25 de noviembre de 2013

El costo de la oportunidad.

Son muchos los ejemplos en con los cuales podemos afirmar que el éxito no se define por lo que logramos obtener, sino por lo que somos capaces de entregar.

Por lo que cada vez que tengas la oportunidad de dar, no la pierdas. Recuerda el costo de la oportunidad, jamás pierdas nada, ni una sola oportunidad. 


Debemos encontrar siempre y jamás desperdiciar una oportunidad aun en las situaciones mas inverosímiles.


Una vez lei sobre un hombre (que no es ni un rabino ni un maestro) sino un hombre de negocios muy exitoso, que tiene una tarjeta que le entrega a cada persona con la que se reúne; una tarjeta profundamente inspiradora. Por un lado dice, "¿Qué estás haciendo en la Tierra por el honor de Dios?", y al otro lado tiene su credo personal: "Ayudar a otros es la renta que pagamos a Dios por el derecho de vivir aquí en la Tierra".

Debemos recordar que los legados se crean durante nuestras vidas. La clave para alcanzar la grandeza es ser responsables por algo que siga existiendo después de nuestra muerte. Como dijo hermosamente Horace Mann:

"Avergüénzate de morir hasta que hayas logrado alguna victoria para la humanidad".

Y la Torá nos ordenó estar preocupados por el tikún olam, mejorar el mundo, no solamente como una forma de cumplir con nuestra responsabilidad, sino también como un medio para alcanzar la inmortalidad.

Es nuestro deber hacer esto incluso con desesperación:

Hay una historia de esas de las redes sociales, que quiero compartir con ustedes hoy.
Cierta vez un hombre decidió consultar a un sabio sobre sus problemas. Luego de un largo viaje hasta el paraje donde aquel Maestro vivía, el hombre finalmente pudo dar con él:


- Maestro, vengo a usted porque estoy desesperado, todo me sale mal y no sé qué más hacer para salir adelante.


 
El sabio le dijo:



- Puedo ayudarte con esto... ¿sabes remar?



- Un poco confundido, el hombre contestó que sí. 



Entonces el maestro lo llevó hasta el borde de un lago, juntos subieron a un bote y el hombre empezó a remar hacia el centro a pedido del maestro. 



- ¿Va a explicarme ahora cómo mejorar mi vida? -dijo el hombre advirtiendo que el anciano gozaba del viaje sin más preocupaciones.



- Sigue, sigue -dijo éste- que debemos llegar al centro mismo del lago. 



Al llegar al centro exacto del lago, el maestro le dijo:



- Arrima tu cara todo lo que puedas al agua y dime qué ves. 



El hombre, pasó casi todo su cuerpo por encima de la borda del pequeño bote y tratando de no perder el equilibrio acercó su rostro todo lo que pudo al agua, aunque sin entender mucho para qué estaba haciendo esto. De repente, el anciano le empujó y el hombre cayó al agua. Al intentar salir, el sabio le sujetó su cabeza con ambas manos e impidió que saliera a la superficie. Desesperado, el hombre manoteó, pataleó, gritó inútilmente bajo el agua. Cuando estaba a punto de morir ahogado, el sabio lo soltó y le permitió subir a la superficie y luego al bote



Al llegar arriba el hombre, entre toses y ahogos, le gritó:



- ¿Está usted loco? ¿No se da cuenta que casi me ahoga? 



Con el rostro tranquilo, el maestro le preguntó:



- ¿Cuando estabas abajo del agua, en qué pensabas, qué era lo qué más deseabas en ese momento?.
- ¡En respirar, por supuesto!



- Bien, pues cuando pienses en triunfar con la misma vehemencia con la que pensabas en ese momento respirar, entonces estarás preparado para triunfar".



Es así de fácil (o de difícil). A veces es bueno llegar al punto del "ahogo" para descubrir el modo en que deben enfocarse los esfuerzos para llegar a algo.

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15 de noviembre de 2013

Hannah y sus siete hijos.


El Talmud se relaciona en forma completamente diferente a la festividad a lo descrito en los libros de los Jasmoneos o a la literatura de los Tanaitas anteriores al Talmud.

Aquí en este post coloco un extracto del Segundo libro de los Jasmoneos, un libro Pseudoepigráfico, que no forma parte del Canon del Tanaj.

Todo comienza contra en la guerra contra Antíoco IV, uno de los monarcas greco-sirios que gobernaron la parte norte del derrumbado imperio de Alejandro Magno. Alejandro había sido respetuoso con la religión monoteísta de los judíos, pero Antíoco estaba decidido a imponer el helenismo en todos sus dominios, con sus dioses paganos y el culto al cuerpo. Cuando él encontró resistencia en Judea, hizo que el judaísmo fuera ilegal.

