27 de septiembre de 2012

Vivir en la Sucá.


La Torah ordena que cada varón debe mudarse de la habitación donde vive en su casa a una sucá por los siete días completos que dura la festividad. Durante ese tiempo, la sucá se convertirá en su lugar de residencia permanente, y la casa el temporario. Es una mitzvá hacer la sucá tan habitable como su propio hogar, por lo tanto debería traer su vajilla buena y demás artículos domésticos y extender un lindo mantel sobre la mesa.

¿Por qué se nos ordena que vivamos en una sucá en este Iom Tov?

La Torá explica (Vaikrá 23:43). "Para que sus generaciones sepan que Yo hice que los Bnei Israel habiten en sucot cuando Yo los saqué de la tierra de Egipto, Yo soy Hashem, su D-s."

¿En qué clase de sucot habitaron los judíos en el desierto?

1. Rabí Akivá explicó que los judíos se hicieron cabañas de madera portables en las que vivieron en el desierto.

2. De acuerdo con otro punto de vista, las "sucot" a las que nos referimos no son cabañas de madera sino Nubes de Gloria con las que el Todopoderoso encerraba a los Bnei Israel, protegiéndolos de los enemigos y peligros que los rodeaban y del calor del sol del desierto. Esta última opinión es la aceptada.

Por lo tanto, estamos obligados a habitar en sucot en este Iom Tov para recordar los grandes milagros que hizo el Todopoderoso en beneficio de nuestra nación en el desierto al proporcionar refugio a nuestros ancestros por medio de las Nubes de Gloria.

Rabí Akivá sostuvo que la Torá enfatiza la grandeza de la Generación del Desierto. Una gran cantidad de población de hombres, mujeres, y niños sin dudar siguieron a Moshé a una tierra de nadie, sin vegetación y habitada por víboras, escorpiones, y bestias salvajes. Ellos no vivían en habitaciones residenciales sino que tenían que construirse cabañas, y así siguieron a Moshé durante cuarenta años. Nosotros, también, estamos obligados a vivir en cabañas de madera, para aprender a adoptar una actitud de confianza total en Hashem tal como nuestros antepasados.

Parece que el Iom Tov de Sucot debería celebrarse después de Pesaj, en primavera cuando el Exodo tuvo lugar realmente.

Sin embargo, la Torá a propósito decidió que esta festividad fuera en los comienzos de la estación del frío. Si Sucot fuera en Nisán o Iar, podríamos asegurar que la familia se mudaría a la intemperie para disfrutar del buen tiempo. De la manera que es, los niños preguntarán la razón de la mitzvá.

La Kabalá enseña que la shejiná abre sus alas sobre un judío sentado en la sucá. Luego de entrar, el invitado Celestial también ingresa para compartir la residencia Divina con él. Se dijo que Rabí Hamnuna, el mayor, solía entrar a la sucá con alegría. Una vez que estaba adentro, se levantaba, caminaba hacia la entrada, y exclamaba, "Déjanos invitar a los ushpizin, los huéspedes celestiales!".

Cuando la mesa estaba servida y él ya había recitado la bendición "leshev basucá", exclamaba, "¡Siéntense, huéspedes celestiales, tomen asiento!"

Antes de comer, felizmente levantaba sus manos y anunciaba, "¡Qué dichosa es nuestra porción y qué dichosa que es la porción de todo el pueblo judío que es parte de Hashem!" Con el objeto de que los ushpizin Celestiales le estén agradecidos, un judío también debe hacer feliz a los pobres en este Iom Tov e invitarlos o donarles una buena parte de sus gastos antes de la festividad. Si mientras que invita a los huéspedes Celestiales a su sucá, no le da una porción a los pobres de la tierra, la mesa que él sirva en la sucá no es la mesa del Todopoderoso y no merece la presencia de los ushpizin.

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