“Todos los Seres Humanos somos Iguales” bravooo, esa es una gran aseveración,
¡que profunda!, ¡una gran verdad!... Pues déjame decirte que es la más grande mentira que se puede decir y
pensar… Claro una mentira tiene que tener algo de verdad para que pueda
sustentarse, y en este plano, pueda ser creíble.
Lo cierto es, que si somos iguales, pero diferentes… Cuando dicto un taller, doy
un Seminario, o una clase, siempre explico esto. El Rico no es Igual al Pobre, el
Macho no es Igual a la Hembra, el Riñon no es igual al Hígado… son
complementarios y son una unidad…
Ahh, Riñón e Hígado, porque hablas
de ellos si comenzaste hablando de la igualdad…
La Sabiduría de la Kabbalah explica
que el alma es como el hombre, compuesta de partes y sistemas que funcionan en
conjunto, en plena y perfecta armonía, lo cual le permite actuar y mantener la
vida. Si cada célula y cada órgano se preocupan de recibir todo lo necesario
para existir, para poder cumplir con sus deberes dentro del sistema,
manteniendo la salud y el equilibrio del cuerpo, éste puede vivir una vida sana
y equilibrada. Sin embargo, si una de las partes del cuerpo deja de preocuparse
por todo el cuerpo y se interesa sólo en sí misma, le causa daño a todo el cuerpo
y a sí misma al mismo tiempo. Allí está el asunto, somos iguales pero diferentes,
el riñón y el hígado son igualmente órganos del cuerpo, pero sus funciones son
substancialmente diferentes.
La Kabalah nos explica que el alma,
tal como el cuerpo, es en realidad un sistema armonioso, que consta de diversas
partes conectadas entre sí. Todos los seres humanos se encuentran dentro del
mismo sistema general que también se le llama el "Alma de Adam
HaRishón" (Primer Hombre) y forman
parte de ella como las partes del cuerpo, pero sin saberlo. Sin embargo, a
diferencia del cuerpo humano, que se puede llegar a conocer por nuestros
sentidos físicos, el alma se oculta de nuestra vista.
De ahí surge la pregunta: ¿cuál es
la particularidad de cada persona? ¿Qué es
esa cosa que se denomina “su alma”?, y ¿cómo podría descubrirla?
Tal como el cuerpo humano, en el
que cada una de sus partes cumple un papel diferente para mantener el cuerpo,
así cada uno de nosotros es responsable de una función diferente para ayudar en
el funcionamiento del sistema entero y mantener la existencia del alma de Adam
HaRishón. La ubicación de cada persona en esta alma general -como por ejemplo,
en el "corazón" de Adam HaRishón, en la "pierna", en la
"nariz" o en el "cerebro"-, determina la "Raíz del
alma" de esta persona.
De modo que para que el hombre
pueda descubrir la Raíz de su alma, primero debe descubrir ese sistema. Si
desea vivir como un órgano sano, que se preocupa por todo el cuerpo y no sólo
de su propia existencia, de a poco, se le irá revelando este sistema y su rol
en él. Como resultado de su preocupación por los "demás órganos" del
sistema, ira naciendo en él un nuevo reconocimiento del armonioso sistema de
relación que conecta entre los seres humanos y sólo dentro de ese sistema
descubrirá la "Raíz de su alma". La armonía que se revelará entre
todas las partes del sistema le creará una sensación de la vida espiritual que
los Kabalístas llaman, Creador.
Pero la gente equipara “no igualdad” a “superioridad inferioridad” lo
cual también es error, porque si somos
“iguales pero diferentes”,
definitivamente nadie es superior ni
inferior a ti porque nadie es como tú, sobre esta enseñanza podemos hallar muchísimas
citas, en muchísimos textos Sagrados de nuestra tradición.
También basados en esta mentira, están
los que se ponen a criticar a los demás porque sean egocéntricos y pomposos, porque
tengan una gran importancia personal, o porque sean egoístas… ellos requieren
ser asi… No es un secreto que el heroísmo en nuestro mundo es la fuerza del
egoísmo. Necesitamos la envidia, el deseo apasionado, el amor propio y otros
estímulos para “iluminarnos nosotros mismos”, y adquirir la capacidad de
resistir. Entonces ¿para qué criticar? lo que es necesario… eso sencillamente
es otra forma oculta de ese mismo egoísmo que nos impide hacer el trabajo,
superarlo. Es como si un niño que tiene los pantalones abajo, comienza a
gritarle a otros niños que otro niño tiene la cara manchada, olvidándose de sus
pantalones abajo (y otros niños detrás se burlan de el por eso) y el gasta su
propia energía en criticar la situación del otro.
Así pues me copio de la frase de un
muy buen amigo…
¡Bájate de ese Pedestal!