La observancia del Shabat, la circuncisión, y el estudio de la Torá estaban prohibidos con pena de muerte. Una estatua de Zeus fue instalada en el Templo en Jerusalem y cerdos fueron sacrificados ante él. Algunos judíos acogieron el nuevo orden y voluntariamente abandonaron la religión de sus ancestros. Aquellos que no lo hicieron fueron cruelmente castigados. Antiguas escrituras, que transcribo hoy acá, cuentan la historia de Hannah y de sus siete hijos, quienes fueron capturados por las tropas de Antíoco, torturados y ejecutados por negarse a comer cerdo. De acuerdo a las órdenes los niños debían postrase ante un ídolo. Uno a uno, los niños se negaron, y fueron torturados hasta la muerte frente a los ojos de su madre. Todo aquel que fuera visto con un Sefer Tora era condenado inmediatamente a muerte.

Al frente de las tropas encargadas de hacer cumplir los edictos del Rey estaba Apolonius que no dudó en matar muchos de los habitantes de Jerusalén, ordenando que en adelante el Templo fuera llamado el Templo de Zeus.

Lamentablemente Antiocus tuvo un gran colaborador en sus dictamenes en el propio Cohen Gadol, Menelaos, al cual se adjudican no pocos consejos de como ofender al pueblo judío y cuales eran sus puntos débiles.

El martirio de siete hermanos y de su madre.

También fueron detenidos siete hermanos, junto con su madre. El rey, flagelándolos con azotes y tendones de buey, trató de obligarlos a comer carne de cerdo, prohibida por la Ley. 

Pero uno de ellos, hablando en nombre de todos, le dijo: "¿Qué quieres preguntar y saber de nosotros? Estamos dispuestos a morir, antes que violar las leyes de nuestros padres". 

El rey, fuera de sí, mandó poner al fuego sartenes y ollas, y cuando estuvieron al rojo vivo, ordenó que cortaran la lengua al que había hablado en nombre de los demás, y que le arrancaran el cuello cabelludo y le amputaran las extremidades en presencia de sus hermanos y de su madre. 

Cuando quedó totalmente mutilado, aunque aún estaba con vida, mandó que lo acercaran al fuego y lo arrojaran a la sartén. Mientras el humo de la sartén se extendía por todas partes, los otros hermanos y la madre se animaban mutuamente a morir con generosidad, diciendo:

"El Señor Dios nos está viendo y tiene compasión de nosotros, como lo declaró Moisés en el canto que atestigua claramente: 'El Señor se apiadará de sus servidores'".

Una vez que el primero murió de esta manera, llevaron al suplicio al segundo. Después de arrancarle el cuero cabelludo, le preguntaron: "¿Vas a comer carne de cerdo, antes que sean torturados todos los miembros de tu cuerpo?"

Pero él, respondiendo en su lengua materna, exclamó: "¡No!" Por eso, también él sufrió la misma tortura que el primero.

Y cuando estaba por dar el último suspiro, dijo: "Tú, malvado, nos privas de la vida presente, pero el Rey del universo nos resucitará a una vida eterna, ya que nosotros morimos por sus leyes".

Después de este, fue castigado el tercero. Apenas se lo pidieron, presentó su lengua, extendió decididamente sus manos y dijo con valentía: "Yo he recibido estos miembros como un don del Cielo, pero ahora los desprecio por amor a sus leyes y espero recibirlos nuevamente de él".

El rey y sus acompañantes estaban sorprendidos del valor de aquel joven, que no hacía ningún caso de sus sufrimientos.

Una vez que murió este, sometieron al cuarto a la misma tortura y a los mismos suplicios. 

Y cuando ya estaba próximo a su fin, habló así: "Es preferible morir a manos de los hombres, con la esperanza puesta en Dios de ser resucitados por él. Tú, en cambio, no resucitarás para la vida".

En seguida trajeron al quinto y comenzaron a torturarlo. 

Pero él, con los ojos fijos en el rey, dijo: "Tú, aunque eres un simple mortal, tienes poder sobre los hombres y por eso haces lo que quieres. Pero no creas que Dios ha abandonado a nuestro pueblo. 

Espera y verás cómo su poder soberano te atormentará a ti y a tu descendencia".

Después de este trajeron al sexto, el cual, estando a punto de morir, dijo: "No te hagas vanas ilusiones, porque nosotros padecemos esto por nuestra propia culpa; por haber pecado contra nuestro Dios, nos han sucedido cosas tan sorprendentes.

Pero tú, que te has atrevido a luchar contra Dios, no pienses que vas a quedar impune".

Incomparablemente admirable y digna del más glorioso recuerdo fue aquella madre que, viendo morir a sus siete hijos en un solo día, soportó todo valerosamente, gracias a la esperanza que tenía puesta en el Señor.

Llena de nobles sentimientos, exhortaba a cada uno de ellos, hablándoles en su lengua materna. Y animando con un ardor varonil sus reflexiones de mujer, les decía: 

"Yo no sé cómo ustedes aparecieron en mis entrañas; no fui yo la que les dio el espíritu y la vida ni la que ordenó armoniosamente los miembros de su cuerpo.

