Los discípulos de Rabí Baruj le preguntaron:
"¿Cómo puede uno estudiar el Talmud adecuadamente?
Esta escrito que Abaye dijo esto y Rava aquello. Es como si Abaye perteneciera a un mundo y Rava a otro. ¿Acaso es posible estudiar y comprender ambos al mismo tiempo?"
El Tzadik respondió: Aquellos que quieren comprender las palabras de Abaye deben unir su alma al alma de Abaye. Entonces comprenderán el verdadero sentido de las palabras tal y como Abaye las expresó. Y si después quieren saber las palabras de Rava, deberán unir su alma con el alma de Rava.
Eso es lo que quiere decir el Talmud cuando anota: “Si una enseñanza es transmitida en el nombre de quien la pronunció, sus labios se mueven en la tumba. Y los labios del que pronuncia la palabra se mueven como los del maestro que está muerto”.
¡Abaye y Rava eran una de las parejas más famosas de la historia, destacada por los intensos debates entre ellos!.
A Estos debates diseminados por todo el Talmud se les conoce como "Havayot d'Abaye ve'Rava" (Debates de Abaye y Rava) y son la base para el desarrollo del método dialéctico en el tratamiento de las tradiciones halájicas.
Abaye y Rava, iluminaron las salas de estudio en la antigua Babilonia con sus ardientes discusiones de la Torah. Con la excepción de seis de sus decisiones, conocidas por el acrónimo Yael Kagam, las opiniones de Rava siempre fueron aceptadas como definitivas.
Hoy se puede entrar en la sala de estudio de incluso niños pequeños que están aprendiendo Torah y verlos agitando su pulgar en el sentido de las agujas del reloj diciendo: "... Abaye dijo ...".
Fueron inseparables, estuvieron estrechamente asociados desde la temprana juventud, y fueron enterrados juntos.
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