es excelente, pero no es lo único a lo cual uno debe aspirar.
5. Pon en jaque tus celos

Si no fuese tan difícil evitar sentir celos, ¡Dios no hubiera hecho que sea uno de los diez mandamientos! Tienes la posibilidad de cambiar tu actitud, de ver las bendiciones y la bondad que recibes hasta en el más extraño de los lugares.
Al seguir estos cinco pasos, lenta pero seguramente irán disminuyendo tus sentimientos de celos. En ese momento te resultará más fácil advertir las bendiciones que tienes y ver las que vienen en camino.....

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