Pero sé que el Creador del universo, el que plasmó al hombre en su nacimiento y determinó el origen de todas las cosas, les devolverá misericordiosamente el espíritu y la vida, ya que ustedes se olvidan ahora de sí mismos por amor de sus leyes".

Antíoco pensó que se estaba burlando de él y sospechó que esas palabras eran un insulto. Como aún vivía el más joven, no sólo trataba de convencerlo con palabras, sino que le prometía con juramentos que lo haría rico y feliz, si abandonaba las tradiciones de sus antepasados. Le aseguraba asimismo que lo haría su Amigo y le confiaría altos cargos.

Pero como el joven no le hacía ningún caso, el rey hizo llamar a la madre y le pidió que aconsejara a su hijo, a fin de salvarle la vida. 

Después de mucho insistir, ella accedió a persuadir a su hijo. 

Entonces, acercándose a él y burlándose del cruel tirano, le dijo en su lengua materna: "Hijo mío, ten compasión de mí, que te llevé nueve meses en mis entrañas, te amamanté durante tres años y te crié‚ y eduqué‚ dándote el alimento, hasta la edad que ahora tienes. 

Yo te suplico, hijo mío, que mires al cielo y a la tierra, y al ver todo lo que hay en ellos, reconozcas que Dios lo hizo todo de la nada, y que también el género humano fue hecho de la misma manera. 

No temas a este verdugo: muéstrate más bien digno de tus hermanos y acepta la muerte, para que yo vuelva a encontrarte con ellos en el tiempo de la misericordia".

Apenas ella terminó de hablar, el joven dijo: "¿Qué esperan? Yo no obedezco el decreto del rey, sino las prescripciones de la Ley que fue dada a nuestros padres por medio de Moisés. 

Y tú, que eres el causante de todas las desgracias de los hebreos, no escaparás de las manos de Dios. 

Es verdad que nosotros padecemos a causa de nuestros propios pecados; 

pero si el Señor viviente se ha irritado por un tiempo para castigarnos y corregirnos, él volverá a reconciliarse con sus servidores.

Tú, en cambio, el más impío e infame de todos los hombres, no te engrías vanamente ni alientes falsas esperanzas, levantando tu mano contra los hijos del Cielo, porque todavía no has escapado al juicio del Dios todopoderoso que ve todas las cosas. 

Nuestros hermanos, después de haber soportado un breve tormento, gozan ahora de la vida inagotable, en virtud de la Alianza de Dios. Pero tú, por el justo juicio de Dios, soportarás la pena merecida por tu soberbia.

Yo, como mis hermanos, entrego mi cuerpo y mi alma por las leyes de nuestros padres, invocando a Dios para que pronto se muestro propicio con nuestra nación y para que te haga confesar, a fuerza de aflicciones y golpes, que él es el único Dios. 

¡Ojalá que se detenga en mí y en mis hermanos la ira del Todopoderoso, justamente desencadenada sobre todo nuestro pueblo!"

El rey, fuera de sí y exasperado por la burla, se ensañó con este más cruelmente que con los demás.

Así murió el último de los jóvenes, de una manera irreprochable y con entera confianza en el Señor. 

Finalmente murió la madre, después de todos sus hijos.

Pero basta con esto para informar acerca de los banquetes rituales y de la magnitud de los suplicios.

Cuestión de percepción.

Nos acercamos a la festividad de Janukah, que encierra un profundo significado, en relación a la Luz-oscuridad.

Todo comienza con la confrontación entre el sistema judío de pensamiento (y de vida) y el sistema occidental producto de la filosofía y la percepción griega politeísta de la realidad.

El primer encuentro entre ambas culturas fue un conflicto bélico y ocurrió durante la época de nuestro segundo Templo. Esta guerra, simbólicamente representa el conflicto entre la voluntad altruista y la especulación filosófica, mental que sólo tiende a justificarnos .


La percepción y concepción griega de la realidad (demás esta decir, la base de todo el sistema de pensamiento occidental) como la de muchas otras culturas y corrientes filosóficas e intelectuales, están basadas en el efecto que producen en el hombre las impresiones emocionales e intelectuales des-ligadas de la realidad espiritual.


Estas corrientes, en decir en vez de ayudar al hombre a entender la vida como un todo, tal como comprende los fenómenos materiales de causa y consecuencia, lo conduce a una ruptura y división entre los planos emocionales e intelectuales del plano espiritual, ética-estética, arte-ciencia, espíritu-materia, etc.

Todo ello genera una percepción de la realidad en la cual el hombre tiende permanentemente a adaptar y justificar la realidad a sí mismo, lo que genera un estado general de impaciencia e intolerancia con respecto a la necesidad y comprensión de su semejante, dado que la realidad deja de ser objetiva, todo depende de cómo yo entiendo y siento momentáneamente lo que son las cosas y no cómo las cosas son realmente.

