La Torah es sólo un medio. La dedicación a ésta debería ser con deseo y profundo deseo por Devekut (adhesión) con el Creador. Ninguna otra intención es permitida en el Salón de Dios.
Claramente, si los estudiantes de la Torah se hubiesen engranado en ella con ardiente amor a Dios en sus corazones, y el deseo de adherirse a Él llenara todo su ser, no habría ningún argumento acerca de la interioridad de la Torah. Todos acudirían el Salón del Rey, para ocuparse en la sabiduría de Kabalah y en el Santo Zohar la mayor parte de su día, y hasta la mayor parte de su tiempo.
El Camino del PaRDéS, Vol. 11.
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