Seguimos reflexionando, el presente artículo es una carta abierta a todos mis estudiantes y lectores. Este blog está próximo a cumplir seis años, y son muy pocos los artículos en los que comento alguna película, y este va a ser uno de esos pocos.
El centro de esta reflexión es precisamente el cambio, podemos pensar Soy como Soy y Feliz Soy Asi... Nadie puede ser esclavo, ni siquiera de su propia identidad; cuando surge una posibilidad de cambio, hay que cambiar.
El centro de esta reflexión es precisamente el cambio, podemos pensar Soy como Soy y Feliz Soy Asi... Nadie puede ser esclavo, ni siquiera de su propia identidad; cuando surge una posibilidad de cambio, hay que cambiar.
En la película de drama y acción "El Ultimo Samurái" el Capitán Nathan Algren estando en confinamiento escribió en su diario, sobre los Samurái, lo siguiente:
“Desde el momento que despiertan se dedican a la perfección de cual fuere sus propósitos. Nunca he visto semejante disciplina.”
Esta frase la traigo a colación, pues es común para nosotros creer que disciplina solo son castigos y controles, y lo más paradójico de esto es que quién tiene disciplina, no necesita que le digan que hacer.
Desconozco si el filme, esté o no, apegado a la historia, o simplemente sea ficción, pero lo que sí puedo reconocer es que en ella, podemos encontrar uno de los diálogos más interesantes del cine de acción contemporáneo. En las conversaciones captor-prisionero entre el Samurái Katsumoto (Ken Watanabe) y el Capitán Nathan Algren (Tom Cruise) podemos escuchar que Katsumoto le dice al Capitán lo siguiente:
“La flor perfecta es algo muy raro. Podríamos pasar toda una vida buscando la flor perfecta y aun así no sería una vida desperdiciada.”
Esta maravillosa frase será completada ya al final de la película, por el mismo Katsumoto, habiendo perdido la batalla, en los últimos segundos de vida, antes de practicarse el seppuku, con la coletilla:
“Son… todas perfectas.”
Es decir, Katsumoto se dio cuenta que todas la flores son únicas, y perfectas en sí mismas. Cada criatura tiene un fin en este mundo y un papel propio en la corrección, y sus aspectos egoístas están presentes precisamente para ser corregidos. Sus defectos las hacen perfectas para su propio objetivo, o como me enseñaron en Kabbalah: Tus defectos son tu capital.
Cuando observamos a este mundo y su degradación espiritual, surge la pregunta, con qué objetivo Hashem creó un mundo de este nivel. Por encima de este mundo existe toda una línea de mundos espirituales Divinos, entonces, ¿cuál es la necesidad de crear también a este mundo inferior, material y burdo?
Este mundo no fue creado en aras de los mundos superiores, sino precisamente todo lo contrario. Surge aquí, el concepto de Hishtalshelut "gradación encadenada" de los mundos, que ya hemos tratado en post anteriores y su descenso de grado en grado a través de las muchas "vestimentas" que ocultan la luz y la fuerza vital que emanan de Él, culminando en la creación de este mundo físico y burdo. Este mundo, llamado en Kabbalah mundo de la acción, es el más bajo en grado; no hay más bajo que él en términos de ocultamiento de Su luz y ningún mundo se compara a él en oscuridad doble y redoblada.
Tal es así, que este mundo está lleno de klipot y sitrá ajará que realmente se oponen a Di-s, diciendo:
Yo soy, y no hay nada más aparte de mí.
Así pues, el principal objetivo del Hishtalshelut es este mundo inferior, pues tal fue Su voluntad: que El tenga satisfacción cuando la sitrá ajará es subyugada [a la santidad] y la oscuridad [de la klipa] es transformada en luz [sagrada] de modo que en el lugar de la oscuridad y la sitrá ajará [prevalecientes] en todo este mundo brille la luz Ein Sof de Di-s con mayor fuerza e intensidad, y con la superioridad de la luz que emerge de la oscuridad; [brillará entonces con más intensidad] que como es su destello en los mundos superiores.