Esta percepción parcial de la realidad incentiva al hombre, y por ende a la sociedad a dividir, parcializar y subjetivizar su comprensión, alejándonos así cada vez más y más de los ideales de la Torah:

Shemá Israel HaShem Elokeinu HaShem Ejad.

De acuerdo con el profeta Isaías:

"¡Ay de aquéllos que llaman al mal bien y al bien mal; que cambian la oscuridad en luz y la luz en oscuridad; que transforman lo amargo en dulce y lo dulce en amargo!" (Isaías 5:20).

Tal es el comportamiento del mundo. La verdad se ha oscurecido debido a que la percepción personal de la verdad está teñida por la propia comprensión más que por la búsqueda de la verdad absoluta.
Para revelar Luz hace falta implementar las situaciones que la revelen, y cada uno llena su vida, de acuerdo a su deseo, conocimiento y conciencia.

La Luz es la realidad en sí misma, en tanto que la oscuridad, ausencia de la Luz, es un espejismo, una ilusión.

No debemos luchar contra la oscuridad sino poner Luz en nuestros actos.


Basado en un Artículo de Rav Jaim Zukerwar. 

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13 de noviembre de 2013

Bien, Bien

Esto es un post de metrobus...

Tengo un amigo, que no le gusta, que yo responda "bien, bien" cuando me preguntan como estoy, aunque este indispuesto, o enrollado.

Hace unos minutos, mis muy queridos Breslover, publicaron en su página de facebook en español lo siguiente...

Cuando se le pregunta a la persona:

"¿Cómo te va?"

Y responde "Mal", Dios le dice:

"¿Dices que te va mal? ¡Yo te voy a mostrar qué es que te vaya mal!".

Pero si responde: "Bien", entonces Dios le dice:

"¿Dices que te va bien? ¡Yo te voy a mostrar qué es que te vaya bien!".

¡Qué fuerte! ¿No?

¿Y ustedes qué piensan?

La palabra crea realidades, asi que cuidado, fuerte abrazo desde el metrobus.



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11 de noviembre de 2013

72 Nombres.

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8 de noviembre de 2013

¿Exilio de qué?


Siempre que hablamos de "Exilio", o de "Israel en el Exilio" muchos se limitan al aspecto llano del concepto.

Si definimos Israel: como el deseo del alma de retornar a su fuente El Kadosh Baruj Hu, como podemos definir ese estado de "Exilio" o mas aun, hacernos la pregunta ¿Exilio de qué?.

Bueno ese estado de "exilio" es de nuestra raíz espiritual, de nuestra conexión con la Divinidad, la Fuerza Gobernante de la Naturaleza, este "exilio" es una incapacidad de la sensación de un mundo pleno y exhaustivo.

Este "exilio" es de la comprensión del propósito de nuestra vida, del flujo eterno de nuestra existencia.

En el pasado, la humanidad por ejemplo, solía satisfacerse con mucho menos: comer, beber, niños, una vaca, campo, y ya.

Pero, cada generación llega con un deseo de recibir placer más grande que el de la anterior, tiene más exigencias de la vida. Es a esto que llamamos, egoísmo: llenarse a uno mismo con toda clase de cosas en mayor variedad e intensidad, trayendo consigo revoluciones culturales, cambios sociales, gobiernos, tecnología, y otros.

Esto mismo es el Exilio:

"El desprendimiento de la espiritualidad, la sensación que algo nos falta, una esencia, un propósito".

Hoy día, muchos buscan algo diferente, más elevado, pero no encuentran. Caen en drogas, depresión y una desesperación total.

El egoísmo nos aleja más y más y las familias se desintegran. Nos separamos, pero descubrimos que esto no nos hace más felices. Esta es la ruina verdadera.

Según la Sabiduría de la Kabbalah, el estallido del egoísmo busca causarnos la elevación a un nivel superior de existencia, a la sensación espiritual de una vida feliz, en conexión eterna con la Fuerza Superior.

La Redención es inevitable.

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Gracias


En conversaciones de pasillos, de cafeterías, tomando una limonada con menta o frente a un sandwich de queso emmenthal y tomates confitados, escuche las siguientes enseñanzas:

"Cuando criticas a alguien, es porque tu no estas haciendo nada. Si tienes tiempo para criticar, es porque te sobra, y no encuentras algo productivo en que invertirlo".

Has un esfuerzo por no criticar a otros, has un esfuerzo por no sentir envidia de otro, porque de por si eres un ser único, y nadie en este mundo va a hacer la tarea que te toca hacer a ti.

Has un esfuerzo por contener tu lengua, porque "No debe ser dicho todo lo que se piensa. No debe ser escrito todo lo que se dice. No debe ser publicado todo lo que se escribe. Y no debe ser leído todo lo que se publica". Rav Menajem Mendel de Kotzk.

En post anteriores habíamos hablado de la Gratitud, y la acción misma del agradecimiento. Y hoy quiero agradecer abiertamente a todos mis estudiantes, por su apoyo y amor.

