16 de junio de 2013

Sencillas reglas para hablar en Shabat.


Hace varios años, en cierta ocasión asistí a una reunión de Shabat con un grupo en particular, y los vi muy motivados por los arreglos de cada uno de los detalles del Shabat, era una gran preocupación si en la mesa de Shabat había o no “Un Mantel”. Era para mí una experiencia nueva, porque por primera vez estaba lejos de las costumbres de mi Escuela, y de su forma particular de preparar cenas de Shabat comunitarias.

Todo Shabat es particular, único, y lo disfrute mucho, pero me di cuenta de algo, a la hora de armar la mesa habían muchos opinando, y a la hora de desarmarla y retirar los platos sucios, se reducía notablemente la colaboración, a unos pocos integrantes que habiendo participado enérgicamente en la puesta de la mesa, lo hacían también en la retirada de la misma. Pero ciertos individuos no lo colaboraban.

¿A qué puede deberse tal comportamiento? En aquel momento solo vi una solución a tal dilema: Mi Ego solo me permite participar en actividades que me den protagonismo, y sufrimos de una necesidad de una reverencia continua y admiración a nuestra persona; no tolerando el estar en un lugar secundario o falto de ese protagonismo, que tanto deseamos.

Mientras que armamos “la mesa” todos pueden apreciar que inteligente somos y cuanto conocimiento de Halajá poseemos, cuán lejos hemos llegado y cuál es nuestro nivel, y si no lo hacen, vamos hasta allá y se los décimos. Pero recoger los platos sucios no nos otorga protagonismo, entonces inclusive de manera inconsciente, no lo hago.

Mas que fijarnos en todas las cosas externas, es decir, vestidos, comidas, trabajos, veamos un poco más allá de lo que se quiere que hagamos en Shabat…

Debemos transformarnos en una persona diferente en Shabat.

Y por eso obviamente, las cosas EXTERNAS la vestimenta, la manera de actuar, y las conversaciones, habrán de ser diferentes de las cotidianas. Pero solo son una expresión de la NUEVA persona que somos, INTERIORMENTE.

Veamos los contenidos internos y no los externos… La externalidad solo es impresión de lo que llevamos dentro. Eso es Shabat. El nivel de ello, cambia con cada persona, y depende del perfeccionamiento y purificación espiritual personal de cada uno.

Aquí les presento unas sencillas reglas para cuidar el cumplimiento del Shabat…

1.  Prohibido el lashón hará (literalmente, “habla negativa"). ¡Prohibido chismear! La Mishná Berurá escribe, que quien se abstiene de hablar sobre asuntos mundanos en Shabat, es llamado "santo", y continúa comentando, que las personas observantes, habrían de hablar solamente en "Lashón HaKodesh", incluso cuando se tratase de asuntos esenciales, para no caer en la charlatanería. 

2.  Fíjate si puedes evitar hablar sobre trabajo en Shabat. Cuando el Shabat comienza, ya NO hay más necesidad de hacer trabajos. Es una meta elevada, para quien se encuentra en medio de las complicaciones de los quehaceres, pero eso es lo que se exige de nosotros.

3.  Trata de no hablar sobre dinero en Shabat. La conducta óptima en Shabat, es la desconectar la mente de todos los complicados asuntos cotidianos y comerciales, y enfocarse, y concentrarse en los temas espirituales.

4.  Intenta incluir al menos una reflexión "de Torah" en cada comida (mantén a mano algunos libros de judaísmo para inspirarte).

5.  Si te estás fallando en alguno de estos puntos, trata de revertir la situación. Un festín de quejas se puede convertir en una lluvia de ideas sobre lo que es positivo en tu vida; si te encuentras despotricando sobre algo, trata de verlo de una forma más positiva ("Mi jefe es tan exigente" puede ser convertido en un "Pero al menos tengo un trabajo que disfruto").

6.  Shabat nos da una oportunidad para recordar que Dios está cerca de nosotros. Usa Shabat para acercarte a Él, para hablarle, y trata de actuar de una manera que refleje nuestra cercanía con Él.

7.  Haz un esfuerzo para escuchar a los demás. Pregunta por sus opiniones y escucha sus preocupaciones.

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1 comentario:

  1. La primera vez innolvidable, ocurrió un momento en el deleite en el hablar durante la comida, que por la emoción y felicidad aplaudí jajajajaja, y no está permitido. Luego lo rectifiqué aplaudiendo en lenguaje de señas. :-). Es un momento de alegría y emoción en el que igual se deben controlar tales sentimientos, para evitar romper el momento de CONEXIÓN con el Creador.
    Por otra parte, al cumplir la Halajá en este momento íntimo y a la vez grupal, es el día para RECTIFICAR y REFINAR con ojos VIGILANTES, los modos y costumbres, para ir entrenando el alma hacia su perfección.
    El hecho de ayudar a lavar los platos, dentro de los cánones del Shurlaj Aruj, estamos domando nuestro EGO también, para que se conecte con el Creador, porque él también necesita de HaShem...Un momento en que la dualidad de nuestra individualidad, puede convertirse en UNO. (Ejad-Dvkut)

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