La capacidad de reflexionar acerca de la finalidad y el objetivo de la vida es la cualidad que nos hace humanos. Pero, si creemos que el mundo es regido por el azar y no hay en él ningún propósito trascendente ¿qué hacemos con nuestro potencial humano?
No podremos nunca encontrar un propósito final en donde no creemos que hay finalidad.
Adám incluye los dos polos en los que oscila la vida humana.
1. Adamé la Elión: el potencial de igualarse a lo Superior.
2. Adamá: tierra. La disgregación.
Adamé la Elión señala el potencial del alma que es libre e infinito.
Adamá señala el potencial del cuerpo que es limitado y finito.
Libre es quien puede elegir en contra de lo que su cuerpo desea.
Si nunca puedo decirle no a mi cuerpo significa que soy su esclavo.
Dos aspectos motivan el desarrollo y la conducta humana
1. Posibilidad
2. Deseo
1.Posibilidad es la potencialidad para que algo sea o exista.
2.Deseo es la fuerza innata en pos del conocimiento, posesión y/o disfrute de «una cosa».
La posibilidad le brinda al deseo la opción de activar el libre albedrío y así desarrollar la voluntad.
Quien todavía no implementó su potencial humano (Adám), su poder de elección y voluntad son limitados.
Mientras que el deseo es innato e inconsciente, la Voluntad es la conciencia que se adquiere al activar el potencial de Adám.
Un niño, por ejemplo, aún no siente necesidad de casarse y formar su familia, su deseo está restringido en recibir de sus padres y del entorno donde nació. Del mismo modo un adulto que no maduró espiritualmente, que sólo piensa en la satisfacción inmediata, en recibir pasivamente, no puede tomar conciencia de la realidad en toda su dimensión y tampoco podrá decidir objetivamente.
A partir de estos dos aspectos -posibilidad y deseo- los Sabios de Israel articularon el mecanismo que establece la manifestación del potencial de elección y el desarrollo de la voluntad humana (Talmud de Babilonia, Trat. Pesajím 25-2 y Talmud Eser haSefirót, Histaklút Pnimít Jelek Shení, Cap. 4).
1.No tiene la posibilidad y no siente deseo
2.Tiene la posibilidad y no siente deseo
3.No tiene la posibilidad y siente deseo
4.Tiene la posibilidad y siente deseo
Las tres primeras fases aún no establecen el marco para decidir objetivamente ni para desarrollar voluntad.
Ejemplo:
Quien no tiene la posibilidad y no siente deseo de una adicción o, quien tiene la posibilidad y no siente deseo de una adicción o, quien no tiene la posibilidad y siente deseo de una adicción no tiene poder de elección ni posibilidad alguna de desarrollar voluntad, ya que no posee ningún desafío.
Sólo quien tiene la posibilidad y siente deseo está en condiciones de ejercer totalmente su libre albedrío y desarrollar voluntad. Hasta que los seres humanos no se proponen activar su potencial de Adám no pueden expandir su conciencia y todas sus decisiones estarán basadas en una evaluación parcial de la realidad.
La Creación de acuerdo a la concepción de Israel establece el marco para que los seres humanos alcancen la fase de: Tiene la posibilidad y siente deseo. A partir de allí comienza el verdadero desarrollo humano. Sea a través de la reflexión, de la insatisfacción y/o el sufrimiento todos buscamos finalmente desarrollar nuestro potencial de Adám, ya que es la única forma de lograr la Plenitud.
De la misma forma que HaKadósh Barúj Hú estructuró la Creación para que los seres humanos alcancen su Forma Superior así nosotros debemos estructurar nuestros sistemas educativos para activar conscientemente el potencial humano.
Cuando experimentamos plenitud no sentimos diferencia entre ésta y el deseo de recibirla, los percibimos como una unidad. En cambio, cuando anhelamos la plenitud que no poseemos, los distinguimos claramente.