Todos como Uno, decimos:




Gracias, Eterno: por habernos permitido llegar hasta este momento, confiando y amándote. Fueron muchas veces que nos animaste, Siempre sentimos el calor de tu mano, aún en plena oscuridad, y sombras. Porque en Israel para ser realistas, hay que creer en milagros.


Gracias, también, por esta certeza que hemos adquirido en el tiempo y hemos conservado. Gracias también por las dudas, incertidumbres, penas, y dolores, porque ellos nos han dado el espacio para ejercitarnos en eso que llamamos Certeza en Ti HaShem, permitenos aprender de Tu Ley, desde la Vida, y no desde sufrimientos.

Gracias por las ayudas, la compañía y la alegría que me han brindado mis compañeros. 



Gracias por tantos ojos como me miraron y miraran con ternura…


Gracias por tantas manos como se adelantaron a estrechar la mía.

Gracias por tantos labios cuyas palabras y sonrisas me alentaron.

Gracias por tantos oídos que me escucharon.

Gracias, Eterno, por tanto como he recibido, que no fueron méritos míos, sino tuyos.

Gracias por el mérito que me estimuló, por la salud que me sostuvo, por el trabajo que desempeño, y por el descanso.


Gracias por aquel fracaso y aquella desilusión. De ellos aprendí que solo Tu Eres, HaShem, El Alufo Shel Olam.

Perdón, Eterno por la palabra que callé, por esa mano que no tendí, por la sonrisa que escatimé, por el saludo que negué,  por la mirada que desvié, por la disculpa que no pedí,  por esos oídos que no presté, por ese gozo que no compartí, por esa verdad que omití. 

¡Cuántas maravillas has hecho, OH Eterno, D-os mío…! 


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5 de noviembre de 2013

¿Reencarnación o Resurrección?


Un tema interesante y creo que el primero de dimensión escatológica en este blog, y rompe con los últimos que se han venido publicando, de corte mas ligero. Aquí hablaremos de conceptos llanos y profundos simultáneamente por lo que te recomiendo que lo leas con total atención, y para una mayor comprensión del tema le eches un vistazo a los link que pongo al final del mismo

El hecho de que la reencarnación sea parte de la tradición judía sorprende sobremanera a mucha gente, sobretodo para cristianos, he visto a muchos abrir los ojos, y la boca sorprendidos. No obstante, la Reencarnación es mencionada en numerosos lugares en los textos clásicos del misticismo judío, empezando con la preeminente antología de Kabbalah, el Zohar. 

En el judaísmo no hay dogmas, ni fe ciega; el Judaísmo esta basado en Torah y a las mitzvot, leyes establecidas que deben ser cumplidas cabalmente. Y el concepto de Guilgul Neshamot, no atenta contra esto.


En la modernidad, encontramos muchas declaraciones de lideres espirituales contemporáneos (muchas veces acompañando generalmente temas muy agradables) que hablan de reencarnación, el Rabino Ovadia Yosef Tzl, en uno de sus comentarios fuertes llego a afirmar que los judíos asesinados por los nazis en la Segunda Guerra Mundial eran "reencarnación de almas pecadoras", en la misma linea el Rebe de Lubavitch Tzl, publicó un libro en el 1980 donde se afirmaba que la Shoah fue un beneficio, porque Dios sirvió como cirujano general, la eliminación del cáncer del pueblo judío, cortando su brazo gangrenado que llevaría a salvar su alma. La idea de que la aniquilación física puede convertirse en la regeneración espiritual condujo a una gran controversia en Sudáfrica y Australia. Este enfoque de la retribución divina era detestable para muchos, y en 1991, el Rebe se retractó diciendo que "la destrucción de seis millones de Judíos estaba más allá de toda explicación humana". Pero de esto no hablaremos acá, y realmente como dijo al final el Rebe, ante tal acto no hay explicación posible, y es esto un desafió para la Teología hebrea. 

Aunque ya he escrito sobre Reencarnación en esta pagina, es la primera vez que lo hago relacionando diversos conceptos.

Escatología es la rama de la teología relacionada a los eventos finales de la historia del mundo 

¿Algo religioso? Inicialmente podemos considerar que la escatología es un dominio exclusivamente de la religión, pues no, y el ejemplo más notable de escatología secular podría ser el Marxismo: las convulsiones y agonías de la guerra de clases, los males resolviéndose a sí mismos y dando paso a una sociedad sin clases, la extinción del estado y la dichosa existencia eterna.

La escatología judía está compuesta por tres partes básicas:

“La Era del Mesías”
“La Vida Después de la Muerte”
“El Mundo de la Resurrección”.

El termino Mesías, y de forma llana, de acuerdo a las fuentes judías tradicionales, será un ser humano que nacerá de una madre y un padre de carne y hueso, en total oposición y diferencia de la idea cristiana que lo presenta como el hijo de Dios concebido inmaculadamente. De hecho, Maimónides escribe que el Mesías completará su tarea y luego morirá como cualquier otro mortal.

