En una ocasión, Rabi Israel Salanter, llevó una vez sus zapatos al zapatero para que se los arreglara. Estaba oscureciendo y el hombre trabajaba a la luz de una vela tenue. Le molestó al Rabí el tener que forzar al zapatero y quiso rescatar los zapatos y volver otro día. Pero el hombre le dijo: "… siéntese... pues mientras la vela arda, se puede arreglar...”
Al escuchar esto y una vez terminado el trabajo, el Rabí Israel, salió corriendo hacia la Yeshivah y les dijo a sus discípulos:
“Hoy he aprendido una gran lección… mientras la vela arde, se puede arreglar….” De esta gran sipur aprendemos, que en todo en donde haya aunque sea una pequeña luz [Esperanza], siempre existirá la posibilidad de la restauración…
No hay comentarios:
Publicar un comentario