Ambos aspectos surgen y emanan de HaKadósh Barúj Hú, sólo que «allí» se encuentran en estado de unidad, más allá de la dualidad transmisor-receptor, conocedor-conocido.
El deseo de recibir no puede existir en el ámbito de HaKadósh Barúj Hú, pues El Es completo en Sí mismo, ¿de quién habría de recibir?
La Creación, lo nuevo, es el deseo de recibir que surge como consecuencia del ocultamiento de Su Plenitud. Por ello el vocablo hebreo que se utiliza para designar al mundo -olám- proviene del verbo lehialém que significa ocultar. Cada sefirá indica un mundo espiritual Kéter a Adám Kadmón, Jojmá a Atzilút, Biná a Briá, Tiféret (que incluye desde Jesed a Iesód) a Ietzirá y Maljút a Asiá.
Libre albedrío, voluntad y plenitud
El objetivo de todo el proceso creativo es que el hombre logre el libre albedrío y el desarrollo de la voluntad. Sólo entonces podrá desear la Plenitud y la Armonía por sí mismo.
Te invito a leer:
http://oreinsof.blogspot.com/2011/11/cual-es-tu-ramera.html
http://oreinsof.blogspot.com/2011/08/tikun-olam.html
No podremos nunca encontrar un propósito final en donde no creemos que hay finalidad.
Adám incluye los dos polos en los que oscila la vida humana.
1. Adamé la Elión: el potencial de igualarse a lo Superior.
2. Adamá: tierra. La disgregación.
Adamé la Elión señala el potencial del alma que es libre e infinito.
Adamá señala el potencial del cuerpo que es limitado y finito.
Libre es quien puede elegir en contra de lo que su cuerpo desea.
Si nunca puedo decirle no a mi cuerpo significa que soy su esclavo.
Dos aspectos motivan el desarrollo y la conducta humana
1. Posibilidad
2. Deseo
1.Posibilidad es la potencialidad para que algo sea o exista.
2.Deseo es la fuerza innata en pos del conocimiento, posesión y/o disfrute de «una cosa».
La posibilidad le brinda al deseo la opción de activar el libre albedrío y así desarrollar la voluntad.
Quien todavía no implementó su potencial humano (Adám), su poder de elección y voluntad son limitados.
Mientras que el deseo es innato e inconsciente, la Voluntad es la conciencia que se adquiere al activar el potencial de Adám.
Un niño, por ejemplo, aún no siente necesidad de casarse y formar su familia, su deseo está restringido en recibir de sus padres y del entorno donde nació. Del mismo modo un adulto que no maduró espiritualmente, que sólo piensa en la satisfacción inmediata, en recibir pasivamente, no puede tomar conciencia de la realidad en toda su dimensión y tampoco podrá decidir objetivamente.
A partir de estos dos aspectos -posibilidad y deseo- los Sabios de Israel articularon el mecanismo que establece la manifestación del potencial de elección y el desarrollo de la voluntad humana (Talmud de Babilonia, Trat. Pesajím 25-2 y Talmud Eser haSefirót, Histaklút Pnimít Jelek Shení, Cap. 4).
1.No tiene la posibilidad y no siente deseo
2.Tiene la posibilidad y no siente deseo
3.No tiene la posibilidad y siente deseo
4.Tiene la posibilidad y siente deseo
Las tres primeras fases aún no establecen el marco para decidir objetivamente ni para desarrollar voluntad.
Ejemplo:
Quien no tiene la posibilidad y no siente deseo de una adicción o, quien tiene la posibilidad y no siente deseo de una adicción o, quien no tiene la posibilidad y siente deseo de una adicción no tiene poder de elección ni posibilidad alguna de desarrollar voluntad, ya que no posee ningún desafío.
Sólo quien tiene la posibilidad y siente deseo está en condiciones de ejercer totalmente su libre albedrío y desarrollar voluntad. Hasta que los seres humanos no se proponen activar su potencial de Adám no pueden expandir su conciencia y todas sus decisiones estarán basadas en una evaluación parcial de la realidad.