¿Cuál es su función? Terminar la agonía de la historia y dar paso a una nueva era de felicidad para la humanidad en general. El período de tiempo en que él emerge y completa su tarea es llamado la Era Mesiánica. 

De acuerdo a una opinión talmúdica esta no es una era de milagros expuestos, donde las reglas de la naturaleza son derribadas. En cambio, el único elemento introducido al mundo será la paz entre las naciones, con el pueblo judío viviendo en su tierra bajo su propia autoridad, libre de persecuciones y antisemitismo, libre para perseguir sus metas espirituales como nunca antes.

Pero en resumen, en la escatología Judía:

En el judaísmo, el Mesías es un descendiente del rey David humana, que traerá una era mesiánica de la paz y la prosperidad de Israel y todas las naciones del mundo. La descripción de los eventos es como sigue:

Todo el pueblo de Israel volverá a la Torah.
El pueblo de Israel volverá a la tierra de Israel.
El Gran Templo de Jerusalén será reconstruida.
Israel vivirá de igual a igual entre las naciones, y será lo suficientemente fuerte como para defenderse.

Por último, la guerra, el odio y el hambre van a terminar, y una era de paz y la prosperidad vendrá sobre la tierra.

Queridos lectores antes de abordar un tema como este, discutamos previamente los conceptos por separado.

La Reencarnación.

La reencarnación es la creencia consistente en que la esencia individual de las personas (ya sea mente, alma, conciencia o energía) adopta un cuerpo material no solo una vez sino varias según va muriendo.

Esta creencia aglutina de manera popular diversos términos:


  1. Metempsicosis, que viene del término griego meta (después, sucesivo) y psyche (espíritu, alma).
  2. Transmigración (migrar a través).
  3. Reencarnación (volver a encarnar).
  4. Renacimiento (volver a nacer).

Todos estos términos aluden a la existencia de un alma o espíritu que viaja o aparece por distintos cuerpos, generalmente a fin de aprender en diversas vidas las lecciones que proporciona la existencia terrena, hasta alcanzar una forma de liberación o de unión con un estado de conciencia más alto.

El mismo fenómeno pero sin la creencia en un alma o espíritu:

Metensomatosis: viene de meta (después, sucesivo) y soma (cuerpo).

Palingenesia o palingénesis: procede de palin (de nuevo) y genesis (nacer/principio).

La creencia en la reencarnación ha estado presente en toda la humanidad desde la antigüedad, en la mayoría de las religiones orientales, como hinduismo, budismo y taoísmo, y también en las religiones no «adulteradas» africanas y tribales de América y Oceanía. 

En la historia de la humanidad, la creencia de que una persona fallecida volverá a vivir o aparecer con otro cuerpo (con una personalidad generalmente más evolucionada) ha sobrevivido incluso dentro de las religiones Abrahamicas (cristianismo, judaísmo e islam) siendo estas prácticamente las únicas que no la contemplan, pero han permanecido bajo la forma de diversas formas de herejías y posturas no oficiales.

La Resurrección.



El término «resurrección» del sustantivo latino resurrectĭo, -ōnis; derivado del verbo resurgo (resurrexi, resurrectum -3ª declinación): levantarse, alzarse, resurgir, renacer, hace referencia a la acción de resucitar, de dar nuevo ser o nueva vida. Sea considerada un mito, una idea o un hecho, la «resurrección» constituye un símbolo de la trascendencia, que se relaciona en parte con la creencia, ya presente en pueblos de la antigüedad, en la posibilidad de una «vida después de la muerte».

Pero la concepción bíblica del término «resurrección», que experimentó una evolución lenta a través de la Biblia hebrea, que continúa presente en el Judaísmo, en el Cristianismo, y en el Islam, no tiene punto de comparación con el ideario antiguo de inmortalidad típico, por ejemplo, de la concepción griega. Entendida en las Sagradas Escrituras primero como rescate del šeol, en algunos casos como retorno a la vida anterior, y luego como continuidad en la vida eterna de toda la persona humana.

Reencarnación y Resurrección en el Judaísmo.

Si bien existen personas que opinan, que el concepto de reencarnación se opone totalmente a la resurrección de los muertos, y que no se puede aceptar la reencarnación sin negar la resurrección.

La vida después de la muerte es llamada, en las fuentes tradicionales, Olam Habá o el Mundo Venidero. Sin embargo, el mismo término, “Olam Habá”, también es utilizado para referirse a la utópica renovación del mundo del futuro, el Mundo de la Resurrección, Olam Hatejiá, (como es explicado en el párrafo siguiente). 

El primero es el lugar al que van las almas justas después de la muerte, y han estado yendo ahí desde la primera muerte. Ese lugar también es llamado a veces el Mundo de las Almas. Es un lugar donde las almas existen en estado separado del cuerpo disfrutando de los placeres de la cercanía a Dios. Así, las experiencias cercanas a la muerte son probablemente atisbos del Mundo de las Almas, el lugar en el que la mayoría de la gente piensa cuando es mencionado el término Vida Después de la Muerte.

El Mundo de la Resurrección es la recompensa máxima, un lugar en donde el cuerpo se vuelve eterno y espiritual, mientras que el alma se eleva aún más alto.

El Mundo de la Resurrección, en contraste, “no ha sido visto por el ojo”, destaca el Talmud. Es un mundo, de acuerdo a las autoridades, donde el cuerpo y el alma son reunidos para vivir eternamente, en un estado real de perfección. Este mundo comenzará a existir recién después del Mesías y será iniciado por un evento conocido como el “Gran Día del Juicio” (Yom HaDin HaGadol). 

El Mundo de la Resurrección es la recompensa máxima, un lugar en donde el cuerpo se vuelve eterno y espiritual, mientras que el alma se eleva aún más alto.

En comparación al concepto del “Mundo Venidero”, la reencarnación no es, técnicamente hablando, una escatología auténtica. 

La reencarnación es simplemente un vehículo para lograr un fin escatológico. Es el reingreso del alma a un cuerpo completamente nuevo en el mundo presente. En contraste, la resurrección es la reunificación del alma con el cuerpo anterior (reconstruido nuevamente) en el “Mundo por Venir”, un mundo que la historia aún no ha atestiguado.

La resurrección es un concepto puramente escatológico. 

El propósito de la reencarnación generalmente tiene dos caras: es para arreglar una falla en la vida previa o para crear un estado de perfección nuevo y más elevado personal que el alcanzado previamente. Su propósito es premiar al cuerpo con la eternidad y al alma con una perfección más elevada. 

Resurrección es entonces, un tiempo de recompensa, mientras que la reencarnación es un tiempo de reparación. 

La resurrección es un tiempo de cosecha, la reencarnación un tiempo de siembra.

Artículos posteados relacionados con Reencarnación y Judaísmo.

http://oreinsof.blogspot.com/2011/06/rotaciones-del-alma.html


http://oreinsof.blogspot.com/2012/08/la-reencarnacion.html

http://oreinsof.blogspot.com/2009/08/gilgulim-neshamot.html

Artículos posteados relacionados con el Mesías.

http://oreinsof.blogspot.com/2011/09/que-debo-hacer-para-que-llegue.html


http://oreinsof.blogspot.com/2011/09/el-mesias-hombre-conciencia.html






3 de noviembre de 2013

¿Por qué tienes problemas económicos? Post de debate

En este articulo voy a hablar de Prosperidad en sentido amplio. Los que me conocen saben que los artículos de este blog, están íntimamente relacionados con aspectos y sucesos de mi vida, muchas veces vistos en frío a través del cristal de la Sabiduría contenida en la Torah.

Vengo observando una constante que se repite en la mayoría de las personas. Actuamos como si no pudiéramos hacer absolutamente nada por cambiar las cosas.

Próximos Rosh Jodesh Kislev, el mes de los milagros, relacionado con las lluvias que garantizan la prosperidad y abundancia.

La felicidad puede ser algo constante pero para alcanzar este estado de "felicidad constante", una de las cosas que deberá tener primero es una enorme capacidad de acomodarse a cambios frecuentes, y eso es el secreto del asunto.




Las imágenes típicas... Después de un año meditando, analizando vivencias y aprendiendo sobre las situaciones. Después de usar y ver a muchos usando re-programaciones como "Soy próspero", "Tengo todo lo que requiero", "Tengo mi primer millón", luego de ver a muchos montar en facebook, twitter, ping, whatsapp, imágenes de lingotes de oro, y de fajos de billetes de dólares de alta denominación. Luego de esperar y ver los resultados, pude llegar a ciertas conclusiones sobre la pregunta que tiene por titulo este artículo:

La Prosperidad está muy (y estrechamente) vinculada a:

1. La valoración que tenemos sobre nosotros mismos.
2. La valoración que tenemos sobre lo que creemos merecer .


La prosperidad esta ligada de manera irrevocable a la "Auto estima". Y definitivamente ambas razones forman parte de lo que aprendimos siendo niños, y si tienes alguna situación de falta de prosperidad seguramente puede reducirse a estas dos valoraciones. 



El sistema educativo no ayuda en nada. Aunque no es esto tema de este blog, las teorías "conspiranoicas" afirman que "el sistema" nos "programa", que la sistema nos dice lo que tenemos que pensar y lo que tenemos que hacer. Somos algo así como "ganado", personas que trabajan y consumen a fin de hacer sostenible el actual y caduco sistema económico. Así pues, es fundamental, esencial diría yo, que hagas lo posible por aumentar tu autoestima.


Me he dado cuenta que para saber que nos mantiene alejados de la abundancia y la prosperidad es realmente necesario darse cuenta de nuestras creencias con respecto al dinero (que fueron inculcadas de manera sistemática, desde la infancia).