La Creación de acuerdo a la concepción de Israel establece el marco para que los seres humanos alcancen la fase de: Tiene la posibilidad y siente deseo. A partir de allí comienza el verdadero desarrollo humano. Sea a través de la reflexión, de la insatisfacción y/o el sufrimiento todos buscamos finalmente desarrollar nuestro potencial de Adám, ya que es la única forma de lograr la Plenitud.
De la misma forma que HaKadósh Barúj Hú estructuró la Creación para que los seres humanos alcancen su Forma Superior así nosotros debemos estructurar nuestros sistemas educativos para activar conscientemente el potencial humano.
Cuando experimentamos plenitud no sentimos diferencia entre ésta y el deseo de recibirla, los percibimos como una unidad. En cambio, cuando anhelamos la plenitud que no poseemos, los distinguimos claramente.
Ambos aspectos surgen y emanan de HaKadósh Barúj Hú, sólo que «allí» se encuentran en estado de unidad, más allá de la dualidad transmisor-receptor, conocedor-conocido.
El deseo de recibir no puede existir en el ámbito de HaKadósh Barúj Hú, pues El Es completo en Sí mismo, ¿de quién habría de recibir?
La Creación, lo nuevo, es el deseo de recibir que surge como consecuencia del ocultamiento de Su Plenitud. Por ello el vocablo hebreo que se utiliza para designar al mundo -olám- proviene del verbo lehialém que significa ocultar. Cada sefirá indica un mundo espiritual Kéter a Adám Kadmón, Jojmá a Atzilút, Biná a Briá, Tiféret (que incluye desde Jesed a Iesód) a Ietzirá y Maljút a Asiá.
Libre albedrío, voluntad y plenitud
El objetivo de todo el proceso creativo es que el hombre logre el libre albedrío y el desarrollo de la voluntad. Sólo entonces podrá desear la Plenitud y la Armonía por sí mismo.
Te invito a leer:
http://oreinsof.blogspot.com/2011/11/cual-es-tu-ramera.html
http://oreinsof.blogspot.com/2011/08/tikun-olam.html
Estos dias me he dedicado a observar y cuestionar el comportamiento de las demas personas, he tenido mi conflicto interior bien fuerte porque me creo con la verdad absoluta de mi punto de vista y para colmo a mi pensar no he estado juzgando, jajaja segun yo... vaya que contrariedad, leyendo este post me he dado cuenta que no he respetado que cada persona es una flor unica, que no es perfecta ni imperfecta , sencillamete solo es, acepto que cada imperfeccion que veo en otros es mi oportunidad para mejorar y poder revelar luz con mis acciones, otra cosa que me impacto es el hecho de confundir el deseo con la voluntad, he deseado tantas veces hacer cosas y no he tenido la voluntad para ejecutarlas, claro ahora entiendo que no he querido tomar mi libre albeldrio, osea ser responsable del plan divino que se me dio antes de estar en este plano material y fisico. hacer ejecutar la mi voluntad es hacer presente a mi Adam interior que no es mas que mi conciencia. Si quiero alcanzar la plenitud es momento que comience a aceptar que las cosas no tan buenas que me han sucedido y me seguiran sucediendo no son mas que herramientas de Hashem para alcanzar esa plenitud en su luz. por ello agradezco a todas las personas que se han cruzado en mi vida y hemos tenido algun desacuerdo que gracias por cruzarse eso me permitio elejir y hacer uso de mi libre albeldrio por tener la conciencia o permanecer aun dormida.
ResponderEliminarSOmos como somos, y estoy abierta a los cambios porque si mi area de confort se congela en el tiempo, es decir quiero ser exactamente como soy por varios años, entonces no estoy permitiendo cambios en mi, por ello me abro a cambiar porque como dices Armando si soy tan feliz como soy y no quiero cambiar mas, ya paso a idolatrarme a mi misma.
Gracias Armando por permitirme reflexionar con este tema tan particular.