Algunas creencias típicas, repetidas casi que a diario (y debo decirte que estas son sólo algunas de esas creencias castrantes y auto-limitadoras que nos mantienen alejados de prosperar económicamente) son:

1. Tengo que trabajar mucho para ganar suficiente dinero.

2. Las personas que tienen dinero son egoístas o no son espirituales.
3. El dinero no hace la felicidad.
4. Hay que pagar un precio muy alto para ser rico.
5. Sólo los ricos atraen dinero.
6. El dinero me volverá arrogante y materialista.
7. No puedo realizarme en lo que me gusta y pretender ganar mucho dinero.
8. Los artistas son bohemios y no ganan suficiente dinero con el arte.
9. Tengo que trabajar en un empleo que no me llena pero que me paga las facturas…
10. El dinero se me escapa de las manos. Nunca hay suficiente



¿Cuáles son tus creencias sobre el dinero?
¿Cuáles son "tus creencias"?
¿Qué escuchabas en tu casa?


Otro aspecto importante para sanar nuestra relación con el dinero es ante todo "Agradecer". Cuando agradecemos lo que ya tenemos, le estamos diciendo al Creador que reconocemos nuestras bendiciones y abrimos la puerta a más regalos.

Cuando pedimos desde la carencia, nos estamos concentrando en lo que no tenemos. Si le decimos al Creador "estoy cansado de este trabajo aburrido y estúpido", no estamos conectando con la energía de la abundancia. Por el contrario nos estamos conectando con la escasez.


Sin embargo, si decimos "Agradezco este trabajo porque ha cumplido su misión", pero ahora me abro a un trabajo que valore mis talentos y aptitudes y que me gratifica también económicamente" En este caso, estamos conectando con la abundancia infinita del Universo, escribe una lista de agradecimiento, hasta las más insignificantes, las que damos por hecho, como: el agua caliente de nuestra ducha, nuestra cama, nuestro abrigo que nos protege del frío, el café que nos tomamos todas las mañanas, el transporte.



¿Te mereces ser Próspero?



"Por encima de todo, no creas en los "roba-sueños" y cree en TI" En definitiva, perdónate a ti mismo y cambia tu actitud. Los pensamientos positivos comenzarán a fluir, y de modo consciente e inconsciente cambiarás la polaridad y el valor de tu autoestima.



Otro aspecto importante para mejorar tu situación económica es creerte merecedor: ¿Te crees merecedor de prosperar económicamente? ¿O no eres lo suficientemente, bueno/a, lista/o, etc.., como para merecer la prosperidad que deseas?



Cuando tenemos un trabajo que no nos gusta, que nos pagan mal, o no cobramos lo suficiente por nuestros servicios, en algún lugar de nuestra conciencia, creemos que no valemos lo suficiente como para trabajar o ganar dinero realizando lo que nos apasiona. Es necesario creerse merecedor de vivir la vida que nos gusta y tener abundancia y prosperidad. Algunas actitudes que alejan el dinero y la prosperidad son:



No creerse merecedor de lo bueno.
No agradecer lo que ya tienes.
No valorarte.
Ser tacaño/a, no dejando propinas y pidiendo siempre descuentos…
Envidiar la prosperidad o el éxito de los demás.
Robarle el respeto, las relaciones y el tiempo a los demás.
Llevarte cosas del trabajo, clips, bolis, libretas, etc. O hacer tus fotocopias y llamadas personales desde el trabajo.
Robar toallas, ceniceros, etc.. de hoteles, líneas aéreas, o restaurantes, justificando que ellos tienen mucho dinero y se lo pueden permitir.
Quejarte constantemente de la economía, de los precios, de la escasez, ¿en que te estás concentrando?
Actitudes que atraen dinero y prosperidad:
Honrar tu tiempo y tu valía
Dar y recibir libremente
Abrir tu corazón
Esperar Siempre lo mejor
Actuar con Integridad y honestidad
Aplaudir el éxito de los demás
Tomar las riendas de tu vida
Creer en tu abundancia
Creer en ti, confiar en ti y amarte como eres
Considerarte a ti misma la fuente de toda abundancia
Seguir el camino con alegría y amor
Expresar gratitud y agradecimiento
Pensar en objetivos claros
Centrarte en lo que te apasiona y apostar por ello
Darte permiso para tener bienes materiales
Confiar en tu capacidad de crear abundancia y prosperidad!!!

De ahí la importancia de trabajar la autoestima y los pensamientos en positivo. Si no crees en tu valía, saboteas de un modo inconsciente -o consciente- tu vida. No te sabotees... Todos en algún momento nos saboteamos. Cada vez que te sorprendas discutiendo con tu familia, amigos o pareja por cuestiones sin importancia, comiendo de más, postergando cosas que debes hacer, no aprovechando las oportunidades que surgen en tu vida, etc., etc. te estás saboteando. ¿Te suena?


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